Probamos al nuevo Suzuki Vitara con la doble excusa de su renovación estética y la incorporación mecánica 1.4 Boosterjet. |
Muchos podrán emparentar a este producto con el Grand Vitara (ver lanzamiento), pero de aquel solo conserva la segunda parte del nombre. La historia del Vitara "a secas" ya fue repasada durante la primera evaluación de este modelo en el año 2016 (ver prueba), así que si quieren ver el árbol genealógico, los invito a leerlo allí.
Para ir de lleno con el contacto de esta nueva variante, corresponde a la actualización de mitad de vida de la generación generación actual que fuera presentada en el pasado Salón de París de 2018 (ver nota). El renovado Vitara presume de una parrilla delantera cromada, paragolpes delanteros con apliques cromados, llantas de aleación de 17 pulgadas y ópticas traseras LED. Se mantienen las amplias opciones de personalización, con una nueva paleta de colores, combinaciones bi-tono, así como de nuevos detalles interiores y exteriores.
En el interior aumenta la calidad con la adopción de un material más blando en el tablero y una nueva tapicería de diseño mixto. La información también mejora con una nueva pantalla LCD a color de 4,2 pulgadas en el cuadro de mandos y un renovado reloj analógico central en las versiones GLX, como la evaluada por Autoblog hace algunas semanas atrás.
A Uruguay llegó en marzo de este año (ver lanzamiento) importado desde Hungría con dos mecánicas, el conocido 1.6 litros de 117 cv de potencia para la versión GL, mientras que los GLX estrenan un inédito 1.4 Boosterjet Turbo de 140 cv de potencia y 220 Nm de par máximo, con precios que van desde los U$S 27.990 a los U$S 35.990 de la variante 1.4 Boosterjet Turbo GLX A/T con la que tomamos contacto ahora. Y a continuación, podrán leer el análisis.
Exterior
Los cambios en la gama del Vitara se corresponden más a la versión con la mecánica turbo que a la que todavía mantiene el impulsor aspirado. Mientras en esa cambió el paragolpes delantero, en las GLX los retoques también afectaron a la parrilla y el diseño de las llantas de aleación. Son novedades estéticas bastante sutiles que solo serán alertados por los ojos más atentos de la calle. Para el resto, será el mismo Vitara de siempre. Las ópticas delanteras tienen luces y sombras. Por las primeras, los proyectores LED muy potentes para las bajas, mientras que las segundas son porque las largas son halógenas y con poco poder lumínico. Ya podrían ser ambas de LEDs.
En esta versión GLX, además, se mantuvo la posibilidad de combinar la carrocería con diversos "combos de color" que le quedan bastante bien. Las opciones para Uruguay son las siguientes: Solar Yellow Pearl Metallic/Superior White, Ice Grayish Blue Metallic/Cosmic Black Pearl Metallic (como el probado), y Atlantis Turquoise Pearl Metallic/Cosmic Black Pearl Metallic. Las llantas de aleación también son nuevas en su diseño. Son de 17 pulgadas y en la unidad en imágenes iban sobre neumáticos Continental ContiPremiumContact⁵ en medida 215/55 R17.
Más allá de las nuevas butacas, la posición de manejo es la misma de siempre, es decir, cómoda. El volante regula en altura y profundidad con recorridos correctos (aunque no abundantes) y se viaja muy alto incluso en la posición más baja del asiento. No hay ajuste lumbar, pero en contrapartida, el asiento del acompañante se permite regular en altura, algo poco común en este segmento. De todas formas, sucede lo mismo que con la del conductor: aunque la llevemos al punto más bajo, viajaremos alto.
Siguiendo con el interior, sigue habiendo buen espacio para dos adultos de hasta 1,80 m, con lugar para las piernas, hombros, y cabezas. A su vez, al ya no ofrecer el enorme techo panorámico eléctrico como sí traía antes el nivel GLX, ganó un par de centímetros extra hacia arriba. Sin embargo, la plaza central, como buen producto de segmento B sigue sin ser su punto fuerte. A un respaldo más duro y asiento más elevado hay que sumarle el túnel de transmisión (resabio de los Vitara con tracción integral), que quita algo de espacio para las piernas. También a lo ancho la habitabilidad es ajustada.
La retaguardia del Vitara es la menos personal y hasta diría anticuada. Las líneas lucen algo anticuadas, como si hubieran sido trazadas hace 15 años, desentonando un poco con el frontal. De todas formas con el tiempo uno va acostumbrando el ojo y no luce tan demodé. Una de cal y una de arena: las ópticas carecen de antinieblas trasero, aunque en la base del paragolpes hay sensores de estacionamiento y en esta versión GLX, se complementan con unos delanteros también.
Con este update las cotas no variaron en casi nada, por no decir sin dar más vueltas que son las mismas de antes: el Vitara mide 4.175 mm de largo, 1.775 mm de ancho, 1.610 mm de alto. La distancia entre ejes es de 2.500 milímetros. En otras palabras, entra en el segmento donde todos quieren estar, el de los crossovers/SUVs chicos, que está más plagado de opciones que un pantano de insectos.
Interior
Acá los cambios y novedades son igual de sutiles que por fuera. Suzuki promete haber mejorado mucho la calidad de los plásticos y encastres del Vitara con esta actualización. La realidad es que lo hicieron, pero se quedaron a medio camino. Pese a haberle agregado inyectados blandos en la parte superior del tablero, la sensación general es de una calidad muy mediocre tirando a baja. En la unidad probada, con algo más de 5.000 km, ya había piezas que se soltaban con facilidad (en especial en la contrapuerta del baúl), y ruidos parásitos a plásticos mal ajustados cuando pasamos por calles empedradas. Suzuki sigue utilizando plásticos rígidos rugosos y encastres que son más propios de un Celerio de 14 mil dólares, que de un Vitara de 36 mil.
Como dije más arriba, el tablero estrenó una nueva computadora de a bordo de 4,2 pulgadas con un display a color. En tiempos de pantallas instrumentales digitales, los ponjas siguen apostando por los cuatro elementos de aguja en donde dos son más grandes (tacómetro y velocímetro) y los restantes más pequeños (cantidad de combustible y temperatura de agua del motor). En el medio va el mencionado y renovado display, pero lo que no cambiaron son los comandos son poco prácticos, teniendo que usar dos plásticos que parecen dos "palillos chinos" clavados en el instrumental, y que irónicamente es recurso muy nipón usado en otras firmas de este origen.
En la consola central aparecen dos salidas de aire acondicionado acompañadas en el centro por el nuevo reloj analógico que le da un toque cool al habitáculo y que de noche queda bastante fachero porque también va iluminado. Más abajo está el sistema multimedia con pantalla táctil de diez pulgadas con AM/FM/MP3/USB/Bluetooth y posibilidad de sumarle GPS y/o cámara de retroceso, todo con instalación after-market. Ofrece compatibilidad con Android Auto y CarPlay, aunque no era el caso en la unidad probada, que tenía un sistema ya criticado por mi hasta el hartazgo, pero sí en las unidades que se entregan a clientes.
El espacio de cargas permite unos correctos 375 litros de capacidad, que pueden ser ampliables hasta los 1.120 litros, si abatimos los respaldos traseros en proporción 60:40. Cabe destacar que el baúl ya no cuenta con un piso doble modulable que permitía trabajar con una superficie plana una vez que bajamos los asientos posteriores. En su lugar ahora hay una alfombra (de una calidad muy mejorable, por cierto) y por debajo de ella, encontramos el auxilio. Lleva un Maxxis temporario en medida T135/90 R16.
Motor y transmisión
Acá está la verdadera excusa de haber pedido al Vitara una vez más. Si bien este motor turboalimentado es una novedad para el mercado uruguayo, ya estaba presente en la versión pre-facelift del modelo para varias regiones. Sin embargo, recién ahora logró la homologación de fábrica para nuestro país. Se trata del primer impulsor turbo-naftero de Suzuki a nivel local y aunque la marca lo publicite como "el único turbo del segmento", es una mentira. Peugeot, Citroën, Haval y Chery tienen SUVs y crossovers chicos con mecánicas turboalimentadas. No sean pillos, publicistas.
El K14C DITC pertenece a la familia de motores turboalimentados de Suzuki, denominada Boosterjet que también equipa al Swift Sport, que llegaría antes de finales de este año también a nuestro país. Cuenta con 1.373 cc de cilindrada, cuatro cilindros, inyección directa, turbocompresor e intercooler, 16 válvulas y distribución variable de válvulas VVT. Es capaz de erogar 140 cv, a 5.500 rpm y un par motor de 220 Nm entre las 2.500 y 5.500 rpm. Va asociado a una caja manual de seis velocidades o una automática también de seis marchas.
Además de ser la novedad para la nueva gama Vitara, este 1.4 turbo es uno de los mejores impulsores de este segmento. A tal punto que incluso se extraña no haberlo recibido antes y que deja bastantes ganas de verlo funcionar en una carrocería casi 200 kg más ligera, como es la del Swift Sport. Suzuki Uruguay: cuando tengan uno, lo quiero con caja manual y durante una semana, porfa. Ok, no me distraigo con mi fiebre por los hot-hatchbacks. Volvamos al Turbo-Vitara, si les parece mejor.
Es una mecánica excelente por donde se la mire. Me hizo recordar bastante a la receta que PSA utiliza en los 2008 (ver prueba) y C4 Cactus (ver prueba) producidos en Brasil, que recordemos que utilizan un 1.6 turbo de 165 cv. Es un combo de potencia y respuesta que no se condice con la naturaleza familiera de un SUV chico. En el Vitara invita a un manejo enérgico y ágil, pero además lo entrega con unas reacciones que dejarán boquiabierto a más de un incrédulo. Empuja con bastante notoriedad arriba de las 2.000 rpm y va de forma pareja hasta que en las 5.500 las curvas de potencia y par se cruzan.
A su vez está asistida por dos levas (plásticas) de cambio situadas en volante que si bien no te convierten en Walter Röhrl, le otorgan cierto picante al manejo, en especial a la hora hacerle caer uno o dos engranajes a la transmisión, cosa que desde propio selector no se puede hacer, dicho sea de paso. En su lugar, cuenta con el modo "M" retiene el cambio hasta el corte (5.500-6.000 rpm), aunque asciende de marcha de forma automática para preservar al combo mecánico.
Fábrica declara una velocidad final de 200 km/h, una aceleración de 0 a 100 km/h en 10,2 segundos, que son números bastante buenos. Los consumos, en tanto, son los siguientes: 6,9 l/100 km en ciudad, 5,1 l/100 km en ruta, y en ciclo combinado, Suzuki homologa unos 5,8 litros cada 100 kilómetros. Durante la prueba obtuve números correctos, aunque menos optimistas que los que menciona Suzuki en sus fichas técnicas: 8,6 l/100 km en ciudad, 5,6 l/100 km en ruta, y en ciclo combinado, conseguí sacarle 7,1 litros cada 100 kilómetros como la mejor cifra.
Comparado con el 1.6 atmosférico de 120 cv que probé en 2016, este uno-cuatro turbo fue 1,4 litros más gastador en ciudad y 1,0 litros más en el mixto, pero consumió 0,4 litros menos en ruta. Pesa 1.145 kg en orden de marcha y el depósito de combustible, en tanto, admite 47 litros de capacidad, que quedan muy justos para el 1.4 y le comprometen bastante la autonomía. Un tanque con 5 litros más sería ideal y permitiría darle rienda suelta al Boosterjet sin tener que hacer tantos repostajes.
Comportamiento dinámico
Comenzaré por la parte más obvia de la prueba y es que el comportamiento dinámico, es decir, del chasis del Vitara, sigue sin cambios significativos respecto al modelo que reemplazó. Las suspensiones tienden hacia lo firme (algo extraño en un producto familiar) aunque no por ello pecan de perjudicar el confort de marcha, si no todo lo contrario, es algo en lo que el modelo de Suzuki se destaca. Pero lejos de ser referencia del segmento o de poder pararse por encima de sus competidores más directos en ese sentido.
Para el uso urbano es un producto cómodo de llevar, no solo por el chasis si no también por la dirección que es amigable a baja velocidad, siendo muy dócil. Por el contrario cuando aumenta la velocidad se torna más firme pero se la siente bastante artificial y anestesiada. Nada que le importe al usuario promedio, siga leyendo, estimado lector. Pero se la percibe demasiado ligera y poco comunicativa que no genera tanta confianza para exprimir al máximo los 140 cv del impulsor. Un seteo más firme y preciso le vendría de maravillas.
Por su parte, la combinación de un motor y caja que se llevan de maravillas, hacen que el Vitara sea un producto muy agradable de usar en la ciudad. La dupla le permite circular a unos 70 km/h con la caja en D5 y el 1.6 trabajando a muy bajas vueltas, 1.500 para ser preciso. La insonorización mecánica, es muy correcta y el impulsor solo se oye cuando hacemos que el mil-cuatro trepe por encima de las 4.000 rpm. Por el contrario, en donde flaquea es en el aislamiento rutero a nivel eólico y de neumáticos cuando el asfalto está áspero, pasados los 110 km/h.
Al salir a la ruta nos encontramos con un comportamiento correcto para un producto de corte familiar aunque más ágil que otros rivales de segmento. Se lo percibe correcto en las rectas veloces, mientras que en las curvas el Vitara se inclina bastante sobre el tren delantero, y transmitiendo reacciones dignas de lo que es, un vehículo familiar. En caso de excederse un poco más allá de ellas, de todas formas es fácil de corregir, en especial por contar con el control de estabilidad y tracción de serie.
El impulsor se siente más a gusto en la ruta, y sigue sacando buenas notas. Los adelantamientos son correctos y lógicos, tardando para ir de 80 a 110 km/h (y la caja bajando de D6 a D3) en apenas 4,7 segundos. A su vez, a esa velocidad el Boosterjet Turbo va con la caja conectada en D6 a 2.000 vueltas. Si bien el Vitara ganó este excelente motor, con el cambio de model year desapareció la posibilidad de tener al sistema de tracción integral ALLGRIP que se ofrecía en la variante GLX anterior.
Con aquel esquema el Vitara era uno de los SUVs chicos más divertidos y francos de usar a altas velocidades o en caminos de tierra. ¿Por qué? Porque otorgaba una confianza en materia de comportamiento y tracción que ninguno de sus rivales tenía por entonces. Ahora sigue siendo un modelo entretenido de llevar por esos terrenos, pero por tener una mecánica que se la podría considerar de demasiado potente para lo que es este producto, porque si bien la potencia está, el seteo del chasis no acompaña tanto. Por eso dije más arriba: qué ganas tengo de probarlo en el Swift Sport.
El GLX A/T probado es el más equipado de los tres escalones de la gama actual del Vitara. El nivel GLX M/T tiene la misma dotación que este, mientras que el GL M/T con la mecánica 1.6 atmosférica pierde algunos elementos. Repasemos qué trae cada una de ellas para comparar cuánto se gana pasando del liso al turbo.
El nivel GL ofrece de serie: dirección asistida eléctricamente, pack eléctrico (cuatro levantavidrios, espejos, y bloqueo), aire acondicionado manual, apertura interna del depósito de combustible, Sistema multimedia WinCE, con pantalla de diez pulgadas (instalada localmente) incluyendo AM/FM/SD/USB/Bluetooth/Android Auto/Apple CarPlay, con cuatro altavoces (GPS y cámara de retroceso opcionales), cuatro altavoces, faros antiniebla delanteros, luces traseras y de posición LED, computadora de a bordo, asiento del conductor regulable en altura, respaldo trasero rebatible 60:40, volante multifunción regulable en altura y profundidad, tapizados en tela, y llantas de aleación de 16 pulgadas sobre neumáticos en medida 215/60 R16.
La variante GLX evaluada suma o reemplaza sobre la GL: climatizador automático de una zona, faros delanteros con luces cortas LED con luces diurnas LED, encendido automático de luces, sensor de lluvia, volante multifunción en cuero regulable en altura (con levas integradas de cambio en versión A/T), tiradores de puertas exteriores color carrocería, espejos retrovisores exteriores color carrocería, rebatibles eléctricamente y con luz de giro, control de velocidad crucero y limitador de velocidad, llave inteligente (apertura/cierre sin llave y encendido/apagado por botón), tapizados gamuza/cuero, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, barras de techo longitudinales satinadas, parrilla cromada, detalles cromados en el paragolpes delantero, reloj analógico en consola central, detalles cromados y plateados en tablero, iluminación ambiental interior, asientos delanteros regulables en altura, alarma, seis altavoces, computadora de a bordo con pantalla color de 4.2 pulgadas, opción bi-tono de carrocería (Solar Yellow Pearl Metallic/Superior White, Ice Grayish Blue Metallic/Cosmic Black Pearl Metallic, Atlantis Turquoise Pearl Metallic/Cosmic Black Pearl Metallic) y llantas de aleación de 17 pulgadas sobre neumáticos en medida 215/55 R17.
Seguridad
En otros mercados, como el europeo, también se ofrece de serie el Dual Sensor Brake Support (DSBS), que no es otra cosa que el frenado autónomo en ciudad y carretera de Suzuki, que además incluye alerta de cambio de carril con función de alerta anti-zigzagueo, así como también el asistente de luces de largo alcance y el reconocimiento de las señales de tránsito. Sería interesante que sí se pudiera, pero según Suzuki Uruguay, no es un equipamiento habilitado para la región latinoamericana.
Por otra parte, hay que mencionarlo, es uno de los pocos Suzuki (junto a los Jimny y la versión GLX del Ertiga) con controles de tracción y estabilidad de serie. Al igual que pasa con otros productos, si bien se puede desactivar el de tracción por completo, el de estabilidad nunca está fuera de combate. Si bien permite algunos deslizamientos, hay que darse mucha maña para poder vencer a la electrónica, porque arriba de los 20 km/h, es imposible que no intervenga.
Los frenos en tanto, cuentan con discos ventilados adelante y discos sólidos atrás, esto último casi que una rareza en este segmento. Su funcionamiento es correcto y ante reiteradas frenadas de emergencia, no mostraron síntomas de fatiga, así como tampoco en situaciones de diferentes suelos, por ejemplo, frenando con dos ruedas en el asfalto y dos en la banquina.
Precio, garantía y competidores
Cuando en 2016 probé al Vitara, la cantidad de rivales directos que tenía este producto húngaro-japonés era de apenas 6. Tres años más tarde, la lista asciende hasta los 19. Sí, leyeron bien. 19 SUVs chicos se sacan los ojos en este segmento en apenas tres años de diferencia. Impresionante como creció la oferta, ¿no? A veces no solemos darnos cuenta de lo mucho que creció esta categoría hasta que hacemos un pequeño repaso histórico.
Tomando en cuenta que el nivel probado es el tope de gama, con caja automática y tracción delantera, la competencia de este Vitara 1.4 Boosterjet Turbo GLX A/T es la siguiente: Chery Tiggo 4 Premium 1.5T DCT (U$S 29.990), Chevrolet Tracker 1.8 LTZ FWD A/T (U$S 30.990), Citroën C4 Cactus 1.6 THP 165 Shine EAT6 (U$S 29.990), Citroën C3 Aircross 1.2 PureTech 110 S&S EAT6 Feel (U$S 29.490), Ford EcoSport 1.5 Titanium A/T (U$S 31.990), Haval H2 Dignity 1.5 T A/T (U$S 32.990), Honda HR-V 1.8 EX-L CVT 2WD (U$S 41.600), Hyundai Creta 1.6 Premium A/T (U$S 34.990), Jeep Renegade Longitude 1.8 AT6 FWD (U$S 36.990), Mazda CX-3 2.0 SKYACTIV-G 2WD Extra Full A/T (U$S 40.990), Nissan Kicks 1.6 Exclusive CVT (U$S 32.990), Nissan Kicks 1.6 Aero Kit CVT (U$S 33.990), Peugeot 2008 1.2 PureTech 110 S&S Active Pack EAT6 (U$S 33.990), Renault Grand Captur Zen 2.0 A/T (U$S 28.990), Renault Grand Captur Intense 2.0 A/T (U$S 30.990), Seat Arona 1.6 FR Tiptronic (U$S 38.950), Volkswagen T-Cross 1.6 Highline Automatic (U$S 34.990), Volkswagen T-Cross 1.6 Comfortline Automatic Premium Panoramic (U$S 36.290), y Volkswagen T-Cross 1.6 Highline Automatic + Innovation (U$S 37.440).
Suzuki sale a pelear a valores más accesibles que la variante anterior del Vitara en un segmento súper competido que además está rozando e incluso superando la barrera psicológica de los U$S 40.000 en algunos casos, que ya es un delirio si estamos hablando de modelos que derivan de plataformas de hatchbacks populares con valores que en el más extremo de los casos, ni siquiera pasan los U$S 30.000. Sin dudas el mercado pide este tipo de vehículos y al parecer, los clientes están dispuestos a pagar estas cifras extra sin quejarse.
Conclusión
El Vitara 1.6 que manejé en 2016 me dejó un buen sabor de boca en términos mecánicos y dinámicos dentro de un segmento en donde la uniformidad de criterios y productos complica hacer grandes distinciones. Los SUVs chicos son una raza aparte del mercado, en donde todos quieren tener un diseño cool, motorizaciones convencionales, mucho equipamiento, un chasis seteado para el confort y precios que se pasan dos o tres pueblos lo que valen aquellos productos de los que derivan.
Hoy el producto de Suzuki queda más a tiro con la competencia por subirse al tren de los impulsores turboalimentados con un 1.4 Boosterjet que se para entre los mejores del segmento en términos de repuesta, eficiencia y diversión de manejo. Es una grata sorpresa encontrar mecánicas como esta en un tipo de productos que se caracterizan por neutralizar y adormecer las sensaciones de manejo en general. Este Vitara deja contento al que busca comodidad y al que quiere algo un poco más picantón.
Como dije más arriba en el apartado de motor, también considero que estos impulsores están "pasados de potencia" para un SUV chico. Es cierto, muchas veces he criticado la falta de nervio en varios modelos de este segmento, y hasta podría sonar un poco esquizofrénico. Pero considerando el uso promedio que se le da a estos productos, con unos 120 cv está más que bien para la naturaleza urbana, doméstica y familiar que tienen. Nadie que compre estos autos mira cuánto demora en el 0-100 km/h.
Pero con unos para nada impresionantes 140 cv y 220 Nm de par, este Vitara Boosterjet manda a guardar a unos cuantos prejuicios de que estos son productos pensados para la familia que viaja los fines de semana a su casa en la costa, o que se va un sábado a la noche en una función doble de compras y cine al shopping. También te deja sacarle unos cuantos metros a más de un tuner con el auto planchado al sopi que en la próxima luz roja va a bajar el vidrio para preguntarte qué fierrito tenés debajo del capot.
El Vitara no tiene grandes números de potencia ni par, pero sí tiene un bajo peso. Entonces la receta resulta muy jugosa si buscamos un SUV chico y ágil. Por el contrario, en donde sigue flaqueando es en tener una calidad de interiores que no se condice con un producto proveniente desde Europa. En términos de precios, si bien los casi U$S 36.000 siguen siendo mucho dinero para un producto de este segmento, se encuadra en un panorama de un segmento que cada vez se acerca más a los 40.000.
Hubiera sido interesante haber podido tener este 1.4 Boosterjet antes, cuando se presentó este Vitara allá por 2015. En aquel entonces la oferta de SUVs chicos con mecánica turboalimentada era entre nula y escasa. Ahora son más los rivales que ofrecen una tecnología similar e incluso otros por menos precio y más potencia que el Suzuki, por lo que no es un diferencial tan grande. De todas formas, aquel que lo maneje, aunque sea por unas cuadras, seguro lo terminará metiendo en el podio de su potencial shopping list, porque es un impulsor brillante.
FICHA TÉCNICA:
MOTORIZACIÓN
Cilindrada (cc) 1.373
Número de cilindros: 4
Número de válvulas: 16
Número de válvulas: 16
Relación de compresión: 9,9:1
Diámetro x carrera (mm): 73,0 x 82,0
Inyección: multipunto con distribución variable VVT
Potencia máxima (cv/rpm) 140/5.500
Torque máximo (Nm/rpm) 220/2.500-5.500
TRANSMISIÓN
Caja de velocidades automática secuencial de seis relaciones
Tracción tracción delantera
Tracción tracción delantera
DIRECCIÓN
Eléctrica con piñón y cremallera
FRENOS
Delanteros: de discos ventilados
Traseros: de discos sólidos
EJES - SUSPENSIÓN
Delantera: tipo McPherson tirante y muelle helicoidalTrasera: barra de torsión y muelle helicoidal
NEUMÁTICOS
Dimensiones: 215/55 R17
Rueda auxiliar: T135/90 R16
Dimensiones: 215/55 R17
Rueda auxiliar: T135/90 R16
PRESTACIONES
Velocidad máxima (km/h) 200
Aceleración 0-100 km/h (s) 10,2
Consumo (l/100km) Urbano: 6,9 - Carretera: 5,1 - Mixto: 5,8
DIMENSIONES / PESO
Capacidad del baúl (l) 375/1.120
Capacidad del baúl (l) 375/1.120
Peso en vacío (kg) N/D
Peso en orden de marcha (kg) 1.145
Largo total (mm) 4.175
Ancho total (mm) 1.775
Alto total (mm) 1.610
Distancia entre ejes (mm) 2.500
Despeje al suelo (mm) 185
Despeje al suelo (mm) 185
Capacidad del tanque de combustible (l) 47
Galería: Suzuki Vitara 1.4 Boosterjet Turbo GLX A/T | Créditos: Autoblog y Diego Olivera.
EQUIPAMIENTO:
EXTERIOR
Barras de techo longitudinales satinadas
Carrocería en dos tonos (Solar Yellow Pearl Metallic/Superior White, Ice Grayish Blue Metallic/Cosmic Black Pearl Metallic, Atlantis Turquoise Pearl Metallic/Cosmic Black Pearl Metallic)
Faros antinieblas delanteros
Faros delanteros con luces cortas LED con luces diurnas LED
Barras de techo longitudinales satinadas
Carrocería en dos tonos (Solar Yellow Pearl Metallic/Superior White, Ice Grayish Blue Metallic/Cosmic Black Pearl Metallic, Atlantis Turquoise Pearl Metallic/Cosmic Black Pearl Metallic)
Faros antinieblas delanteros
Faros delanteros con luces cortas LED con luces diurnas LED
Llantas de aleación de 17 pulgadas
Luces traseras y de posición LED
Parrilla cromada
Luces traseras y de posición LED
Parrilla cromada
SEGURIDAD
Airbags frontales, laterales delanteros y tipo cortinas
Anclajes ISOFIX para sillas infantiles y TopTether para sillas infantiles
Asistencia a la frenada de emergencia (BA)
Airbags frontales, laterales delanteros y tipo cortinas
Anclajes ISOFIX para sillas infantiles y TopTether para sillas infantiles
Asistencia a la frenada de emergencia (BA)
Apoyacabezas delanteros y traseros (5)
Cinturones traseros de tres puntas (3)
Control de estabilidad (ESP)
Control de tracción (ASR)
Distribución electrónica del frenado (EBD)
Frenos ABS
Frenos ABS
CONFORT
Acceso y arranque sin llave
Asientos delanteros con regulación en altura
Acceso y arranque sin llave
Asientos delanteros con regulación en altura
Climatizador automático de una zona
Computadora de a bordo con pantalla color de 4.2 pulgadas
Detalles cromados y plateados en tablero
Detalles cromados y plateados en tablero
Dirección asistida eléctricamente
Encendido automático de luces
Espejos retrovisores exteriores color carrocería, rebatibles eléctricamente y con luz de giro
Espejo retrovisor interno con anti-encandilamiento automático
Iluminación ambiental interior
Espejo retrovisor interno con anti-encandilamiento automático
Iluminación ambiental interior
Levantavidrios eléctricos delanteros y traseros con sistema de "un toque" para conductor
Regulador/limitador de velocidad
Reloj analógico en consola central
Respaldos traseros rebatibles 60:40
Sistema multimedia WinCE, con pantalla de diez pulgadas (instalada localmente) incluyendo AM/FM/SD/USB/Bluetooth/Android Auto/Apple CarPlay, con cuatro altavoces (GPS y cámara de retroceso opcionales)
Encendido automático de luces
Encendido/apagado por botón
Seis altavoces
Regulador/limitador de velocidad
Reloj analógico en consola central
Respaldos traseros rebatibles 60:40
Sistema multimedia WinCE, con pantalla de diez pulgadas (instalada localmente) incluyendo AM/FM/SD/USB/Bluetooth/Android Auto/Apple CarPlay, con cuatro altavoces (GPS y cámara de retroceso opcionales)
Encendido automático de luces
Encendido/apagado por botón
Seis altavoces
Sensor de lluvia
Sensores de estacionamiento delanteros y traseros
Tapizados mixtos cuero/gamuza
Sensores de estacionamiento delanteros y traseros
Tapizados mixtos cuero/gamuza
Volante multifunción en cuero regulable en altura y profundidad con levas de cambio integradas
PRECIO Y GARANTÍA:
U$S 35.990. Garantía: 3 años o 100.000 km (extensible a 4 años o 120.000 km)
COMERCIALIZA:
Sausa (Suzuki Automotriz Uruguaya S.A.). Rondeau 1745. Tel. 29247700. Web: www.suzuki.com.uy