Contacto: Volkswagen T-Cross Trendline 170 TSI 1.0 M/T

miércoles, 9 de octubre de 2024




Con la excusa de su actualización de mitad de vida es que volvimos a probar al Volkswagen T-Cross, en este caso con la configuración que nos restaba evaluar, la Trendline 170 TSI. Utiliza al 1.0 turbo de tres cilindros con 101 cv de potencia y 170 Nm de torque, junto a una transmisión manual de cinco relaciones.

Hace ya cinco años que el Volkswagen T-Cross (ver lanzamiento) está entre nosotros. En aquel 2019 lo probamos en su versión Highline con transmisión automática (ver prueba) y entre sus puntos positivos estaban su posición de manejo y el equilibrio dinámico general. Pero quedaban en deuda un factor: un motor más moderno (usaba el 1.6 MSI de 110 cv y 156 Nm). Era uno de los referentes, pero le faltaba mejorar ese punto. Esto fue solucionado dos años más tarde con la llegada de la mecánica 200 TSI (ver lanzamiento), que probamos en 2021 en variante Highline, nuevamente (ver prueba).

En ese momento el veterano motor fue reemplazado por un más moderno 1.0 tres cilindros turbo con 116 cv de potencia y 200 Nm de torque, exclusivamente con transmisión automática de seis relaciones, al que luego se le sumó en 2022 una opción 170 TSI asociada una caja manual de cinco marchas (ver lanzamiento) para ocupar el espacio que dejaron los 1.6 MSI entrada de gama. En 2023 hubo una actualización de equipamientos en toda la gama, pero sin novedades mecánicas (ver lanzamiento).


Sin embargo, no fue hasta este año que el T-Cross tuvo una actualización notoria desde lo visual. En mayo de este año se reveló en Brasil (ver nota) y sus principales novedades son nuevos paragolpes, parrilla, y diseños internos de ópticas, así como rediseñadas llantas de aleación. Estrena también los nuevos logos y emblemas de Volkswagen. En términos de equipamientos, ahora lleva -de serie u opción según versiones-: faros delanteros “VW LED”, conexiones USB-C delanteras y traseras, sistema multimedia VW Play con pantalla táctil de 10,1 pulgadas. A su vez, la versión 170 TSI ganó 6 cv de potencia (ahora 101 cv).

En la versión Highline ahora incorporó asistencias a la conducción de serie: detector de fatiga para el conductor, detector de punto ciego (BSW) con asistente trasero de salida de estacionamiento, asistente activo de cambio de carril (Lane Assist), detector de fatiga del conductor, y frenado autónomo de emergencia (AEB). A Uruguay llegó en agosto (ver lanzamiento) importado desde la planta brasileña de Anchieta, en São Bernardo do Campo, ahora en cuatro variantes (Trendline 170 TSI M/T, y Trendline, Comfortline y Highline 200 TSI A/T). Con la excusa de la llegada de esta actualización, es que probamos de nuevo al T-Cross, pero en la versión que teníamos pendiente, la Trendline 170 TSI 1.0 M/T.


EXTERIOR

Los cambios de este tipo en Volkswagen se denominan internamente como “PA”, quiero suponer, por “Actualización de Producto” pero con las siglas en inglés. Y casi siempre son retoques muy sutiles, pero notorios en cuatro elementos clave: paragolpes, ópticas, llantas y paleta de colores. Y el T-Cross no es la excepción. En el frente se destacan las líneas horizontales con un paragolpes nuevo, un conjunto que ahora cuenta con tecnología faros LED de serie en todas las versiones, al igual que los sensores de estacionamiento delanteros y traseros, que pasan a tenerlos todas las variantes con esta renovación.

Las llantas de aleación son de 16 o 17 pulgadas dependiendo de la versión. El Trendline evaluado contaba con las más pequeñas y en la unidad probada iban sobre neumáticos Goodyear Wrangler Territory HT en medida 205/60 R16. En las versiones Comfortline y Highline se renovaron frente a los T-Cross anterior, mientras que en el que analizamos hoy, tienen el mismo diseño que antes. Incluso esta unidad contaba con un color de carrocería muy agradable que siempre tuvo el modelo y que se llama “Azul Egeo”.


En la parte trasera los faros tienen un nuevo diseño con algunas partes oscurecidas y otras transparentes, pero ahora sumando una barra luminosa (Light Strip) en la parte central del portón (antes era un reflectivo), además del paragolpes posterior, que al igual que el delantero, tiene un rediseño bastante sutil. En líneas generales se mantiene con un estilo tradicional, funcional y agradable sin ofender a nadie, muy a la Volkswagen, donde la funcionalidad toma la delantera del estilo, en un concepto muy a lo Dieter Rams.

Tampoco cambiaron mucho las dimensiones frente a su antecesor (cifras entre paréntesis). Mide 4.128 mm de longitud (antes 4.199), 1.760 mm de ancho, 1.571 mm de alto, que aumentan a 1.601 mm con barras de techo, mientras que la distancia entre los ejes es de 2.651 milímetros. Recordemos que el T-Cross utiliza a la popular plataforma MQB-A0, compartida con los Polo (ver prueba), Virtus (ver prueba), y Nivus (ver prueba), pero también con productos de Seat como los Ibiza (ver prueba) o Arona (ver prueba).


INTERIOR

Por dentro los cambios se centran en las pantallas y tableros, así como en la conectividad. La consola central posee una nueva pantalla desmarcada del panel, en plan tablet ahora, que sigue siendo la “VW Play” con Android Auto y Apple CarPlay de conexión sin cables, cargador inalámbrico para smartphones (a partir del nivel Comfortline) y también en toda la gama las conexiones USB-A pasan a ser USB-C, tanto para las plazas delanteras como las traseras, totalizando cuatro tomas. También incluye nuevos tapizados con materiales y diseños renovados, como un material símil cuero con costuras en el panel.

Pero más allá de esas mejoras, la posición de manejo del T-Cross sigue siendo uno de sus fuertes si lo comparamos con sus competidores. En sí, las regulaciones son múltiples y generosas tanto de la butaca (en altura y longitudinal) y el volante (alcance y altura). Adicionalmente estrena un nuevo volante revestido en cuero en todas las versiones, que suman además en las versiones con transmisión automática, levas de cambio al volante integradas. En términos de calidad de materiales y fabricación está a tono con lo que ya ofrecía este modelo, es decir, materiales rígidos y encastres de una calidad correcta, sin destacar.


Luego aparecen dos elementos ya compartidos con los hermanos de plataforma, es decir, Polo, Virtus, y Nivus. Ahora los instrumentales son digitales de serie, con el Digital Cockpit con un display de ocho pulgadas para los niveles Trendline y Comfortline, mientras que el Highline lleva el más completo Active Info Display con una pantalla de 10,25 pulgadas. El apartado multimedia, digamos que quitando el hecho de que ahora todos llevan la misma multimedia y tableros digitales, no hay mucho más para comentar.

Hasta acá, todo es conocido y sin quejas. Salvo por el climatizador automático presente a partir del nivel Comfortline, que no solo sigue siendo de una zona, sino que además ahora lleva un panel táctil muy incómodo de utilizar (carece de feedback alguno), amén de que recopila más huellas dactilares que un empleado de Aduanas en temporada de vacaciones. Todo es más sencillo con las teclas y perillas del nivel Trendline evaluado hoy, que tiene un más simple y fácil de utilizar, sistema de aire acondicionado manual.


Pasando a las plazas posteriores, sigue sin novedades de entidad. Sigue teniendo buen espacio para dos adultos de 1,80 m de alto (o más), tanto para las piernas como para las cabezas o a lo ancho. Un tercer ocupante podrá ir en la plaza central bien a lo alto y largo, pero el lugar a lo ancho ya no será tan generoso como en los laterales. En términos de amenidades, como dije más arriba, hay dos conexiones USB-C para recargar dispositivos electrónicos, además de salidas de aire para las plazas traseras, pero en este caso, solo a partir del nivel Comfortline 200 TSI.

Lo que tampoco cambia en este T-Cross es la capacidad de carga, que mantiene los correctos 373 litros, que pueden crecer hasta los 420 litros si se coloca el respaldo trasero en la posición más vertical, dejando apenas unos grados menos de comodidad en el asiento para los pasajeros que viajen ahí. Rebatiéndolo en proporción 60:40, en tanto, la capacidad aumenta crece hasta los 1.281 litros. Si pasamos al neumático de auxilio, al igual que en anteriores ediciones, es un Goodyear EfficientGrip Performance en tamaño 195/65 R15, es decir, del tipo temporario. O en otras palabras: de uso limitado a 50 km hasta 80 km/h.

 

EQUIPAMIENTO

La gama del T-Cross MY2025 se divide en cuatro opciones: Trendline 170 TSI, y Trendline, Comfortline, y Highline 200 TSI. La primera, evaluada hoy, ofrece de serie: seis airbags (delanteros frontales, laterales y de cortinas) frenos ABS, luces traseras de emergencia (ESS), control de inercia del motor (MSR), controles electrónicos de estabilidad (ESC) y tracción (ASR), bloqueo electrónico del diferencial (XDS+), función de secado de discos y pastillas (BSW), sistema de asistencia para el arranque en pendiente (HHC), sistema de frenado de emergencia post-colisión (MKB), anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles, cinco apoyacabezas, cinco cinturones inerciales de tres puntas, monitoreo de presión de neumáticos, pack eléctrico (levantavidrios, espejos y bloqueo), alarma, dirección electro-asistida (Servotronic), faros delanteros “VW LED” con luces diurnas integradas, barra de luz trasera en LED integrada (Light Strip), faro antiniebla trasero, sistema multimedia “Composition Touch” con pantalla táctil de 10,1 pulgadas con AM/FM/2 USB-C/Bluetooth/App-Connect (Android Auto y Apple CarPlay), comandos por voz y audio streaming, seis parlantes, asiento del conductor con regulación en altura, respaldo trasero rebatible 60:40, aire acondicionado manual, tapizados en tela, instrumental digital configurable “Digital Cockpit” con display de ocho pulgadas, volante multifunción en cuero regulable en altura y profundidad, espejos retrovisores exteriores con función “tilt down”, sensores de estacionamiento delanteros y traseros (Park Pilot), cámara de retroceso, control de velocidad crucero, barras de techo longitudinales en color negro, sistema “Coming & Leaving Home”, y llantas de aleación de 16 pulgadas sobre neumáticos en medida 205/60 R16.


Le sigue el Trendline 200 TSI que reemplaza o suma sobre el Trendline 170 TSI: apoyabrazos delantero con compartimento, regulable en altura y longitudinalmente, conexiones USB-C para las plazas traseras traseras (2), espejos retrovisores exteriores plegables eléctricamente con función “tilt down”, volante multifunción regulable en altura y profundidad con levas de cambio integradas, y llantas de aleación de 17 pulgadas sobre neumáticos en medida 205/55 R17.

El siguiente nivel es el Comfortline 200 TSI que suma o reemplaza sobre el Trendline 200 TSI: climatizador automático Climatronic con panel táctil y salidas de aire para las plazas traseras, cargador inalámbrico para smartphones (Qi), asiento del conductor con regulación lumbar manual, apoyabrazos delantero central, tapizados en cuero sintético, sistema de entrada y arranque sin llave (Kessy), espejo interno con anti-encandilamiento automático, sensores de lluvia y luces, tapizados en cuero sintético, techo solar eléctrico y panorámico.


Por último está el nivel Highline 200 TSI que suma o reemplaza sobre el Comfortline 200 TSI: detector de fatiga para el conductor, detector de punto ciego (BSW) con asistente trasero de salida de estacionamiento, asistente activo de cambio de carril (Lane Assist), detector de fatiga del conductor, frenado autónomo de emergencia (AEB), instrumental digital configurable “Active Info Display” con display de 10,25 pulgadas, asistente de estacionamiento (Park Assist), iluminación ambiental interior LED, y barras de techo longitudinales en color gris plata.

En todos los casos es una dotación bastante acorde al segmento. En donde más flaquea es en la seguridad disponible, porque sigue sin ofrecer como Volkswagen hizo para el Virtus de ofrecer las asistencias a la conducción a partir del segundo nivel, cuando para tenerlas en T-Cross, es necesario irse recién a la variante más equipada y por ende, la más cara de la gama. Ojalá esto se revierta en poco tiempo y pase a formar parte del equipamiento de serie en todas las versiones o al menos ya desde el nivel intermedio. Algo curioso es que en este nivel Trendline ofrece frenado de emergencia en maniobra, que sirve para reducir la posibilidad de colisión en estacionamientos, por ejemplo. Para ello, la velocidad no puede superar los 10 km/h y funciona tanto en reversa como hacia adelante. A veces puede activarse sin que queramos, porque el sistema es algo sensible de más, y suele ser una frenada muy brusca.


Algo muy positivo para destacar del actualizado T-Cross, es que a finales de septiembre de este año revalidó las cinco estrellas de su primera versión, pero ahora bajo el protocolo actual de Latin NCAP (ver nota). En la evaluación logró 92.31% en ocupante adulto, 89.80% en ocupante infantil, 65.62% en protección a peatones y usuarios vulnerables de las vías y 84.96% en asistencia a la seguridad. El vehículo fue evaluado en impacto frontal, impacto lateral, impacto lateral de poste, latigazo cervical (whiplash), protección a peatones, ESC, frenado autónomo de emergencia (AEB) para usuarios vulnerables de las vías (VRU), AEB ciudad, AEB interurbano y sistemas de asistencia a la velocidad (SAS).
 
Según el informe del organismo independiente, mostró en general un buen desempeño, con estructuras estables en impacto frontal. El modelo mostró protección adecuada a buena para adultos en las pruebas dinámicas de choque frontal y lateral, mientras que en el impacto de poste mostró protección marginal en el pecho. El test de latigazo cervical también mostró protección marginal. La protección a peatones mostró protección adecuada a buena en la cabeza en la mayoría de las áreas, adecuada en la pierna inferior y débil a pobre en la parte superior de la pierna. Los tres sistemas AEB evaluados alcanzaron buenos niveles de desempeño y los SAS cumplieron con los requisitos técnicos y son ofrecidos como estándar. Los sistemas de asistencia de carril y detección de punto ciego se ofrecen como equipamiento opcional en el modelo, pero no cumplieron con los requisitos de disponibilidad para la puntuación. Cabe destacar que el resultado es válido para los vehículos Volkswagen T-Cross cuyo número de VIN contiene la letra S o letras consecutivas en el décimo dígito. El modelo se ha evaluado de forma voluntaria por parte del fabricante.


MOTOR Y TRANSMISIÓN

Al igual que sucede con los Polo y Virtus, así como el nivel de acceso de Nivus (ver lanzamiento), esta variante Trendline de T-Cross lleva al más pequeño de los motores TSI de esta plataforma. Se denomina 170 TSI y es un tres cilindros de 1.0 litros de cilindrada (999 cc), capaz de producir ahora 101 cv de potencia a 5.000 rpm (ganando 6 cv) y 170 Nm de par máximo entre 1.500 y 4.250 rpm. La transmisión es una manual de cinco relaciones. En otros productos va asociado a una automática con convertidor de par y seis velocidades (AQ160). Sería interesante que agregara una de sexta manual, como algunos rivales.

Pasando al comportamiento, esta mecánica repite los elogios ya expresados en las sendas pruebas de los Polo y Virtus. Es decir, respecto a otros tricilíndricos del segmento, este 170 TSI se destaca en suavidad y refinamiento. Algo que siempre remarqué de este impulsor, es que va bien aislado del habitáculo teniendo que pisar muy a fondo el acelerador y llevando al 1.0 por encima de las 5.000 rpm para percibir si tenemos tres o cuatro cilindros debajo del capot, porque emite ese clásico ronroneo rasposo de los tricilíndricos.


La transmisión elegida es la MQ200, de producción argentina y compartida con otros modelos de la marca. Cuenta con relaciones más cortas para las primeras tres marchas, y bastante más largas en la cuarta y quinta, pensando más que nada en un uso carretero. Sin embargo, lo mejor es el tacto que tiene. Los cambios entran sin esfuerzos y haciendo el armónico y dulce “clac-clac” que tanto nos gusta a algunos. Es una buena caja, pero muchos rivales llevan una de sexta y el T-Cross debería sumarse al pelotón.

Su respuesta es bastante suave, y solo por debajo de las 1.500 vueltas es algo “remolón” para romper las inercias más que nada, cosa que realiza gracias a esos cambios cortos hasta la tercera marcha, mientras que las últimas dos relajan bastante el ritmo. Pero cuando el torque máximo entra en acción, se lo nota mucho más ágil de lo que se podría suponer en los papeles. Es uno de esos motores que acallan prejuicios construidos de leer una ficha técnica solo con salir a usarlos. Entre las 1.500 y 3.500 rpm se encuentra su rango ideal de trabajo y es ahí donde la transmisión lo hace trabajar más a gusto.


Para este T-Cross Trendline 170 TSI 1.0 M/T, Volkswagen declara una velocidad final de 183 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 11,1 segundos. El consumo combinado es de 7,3 l/100 km. A modo de referencia, frente a la variante automática con el 200 TSI, aquel había registrado 6,8 litros cada 100 km en ciudad, 5,6 l/100 km en ruta, y 6,2 litros cada 100 km en el ciclo mixto. Mientras que en prestaciones, homologa una velocidad final de 179 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 10,9 segundos.

El 170 TSI no queda tan lejos en cifras frente a aquel: 6,9 litros cada 100 km en ciudad, 5,9 l/100 km en ruta, y 6,4 litros cada 100 kilómetros en el ciclo combinado. Es decir, este motor mantiene las mismas virtudes del 200 TSI, pero con una transmisión manual: rendimiento, consumos reducidos y respuesta por partes iguales. El depósito de combustible conserva los 52 litros de capacidad, mientras que el peso en orden de marcha es de 1.205 kilogramos, apenas 58 kg menos que los 200 TSI automáticos.


COMPORTAMIENTO DINÁMICO

Más allá de la novedad mecánica, conserva inalteradas sus virtudes dinámicas de siempre. Es decir, logra un buen compromiso entre la comodidad y el comportamiento dinámico, pero lo hace con un esquema de suspensiones muy refinado y equilibrado. Sigue siendo a criterio personal, por tener un seteo de suspensiones competente, una de las referencias de la categoría, porque da la sensación de ir en un producto de un segmento más arriba. Sí, todos extrañan al Golf. Ya lo sabemos. Paren de llorarlo, viudas.

Es muy cómodo en ciudad, filtra pozos y lomos de burro como pocos rivales directos, mientras que los neumáticos de 16 pulgadas no ponen en jaque el confort de marcha. Al tener un perfil 60 se mostraron perfectos para nuestras calles, y no solo quedan bien en la carrocería, sino que también cumplen con su trabajo de acompañar al mencionado ajuste del chasis. También hay un buen trabajo desde el punto de vista de insonorización y vibraciones, con 66 dB a 100 km/h, que es una cifra promedio para el segmento.


Luego el 170 TSI también es un salto positivo en términos de recuperaciones y elasticidad mecánica frente al jubilado 1.6 MSI atmosférico y presenta una respuesta similar a la vista en el 200 TSI. Y una vez más, son las cifras de ambos las encargadas de mostrar el avance que hay entre estos dos motores, aunque sigan existiendo clientes descreídos de la performance que tienen impulsores modernos como estos.

Vayamos con los números. Este 170 TSI trabaja a 70 km/h con la transmisión en 5ª a 1.750 rpm, en tanto que a 110 km/h, va en 5ª a 2.750 rpm. Comparándolo con el T-Cross 200 TSI Automatic, en aquel producto iba a 70 km/h en D5 a las mismas vueltas que el 170 TSI, mientras que a 110 km/h, en D6 iba a 2.100 rpm. Es decir, con la transmisión de seis relaciones baja bastante en vueltas en ruta. Por eso los consumos en ese ámbito resultaron un poco inferiores frente a la variante manual evaluada hoy.


También las recuperaciones de velocidad son similares a las del 200 TSI. Este 170 TSI cumple el sprint de 80 a 110 km/h en unos lógicos para el segmento, 5,40 segundos en tercera, que se estiran en 4ª y 5ª hasta los 7,94 y 12,91 segundos respectivamente. La unidad Highline 200 TSI automática que probé en 2021, realizaba el mencionado retome en 7,20 segundos. Es decir, valores bastante similares entre ambos. Para serles franco, en los papeles pensaba que había más distancia. Son casi idénticos en sus prestaciones.

Es decir, este 170 TSI al igual que el 200 TSI son mejoras en comparación al atmosférico que reemplazan. Pero esta versión no se separa tanto de las opciones automáticas, solo que aquellas ganan una transmisión con una marcha más. A su vez, como versión entrada de gama, este producto cumple con creces en todos los aspectos. Comparte las mismas virtudes dinámicas (salvo por los discos sólidos traseros de los 200 TSI frente a los tambores de este 170 TSI) y mecánicas de las opciones más equipadas, pero con una dotación de confort y seguridad que si bien es algo inferior a los Comfortline o Highline, de todas formas fue mejorada con esta actualización frente a las ediciones previas. Vayamos ya mismo con las concusiones.
 

CONCLUSIÓN

Si bien la actualización del T-Cross no tiene grandes novedades en términos generales, pero son los pequeños cambios los que terminan mejorando una oferta que ya era bastante buena en términos mecánicos y de configuración. Si bien esta variante entrada de gama mejora considerablemente la dotación frente a la edición anterior, de todas formas queda lugar para mejoras, como ampliar las asistencias a la conducción a más versiones, o la incorporación de una transmisión de sexta para este nivel Trendline.

En este sentido hoy queda más competitivo frente a una competencia que crece todos los meses, ya sea con productos de origen regional o de extra-zona. Comparado con sus rivales, está en la misma franja de precios, aunque apenas por encima de las versiones equivalentes de la competencia. Y ahora habiendo evaluado al 170 TSI, reafirma los conceptos positivos de las versiones 200 TSI. Este motor marida perfecto con el seteo de suspensiones y agrado de conducción general que siempre transmitió el modelo. En este rango de precios, sin dudas es una de las opciones más lógicas y recomendables de la categoría.


A FAVOR
  • Capacidad del baúl
  • Comportamiento dinámico
  • Confort de marcha
  • Conjunto motor/transmisión
  • Consumos reducidos
  • Diseño
  • Equipamientos de confort y seguridad
  • Garantía
  • Habitabilidad para cuatro adultos
  • Posición de manejo
  • Relación precio/producto/equipamiento
EN CONTRA
  • Neumático de auxilio de diferente medida
  • Plaza trasera central justa a lo ancho
  • Transmisión de solo cinco relaciones





MOTORIZACIÓN
Cilindrada (cc) 999
Número de cilindros: 3
Número de válvulas: 12
Relación de compresión: 10,5:1
Diámetro x carrera (mm): 74,5 x 75,4
Inyección: directa, distribución variable de válvulas, turbocompresor e intercooler
Potencia máxima (cv/rpm) 101/5.000
Torque máximo (Nm/rpm) 170/2.000-4.050
TRANSMISIÓN - TRACCIÓN
Caja de velocidades manual de cinco relaciones
Tracción delantera
DIRECCIÓN
De piñón y cremallera con asistencia eléctrica variable
FRENOS
Delanteros: de discos autoventilados
Traseros: de tambores
EJES - SUSPENSIÓN
Delantera: independiente McPherson y barra estabilizadora
Trasera: eje de torsión y barra estabilizadora
NEUMÁTICOS
Dimensiones: 205/60 R16
Rueda auxiliar: 195/60 R15
PRESTACIONES
Velocidad máxima (km/h) 183
Aceleración 0-100 km/h (s) 11,1
Consumo (l/100km) Urbano: N/D - Carretera: N/D - Mixto: 7,3
DIMENSIONES - PESO
Capacidad del baúl (l) 373/420/1.281
Peso en vacío (kg) N/D
Peso en orden de marcha (kg) 1.147
Largo total (mm) 4.128
Ancho total (mm) 1.760
Alto total (mm) 1.571
Distancia entre ejes (mm) 2.651
Capacidad del tanque de combustible (l) 52
CAPACIDADES OFF-ROAD
Despeje al suelo (mm): 191
Capacidad máxima de vadeo (mm): N/D
Ángulos (°) de ataque: N/D - ventral: N/D - de salida: N/D

PRECIO Y GARANTÍA

U$S 28.190. 3 años o 100.000 km.

COMERCIALIZA

Lestido. Cerro Largo 1729. Tel. 24005101. Web: www.volkswagen.com.uy


Galería: Volkswagen T-Cross Trendline 170 TSI 1.0 M/T | Créditos: Autoblog y Diego Olivera.
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