Prueba: Ford Territory Titanium 1.8 EcoBoost GTDi DCT

viernes, 8 de noviembre de 2024




Evaluamos a la segunda generación del Ford Territory. Llega desde China en una sola variante (Titanium) con un 1.8 turbo EcoBoost cuatro cilindros de 185 cv y 320 Nm, asociado a una transmisión automática con doble embrague de siete relaciones, denominada DCT. Análisis completo, a continuación.

Hace unos años Ford Motor Company dejó de producir vehículos hatchbacks y sedanes en todo el mundo, enfocándose en SUVs, crossovers, pick-ups y deportivos. Fue una decisión polémica y drástica, pero que con los años, viene rindiéndole frutos en algunos mercados. No sería el caso de Uruguay, donde su presencia se redujo a segmentos en donde no estaba tan acostumbrada a participar. Atrás quedaron los días de los EcoSport (ver prueba), Ka (ver prueba doble), Fiesta (ver prueba) o Focus (ver prueba).

En nuestro país, hoy los productos más accesibles que tiene la marca, son la versión Big Bend del Bronco Sport (ver prueba), seguido por la pick-up Maverick (ver prueba) y el Territory que nos convoca hoy. Este último es un SUV que Ford desarrolla y produce en China junto a Jiangling Motors Corporation (JMC). En cualquiera de los casos, hablamos de precios que superan la barrera de los U$S 40.000. Así que ahora vamos a conocer a uno de los nuevos modelos “de entrada” a la firma del óvalo azul.


Nacida en 2018, a la primera generación del Territory (ver lanzamiento) se la conoce por el código interno CX743 y no era otra cosa que un “rebadge” del JMC Yusheng S330, del que curiosamente hay dos unidades en nuestro país, que se trajeron como “muestra” por parte de JMC Uruguay (es decir, Santa Rosa). Su reemplazante, conocido internamente como CX756 o también como CX743MCA, fue presentado en el Guangzhou Auto Show de 2021, y también nació del joint-venture entre Ford Motor Company y Jiangling Motors Corporation. Utiliza la misma plataforma que antes, pero muy modificada.

A esta segunda generación en otros mercados también se la conoce como Equator Sport e incluso tiene una versión con tres filas de asientos y capacidad para siete pasajeros, llamada Equator. Pero a nuestro país comenzó a llegar este año proveniente desde NanchangChina con un motor 1.8 EcoBoost turboalimentado (185 cv 320 Nm) asociado a una transmisión automática con doble embrague (DCT) de siete relaciones, tracción delantera y una única configuración de equipamiento, denominada Titanium. Su precio es de U$S 56.990 y lo pasaremos a conocer en detalle, como ya es un clásico, a continuación.


EXTERIOR

Comenzaré este apartado con una confesión: nunca me gustó el Territory anterior. Me parecía un esfuerzo inútil de Ford de querer “traficar” diseño de algo que no era parte de su marca. En esta segunda generación, en tanto, se nota que hubo más cariño y ganas puestas en darle algo de personalidad, aunque sigue pecando de ser un producto algo “anónimo” en sus líneas. Incluso me cuesta diferenciar a lo lejos el frontal de este Ford con el de los SUVs de Chery, como los Tiggo 7 Pro (ver prueba) u 8 Pro (ver prueba).

Pese a esta confusión que se puede llegar a dar, el nuevo Territory es mucho más agraciado y agradable de ver que su primera evolución. A nuestro mercado solo llega en una sola configuración de equipamiento denominada Titanium, que se destaca por tener algunos elementos que la diferencian del nivel SEL que por ejemplo tienen en otros mercados como Argentina, sin ir más lejos. Una de las principales claves para distinguir ambos niveles son las llantas de aleación. De 18 en el SEL y 19 en este Titanium. En la unidad de pruebas iban montadas sobre neumáticos Goodyear Efficient Grip Performance SUV 235/50 R19.


En relación al diseño no hay mucho más que decir. Es un producto que pasa desapercibido y luce sobrio. Si bien luce atractivo, no tiene un estilo jugado ni nada que lo diferencie de otros SUVs compactos. Digamos que cumple bien y punto. Como suele pasar con estos productos, el pilar trasero es bastante grueso dificultando en parte las maniobras en cruces, sobre todo al mirar hacia los ¾ posteriores.

Como dije más arriba, si bien conserva la misma plataforma de la generación previa, el cambio de la nueva generación es tan radical que las dimensiones variaron en -casi- todos los números. mide 4.630 milímetros de largo (creció 50 mm), 1.935 de ancho (perdió solo un milímetro), 1.706 de altura (32 extra) y 2.726 de distancia entre ejes (10 más). En tren de compararlo con el Bronco Sport, que es su hermano de segmento, este Territory es 239 mm más largo, 47 más ancho y 80 mm más bajo, con una batalla 56 milímetros mayor.


INTERIOR

Al igual que por fuera, en el habitáculo las diferencias entre las dos generaciones son abismales. Si bien el Territory anterior estaba bien terminado, no era un habitáculo “bonito”. Lucía “demasiado chino” para algunos consumidores prejuiciosos. Ahora tiene un ambiente muy agradable, con tapizados entre azul y grises que en lo personal, me gustan mucho. Además las acompaña con buena materialidad general, abundando los inyectados blandos, combinados con unos apliques en falsa madera que pueden ser o no del gusto de todos. En lo personal no me molestan, pero siento que se podría haber elegido otro elemento.

Más allá de estas puntualizaciones, la posición de manejo es aceptable y alineada con los estándares del segmento. Esto es, un asiento que queda elevado incluso llevándolo a su punto más bajo, con regulaciones eléctricas (altura, longitudinal, respaldo y lumbares), sumando además calefacción y ventilación en ambas butacas delanteras. La del acompañante, como ya es una (mala) costumbre, no se ajusta en altura. Son cómodas con buena sujeción del torso, aunque podrían estar mejor en la zona de los muslos. El volante ajusta en altura y profundidad con revestimiento en eco-cuero, pero sin levas de cambio integradas.


El instrumental es digital mediante una pantalla de 12 pulgadas configurable en dos vistas posibles y cambia con cada modo de manejo (Normal/Eco/Sport/Montaña). Está al lado de otra de igual tamaño para la multimedia, incluyendo AM/FM/2 USB-A/GPS/Bluetooth/Android Auto/Apple CarPlay (inalámbrico), y control por voz. La información de la primera se comanda desde el volante, mientras que la segunda lo hace directo desde la pantalla táctil o desde los mandos físicos junto al selector de cambios. Hay tanta data que, al principio, puede resultar entreverado, pero con el tiempo se aprenden los atajos para encontrar todo de manera muy fácil. Además tiene muy buena resolución, en especial de las cámaras de 360°.

Pasando a las plazas posteriores, cuenta con una habitabilidad bastante generosa para dos y hasta tres adultos, podría llegar a decir, siendo de los más espaciosos de este segmento por amplia ventaja. Aquellos que viajen en las plazas laterales no tendrán problemas a lo largo, mientras que a lo alto tampoco irán ajustados, incluso aquellos que pasen con holgura el 1,85 m de alto, porque hasta esa talla se viaja bastante cómodo. El ancho también es generoso, permitiendo acomodar como dije, dos y hasta tres personas de contextura adulta. Tan enorme es por dentro, que sobra espacio para agregarle una tercera fila de asientos. Es una opción que se ofrece en otros mercados y hubiera sido bueno traer a ese Territory con las tres filas.


La plaza central, está más pensada solo para viajes cortos por ser la más escasa de espacio y no tener el mismo ancho que las laterales. Pero no por ello es incómoda. Porque a diferencia de algunos rivales, no cuenta con un falso túnel central que robe algo de lugar para las piernas. En términos de amenidades, además de las tres generosas plazas traseras, aparecen dos salidas de aire acondicionado ubicadas entre las butacas delanteras, más una conexión USB-A para aquellos que viajen atrás. Completa el ambiente un apoyabrazos central y un generalísimo techo solar eléctrico y panorámico, que aporta bastante luminosidad al habitáculo, pero que además se puede abrir casi hasta la mitad de la carrocería. Excelente.

Cerrando el apartado del interior, hablemos del baúl. Es uno de los más amplios del segmento, con nada menos que 448 litros de capacidad. Son ampliables rebatiendo los respaldos traseros en 60:40, pero Ford no declara esa cota. Es un espacio muy aprovechable y de lo mejor del segmento. Además de esto, el portón es eléctrico en apertura y cierre, y además cuenta con el práctico sistema manos libres que se activa pasando el pie por debajo del paragolpes trasero. El auxilio, por su parte, es un Linglong en medida T145/80 R18, es decir, del tipo temporario. O sea, no es lo más ideal para nuestras calles y carreteras.


EQUIPAMIENTO

El Territory solo se ofrecerá por ahora en configuración Titanium, que ofrece de serie: seis airbags, frenos ABS+EBD+EBA, controles de tracción (RSC) y estabilidad (AdvancedTrac), asistente de arranque en pendientes (HLA), paquete de asistencias a la conducción Ford Co-Pilot 360 incluyendo: -alerta de ángulo ciego (BLIS) con alerta de tráfico cruzado, alerta de mantenimiento de carril (LKA), sistema de frenado automático de emergencia (AEB) con asistente de distancia, alerta de impacto, y sistema de reconocimiento de peatones, control de velocidad crucero adaptativo (ACC con función Stop&Go), y luces altas automáticas en carretera (AHB)-, cámara de retroceso y panorámica 360º, y sistema de estacionamiento asistido en paralelo y perpendicular), monitoreo de presión en los neumáticos (DDS), anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles, alarma volumétrica, pack eléctrico (cuatro levantavidrios, espejos y bloqueo), espejos exteriores rebatibles eléctricamente y calefaccionados con luz de piso, faros antiniebla delanteros y trasero, faros delanteros full LED con encendido automático, faros traseros LED, faros antiniebla delanteros y traseros LED, sensor de lluvia, encendido automático de luces, sistema de apertura y cierre “sin llave”, botón de arranque sin llave “Ford Power”, sistema multimedia SYNC TOUCH con pantalla táctil de 12 pulgadas con AM/FM/2 USB-A/GPS/Bluetooth/Android Auto/Apple CarPlay (inalámbrico), y control por voz, ocho parlantes, instrumental digital con pantalla LCD HD de 12 pulgadas configurable, volante multifunción en cuero regulable en altura y profundidad, sensores de estacionamiento delanteros, traseros y laterales, asientos delanteros calefaccionados y ventilados, asiento del conductor con regulación eléctrica en diez vías con ajuste lumbar, tapizados en eco-cuero micro-perforado, dirección electro-asistida variable con la velocidad (EPAS), modos de conducción (Normal/Eco/Sport/Montaña), climatizador automático con salidas de aire para las plazas traseras, cargador inalámbrico por inducción para smartphones, freno de estacionamiento electromecánico con función “Auto Hold”, techo solar eléctrico y panorámico, barras de techo longitudinales, luces ambientales interiores, y llantas de aleación de 19 pulgadas sobre neumáticos 235/50 R19.


La dotación es bastante generosa y podría decirse que no le falta nada, salvo por tres elementos que bien podría tener considerando el precio: navegador integrado, asiento del acompañante con regulación en altura y lector de señales de tránsito, teniendo en cuenta que el paquete de asistencias a la conducción es tan completo, se me hace extraño que carezca de este. Más allá de esto, está bastante bien equipado.

Solo haré una crítica funcional y es que cuando vamos utilizando Android Auto o Apple CarPlay, la pantalla elimina los mandos del climatizador. Si bien están integrados de forma permanente en la parte inferior, los mandos son pequeñitos. Y los pocos atajos “físicos” que utiliza, están en un pedazo de plástico en “piano black” con teclas capacitivas que se pueden activar por error muy fácilmente pasando la mano o rozándolos con un cable de un smartphone. Es lo único del interior que merecía un ajuste mejor.


MOTOR Y TRANSMISIÓN

Si bien en otros mercados el Territory sigue ofreciendo la mecánica de la primera generación, para América Latina estrena a una mecánica denominada como 4G18F6E, derivada de la familia Orion de motores de la firma Mitsubishi. Se trata de un 1.8 (1.764 cc) GTDi. Cuenta con inyección directa (GDi), intercooler, turbocompresor y distribución variable de válvulas TiVCT. Produce una potencia máxima de 185 cv, y un par máximo de 320 Nm entre 1.500 y 3.500 rpm. Va acoplado a una transmisión automática con doble embrague y siete relaciones. La tracción es delantera, no existiendo variantes con integral.

Sin tener experiencias previas con la generación anterior o este motor en otros modelos, debo reconocer que fue el apartado mecánico (junto al dinámico, como verán más adelante) uno de los elementos que más me sorprendieron de este producto. Este 1.8 se destaca en su insonorización, suavidad, respuesta respecto a otros cuatro cilindros de sus rivales directos. Pero además, con 185 cv y 320 Nm, también es de los más ágiles y potentes que hay en este segmento. Vale recordar que el anterior Territory tenía 143 cv y 225 Nm.


De respuesta correcta y más contundente por encima de las 2.000 rpm, este propulsor deja un buen sabor de boca. La transmisión es una automática secuencial de doble embrague y siete relaciones, denominada DCT. Es la enésima vez que me toca usar esta tecnología en un auto chino. Pero por primera o segunda vez debo decir que no tiene esos problemas que solían (o suelen tener) los productos de este origen. Aunque algunos temas por resolver todavía tienen. Por ejemplo, aunque en marcha es muy suave y casi no se siente el paso entre marchas, suele dar algunos tirones en maniobras de baja velocidad (como en medio de un estacionamiento) al intercambiar D y R con cierta agilidad cambiando de frente, por ejemplo.

La mecánica va asociada a una transmisión más relajada que el propio impulsor. Se trata de una automática de doble embrague y siete relaciones, con un selector circular que Ford parece gustarle mucho, dado que lo viene usando de forma constante en casi todos sus productos y que es más llamativo que práctico. Y antes que lo pregunten, no tiene levas al volante, pero diría que no son tan necesarias. Tampoco tiene un modo deportivo ni secuencial. Es más, nunca se sabe en qué marcha va la caja. Solo dice “D”, sin números. Hay una posición “L” del selector (de “low”) para que el 1.8 vaya a más revoluciones, más que nada en caminos de montaña o cuando tengamos que ir remolcando algún trailer. Pero nada más. Digamos que es una transmisión bastante correcta, con un selector complicado de utilizar.


No hay prestaciones de velocidad final o aceleración de 0 a 100 km/h, así como tampoco de consumo mixto. En los días de prueba logré conseguir como mejores cifras unos 8,1 l/100 km en ciudad, 7,3 l/100 km para el ciclo extra-urbano y 7,8 l/100 km en el combinado. Como dije más arriba, al no haber probado a la generación anterior, no tengo referencia si ahora mejora o empeora este desempeño.

Más allá de eso, son números lógicos y esperables para estas cifras de par, potencia y peso. Aunque tampoco podría decirse que esté entre los más frugales del segmento. Digamos que queda en una mitad de tabla, con números razonables, aunque tirando a justos. El peso en orden de marcha es de 2.025 kilogramos y el depósito de combustible tiene 60 litros, ganando 8 litros frente a su antecesor.


COMPORTAMIENTO DINÁMICO

Al igual que otros aspectos, Territory cumple con los parámetros de los otros SUVs de este segmento en lo dinámico. Esto es, un chasis que se destaca por tener un buen equilibrio justo entre dinámica y confort, considerando que tiene neumáticos de rodado 19, igual logra esto de forma muy correcta por el generoso perfil 50, solo pudiéndose manifestar algunos rebotes del tren delantero en empedrados o caminos desparejos. En la ciudad, en tanto, es un producto cómodo de utilizar gracias al confort de las suspensiones, la correcta asistencia de la dirección y un despeje que jamás dejó que toque en badenes.

Pasando a la mecánica el 1.8 GDTi se mueve bien en este ámbito. En especial por su agilidad y elasticidad mecánica. La caja también ayuda en este sentido con marchas bien relacionadas que saben jugar bien con los 185 cv del impulsor y sacarles lo mejor de sí, aunque no con el refinamiento de otras DCT, por lo ya mencionado en el apartado anterior de la prueba. Más allá de esto, es un conjunto que se logra desenvolver con mucho mérito y suavidad en el uso doméstico, digamos, porque el comportamiento es muy destacado.


La dirección, por su parte, es de piñón y cremallera, con servoasistencia eléctrica (EPAS). Es amigable para las maniobras de estacionamiento. Incluso me sucedió de tener que sacarla de un espacio súper apretado y que fuera la dirección la que me sacó del apuro. A bajas velocidades es tan artificial como otras direcciones electro-asistidas de este segmento, aunque parece que no estuviera conectada a nada. Se la siente tan ligera cuando está detenido, que se la puede girar enganchando un dedo.

La respuesta general del chasis es correcta, siempre mostrando un comportamiento muy franco, acompañada por un conjunto mecánico a la altura de las circunstancias. Sin dudas es su punto más fuerte, junto al espacio interior. Otro punto positivo, es la insonorización. No hay ruidos eólicos y el habitáculo está bien aislado. El sonido del motor sólo se percibe por encima de las 4.000 rpm. En un uso normal es un vehículo muy silencioso y confortable. Marcó 66 dB a 100 km/h, un buen promedio general.


Ya que menciono a la mecánica, a 70 km/h, el 1.8 trabaja en D a 1.300 rpm en el modo de conducción Eco, que pasa a 1.600 en Normal. (2.000 rpm con el modo Sport o Montaña). En tanto que a 110 km/h en la posición D (vaya a saber si en sexta u séptima, asumo que en esta última) viaja a unas relajadas 2.000 rpm en Eco y 2.100 en Normal, mientras que en Sport y Montaña suben apenas un poco: 2.200 rpm. Los adelantamientos son un mero trámite, dicho sea de paso: para ir de 80 a 110 km/h se toma unos 5,68 segundos, que es un tiempo correcto, más si consideramos que no es un vehículo precisamente chico ni ligero. Sin dudas la ruta es donde más se siente a gusto y es un producto ideal para cubrir largas distancias.

Al salir a la ruta nos encontramos con un comportamiento muy correcto para un producto de corte familiar aunque más ágil que otros rivales de segmento. Se lo nota estable en las rectas veloces, mientras que en las curvas pronunciadas se inclina bastante sobre el tren delantero, pero siempre transmitiendo reacciones francas que en caso de excederse un poco más allá de ellas. Es una carrocería bastante pesada (algo más de dos toneladas es mucho para un SUV compacto) y esto es más notorio cuando se produce una transferencia de masas de forma repentina, esquivando algo que se nos cruce de imprevisto, por ejemplo.


CONCLUSIÓN

Al menos en Uruguay, el Territory tiene un posicionamiento de precios bastante extraño. Queda a medio camino entre las versiones Big Bend 1.5 y Wildtrak 2.0 del Bronco Sport. En otros mercados, el modelo de origen mexicano queda por encima del que llega desde China, entendiendo que Territory es la oferta de entrada al segmento SUV-C y Bronco Sport, la de la parte superior. Hoy vale U$S 56.990, que están lejos de rivales afianzados y muy populares en este segmento como son Jeep Compass (ver prueba), Toyota Corolla Cross (ver prueba) o Volkswagen Taos (ver prueba). Debería estar más cerca de los U$S 50.000.

Es una situación similar a la que atraviesa Honda con otro rival de este Territory, el ZR-V (ver prueba). Este Ford es un buen producto y con una ejecución muy a tono con que el público de este segmento busca. Y a ellos, no los defraudará. Sus virtudes radican en un buen equilibrio dinámico, un espacio interior de los más generosos, un equipamiento casi sin fisuras y una mecánica bastante lógica. Es un digno rival de los productos que reinan este segmento. Pero que con este precio, no logra ser tan atractivo ese grupo de clientes. Con un reposicionamiento de números, creo que tiene todo para ser un verdadero “best seller”.


A FAVOR
  • Calidad de fabricación y materiales
  • Comportamiento dinámico
  • Confort de marcha
  • Conjunto motor/transmisión
  • Consumos en ruta
  • Equipamientos de confort y seguridad
  • Habitabilidad para cinco adultos
  • Prestaciones
  • Tecnologías aplicadas a la conducción
EN CONTRA
  • Gama reducida a una sola opción
  • Neumático de auxilio temporario
  • Selector de marchas poco intuitivo
  • Sin opción de tracción doble




COMPETIDORES
FICHA TÉCNICA

MOTORIZACIÓN
Cilindrada (cc) 1.764
Número de cilindros: 4
Número de válvulas: 16
Relación de compresión: 9,48:1
Diámetro x carrera (mm): 79,0 x 90,0
Inyección: inyección directa (GDi), intercooler, turbocompresor, doble árbol de levas a la cabeza y 16 válvulas con distribución variable TiVCT
Potencia máxima (cv/rpm) 185/5.200
Torque máximo (Nm/rpm) 320/1.500-3.500
TRANSMISIÓN - TRACCIÓN
Caja de velocidades automática secuencial de doble embrague y siete relaciones
Tracción delantera
DIRECCIÓN
De piñón y cremallera con asistencia eléctrica
FRENOS
Delanteros: de discos ventilados
Traseros: de discos sólidos
EJES - SUSPENSIÓN
Delantera: independiente tipo McPherson con barra estabilizadora
Trasera: independiente multilink con barra estabilizadora
NEUMÁTICOS
Dimensiones: 235/50 R19
Rueda auxiliar: T145/80 R18
PRESTACIONES
Velocidad máxima (km/h) N/D
Aceleración 0/100 km/h (s) N/D
Consumo (l/100km) Urbano: N/D - Carretera: N/D - Mixto: N/D
DIMENSIONES - PESO
Capacidad del baúl (l) 448/N/D
Peso en vacío (kg) N/D
Peso en orden de marcha (kg) 2.025
Largo total (mm) 4.630
Ancho total (mm) 1.935
Alto total (mm) 1.706
Distancia entre ejes (mm) 2.726
Capacidad del depósito de combustible (l) 60
CAPACIDADES OFF-ROAD
Despeje al suelo (mm): N/D
Capacidad de vadeo (mm): N/D
Capacidades fuera de camino (º) ángulo de ataque: N/D - ventral: N/D - de salida: N/D

PRECIO Y GARANTÍA

U$S 56.990. 3 años o 100.000 kilómetros.

COMERCIALIZA

Multimotors. Río Negro 1020. Tel. 29010034. Web: www.multimotors.com


Galería: Ford Territory Titanium 1.8 EcoBoost GTDi DCT | Créditos: Autoblog y Diego Olivera.
Prueba Ford Territory Titanium 1.8 EcoBoost GTDi DCT