Prueba: Mitsubishi Outlander 2.5 GDI 4WD GLS CVT

viernes, 10 de febrero de 2023



Evaluamos al recién llegado Mitsubishi Outlander de cuarta generación en su versión GLS 4WD.

Probamos por primera vez al Mitsubishi Outlander, con la excusa de la llegada de su cuarta generación. Se importa desde Japón con dos niveles y un solo motor: un 2.5 litros de cuatro cilindros atmosférico con una potencia de 181 cv y asociado a una transmisión automática del tipo CVT. Prueba, a continuación.
Mitsubishi siempre ha sido una marca asociada a cuatro cosas: pick-ups, campeonatos de rally, deportivos y todoterrenos. En los últimos años tal vez ahora podríamos reducir su espectro de relaciones a los SUVs y las pick-ups, que es donde tienen concentrada la mayoría de su oferta global. Y de la que el Outlander, representa desde hace unos años una parte importante junto al ASX, su hermano menor. Es más, a nivel mundial, el volumen total de ventas de la gama Outlander ha alcanzado los 2,6 millones de unidades.

Este modelo comenzó con una historia similar a la de uno de sus rivales, el Subaru Forester. Ambos nacieron primero como crossovers con tracción integral y fueron deviniendo, más que nada por las tendencias de mercado, a ser SUVs compactos hechos y derechos. En el caso del Mitsubishi nació en el año 2001 bajo el código interno CU/ZE/ZF. Se lo llamó también Airtrek en algunos mercados como el japonés y derivaba de un concepto de diseño denominado Active Sports Crossover o ASX.


La segunda generación le siguió en el año 2006 con el código interno CW/ZG/ZH. Utilizaba a la plataforma GS de Mitsubishi y en algunas regiones del mundo se llegó a comercializar como Peugeot 4007 y Citroën C-Crosser, en una colaboración entre la firma nipona y esas dos marcas francesas. La tercera generación mantuvo la base de la segunda, pero ya no tenía un correlativo en la ex-PSA. Se presentó en el año 2012 con nada menos que seis códigos de denominación interna: GF/GG/ZJ/ZK/ZL.

Ese producto llegó a Uruguay dos años más tarde (ver lanzamiento) para complementar la oferta junto al Outlander Sport (ver lanzamiento), que es como se denominó originalmente al SUV compacto que más adelante pasó a llamarse ASX (ver lanzamiento) a finales del 2014. La tercera generación tuvo dos actualizaciones en 2015 (ver lanzamiento) y 2020 (ver lanzamiento). En 2021, apareció su reemplazo, siendo uno de los primeros modelos nacidos tras la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi (ver nota). 

A Uruguay llegó a finales del año pasado (ver lanzamiento) y se la conoce por el código GM/GN y utiliza la plataforma de Renault–Nissan denominada CMF-CD, compartida con el Nissan X-Trail de cuarta generación que llegará a Uruguay este año (ver contacto). Se produce en OkazakiJapón, y en nuestro mercado tiene dos niveles de equipamiento (GLS 2WD y GLS 4WD), ambos con un motor de origen Nissan, el 2.5 litros de cuatro cilindros atmosférico de inyección directa (GDI), con 181 cv y asociado a una transmisión automática del tipo CVT. Y Autoblog ya pudo probarlo en su variante 4WD GLS CVT.


Exterior
 
Las tres generaciones previas del Outlander nunca fueron demasiado llamativas en su estilo. Siempre apostaron por una estética más bien conservadora pero siempre en un lenguaje muy nipón (del estilo jardín japonés). Sin estridencias ni trazos arriesgados. Esta cuarta evolución tira eso por la ventana y muestra un diseño basado en el concepto 'I-Fu-Do-Do', que significa "auténtico y majestuoso" en japonés. Más allá de lo marketinero, este es un SUV que se destaca en la calle. La gente se da vuelta a mirarlo porque no se parece a nada en el segmento. Al menos visto desde adelante.
 
Lo primero que llama la atención es la (enorme) parrilla que la marca denomina "Dynamic Shield" que según Mitsubishi, se inspira en los cascos de los guerreros samurái, y que ya habíamos visto también en la última evolución de la L200 por ejemplo (ver prueba). Desconozco si leíste esa prueba, pero entrá al menos a ver las fotos off-road: Son las mejores (y más peligrosas) de la (breve) historia de Autoblog. En fin, volviendo al Outlander, tiene de serie faros delanteros LED adaptativos con un gran poder lumínico en la noche, con una disposición de moda: luces de circulación diurna y de giro puestas en la parte superior.


Pasando al perfil lateral encontramos un esquema más convencional de este segmento, con un pilar C muy grueso que dificulta la visibilidad hacia los ¾ posteriores en maniobras de cruce o estacionamiento. Sin embargo, lo más llamativo son las llantas. No solo por diseño (muy japonés, pero del estilo manga ponja) sino por tamaño, porque son de unas exageradas 20 pulgadas. Esta versión GLS 4WD llevaba unos neumáticos Bridgestone Ecopia H/L 422 Plus en medida 255/45 R20, que también es la misma medida para la variante 2WD. ¿Le quedan bien? Sin dudas. ¿Es necesario que sean tan grandes? No, para nada.

Los colores que hay para este Outlander son varios, pero en la unidad de pruebas, la gente de Mitsubishi Uruguay optó por el Black Diamond. Es un color especial que consiste en tres capas, y se añade una capa brillante de alta densidad que contiene vidrio para hacer que el vehículo parezca casi un negro azabache cuando no está iluminado, pero luego emite un marcado brillo cuando se golpea la luz. Es un tono llamativo y ayuda a darle esa sensación monolítica que tiene visto desde cualquier ángulo. Es un SUV que se ve muy robusto.

  
Yendo al sector posterior, tiene de nuevo esa clara inspiración en el mencionado estilo "Dynamic Shield", pero se lo nota más convencional. Lleva ópticas con tecnología LED en formato apaisado de bonito diseño. Para destacar es que cuenta con faros antinieblas traseros, pero también delanteros, todos en tecnología LED. Algo llamativo es que la salida de escape (la de verdad) va escondida sobre el extremo izquierdo del paragolpes. Es que la marca japonesa cayó en esa moda espantosa de las salidas simuladas con apliques plásticos en el paragolpes. Mal por eso, Mitsubishi. En general esta nueva generación agrada en términos generales (tuve varias consultas de transeúntes por su diseño) y en lo personal, me gusta.

Pasando a las dimensiones, cuenta con un largo de 4.710 mm de largo, 1.862 mm de ancho y 1.745 mm de alto. Su distancia entre ejes es de 2.706 milímetros. Como dije más arriba, al adoptar la plataforma compartida con el último Nissan X-Trail, este Outlander cambió bastante sus proporciones frente a la tercera generación que reemplaza. Si lo comparamos con aquel, este nuevo mide 15 mm más de largo, 52 más de ancho, pero 65 menos de alto. La batalla, por el contrario, creció pero un poquito: 36 milímetros.


Interior

Si por fuera nada quedó del modelo anterior, por dentro la historia no es muy diferente. Lo que sí, si en el último tiempo manejaste o te subiste a algún producto de Nissan como ser la última generación del Sentra (ver prueba) por ejemplo, vas a sentir un cierto déjà vu. Es que ahora que Mitsubishi forma parte de ese grupo, empezó a compartir elementos con modelos de Renault y Nissan ya conocidos, entre ellos, las interfaces de pantallas o instrumentales. Pero es lo único. El resto difiere bastante con esos productos.

Lo bueno es que Mitsubishi sigue teniendo modelos provenientes de Japón y se nota no bien entramos al habitáculo. En términos de materiales y calidad de ensamblado esta cuarta generación del Outlander está entre lo mejor del segmento. Los materiales usados están entre los mejores del segmento, aunque tampoco llegan a ser la referencia, pero quedan cerca. Sin dudas, se nota que es un producto japonés. Todo transmite esa sensación de durabilidad frente al paso del tiempo. Destaco las costuras de los tapizados así como el aplique símil cuero de color naranja que tenía la unidad de pruebas. Combina bien con el negro de afuera. Para los menos osados, en la variante 2WD, usa un tapizado en tonos de negro y gris, más discreto.


La posición de manejo es la típica de este segmento, en donde queda alta incluso en el punto más bajo. La versión 4WD cuenta con regulaciones eléctricas en ambos asientos delanteros (la 2WD solo del lado del conductor), con ajuste lumbar y la posibilidad de tener dos memorias de cada lado, excelente. Entre las comodidades también se destaca la posibilidad de una función de masajes (con tres programas y tres niveles de intensidad) así como la calefacción en ambos asientos, pero no ventilación (en estos días de calor se extrañó esto). Las butacas son muy cómodas en especial a la hora de encarar viajes de larga duración, con mucha sujeción lateral para el torso y de los muslos en el asiento. Según la marca, cuentan con una estructura de uretano de dos capas, una más firme y otra más mullida. Aprueba con buena nota.

Pasando al instrumental, la versión 2WD lleva un tablero mixto digital/analógico con una computadora de a bordo con display TFT de siete pulgadas, en una solución idéntica a la vista en los Nissan Sentra (es el mismo tablero). Para esta 4WD evaluada, por su parte, es de 12,3 pulgadas de TFT configurable con dos vistas y allí además se pueden visualizar las funciones de asistencias a la conducción, navegación integrada o multimedia. Destaco la rapidez de la interfaz de las pantallas en general, algo en lo que esta marca estaba relegada frente a sus competidores. Con este Outlander, Mitsubishi se pone bastante a tiro.


Al igual que sucede con el instrumental, el sistema multimedia deja de ser propio de Mitsubishi (que eran bastante espartanos y anacrónicos) y este nuevo Outlander pasa a integrar las interfaces vistas en modelos de Nissan. Ambas versiones llevan una pantalla táctil con AM/FM/1 USB-A/1 USB-C/Bluetooth/Android Auto/Apple CarPlay (inalámbrico) con audio streaming y comandos de voz. Mientras en la versión 2WD tiene siete pulgadas, la 4WD evaluada, pasa a tener una de nueve, sumando además GPS integrado, cuyas indicaciones también pueden visualizarse en el instrumental de 12,3 pulgadas mencionado antes.

Si bien comparte toda la suite de pantallas con modelos de Nissan, Mitsubishi no lleva las mismas cámaras que usa su marca coterránea. Y es algo bueno, porque la calidad de resolución que utilizan en la otra firma suele ser bastante pobre. En el Outlander cuenta con el mismo sistema 360° "MOD" o "Moving Object Detection", que activa las mencionadas cámaras ante el movimiento de objetos o personas alrededor del vehículo. Acá en el modelo de los tres diamantes, tiene una mejor calidad general de la visualización. Amén de que son prácticas por ir asistidas por los sendos sensores delanteros y traseros.


Ya cerrando con la parte de infoentretenimiento, esta versión 4WD lleva un sistema de sonido Bose premium con diez altavoces y más un subwoofer ubicado por dentro del neumático de auxilio, en el baúl (más sobre esto en un rato). Si bien no tiene la calidad de algunos equipos domésticos o personales de esta misma marca, en el Outlander proporciona graves potentes y un sonido de buena calidad. La variante 2WD, por su parte, se conforma con un equipo normal de seis parlantes. Por último, para teléfonos inteligentes se proporciona de dos formas: una bandeja de la consola central también con función de carga inalámbrica del teléfono (15 W) y cuatro puertos de carga USB de los tipos C y A se proporcionan, en la parte delantera y trasera de la consola central. Pero no hay puertos en la tercera fila de asientos.

Con ese cierre, me doy pie para hablar de la habitabilidad posterior en las dos hileras de atrás. Al igual que en su generación previa, este SUV cuenta una vez más con una configuración para siete pasajeros. Aquellos que viajen en la fila del medio tendrán un espacio destacado para tres adultos, con espacio de sobra para dos personas de 1,80 m plus de alto (como este redactor de 1,85 m) tanto para las piernas como para las cabezas. También hay respaldos regulables en inclinación y el asiento permite deslizarse hasta 220 mm para modular espacio de pasajeros como de capacidad de cargas, lo que precisemos en cada momento.


Ya para el tercer ocupante, hay un mínimo túnel de transmisión central (algo lógico en versiones de tracción integral como esta) le robará algo de lugar para piernas, sin llegar a ser un espacio tan incómodo en viajes cortos o de media distancia, por lo que tres pueden viajar bien, porque a lo ancho y alto, hay espacio. En cuanto a amenidades, como ya dije hay una toma USB-A más otra del tipo C y dos salidas de aire, siendo un climatizador tres zonas en este nivel GLS 4WD, y que funciona más que bien. Además los asientos de esta fila van calefaccionados en la versión evaluada, algo muy poco visto en este segmento.

Por el contrario, algo común a casi todos los SUVs-C con tres filas de asientos es que la tercera fila es la más limitada de todas. Siguen cumpliendo la tarea de ser dos asientos de cabotaje, aptos para personas de hasta 1,60 m de alto (dicho por la propia Mitsubishi) y se reclinan poco. La altura tampoco es generosa incluso para aquellas personas que apenas superen esa talla. Además tanto la habitabilidad a lo largo y ancho, así como el acceso a estos asientos, no son de los más generosos. No es nada que tampoco escape al resto de competidores de este Outlander. Y para sorpresa de nadie, es similar a lo visto en el X-Trail de Nissan. Lo digo porque una semana atrás, lo estuve manejando en Colombia. Tengo el recuerdo fresco.


Estos SUVs-C con tres filas de asientos son reales 5+2. No para siete pasajeros de tamaño completo. Ni siquiera en viajes muy cortos, aprueba por encima de sus rivales directos, es de los más apretados en esta categoría. En términos de amenidades para los que viajen al fondo del todo, no gozan del mismo confort de los cinco que van adelante: no hay ni una sola conexión USB para recargar dispositivos así como tampoco una luz de lectura general. Solo un par de posavasos. Tampoco hay salidas de aire acá para ellos. Otro punto es que los apoyacabezas son enormes y no permiten plegarse, robando mucha visibilidad si están en uso. La solución es removerlos y guardarlos en el espacio que hay debajo del piso del baúl.

Sigo encadenando párrafos, me siento un artesano de la palabra. Con ese remate, hablemos de espacio de cargas. Otro punto a valorar en este tipo de modelos es la capacidad que queda con las siete plazas en uso. En el Outlander es, al igual que en sus rivales, escasa: 163 litros. Si rebatimos los asientos de la tercera fila, pasamos a ganar 478 litros, que es un volumen bastante digno. Pueden ser ampliados rebatiendo el respaldo trasero de la fila central en proporción 60:40 hasta los 1.461 litros, aunque puede optarse por bajar la parte central para llevar artículos largos como esquís o tablas de surf. 


Otros dos detalles del baúl, además de tener apertura y cierre eléctricos con función "manos libres", es que debajo del piso hay espacio para guardar los apoyacabezas masivos de la tercera fila o la bandeja enrollable del espacio de cargas. Muy práctico. También acá hay ganchitos para bolsas del supermercado y la fila central se puede rebatir desde dos comandos en el umbral de cargas. Sin dudas, todo está muy bien pensado desde el punto de vista de la modularidad, el uso diario y por sobre todo, para las familias.

Y llegamos a una parte más compleja, tal vez no tan elogiada: el neumático de auxilio. Por debajo del piso del baúl y de los dos asientos posteriores de la tercera fila, está el auxilio, que es del tipo temporario en medida T155/90 D18 y de la marca Maxxis. Su extracción no es de lo más sencillo, al tener el subwoofer del equipo de audio adentro de la rueda. Pero además el herramental con el espacio porta-bandeja así como el hueco para esos apoyacabezas desmontados, están ubicados por delante. Es una operación muy engorrosa de hacer, pero en defensa de Mitsubishi, al menos tiene un neumático de repuesto. Otros ni eso.


Motor y transmisión

En otras partes del planeta este Outlander tiene versiones con mecánicas mild-hybrid o plug-in-hybrid. Pero para América Latina, en donde las normas de polución no nos importan tanto por ahora, Mitsubishi decidió que era más razonable mandarnos un naftero conocido, confiable y harto probado. Pero también, anacrónico en un segmento donde todos ya utilizan desde hace años impulsores turboalimentados. Al igual que pasara con el anterior Nissan X-Trail, pero también con los previos Outlander, esta cuarta generación vuelve a acudir a una motorización atmosférica. Más moderna que antes, pero igual, sin turbocompresor. 

Se trata del lleva al impulsor de origen Nissan, denominado internamente como PR25DD. Cuenta con 2.488 cc de cilindrada, cuatro cilindros en línea, inyección directa (GDI), y 16 válvulas con distribución variable. Es capaz de erogar 181 cv, a 6.000 rpm y un torque máximo de 245 Nm entre las 3.600 rpm. Va asociado a una transmisión del tipo continuamente variable INVECS-III CVT con ocho marchas pre-fijadas, producida y desarrollada por la firma japonesa Jatco, que es un verdadero especialista en cajas automáticas. Tan es así, que por si no lo sabías, Jatco es una sigla para esto: "Japan Automatic Transmission Company". No se mataron mucho con el nombre. Empresa japonesa de cajas automáticas.


Hace 3 años probé al último Renault Koleos (ver prueba) que también comparte mucho con este Outlander  en términos mecánicos y de chasis. Las sensaciones no escapan a aquel SUV surcoreano que llevaba este exacto mismo motor, salvo porque en el producto del rombo, la inyección era multipunto y no directa. Más allá de ese detalle, puesto en este Mitsubishi, tiene un comportamiento lógico para sus cifras de potencia y torque declaradas, pero con una respuesta apenas más ágil que en versiones anteriores de esta mecánica. Por su parte, hay que decir que también cumple con el patrón de muchos motores japoneses: tienen la respuesta más contundente en la zona alta del tacómetro que en la baja. Por eso busca concentrar sus virtudes en el confort de marcha y la suavidad de manejo, que las entrega tal y como las promete.

Se caracteriza por ser correcto en su funcionamiento y muy silencioso por debajo de las 2.000 vueltas que aprueba con una buena nota para andar en la ciudad, mientras que su respuesta más acorde a la potencia que declara aparece recién por encima de las 3.000 rpm, donde este 2.5 se percibe más voluntarioso ante el pie derecho y con más agilidad. Es cierto, no tiene el "punch" o empuje que pueden tener los impulsores turboalimentados, pero cumple más que bien con los estándares del segmento donde participa. Es decir, es una mecánica confiable (tiene distribución por cadena, por ejemplo), correcta en su funcionamiento y muy suave. Y reconozcamos que por más eficientes, modernos y potentes que sean los motores que utilizan algunos de los rivales, no todos los clientes de este segmento van a misa en la iglesia del downsizing.


Al igual que otros modelos de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, este Outlander se vale de una caja de variador continuo con esa función de moda de las últimas CVT, que simula el cambio de marchas, para evitar el efecto conocido de estas transmisiones: al acelerar a fondo, el tacómetro no se detiene en el régimen más elevado, sino que va variando hasta que se alcanza la velocidad deseada, igual que en una caja con convertidor de par tradicional y en el caso de este SUV, simulando hasta ocho marchas virtuales. Tiene un modo manual y levas de cambio al volante. Pero usarlas en una CVT es como ponerle clavos de nieve a un par de pantuflas. Es innecesario, poco lógico y tampoco consiguen mejorar la performance.

Mitsubishi no declara prestaciones de consumos. Lo que sí hay son datos de aceleración de 0 a 100 km/h 10,6 segundos para esta versión y una velocidad final de 187 km/h. Durante los días de prueba, obtuve como mejores registros de consumo 9,1 l/100 km en ciudad, 6,7 l/100 km en ruta y 7,2 l/100 km en ciclo mixto, que son valores bastante razonables en ciudad y combinado, mientras que el de ruta es correcto para esta carrocería y potencia. No tiene cifras malas, pero tampoco destaca por lo bueno. El depósito de combustible aloja unos buenos 55 litros, mientras que el peso en orden de marcha es de 1.757 kilogramos.


Comportamiento dinámico

La CMF-CD es una plataforma ubicua dentro del grupo franco-nipón. Tiene sentido, es una base probada y conocida por sus virtudes dinámicas. En el Outlander no escapa a los mismos elogios que en aquellos productos de Nissan o Renault que la utilizan. Destaca por un gran equilibrio de suspensiones que contribuye a un andar muy confortable y relajado. Se lo nota aplomado y sólido, transmitiendo la sensación de ir en un producto de mucha calidad y refinamiento. Solo en algunas ocasiones se pueden sentir de más las imperfecciones del camino con rebotes, como consecuencia de tener unos neumáticos duros que manifiestan un "divorcio" entre la buena comodidad del chasis y la dureza de los cauchos. 

Más allá de esto, la insonorización es bastante correcta tanto a nivel de mecánica como también eólico o de rodadura. A 100 km/h se registran unos más que correctos y lógicos 65 db, que es la cifra ideal de confort acústico en los habitáculos. Tanto el motor como la caja se encuentran a gusto en el uso más urbano. El 2.5 apenas se oye cuando está encendido, y la transmisión deja sacarle provecho a un impulsor que mueve con agilidad una carrocería que pasa los 1.700 kilos en orden de marcha. Es decir, es un vehículo bastante pesado y se siente así en el andar. El conjunto permite trabajar al impulsor a tan solo 1.100 vueltas, para circular a 70 km/h en D en los modos de manejo Normal y Eco, mientras que el Tarmac lleva al dos-cinco hasta las 2.600 rpm a igual velocidad, pero con un poco más de energía puesta.


En este nuevo Outlander lleva un selector de modos de conducción (Tarmac, Gravel, Snow, Normal, Eco) para la versión 2WD, mientras que la variante evaluada agrega un seteo más para condiciones de baja adherencia como barro, llamado normalmente, Mud, que se utilizaría en una superficie más compleja que en el modo Snow (nieve). Como verán, no hay un modo "Sport" como está tan de moda por estos días, y creo que tiene sentido. Lejos está de ser un producto enfocado a un uso deportivo. Lo más parecido es Tarmac, que según el manual es para (sic) "funciones dinámicas ágiles, tales como aceleración potente y reactiva, sensación del volante lineal y reactiva, estabilidad y rastreabilidad en el viraje." En fin, eso.

Pasando a velocidades de ruta, la mecánica y caja trabajan viajando a 110 km/h con el selector en D a unas 2.100 rpm en Eco y Normal, mientras que si movemos el selector al modo Tarmac, el 2.5 trabaja a 3.100 rpm. La transmisión tiene marchas muy suaves y hace un poco más de silencio que en otros productos similares, incluso los de Nissan o Renault que usan combos mecánicos similares. Al igual que suele suceder con estas cajas de relaciones variables, va buscando todo el tiempo la marcha ideal que nos permita hacer maniobras con seguridad. Las recuperaciones en carretera por su parte, tienen cifras lógicas para esta potencia y peso: para ir de 80 a 110 km/h se toma 6,33 segundos, un tiempo bastante razonable.


Para esta versión con tracción 4WD, el sistema S-AWC (Super All Wheel Control, según Mitsubishi) está controlado por un embrague hidráulico accionado por un motor eléctrico en el dispositivo de acoplamiento central que realiza la distribución del par delantera y trasera con un reparto del par de forma activa. Las ruedas delanteras trabajan la mayor parte del tiempo y las traseras pueden aportar tracción en condiciones severas, como cuesta arriba en superficies de baja adherencia o curvas, gracias al sistema de control dinámico, denominado AYC (Active Yaw Control). 

Esta tecnología optimiza la diferencia en la fuerza de conducción y la fuerza de frenado entre las ruedas delantera y trasera, derecha e izquierda para mejorar la capacidad de agarre de los neumáticos. En relación a la dirección, lleva una esquema de cremallera y doble piñón con asistencia eléctrica, de tacto correcto, y ligera para realizar maniobras de estacionamiento. Cumple con lo que pretende un cliente de este tipo de producto, aunque no es de las mejores y ni de las más comunicativas a criterio personal, porque tiene un enfoque hacia el confort y el uso familiar.
 
Como ya dije, tiene seis modos de manejo para el nivel 4WD y cinco modos para el 2WD. Los ajustes "Eco" para un manejo eficiente, "Normal" (se auto-explica, creo), "Tarmac" para la conducción deportiva en carreteras pavimentadas, "Gravel" para un alto rendimiento de tracción y estabilidad en carreteras sin pavimentar, "Snow" para carreteras nevadas y otras carreteras resbaladizas, y "Mud" para aumentar la capacidad de manejo de la carretera en carreteras fangosas, en nieve profunda y condiciones similares. Las capacidades off-road son las siguientes: 18,3° de ángulo de ataque, 18,1° de ángulo ventral y 22,2° de salida. El despeje al suelo es de 210 milímetros. No es un producto para hacer grandes incursiones fuera del asfalto, dado que sus neumáticos no son de uso mixto. Pero puede lidiar con un off-road ligerísimo.


Equipamiento

El nivel GLS 2WD ofrece de serie: pack eléctrico (levantavidrios, bloqueo y espejos), dirección electro-asistida, alarma, climatizador automático bi-zona con salidas de aire para las plazas traseras, volante multifunción en cuero regulable en altura y profundidad con levas de cambio integradas, respaldos traseros de la segunda fila de asientos rebatibles y reclinables 60:40 con 220 mm de recorrido, computadora de a bordo con display TFT de siete pulgadas, respaldos de la tercera fila de asientos rebatible y reclinable 50:50, asiento del conductor con regulación eléctrica en ocho vías y dos memorias, sistema de entrada y salida con llave manos libres (Keyless), encendido/apagado por botón, luces diurnas LED, faros delanteros full LED con lavafaros y luces delanteras altas automáticas (AHB), encendido automático de luces, sensor de lluvia, faros antiniebla delanteros y traseros LED, barras de techo longitudinales, cámara de retroceso, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, espejos plegables eléctricamente y calefaccionados, espejo retrovisor interior con anti-encandilamiento automático, selector de modos de conducción (Tarmac, Gravel, Snow, Normal y Eco), freno de estacionamiento electro-mecánico con función "Auto Hold", sistema multimedia con pantalla táctil de siete pulgadas con AM/FM/1 USB-A/1 USB-C/Bluetooth/Android Auto/Apple CarPlay (inalámbrico) con audio streaming y comandos de voz, seis parlantes, portón trasero con apertura y cierre eléctricos con función "manos libres", conexiones USB-C (1) y USB-A (1) para las plazas traseras, tapizados en eco-cuero/Alcantara, control de velocidad crucero, y llantas de aleación de 20 pulgadas sobre neumáticos en medida 255/45 R20.

La versión GLS 4WD suma o reemplaza sobre el listado anterior: sistema multimedia con pantalla táctil de nueve pulgadas con AM/FM/1 USB-A/1 USB-C/Bluetooth/GPS/Android Auto/Apple CarPlay (inalámbrico) con audio streaming y comandos de voz, instrumental digital con computadora de a bordo y display TFT de 12,3 pulgadas, climatizador automático tri-zona con salidas de aire para las plazas traseras, asiento del acompañante con regulación eléctrica en cuatro vías y dos memorias, asientos delanteros calefaccionados con función de masajes, sistema de sonido Bose Premium Sound System con diez parlantes, cámara de retroceso y 360°, cargador para smartphones inalámbrico (Qi), sensor de lluvia, tapizados en cuero/eco-cuero, cortinas parasol en ventanillas traseras (manuales), selector de modos de conducción (Tarmac, Gravel, Snow, Normal, Eco y Mud), y techo solar eléctrico y panorámico.


Es una dotación bastante completa en los dos niveles, pero en especial en el 4WD evaluado. Eso sí, los separan nada menos que U$S 10.000. Es un salto grande a dar entre ambas versiones. Algo curioso es que ni siquiera en la variante más equipada aparecen elementos como un limitador de velocidad, head-up-display, control de velocidad crucero adaptativo (ACC) o asistente de estacionamiento activo, todos ítems que se pueden encontrar de serie en rivales de este segmento. Más allá del ACC, que en lo personal, es el faltante más grave, en términos generales es un producto que no solo está mucho (bastante diría) más equipado que su antecesor, sino también bastante más que algunos competidores.

Seguridad

En este apartado ambas versiones vienen igual de equipadas. Traen de serie: siete airbags, frenos ABS+EBD+BA, sistema de control de estabilidad activo (ASC), asistente de arranque en pendientes (HSA), control activo de deriva (AYC), advertencia de punto ciego (BSW), sistema de alerta de tráfico trasero (RCTA), asistente de cambio de carril (LCA), sistema de mitigación de colisión de avance (FCM), alerta de cambio involuntario de carril (LDW), sistema de atención al conductor (DAA), siete apoyacabezas, siete cinturones inerciales de tres puntos, anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles, en este caso para la segunda fila de asientos, es decir, la del medio.
 
En otros mercados agrega al paquete de asistencias que Mitsubishi denomina como MI-PILOT Assist y que integra elementos como el Adaptive Cruise Control (ACC) y Lane Keep Assist (LKA) o mantenimiento activo del carril, es decir, el que corrige el volante. En los Outlander que se comercializan en Uruguay solo cuenta con alertas sonoras y visuales, sin intervenir sobre el volante. Para algunas regiones incluso suma una bolsa de aire central delantera para el asiento del conductor y bolsas de aire laterales para los asientos de la segunda fila están equipadas de serie. En caso de colisión lateral, el airbag central delantero se despliega entre el asiento del conductor y el asiento del pasajero delantero.


Como verán, en términos de seguridad es un producto bastante destacado. Pero en diciembre pasado se agregó otro detalle y es que logró la máxima puntuación en las pruebas del organismo independiente Latin NCAP. Cinco estrellas conseguidas con los siguientes porcentajes: 90,00% para la protección de los ocupantes adultos, 91,00% de protección de los ocupantes infantiles, 55,00% en protección para peatones y usuarios vulnerables de las vías así como 84,00% en sistemas de asistencia a la seguridad.

Según el organismo la protección ofrecida a la cabeza, cuello y pecho del conductor y del acompañante fue buena. Las rodillas del conductor y del acompañante recibieron protección marginal. Las tibias del conductor y del acompañante ofrecieron protección buena. La zona del área de los pies fue considerada como estable y simétrica ente el lado del acompañante y del conductor. La estructura fue considerada como estable y capaz de soportar mayores cargas. En el impacto lateral la cabeza, el abdomen, la pelvis y el pecho recibieron protección buena, mientras que en el impacto lateral de poste, la cabeza, la pelvis y el abdomen tuvieron una puntuación buena mientras que el pecho recibió protección adecuada (ver pruebas).


Precio, garantía y competidores

El Mitsubishi Outlander 2.5 GDI 4WD GLS CVT probado se comercializa a un precio de U$S 69.990, mientras que la versión 2WD GLS CVT baja hasta los U$S 59.990. La garantía es de 3 años o 100.000 km. Son valores altos, en especial para la variante con tracción 4WD. A tal punto que comienza a bordear el territorio de marcas premium con productos de este mismo segmento, tanto con configuraciones de cinco como de siete pasajeros. Estamos ante un buen exponente de la categoría, pero a precios elevados.

¿Quiénes compiten con este Mitsubishi? Los siguientes SUVs-C con tres filas de asientos en sus versiones más equipadas, que pueden tener o no tracción integral: Jeep Commander Overland 1.3 T270 AT6 FWD - (U$S 63.490), Peugeot 5008 GT 1.6 THP 165 EAT6 (U$S 62.990), Seat Tarraco 1.4 TSI Style Plus DSG - (U$S 57.950), Volkswagen Tiguan Allspace 1.4 250 TSI Elegance Automatic (U$S 53.990), y Volkswagen Tiguan Allspace 2.0 350 TSI R-Line 4MOTION (U$S 73.990).


Como decía más arriba, el Mitsubishi tampoco escapa a ese comentario. Más si consideramos que existe un Mercedes-Benz GLB 180 Progressive 7G-DCT a U$S 65.490. Es cierto, el producto nipón está muchísimo más equipado y tiene un motor más potente así como un mejor sistema de tracción. Pero no deja de ser un SUV de una firma generalista, más caro que uno premium. Algo que a la hora de la reventa, pesa bastante. Frente a sus competidores, Mitsubishi hoy tiene uno de los modelos más equipados de la categoría tanto en términos de confort como de seguridad. Pero a un costo que hace pesar ese elogio.

Tanto los productos de Jeep como Peugeot cuentan con dotaciones muy similares, impulsores más modernos (con baja cilindrada y turboalimentación) así como precios más contenidos que los del Mitsubishi. En lo dinámico destacan los dos que usan la plataforma MQB del Grupo Volkswagen, con un enfoque muy equilibrado entre deportividad y confort. Pero si estás buscando un SUV cómodo para siete pasajeros (cinco muy cómodos con dos apretados), cualquiera de estas seis opciones son recomendables. En los próximos meses se sumará a la lista el nuevo X-Trail e-Power con una mecánica electrificada y una dinámica bastante similar a la de este Outlander, solo que con un impulsor eléctrico como fuente principal.


Conclusión

No haber probado a la versión previa del Outlander siempre fue un pendiente que tuve con Mitsubishi. Si bien no fue el más vendido de su segmento, tiene una fiel clientela que defiende sus virtudes mecánicas y de habitabilidad. Más allá de esto, con el correr de los años fue quedando no solo olvidado dentro de la gama, sino también para los consumidores del segmento, a manos de ofertas más modernas y atractivas. Con esta cuarta generación la marca de los tres diamantes no solo quiere volver a tener un puesto en la batalla de los SUVs-C con tres filas de asientos. También quiere hacerlo con un producto muy competente.

Este nuevo Outlander es un modelo que apunta a lo alto de la categoría con mucho equipamiento, un refinamiento que generaciones previas nunca tuvieron en términos de calidad o equilibrio dinámico, así como también precios que lo acercan de forma peligrosa al universo de las marcas premium. Hoy las opciones dentro de este tipo de SUVs es bastante limitada a unas cinco o seis opciones. Tiguan Allspace ha dominado la categoría durante años y modelos como Tarraco, 5008 o más acá en el tiempo, Commander, se han ido sumando con propuestas que aportan a la foto, pero no cambian el panorama.


Desconozco si Mitsubishi va a ser la encargada de eso. Dudo mucho. Aunque el producto que tienen es excelente, lo hacen pesar desde el precio de venta al público, en un momento del mercado automotor donde "todo está carísimo". Sin dudas aquel cliente que decida irse por este Outlander, no se va a quedar decepcionado. Es cierto, podría tener al igual que en otras regiones una mecánica electrificada de alguna forma para ponerse por encima de la competencia con algún diferencial. Pero por ahora, al menos para esta parte del mundo, nos será esquivo. Si apuesta por un impulsor confiable y conocido, este 2.5 de origen Nissan es eterno y duro como el acero de una espada Hattori Hanzō.

Pero como le pasaba a la "novia" de Kill Bill en la segunda parte de esa genial saga de Tarantino, al nuevo Outlander le toca resurgir para defenderse de los ataques de sus enemigos. Y lo hace subiendo el nivel de equipamientos tanto en materia de confort como de seguridad respecto a su antecesor y se lo siente como un producto más redondo, pulido por los cuatro costados. Mitsubishi tiene un bello diamante en su gama con este SUV. Solo faltaría hacerlo un poco más accesible, como el circonio, para que sea igual de competitivo que sus rivales. Porque el potencial para igualarlos o superarlos en su juego, lo tiene listo.


A favor
  • Calidad de fabricación y materiales
  • Comportamiento dinámico
  • Confort de marcha
  • Conjunto motor/transmisión
  • Consumos en ruta
  • Diseño
  • Equipamientos de confort y seguridad
  • Habitabilidad para cinco adultos
  • Modularidad interior
  • Tecnologías aplicadas a la conducción
En contra
  • Capacidades off-road limitadas
  • Capacidad del baúl con la 3ª fila de asientos en uso
  • Habitabilidad y acceso a la 3ª fila de asientos para adultos
  • Neumático de auxilio temporario y de acceso complejo
  • Precio elevado
  • Visibilidad ¾ trasera reducida




FICHA TÉCNICA:

MOTORIZACIÓN
Cilindrada (cc) 2.488
Número de cilindros: 4
Número de válvulas: 16
Relación de compresión: 10,0:1
Diámetro x carrera (mm): 89,0 x 100,0
Inyección: directa electrónica secuencial multipunto
Potencia máxima (cv/rpm) 181/6.000
Torque máximo (Nm/rpm) 245/3.600
TRANSMISIÓN
Caja de velocidades continuamente variable INVECS-III CVT
Tracción integral 4WD con S-AWC (Super All Wheel Control)
DIRECCIÓN
De piñón y cremallera con asistencia eléctrica dependiente de la velocidad (EPS)
FRENOS
Delanteros: de discos ventilados
Traseros: de discos sólidos
EJES - SUSPENSIÓN
Delantera: independiente tipo McPherson con barra estabilizadora
Trasera: independiente tipo multilink con barra estabilizadora
NEUMÁTICOS
Dimensiones: 255/45 R20
Rueda auxiliar: T155/90 D18
PRESTACIONES
Velocidad máxima (km/h) 187
Aceleración 0-100 km/h (s) 10,6
Consumo (l/100km) Urbano: N/D - Carretera: N/D - Mixto: N/D
DIMENSIONES / PESO
Capacidad del baúl (l) 163/478/1.461
Peso en vacío (kg) N/D
Peso en orden de marcha (kg) 1.757
Largo total (mm) 4.710
Ancho total (mm) 1.862
Alto total (mm) 1.745
Distancia entre ejes (mm) 2.706
Capacidad del tanque de combustible (l) 55
Despeje al suelo (mm): 210
Capacidad máxima de vadeo (mm) N/D
Capacidades off-road (º): Ángulo de ataque: 18,1 - Ángulo ventral: N/D - Ángulo de salida: 22,2

Galería: Mitsubishi Outlander 2.5 GDI 4WD GLS CVT | Créditos: Autoblog y Diego Olivera.
Prueba Mitsubishi Outlander 2.5 GDI 4WD GLS CVT

EQUIPAMIENTO

EXTERIOR
Barras de techo longitudinales
Faros delanteros LED con lavafaros y luces delanteras altas automáticas (AHB)
Faros antinieblas delanteros y trasero LED
Faros traseros LED
Llantas de aleación de 20 pulgadas
SEGURIDAD
Advertencia de punto ciego (BSW)
Airbags frontales delanteros, laterales delanteros, de cortinas y de rodillas para conductor
Alerta de cambio involuntario de carril (LDW)
Alerta de tráfico cruzado (RCTA)
Apoyacabezas delanteros y traseros (7)
Anclajes i-Size y TopTether para sillas infantiles
Asistente de cambio de carril (LCA)
Asistente de arranque en pendientes (HSA)
Cinturones de seguridad inerciales de tres puntos (7)
Control activo de deriva (AYC)
Frenos ABS+EBD+BA
Monitoreo de presión de neumáticos (TPMS)
Sistema de atención al conductor (DAA)
Sistema de control de estabilidad activo (ASC)
Sistema de mitigación de colisión de avance (FCM)
CONFORT
Alarma
Asiento del conductor con regulación eléctrica en ocho vías con dos memorias
Asiento del acompañante con regulación eléctrica en cuatro vías con dos memorias
Asientos delanteros calefaccionados con función de masajes
Asientos traseros calefaccionados
Cámara de retroceso y 360°
Cargador inalámbrico para smartphones (Qi)
Cierre centralizado con mando a distancia
Climatizador automático tri-zona con salidas de aire para las plazas traseras
Control de velocidad crucero
Conexiones USB-C (1) y USB-A (1) para las plazas traseras
Cortinas parasol en ventanillas traseras (manuales)
Dirección asistida eléctricamente
Encendido automático de luces
Espejo interno con anti-encandilamiento automático
Espejos retrovisores externos eléctricos, calefaccionados y plegables eléctricamente
Freno de estacionamiento electro-mecánico (EPB) con función "Auto Hold"
Instrumental digital con pantalla TFT de 12,3 pulgadas
Levantavidrios eléctricos delanteros y traseros con sistema one touch
Portón trasero con apertura/cierre eléctricos "manos libres"
Respaldos traseros de la segunda fila de asientos rebatibles y reclinables 60:40 con 220 mm de recorrido
Respaldos de la tercera fila de asientos rebatibles y reclinables 50:50
Selector de modos de conducción (Tarmac, Gravel, Snow, Normal, Eco y Mud)
Sensor de lluvia
Sensores de estacionamiento delanteros y traseros
Sistema de sonido Bose Premium Sound System con diez parlantes
Sistema de entrada y salida con llave manos libres (Keyless)
Sistema multimedia con pantalla táctil de nueve pulgadas con AM/FM/1 USB-A/1 USB-C/Bluetooth/GPS/Android Auto/Apple CarPlay (inalámbrico) con audio streaming y comandos de voz
Tapizados en cuero/eco-cuero
Techo solar eléctrico y panorámico
Volante multifunción en cuero regulable en altura y profundidad con levas de cambio integradas

PRECIO Y GARANTÍA:

U$S 69.990. Garantía: 3 años o 100.000 km.

COMERCIALIZA:

Grupo Fiancar. Galicia 957. Tel. 29021212. Web: www.mitsubishi-motors.com.uy