Prueba: Chevrolet S10 High Country 2.8 CTDI 4x4 A/T

viernes, 11 de noviembre de 2016



Evaluamos a la renovada Chevrolet S10, en su nivel más equipado, el High Country. Lleva un motor 2.8 turbodiesel de 200 cv.
Con la excusa de su última renovación, volvimos a subirnos a una Chevrolet S10. En este caso probamos durante dos días y más de 500 kilómetros a su versión tope de gama, la High Country, que lleva un impulsor 2.8 turbodiesel de 200 cv, tracción 4x4 y caja automática de seis marchas.

La Chevrolet S10 nació en 1982 en los Estados Unidos como una de las primeras pick-ups compartida con la marca GMC, donde se la conocía bajo el nombre Sonoma. En 1994 apareció la segunda generación, que dos años más tarde llegaría a nuestro país como la primera, importada desde Brasil.

Esta primera versión que conocimos en el Mercosur aparecía como una de las primeras opciones de pick-up pensada para el uso recreacional más que para el trabajo, algo que sus rivales de entonces como la Toyota Hilux o la Mitsubishi L200, no tomaban en cuenta entre sus clientes. Los más añosos recordarán aquellas S10 DLX cabina simple muy facheras de mediados de los noventa con una publicidad que no mostraba un solo campo o fardo de alfalfa en la caja.


Tal es así, que las primeras S10 ni siquiera se comercializaban con una mecánica turbodiesel o una cabina doble. El primer impulsor era un naftero 2.2 litros con unos (hoy escasos) 106 cv de potencia. Más tarde se sumó una carrocería cabina y media, que incluso llegó a venderse en Uruguay en bajas cantidades. Un año más tarde de la llegada del modelo es que comenzó la ampliación de la gama.

General Motors Uruguay comenzaba a vender a la S10 turbodiesel, equipada con un motor 2.5 Maxxion de 95 cv de potencia, así como también introducía la carrocería doble cabina, que posteriormente se convertiría en la opción por default para este producto en nuestro mercado.


En el año 2000 se introdujo el segundo gran cambio mecánico de esta primera generación, el nuevo motor 2.8 de origen MWM con 132 cv de potencia, siendo por entonces el más potente de la categoría (cómo cambiaron los tiempos). Las versiones nafteras, en tanto, abandonaban al veterano 2.2 y le daban paso a un nuevo 2.4 con 128 cv de potencia, que era compartido entre otros con el Vectra.

Con varias actualizaciones estéticas esa S10 se mantuvo casi sin mayores cambios hasta 2012, cuando salió a la venta la segunda generación, también proveniente al igual que la primera, desde la planta de São José dos Campos, en Brasil. A Uruguay llegó en ese año (ver lanzamiento) y allí pudimos probarla por primera vez en configuración naftera 2.4, tracción 4x2 y equipamiento LTZ (ver prueba).


Desde entonces y hasta nuestros días, en 2014 la S10 incorporó una mecánica turbodiesel 2.8 que la deja como una de las más potentes de la actualidad (ver lanzamiento), en 2015 sumó otra naftera Flex 2.5 que le otorga ese mismo título para ese combustible (ver lanzamiento), y en ese año también le agregó a la gama un nuevo nivel por encima del LTZ, llamado High Country (ver lanzamiento).

Sin embargo, no fue hasta 2016 que la S10 tuvo una renovación profunda (ver lanzamiento) con un abanico de siete versiones y con valores que van entre los U$S 33.930 del nivel LT 2.5 4x2 hasta los U$S 63.490 de la High Country 2.8 4x4, que es la que probamos recientemente y cuya evaluación conoceremos a continuación.


Exterior

Personalmente nunca fui un fan del diseño de las S10. Ni de la segunda, ni mucho menos de la primera. Sin embargo en esta actualización, General Motors logró captar mi atención. Ahora la pick-up luce realmente bien. Apenas con algunos cambios estéticos en el frontal, bastante profundos, pasó de ser una de las que menos me gustaba a una de las que más.

¿Cuáles son esos cambios? En principio todo el sector delantero, donde ópticas (halógenas con luces LED diurnas), parrilla, capot, paragolpes y guardabarros son nuevos. Tiene un aspecto similar ahora al que lleva la Chevrolet Colorado en los Estados Unidos (ver nota), que es una hermana lejana de nuestra S10 vernácula, aunque no llegan a ser idénticas.


Vista desde el lateral, esta versión High Country se destaca por hacer el esfuerzo constante de recordarnos que es la S10 más lujosa y urbana de todas. Hay cromados en los tiradores de las puertas así como en los retrovisores, mientras que en el techo luce un par de barras portaequipajes y en la base, unos generosos estribos. Completan este paquete estético las enormes llantas de aleación de 18 pulgadas sobre neumáticos Bridgestone Dueler H/T en medida 265/60 R18.

Otro detalle de esta versión es la barra de caja aerodinámica con spoiler integrado y el logotipo "High Country" a los lados. Si bien algunos consideran que le queda bastante atractiva, es poco práctica para amarrarle algún tipo de carga. Como ya dije, es una pick-up pensada para el lujo, no para trabajar. Lo otro que puede llamar la atención es el innegable parecido con la misma solución que usan las Ford Ranger Limited (ver foto).


En el sector trasero las novedades se reducen a ópticas que no cambian en formato, pero sí en diseño interior y que ganan además tecnología LED. En el paragolpes se destacan los necesarios (tanto como el oxígeno para los humanos) sensores de estacionamiento, que se complementan con los otros que tiene esta S10 HC en la parte delantera. También lleva en el portón de caja otro elemento vital: la cámara de estacionamiento.

Digo todo esto porque la S10 High Country es una pick-up mediana para los estándares del mercado, pero enorme para cualquier mortal y una de las más grandes de este segmento por amplia ventaja: mide  5.408 mm de largo, 1.874 mm de ancho y 1.839 mm de alto, mientras que su batalla es de 3.096 mm.


Interior

Uno de los aspectos que menos me convencía de las S10 anteriores era el habitáculo. Parecía hecho en otra época, con diseñadores que no habían conocido el paso del tiempo. Los materiales eran de pobre calidad, y estéticamente incluso no se acompasaban al estilo exterior del producto.

Sin embargo, por suerte, esto se mejoró muchísimo con el recambio del producto. Ahora el habitáculo luce a la altura de nuestros días y si por fuera apenas se parece a la Colorado norteamericana, por dentro, salvando el volante, esta S10 es prácticamente una copia al carbón (ver foto).


Además General Motors se encargó de mejorar el nivel de terminaciones de sus interiores, algo que se viene notando desde el lanzamiento del último Cruze (ver prueba). Si bien la mayoría de los plásticos en la S10 siguen siendo rígidos, ahora pueden verse algunas superficies recubiertas en cuerina o portaobjetos alfombrados, para darle más categoría al habitáculo de esta High Country. De todas formas siguen habiendo algunos encastres mejorables, como la consola central y el apoyabrazos delantero.

La posición de manejo, en tanto, no tuvo mayores novedades. Sigue siendo un producto cómodo de usar, con una butaca bien americana (por lo ancha) y mullida, pero demasiado alta incluso en la posición más baja. Además el volante sigue sin ofrecer una regulación en profundidad (debería tenerla por el precio). En su defensa, los comandos del asiento son todos eléctricos, incluyendo la regulación lumbar, aunque la butaca no regula mucho en altura.


Uno de los cambios positivos es el nuevo instrumental que ahora tiene una lectura más amigable, y clara. Cuenta con dos elementos de aguja predominantes, tacómetro y velocímetro, mientras que los medidores de combustible y temperatura de agua del motor van en otros dos relojes más pequeños. En el centro va la computadora de a bordo con muchas funciones para configurar, entre ellas un económetro, medidores de temperatura de la transmisión, y una brújula, solo por citar algunas.

Al centro de la consola en esta versión High Country está el sistema multimedia MyLink II, compuesto por una pantalla táctil LCD de 8" con AM/FM/Bluetooth/USB/Aux-In/GPS, reconocimiento de voz, así como compatibilidad con Apple Car Play y Android Auto. Es la misma que lleva el Cruze Sedán y como dije en la prueba de ese producto, todos los mandos son simples, la interfaz es muy fácil de usar, y más aún gracias a la integración con el smartphone, ya sea del sistema operativo de Google o Apple.


Por debajo está el climatizador automático de una vía. Si bien por ser una versión tope de gama que ronda la friolera de casi 64 mil dólares se le podría exigir un bi-zona, de todas formas este sistema funciona bastante bien. Enfría y calienta muy rápido, además de tener comandos sencillos e intuitivos. Algo más abajo están los comandos del sistema de alerta de cambio de carril involuntario, los controles de tracción y estabilidad, los sensores de estacionamiento y el control de descensos.

Las plazas traseras, en tanto, permiten que tres adultos viajen muy cómodos. El ancho y alto de la cabina, hacen que esta pick-up pueda llevar cómodamente a cinco pasajeros. Si bien el asiento es un poco más corto que en sus rivales, de todas formas está entre las más cómodas de las camionetas medianas gracias a un respaldo bastante inclinado. La plaza central es un poco más apretada a la altura de los pies, producto del túnel central de la transmisión, pero nada que llegue a molestar en viajes de corta y media distancia.


En materia de seguridad, para los ocupantes posteriores Chevrolet no hizo un solo cambio respecto a la S10 High Country anterior. Siguen habiendo tres cinturones inerciales, lo cual está perfecto, pero se perdieron la oportunidad de actualizar al producto con un quinto apoyacabezas, y lo que es más criticable, la ausencia de anclajes ISOFIX. Ahondaré más sobre esto en el apartado "seguridad".

Si pasamos a la caja de carga, mantiene las mismas dimensiones de la S10 HC anterior: tiene 1.484 mm de largo, 1.534 milímetros de ancho y un alto de 0.584 mm. Chevrolet declara una capacidad de carga de 1.049 kg y un volumen de 1.061 litros, siendo una de las pick-ups que menos puede cargar dentro de las turbodiesel.


El espacio de cargas seis anillas de carga internos, cobertor de caja, y además una práctica lona marítima de serie, todos estos en su gran mayoría, accesorios que se pagan aparte en otros rivales de esta S10, bien por eso Chevrolet. Un detalle que no tiene ni como opción es una luz de caja para trabajar en la noche, mientras que la lona marítima resta algo de visibilidad hacia atrás por la luneta.

Al ser una pick-up, el auxilio va ubicado por debajo de la caja y tiene que ser desmontado con el uso de las herramientas que trae la camioneta. Lamentablemente el neumático que lleva es un Bridgestone Dueler H/T, pero en medida 245/70 R16, es decir, diferente a los titulares. Que tenga una llanta de chapa de 16", que es lo que menos importa. Lo que es indefendible es poner un temporario en una pick-up.


Motor y transmisión

En materia mecánica, como dije al comienzo de este informe, prácticamente no hubo cambios en comparación a la S10 anterior. Pero como verán, no es algo de lo que tengamos que regañar. La High Country sigue contando debajo del capot con el conocido Duramax de origen VM Motori. 

Con una cilindrada de 2.776 cc, 16 válvulas, doble árbol de levas a la cabeza, inyección electrónica common rail, turbocompresor de geometría variable e intercooler, es capaz de producir 200 cv a 3.600 rpm, y un torque bestial de 500 Nm a apenas 2.000 vueltas. Hoy es el impulsor con más potencia y par motor del segmento de las medianas. Es cierto, Ford tiene su 3.2 Puma también con ese caballaje, pero con menos torque: 470 Nm.


Este motor va asociado a una transmisión automática secuencial de seis relaciones en esta versión, aunque en las LTZ se lo puede adquirir con una manual también de sexta, pero con un poco menos de torque, 440 Nm, aunque entregado a la misma cantidad de vueltas que en las variantes automáticas. A su vez, en la High Country la tracción es 4x4 con sistema "Shift on the fly", es decir, que puede conectarse en movimiento. De esto hablaré más adelante en el apartado dinámico de la S10.

Este 2.8 CDTI se caracteriza por ser un impulsor silencioso y con un nivel contenido de vibraciones, aunque notorias en ralentí y por encima de las 3.500 rpm. A partir de las 2.000 vueltas se empieza a sentir como el torque empuja con contundencia, mientras que esta sensación se mantiene a lo largo del resto del rango de utilización. Es una mecánica muy lineal y que se llena desde abajo bastante rápido.


La transmisión automática de seis marchas es excelente por su suavidad de uso y falta de saltos marcados entre el paso de marchas. Se la puede percibir algo lenta de reacciones cuando llamamos a bajar un par de cambios en el modo kick-down ante adelantamientos, pero el 2.8 se encargará de solucionar eso con una entrega contundente de par y potencia una vez que la caja encuentre la marcha adecuada.

Por otra parte, permite trabajar en un modo secuencial real sosteniendo la marcha en lo más alto del rango de revoluciones. Las primeras cinco marchas son bastante cortas, mientras que sexta, casi que no se usa, siendo muy larga y solo para tramos de ruta a altas velocidades. Es una buena transmisión, y para los estándares del segmento, está entre las más eficientes.


Chevrolet no declara prestaciones de aceleración de 0 a 100 km/h, consumos, o tampoco velocidad final de la High Country con este combo de motor y caja. Medí consumos durante los dos días de prueba y considero que se obtuvieron números razonables para el peso y potencia del vehículo, aunque elevados en ciudad especialmente.

Con un manejo muy cuidado, en ciclo urbano el mejor número conseguido fueron unos 11,3 litros cada 100 kilómetros (aunque fácilmente se pueden ir arriba de 13), en ruta esta cifra bajó a unos 7,9 l/100 km, mientras que en el ciclo mixto ascendió a unos 9,6 litros cada 100 km. Recordemos que estamos ante un vehículo que no es precisamente muy aerodinámico y que en orden de marcha declara ante la balanza unos 2.101 kilogramos de peso. Por su parte el tanque de combustible promete una autonomía correcta, con 76 litros de capacidad.


Comportamiento dinámico

Al ser un producto tan versátil en su uso (es decir, se puede utilizar como herramienta recreacional o de trabajo), hay mucho para hablar del comportamiento de la S10 High Country. Chevrolet no presenta a esta versión como una mula de trabajo, sino más bien como una pick-up de lujo enfocada al uso urbano y rutero.

Arranquemos por la ciudad. En primer lugar, es sabido que un vehículo de estas dimensiones no es lo más indicado para circular por la capital, por ejemplo. Sin embargo, en gran parte de su vida, es el ambiente que más habitan estas pick-ups. En tal caso, la S10 permite un uso muy amigable pese a su tamaño, en especial ahora que abandonó la dirección hidráulica por una más moderna del tipo eléctrica.


Ahora la S10 permite una mayor maniobrabilidad, pudiendo dar una vuelta en "U" adentro de una calle en pocas vueltas de volante, algo que en la anterior versión demandaba un poco más de músculo. Por su parte, al igual que pasa en algunas rivales, siguen teniendo sistemas demasiado lentos de reacción y el diámetro de giro sigue siendo de 12,7 metros.

Algo que Chevrolet decidió conservar de la anterior S10 es lo mullidas que eran las suspensiones. Era una de las más cómodas de este segmento en este sentido, superando incluso a la líder del mercado, la Toyota Hilux. Pero como contrapartida, era una de las pick-ups más navegantes en ruta, es decir, solía hamacarse como el barco pirata del Parque Rodó cuando encarábamos una ruta o calle muy ondulada.


La S10 ahora le sumó algo de fibra a sus músculos y se la percibe más estable y firme, pero sin perder la suavidad que le hizo ganar tantos elogios a nivel de confort de marcha. Junto con la NP300 Frontier de Nissan, esta Chevrolet está entre las más cómodas del segmento.

El otro gran aliado de la comodidad de manejo es el motor, que hace un trabajo para acompañar a ese bienestar a bordo. La transmisión siempre la hace trabajar por debajo de las 2.000 vueltas, y por ejemplo, a unos 70 km/h el 2.8 va en D5 a apenas 1.500 vueltas.


Si nos vamos a la ruta, encontraremos que es una gran herramienta para cubrir largas distancias. Las butacas son extremadamente cómodas, la insonorización eólica y de motor es correcta (algo de viento llega a colarse al habitáculo por encima de los 110 km/h), y tanto la mecánica como la caja, así como el esquema de suspensión invitan a sentarse horas y horas al volante.

A nivel de comportamiento no se la percibe sensible a vientos cruzados, y el 2.8 viaja muy relajado en la ruta. A 110 km/h va con la sexta marcha conectada a unas 1.700 vueltas de motor. Por su parte, la caja permite realizar rebajes, aunque no de esos 6º-3º, ni tampoco hace lo que quiere una vez que llega a la zona más roja del tacómetro, allá por las 5.500 rpm. Es una verdadera caja automática con modo manual.


Pero pasando a donde realmente saca a relucir sus mejores credenciales esta pick-up, es fuera del asfalto, aunque esta versión esté más pensada para la ciudad que para el campo. Chevrolet realizó un trabajo ejemplar en materia de chasis. Se la nota sólida y bien hecha, así como también preparada para el peor de los maltratos. Incluso Chevrolet declara una capacidad de arrastre de 3.500 kilos, que considerando que es una pick-up mediana, es mucho.

También es muy eficiente el sistema de tracción. Funciona bajo el acople Shift On The Fly, es decir, que se puede conectar pasar de la opción 2WD a la 4H (4x4 alta) en marcha a velocidades de hasta 120 km/h. En el caso de la 4L (4x4 baja) es necesario poner el vehículo en punto muerto (N en la automática) y estar detenido para conectarla, aunque también puede hacerse hasta velocidades inferiores a 5 km/h. A su vez, suma el diferencial de deslizamiento limitado (LSD).


Equipamiento

Al ser la versión más equipada de la gama, Chevrolet no dejó nada afuera en materia de ítems de confort para esta variante. La dotación es muy generosa y la ubica como una de las más completas (y caras) del segmento. Cuenta de serie con: pack eléctrico (cuatro levantavidrios, espejos, y bloqueo), alarma antirrobo, faros antiniebla delanteros, chapón protector de motor, computadora de a bordo, control de velocidad crucero, volante multifunción en cuero regulable en altura, faros antiniebla delanteros y trasero, faros delanteros "Blade Silver", climatizador automático, espejos y tiradores de puertas cromados, luces diurnas LED, faros traseros LED, encendido automático de luces, computadora de a bordo con display a color, sensor de lluvia, monitoreo de presión de neumáticos (TPMS), espejo retrovisor interno con anti-encandilamiento automático, sistema multimedia MyLink (pantalla táctil LCD de 8"), con AM/FM/Bluetooth/USB/Aux-In/GPS, reconocimiento de voz, Apple Car Play y Android Auto, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, volante multifunción en cuero regulable en altura, encendido y apagado a distancia, cámara de retroceso, faros delanteros color "Blade Silver", espejos exteriores rebatibles eléctricamente, estribos laterales, paragolpes traseros color carrocería con detalle cromado, paragolpes delantero con defensa integrada, barras portaequipajes transversales con detalles cromados, lona maritima, parrilla delantera en color "Negro High Gloss", barra de caja deportiva, tapizados en cuero Brownstone, asiento del conductor con regulación eléctrica en altura y longitudinalmente, y llantas de aleación de 18 pulgadas en color negro esfumado sobre neumáticos 265/60 R18.


Como ya dije, la dotación es completísima (más allá del climatizador de una vía, que no molesta tanto), además de tener algunas tecnologías que no tiene ninguno de sus competidores como encendido a distancia o un sistema multimedia parecido siquiera al excelente MyLink. Aunque la gran distancia la pone en materia de seguridad pasiva. Bueno, a medias como veremos a continuación.

Seguridad

Ahora todas las S10 mejoraron en seguridad desde las versiones menos equipadas hasta esta High Country, que es la más completa. Todas cuentan con: controles de estabilidad (ESC) y tracción (TCS), controles de ascenso (HSA) y descenso (HDC), frenos ABS+EBD, cinco cinturones inerciales de tres puntas. A su vez, en las LTZ y High Country se pone un poco más alto el listón sumando elementos inéditos para el segmento como: sistema de alerta de ángulo ciego, sistema de detección inminente de colisión frontal (FCA), alerta de cambio involuntario de carril (LKA) y sistema de medición de distancia al vehículo delantero.

Hasta ahí, la S10 sería la más completa del segmento en materia de seguridad, si no fuera porque apenas hay dos airbags delanteros en todas las versiones (sí, incluyendo esta High Country de U$S 63.490) sin opción de laterales, de cortina o rodillas como sí están ofreciendo algunos rivales, tampoco hay un quinto apoyacabezas ni anclajes para sillas infantiles.


Que le hayan puesto toda la tecnología mencionada antes, pero no elementos más básicos de seguridad pasiva, realmente es llamativo y poco entendible. Ni hablar cuando vemos el precio de lista de esta versión probada. Honestamente aplaudo que se sumen las asistencias a la conducción, pero sería bueno también no dejar las renovaciones hechas a medias en este sentido, ya que sumando los elementos que aún le faltan, sería la referencia a seguir en este segmento.

Más allá de esta crítica, son bienvenidos los FCA y LKA en una pick-up, más cuando consideramos que suelen ser la herramienta para cubrir grandes distancias de muchos usuarios, especialmente en rutas.  En el caso del alerta de cambio involuntario de carril (LKA), no es tan intrusivo como en otros productos que lo utilicé, ya que solo suena un pitido cuando nos pasamos de carril. Resulta muy práctico para cuando pasamos varias horas al volante y empezamos a bajar nuestra atención. El sistema trabaja entre los 70 y 180 km/h.


De todas formas, el sistema de detección inminente de colisión frontal (FCA) junto al de medición de distancia al vehículo delantero son lo que más destaco del equipamiento de seguridad de esta S10. Trabajan midiendo hasta una distancia de 60 metros con el vehículo que nos precede y funcionan ambos por encima de los 40 km/h. Primero nos avisa con un pequeño gráfico de un auto en color verde cuando lo detecta y que luego se torna ámbar cuando nos acercamos mucho.

En el caso de que no reaccionemos ante el acercamiento, por delante del tablero se dispararán dos alarmas bastante llamativas, una lumínica y otra sonora similar a la de un despertador. La lógica del sistema es alertar, pero a no confundirse. El LKA no frena por uno, simplemente activa un aviso. En tiempos de sistemas de frenado autónomo, a muchos les puede parecer una solución a medias, pero créanme que funciona y hasta es menos intrusivo que un AEB. Pero a veces se confunde con el tráfico que viene por la otra vía y eso un AEB convencional, no lo hace.


Los frenos son de discos ventilados adelante y tambores atrás, con ABS en ambos ejes. El funcionamiento es correcto, deteniendo siempre a la S10 en línea recta, incluso apoyando dos ruedas en el asfalto y las otras dos en pasto u otra superficie de baja adherencia. El pedal tiene una buena dosificación de la potencia de frenado, además. La trompa se balancea un poco en estas situaciones, producto de la ya elogiada suspensión cómoda que tiene, pero nada que sea molesto.

Si hablamos de los controles de tracción y estabilidad, estos no se pueden desactivar parcialmente ni completamente, aunque existe una tecla física con la que en la primera pulsación, desacopla parcialmente el control de tracción y en una segunda presión hace lo propio con el de estabilidad. Nunca lo hace por completo, y en el momento que pasemos el umbral de acción mínimo, se volverán a conectar automáticamente. De todas formas son sistemas bastante permisivos en el off-road, dejando que se produzcan ciertos deslizamientos, aunque con esa red de seguridad invisible bien tensa.


Precio, garantía y competidores

La S10 probada corresponde a la versión High Country 2.8 CTDI 4x4 A/T, que en nuestro país se comercializa a un precio de U$S 63.490 y con una garantía de 3 años o 100.000 kilómetros. Un punto positivo a tener en cuenta, es que vale lo mismo que la misma versión de la S10 anterior, pero sumando mucho más equipamiento, especialmente a nivel de conectividad y asistencias de seguridad a la conducción.

Lo no tan destacado, justamente es el precio. Es una de las pick-ups más caras del segmento, aunque no llega al descabellado valor de otros rivales como veremos más adelante. Justamente, tomando en cuenta que es la más completa de la gama, tiene caja automática y tracción 4x4, la competencia de esta S10 HC está un poco más reducida que en los niveles más accesibles del modelo.


Los rivales de esta pick-up de GM son los siguientes: Mazda New BT-50 3.2 MZ-CD eTGV 4x4 A/T  (U$S 61.990), Mitsubishi L200 2.5 High Power Di-D GLS Sportero 4x4 A/T (U$S 58.990), Nissan NP300 Frontier C/D LE 4x4 2.5 DDTTi High Power A/T (U$S 60.990), Toyota Hilux Cabina Doble 3.0 D-4D SRV 4x4 A/T (U$S 68.990), Toyota Hilux Cabina Doble 3.0 D-4D SRV Plus 4x4 A/T (U$S 73.990) y por último, la Volkswagen Amarok 2.0 TDI Highline 4x4 A/T (U$S 56.400).

Como podrán ver, todas se acercan al entorno de los 60 mil dólares, billetes más, billetes menos, con la diferencia de que Toyota se despega por una distancia de 10 mil por encima de esta S10 High Country probada. Son todos productos bastante caros, hay que decirlo, pero si tomamos en cuenta la relación precio/potencia/equipamiento del modelo de General Motors, de todas formas no sale tan mal parado en la comparación.


Conclusión


Si estará cambiando rápido el panorama del mercado de las pick-ups en el último tiempo, que ni siquiera es el mismo desde que devolví esta S10 a Chevrolet al día en que ustedes están leyendo esta prueba. En ese período salieron a la cancha modelos como la renovación Mercosur de la Amarok de Volkswagen (ver nota), mientras que Mercedes-Benz oficializó a nivel mundial lo que en algo más de dos años veremos como Clase X (ver nota).

Para el cliente de este segmento se vienen tiempos más que interesantes y a su vez, convulsionados. Chevrolet lo sabía de antemano y por eso puso manos a la obra para poner al día a su S10. El resultado es la muestra de que muchas veces un restyling también puede ser el momento propicio para sumar una serie de mejoras que jerarquicen al producto frente a una feroz competencia.


La segunda S10 había nacido en 2012 como un producto ideal para haber sido lanzado dos años antes al menos. Adolecía de la modernidad que tenían modelos como la Amarok o mismo la Hilux de aquellos días. Pero esta renovación no solo cambió su rostro, sino también la percepción general del modelo.

La modernidad ya no viene envasada en un paquete de plásticos y llantas nuevas, también hay más tecnología aplicada, más seguridad preventiva, y elementos de confort, además de una serie de incorporaciones a nivel de gama que la dejan como una opción no solo bien equipada, sino a precios más que razonables y competitivos.


Hoy Chevrolet tiene en la S10 una segunda oportunidad de recuperar el tiempo perdido. De todas formas siguen habiendo cosas por mejorar, como la falta de más airbags o anclajes para sillas infantiles, dos elementos que parece insólito estar reclamándoselos a un producto que supera holgadamente los 60 mil dólares. Pero no seremos los periodistas especializados los que tenemos que salir a pedirlos, son los propios clientes. Y ahí, si las marcas saben escuchar a sus usuarios, la situación se revertirá.

Si bien Toyota sigue siendo la líder (y referencia) del segmento, cada vez más los rivales están complicándole la vida a la Hilux. Tienen modelos más equipados, refinados, modernos y a precios bastante agresivos en algunos casos. Con esta renovación, la S10 no solo pulió sus aristas más rústicas, también aprovechó y se afiló bien los dientes. Solo le falta que el mercado la ayude para que pueda morder una gran porción de la torta.



A favor
  • Confort de marcha en ruta
  • Conjunto motor/transmisión
  • Comportamiento off-road
  • Diseño
  • Equipamiento de seguridad y confort
  • Garantía
  • Habitabilidad
  • Robustez estructural

En contra
  • Columna de dirección sin regulación en profundidad
  • Consumos elevados en ciudad
  • Falta de airbags laterales y de cortina
  • Neumático de auxilio de diferente medida
  • Sin anclajes para sillas infantiles
  • Sin apoyacabezas central trasero














FICHA TÉCNICA:

MOTORIZACIÓN
Cilindrada (cc) 2.776
Número de cilindros: 4
Número de válvulas: 16
Relación de compresión: 16,5:1
Diámetro x carrera (mm): 94 x 100
Inyección: directa common rail con turbo de geometría variable (TGV) e intercooler
Potencia máxima (cv/rpm) 200/3.600
Torque máximo (Nm/rpm) 500/2.000
TRANSMISIÓN
Caja de velocidades automática secuencial de seis relaciones
Tracción integral 4x4 denominado Shift-On-The-Fly con diferencial de deslizamiento limitado (LSD)
DIRECCIÓN
De piñón y cremallera con asistencia eléctrica
FRENOS
Delanteros: de discos ventilados
Traseros: de tambores
EJES - SUSPENSIÓN
Delantera: McPherson con barra estabilizadora y amortiguadores telescópicos hidráulicos
Trasera: independiente con paquete de elásticos semi-elípticos, barra estabilizadora y amortiguadores telescópicos hidráulicos
NEUMÁTICOS

Dimensiones: 265/60 R18
Rueda auxiliar: 245/70 R16
PRESTACIONES
Velocidad máxima (km/h) N/D
Aceleración 0/100 km/h (s) N/D
Consumo (l/100km) Urbano: N/D - Carretera: N/D - Mixto: N/D
DIMENSIONES / PESO
Capacidad de carga (kg) 1.049
Volumen de carga (l) 1.061
Peso en vacío (kg) N/D
Peso en orden de marcha (kg) 2.101
Largo total (mm) 5.408
Ancho total (mm) 1.874
Alto total (mm) 1.839
Distancia entre ejes (mm) 3.096
Largo de la caja (mm) 1.484
Ancho de la caja (mm) 1.534
Alto de la caja (mm) 0.584
Capacidad del tanque de combustible (l) 76
Capacidades fuera de camino (º) ángulo de ataque: N/D - de salida: N/D - ventral: N/D
Despeje al suelo (mm) 205

Galería: Chevrolet S10 High Country 2.8 CTDI 4x4 A/T | Créditos: Autoblog y Diego Olivera (oliverafotografo.com.uy).


EQUIPAMIENTO:


EXTERIOR
Barra de caja deportiva
Barras portaequipajes transversales con detalles cromados
Chapón protector de motor
Cobertor de caja
Espejos y tiradores de puertas con detalles cromados
Estribos laterales
Faros delanteros color "Blade Silver"
Llantas de aleación de 18 pulgadas
Luces dirunas LED
Luces traseras LED
Luz de giro en los retrovisores
Lona maritima
Faros antiniebla delanteros y trasero
Paragolpes traseros color carrocería con detalle cromado
Paragolpes delantero con defensa integrada
Parrilla delantera en color "Negro High Gloss"
SEGURIDAD
Alerta de cambio involuntario de carril (LKA)
Airbags frontales delanteros
Apoyacabezas delanteros y traseros (4)
Cinturones de seguridad traseros de tres puntos (3)
Control de estabilidad (ESC)
Control de tracción (TCS)
Diferencial de deslizamiento limitado (LSD)
Frenos ABS
Monitoreo de presión de neumáticos (TPMS)
Repartidor electrónico de frenado (EBD)
Sistema de asistencia para el arranque en pendiente (HSA)
Sistema de alerta de ángulo ciego (SBSA)
Sistema de detección inminente de colisión frontal (FCA) con medición de distancia al vehículo delantero
CONFORT
Alarma volumétrica
Asiento del conductor con regulación eléctrica en altura, lumbar y del respaldo
Botón de encendido/apagado
Cámara de retroceso
Cierre centralizado de puertas con mando a distancia e interfase de ventanillas
Climatizador automático de una zona
Control de velocidad crucero
Computadora de a bordo con display monocromo
Dirección con asistencia eléctrica (EPS)
Encendido automático de luces
Encendido/apagado del motor mediante control remoto
Espejo retrovisor electrocrómico
Espejos retrovisores rebatibles eléctricamente y calefaccionados
Levantavidrios eléctricos delanteros y traseros con sistema "one touch"
Luces delanteras altas con control automático de anti-encandilamiento
Selector de cambios y freno de estacionamiento en cuero
Sensor de lluvia
Sensores de estacionamiento delanteros y traseros
Sistema de acceso y arranque sin llave
Sistema multimedia MyLink (pantalla táctil LCD de 8"), con AM/FM/Bluetooth/USB/Aux-In/GPS, reconocimiento de voz, Apple Car Play y Android Auto
Tapizados en cuero "Brownstone"
Volante multifunción en cuero regulable en altura

PRECIO Y GARANTÍA:

U$S 63.490. Garantía: 3 años o 100.000 km

COMERCIALIZA:

General Motors Uruguay. Luis Alberto de Herrera 1248 Torre I. Tel. 26236720 Web: www.chevrolet.com.uy