Contacto: BYD Seagull Surf (43,2 kWh)

miércoles, 29 de octubre de 2025




Probamos al BYD Seagull Surf, que se ubica por encima del Seagull en prestaciones y precio. Llega desde China en una sola configuración, equipada con un impulsor de 65 kW (88 cv) de potencia y 175 Nm, batería de 43,2 kWh de capacidad y una autonomía combinada de 380 km según ciclo NEDC.

En algo más de un año, el BYD Seagull (ver lanzamiento) se convirtió en uno de los modelos más populares de esta marca. Pero también es todo un hit dentro del mercado uruguayo. Colocó nada menos que 1.667 unidades comercializadas en 2024, siendo el eléctrico más vendido del año pasado (ver nota) y en 2025 todo viene dándose para repetir o superar esas cifras. En Autoblog incluso le dedicamos un editorial explicando los diez motivos por los que es un producto tan demandado y exitoso (ver editorial).

Lo analizamos a comienzos del año pasado (ver prueba) pero desde entonces no se han generado más novedades al respecto, salvo algunas actualizaciones de equipamientos como la incorporación de una configuración para cinco pasajeros (ver lanzamiento) y un cambio en el diseño de sus llantas (ver lanzamiento). Sin embargo, en septiembre tuvimos la incorporación a la gama que nadie esperaba, el denominado Seagull Surf (ver lanzamiento) que por el contrario de lo que muchos pensarían, no es una  “nueva versión”, sino un producto distinto en muchas cosas, pero idéntico al Seagull conocido en otras. Es más, incluso comparte la denominación interna “EQ” con el modelo que ya conocíamos por estos lares.


La nomenclatura “Surf” nace como la adaptación para el mercado europeo del Seagull que ya teníamos en nuestra región. Se reveló para el viejo continente en mayo de este año (ver nota) y se caracteriza por tener un exterior modificado para cumplir con las normativas de protección de peatones que Euro NCAP le sugiere a los fabricantes para obtener mejores resultados en las pruebas de impacto. Tal es así que el largo tiene un incremento de 210 mm frente al modelo conocido. También es 5 milímetros más ancho y 10 más alto. La distancia entre ejes se mantiene en los 2.500 mm. A su vez, el baúl gana 78 litros de capacidad. Aunque también incorpora una batería de mayor capacidad y un impulsor con más potencia y torque. Y acá es donde la historia se empieza a entreverar de maneras inexplicables. Tengan paciencia, por favor.

Mientras este modelo tiene un nivel de confusión y entrevero enorme a nivel de nombres, porque somos el único país que lo llama “Seagull Surf”. Comencemos por lo fácil, en Australia, Nueva Zelanda, Indonesia y Nepal, le dicen Atto 1. Europa, Reino Unido, y Sudáfrica lo conocen como “Dolphin Surf”. Y en Argentina, país que acaba de recibir a la marca, se llama “Dolphin Mini”. Es decir, la denominación que utiliza para otros mercados de la región, salvo Uruguay y Colombia, donde se llama “Seagull” al igual que en China. ¿Mareados? Somos varios. Sea cual sea su nombre (¿ustedes también están hartos como yo de los nombres de BYD?), llega desde ChangzhouJiangsu, en China, con un impulsor de 65 kW (88 cv) de potencia (+10 kW/13 cv frente al Seagull) y 175 Nm (+40 Nm), batería de 43,2 kWh de capacidad (+5,2 kWh) y una autonomía de 380 km según ciclo NEDC. Y llegó el momento de analizarlo en detalle.


EXTERIOR

El Seagull Surf no es otra cosa que una adaptación de un modelo ya conocido y es erróneo pensarlo como un producto totalmente distinto al Seagull conocido. Parte de la misma estructura madre, pero agrega cambios estéticos y funcionales que lo hacen parecer un restyling más que una modificación del diseño original. En lo personal creo que es beneficioso el cambio de estilo y hasta más agradecido al ojo que el modelo del que parte. Sin tampoco perder identidad en el proceso. Es y se reconoce como un Seagull más.

Como decía más arriba, la razón de los cambios radican en una adaptación del frontal para poder pasar con mejores números las pruebas de protección de peatones en los organismos independientes de evaluaciones de seguridad automotriz, como Euro NCAP sin ir más lejos. Más allá de esos efectos prácticos radicados en un paragolpes (que incorpora los radares para las asistencias a la conducción), capot y guardabarros distintos, al Surf se lo distingue también por tener dos limpiaparabrisas en lugar de uno, como tiene el Seagull. En la vista lateral, ese frente más estirado le hace dar un aspecto más grande de lo que realmente es. Es decir, los 210 mm extra están en los voladizos y se notan mejorando las proporciones del Seagull.


Mirado desde el perfil ahora todos los Seagull llevan el mismo diseño de llantas de aleación de 16 pulgadas. Pero mientras en los modelos “a secas” utilizan unos neumáticos Linglong GreenMax EP100 EV Special+ en medida 175/55 R16, el Surf se vale de unos más anchos Hankook ion ST AS EV en medida 185/55 R16. Otra diferencia es que el Surf carece del detalle en el protector de las puertas que reza “Blade Battery” tanto en inglés como en chino para el Seagull convencional. También ese aplique tiene un tamaño mayor en el color de la carrocería. Dicho sea de paso, este “Ice Blue” le queda de maravillas.

En el sector trasero el paragolpes está más alejado del portón trasero que en el Seagull y además incorpora sensores de estacionamiento así como la única cámara exterior, la de retroceso. En la versión más equipada del Seagull cuenta con unas de 360°, algo que el Surf, pierde frente a su hermano. Por el resto, sigue todo igual que en el modelo original. Por último, la denominación “Surf” aparece en el portón trasero con un emblema de plástico negro impreso localmente en 3D, que no termina de quedar del todo bien. Ojalá próximas partidas tengan uno de fábrica. Pasando a las dimensiones, comparativamente con el Seagull, el Seagull Surf es apenas más grande: mide 3.990 mm de largo (+210 mm frente al Seagull), 1.720 mm de ancho (+5 mm), y 1.590 mm de alto (+10 mm). La batalla en tanto es de 2.500 mm (ídem). 


INTERIOR

Mientras que por fuera las diferencias entre el Seagull y Seagull Surf son claras, en el interior ya tenemos que apelar a un ojo más entrenado. Por empezar, hay un cambio en la tonalidad del habitáculo. Mientras el primero tiene tapizados y ambiente general en Light Blue o Dark Blue con acentos en naranja, el Surf tiene una configuración “más uruguaya” si se me permite, en Black & Grey. En lo personal, me gustan los tonos jugados. Pero acá lamentablemente tengo que inclinarme sobre el más sobrio Surf y los grises, porque creo que contrastan un poco mejor con el exterior, considerando las pocas opciones que hay de tonalidades para la carrocería en los Seagull (Lime Green, Polar Night Black, Apricity White y Ice Blue).

Por el resto siguen los elementos compartidos con su hermano, como el volante o el conjunto de toggle-switches de la consola central. También comparte con aquel el nivel de calidad materiales y ajustes, manteniéndose como la referencia actual del segmento en ese aspecto. También conserva la misma disposición de pantallas con un instrumental digital y una para la multimedia con la posibilidad de rotarse en forma apaisada o tipo retrato como principales atractivos. En relación a la posición de manejo, el volante se sigue regulando muy poco en altura, pero acá además pierde el ajuste en profundidad frente a los otros Seagull. Lo compensa en parte contando de serie con ajustes eléctricos en seis vías para el conductor y cuatro para el acompañante, aunque careciendo de ajuste en altura para este último.


En términos de pantallas y conectividad, mantiene las mismas características que otros Seagull. Esto es, un instrumental digital LCD de -supuestas- siete pulgadas (lo son si contamos los marcadores digitales por fuera de la computadora de a bordo) que en el Surf pierde el simpático cronómetro de aceleración que activa en el modo Sport, y que sí está presente en el Seagull convencional. Al centro la pantalla multimedia sigue siendo de 10,1 pulgadas con conectividad inalámbrica para Android Auto y Apple CarPlay. La gran diferencia con el Seagull más equipado, es que el Surf carece de cargador inalámbrico para smartphones por inducción (Qi) y tampoco cuenta con cámaras 360°, teniendo solo una de retroceso. Sí conserva las conexiones USB-A y USB-C para las plazas delanteras, además de una toma de 12V.

En relación a la habitabilidad posterior, mantiene las plazas traseras originales de este modelo, es decir, para dos ocupantes. Recordemos que desde 2024, el Seagull convencional está homologado para cinco, aunque técnicamente vayan cómodos, solo dos. En lo personal, valoro más la honestidad de espacio del Surf que del otro modelo. En parte esto lo limita para ser elegible para las aplicaciones de transporte y sus ridículos reglamentos, es cierto. Pero prefiero que un producto sea honesto con dos asientos habitables que tres muy ajustados. Pasando al baúl, gana 78 litros frente al Seagull, quedando en unos más que dignos 308 litros. Si rebatimos los respaldos en proporción 50:50 (otra ventaja dado que el Seagull lo rebate enterizo), nos quedan 1.037 litros (107 más que en el Seagull). Las contras vienen de la mano no tener una bandeja de baúl, ni tampoco luz. El piso permite guardar debajo cables o cargadores (no así en el Seagull). Por último, carece de neumático de auxilio (ídem en el Seagull), llevando un kit sellador de pinchazos.


EQUIPAMIENTOS

Como siempre la dotación completa se puede consultar en el enlace “ver lanzamiento” de la introducción. A lo largo de este análisis fui nombrando las pequeñas diferencias entre el Seagull Surf y Seagull, que son más de las que muchos consumidores podrían pensar. Frente a su hermano este Surf pierde y gana algunos ítems bastante interesantes. Por ejemplo, suma un anclaje ISOFIX y TopTether para la plaza delantera derecha, asiento del acompañante con regulación eléctrica, sensor de lluvia, doble limpiaparabrisas, respaldo trasero 50:50 y lo más importante, asistencias a la conducción. Hoy es el citycar más completo del mercado en este aspecto con: sistema de frenado autónomo con detección de vehículos y peatones (AEB), sistema de prevención anti-colisión con medición de distancia delantero (FCW), advertencia de cambio de carril involuntario (LDWS), alerta de tráfico cruzado trasero (RCTA), frenado automático ante tráfico trasero (RCTB), alerta de colisión trasera (RCW), reconocimiento de señales de tránsito (TSR), alerta de punto ciego (BSD), advertencia de apertura de puertas (DOW), control inteligente del límite de velocidad (ISLC), alerta inteligente de velocidad (ISLC), control de velocidad crucero adaptativo (ACC) con función Stop&Go (ICC), y luces delanteras LED adaptativas e inteligentes (IHBC).

Más allá de tener una de las mejores dotaciones de seguridad del segmento, por no decir la mejor hasta ahora, al Seagull Surf se le “perdieron” algunos equipamientos de confort respecto al Seagull convencional, como ser cámaras 360°, cargador inalámbrico para smartphones y asiento central trasero homologado para tres pasajeros, que muchos reclamarán, aunque no lo veo como algo tan urgente considerando todo lo otro que suma frente a su hermano más accesible. Luego hay reclamos comunes a todos los Seagull como sistema “one touch” para las cuatro ventanillas (solo tiene para el conductor) limpia luneta, algún USB-A o USB-C para las plazas traseras, parlantes traseros (tiene cuatro pero son todos delanteros) o bandeja de baúl y luces. Son detalles muy menores, pero que considerando la buena dotación general y los precios, ya deberían tenerlos.

Un detalle que no quiero dejar pasar por alto, es que como buen producto con configuración para el continente europeo, las regulaciones de aquel mercado obligan a que los vehículos nuevos cuenten con SLW (Speed Limit Warning) o alerta de exceso de velocidad. Es un sistema bastante molesto con una señal sonora insistente cuando superamos lo que lee la cámara delantera para  se vuelve a activar con cada encendido. Basta y sobra con la alerta en el instrumental, creo. La auditiva es demasiado persistente.


MOTOR, BATERÍA Y TRANSMISIÓN

Al igual que en el exterior e interior, a nivel mecánico también hay cambios frente al Seagull convencional. El Surf lleva un impulsor delantero del tipo reversible síncrono de imanes de neodimio permanentes, denominado TZ180XSX. Produce 65 kW de potencia (88 cv) hasta las 15.500 rpm, mientras que el torque máximo es de 175 Nm. La transmisión es un reductor con una sola relación. 

La batería es de LFP (fosfato de hierro y litio o LiFePO4) con una capacidad de 43,2 kWh. Le permite una autonomía teórica de 380 km según el ciclo NEDC (322 km WLTP). En relación a las recargas de la batería, las de corriente continua (DC con CCS2) pueden ser realizadas a una capacidad máxima de 85 kW (30 al 80% en ≤30 minutos), mientras que en alterna (AC) permite potencias de hasta 11 kW (30 al 80% en 5 h).


Si lo comparamos con su hermano, el Surf tiene 10 kW (13 cv) más de potencia y 40 Nm extra de torque, mientras que su batería gana 5,2 kWh de capacidad. Algo curioso es que el mismo modelo se ofrece en otros mercados con una variante de 115 kW (156 cv) y 220 Nm de torque, asociado a la misma batería (43,2 kWh) y autonomía de 310 km según el ciclo WLTP. Por ahora no está previsto que llegue por acá.

Volviendo al modelo que tenemos en Uruguay, esa potencia y torque extra se traducen en un citycar un poco más veloz y con algo más de brío. Pero que no escapa a las características de los Seagull convencionales. Acá con 175 Nm de torque, si bien no llega a sorprender a nadie tampoco por sus reacciones, de todas forma logra conseguir una cuota más que digna de diversión bastante alta. Es un producto ideal para el tránsito urbano por su agilidad general y buen nivel de respuesta. Digamos que si manejaste alguna vez un Seagull, acá te vas a encontrar con un vehículo apenas más ágil en la respuesta.


Al igual que sucede en otros autos eléctricos, tampoco tiene una caja de cambios convencional, porque resulta innecesaria con la curva plana de torque que tienen de forma natural los eléctricos. Ni siquiera el selector es tradicional, sino que se parece más a un joystick y por encima tiene los modos de conducción (Snow, Eco y Sport, que cambian más que nada la respuesta del acelerador). Más allá de esto, sí hay una transmisión eléctrica que hace la reducción necesaria para que el motor trabaje en un régimen óptimo de revoluciones, no en términos de eficiencia sino de suavidad de manejo y aumente las autonomías.

También hay diferencias en las prestaciones frente al Seagull. Aquel lograba el 0-100 km/h entre 13,9 y 14,9 segundos, con una velocidad máxima de 130 km/h y consumos combinados que oscilan entre los 9,4 y 9,6 kWh/100 km (según ciclo NEDC). El Surf, por su parte, declara una aceleración de 0 a 100 km/h en 12,1 segundos (12,37 según el registro de Autoblog), una velocidad máxima de 150 km/h y un consumo mixto de 15,6 kWh/100 km, según ciclo WLTP. Durante las pruebas realizadas, conseguí 12,3 kWh/100 km (351 km) en ciclo urbano, mientras que en carretera y combinado las cifras fueron 14,6 kWh/100 km (295 km) y 13,4 kWh/100 km (322 km) respectivamente.

Comparado con el Seagull convencional, el Surf tiene un consumo y autonomías similares. No es tan grande la diferencia. Incluso en ciclo combinado había obtenido en la prueba de aquel 321 km, contra 322 del nuevo modelo (exacto lo que homologa por WLTP, algo poco común), mientras que en ciudad había dado 363 km y 286 en carretera. Las diferencias son poco significativas. El peso bruto es de 1.370 kilogramos, es decir, 130 kg más que la versión “corta”. Pasemos a ver cómo se comporta en movimiento.


COMPORTAMIENTO DINÁMICO

A nivel dinámico podríamos suponer que no hay tantas diferencias. Una distancia entre ejes inalterada y solo 130 kg de diferencia en masa no deberían hacer mucha mella. Sin embargo, hay otro factor que va a cambiar la percepción del Seagull Surf frente al Seagull “a secas” y radica en la elección de neumáticos y suspensiones. Es algo muy sutil que cambia, pero la diferencia entre ambos es el día y la noche. Cuando lo probé allá por comienzos de 2024, comenté que el eje trasero tendía a rebotar con una frecuencia que se hacía insoportable en asfaltos ondulados o desparejos. Esto queda solucionado en el Surf con neumáticos que son 10 mm más anchos y unos amortiguadores calibrados para absorber mejor las imperfecciones.

Salvando esa diferencia crucial, el Surf sigue siendo al igual que otros Seagull, un producto que goza de un esquema bastante más refinado que en sus rivales de segmento, acercándose más a las sensaciones de manejo de un segmento B que de un A. Permite circular en la ciudad con un confort de marcha destacado, y pudiendo filtrar calles en mal estado o empedrados sin problemas, en especial en el tren delantero. En lo veloz, tiene un equilibrio de suspensiones que sorprende por la comodidad y la firmeza que conjuga. Es muy estable en la ruta, mientras que los neumáticos con su perfil 55 y rodado 16, no llegan a transmitir sequedades ni ruidos de rodadura. La insonorización a 100 km/h es de 67 dB, siendo una cifra correcta.


Luego en términos de agilidad de respuesta, esa diferencia extra de potencia y torque frente al Seagull, hacen que el Surf sea un poco mejor en este aspecto. Las cifras no hacen otra cosa que respaldar esto. Mientras aquel recuperaba de 80 a 110 km/h en 8,07 segundos, el Surf baja ese sprint hasta los 7,10 segundos. No es mucho, pero es una ventaja clara a favor del modelo más potente de los dos. No es un producto veloz, porque sus prestaciones tienden a ser más bien modestas. Pero lo compensa siendo ágil. Porque está pensado para moverse con soltura en el tránsito urbano diario. Y en eso, destaca muchísimo.

Otro factor positivo es el altísimo grado de maniobrabilidad que ostenta, con un radio de giro de 9,9 metros, que lo hace inmune a estacionamientos complicados o atravesados. Vivo en un edificio con unas cocheras diseñadas por el mismísimo Satanás, y el Seagull es de los pocos productos en los que puedo entrar o salir en una sola maniobra. Son pequeñas cosas que a veces se valoran mucho.

En las curvas exigidas inclina bastante la carrocería y se siente el peso en la parte baja del auto, haciendo que también sea bastante inmune a vientos cruzados en carretera, algo que muchos citycars no tienen las credenciales para abogarse en este sentido. En conclusión, sea Seagull o Seagull Surf ahora, BYD sigue teniendo hoy tiene al mejor citycar del mercado. Y acá no estoy haciendo la distinción entre eléctricos y térmicos. Es desde el concepto global de la categoría. Sin dudas se mantiene como la referencia del segmento, ahora con una versión que lima las asperezas dinámicas del eje trasero de los previos Seagull.


CONCLUSIÓN

A primer golpe de vista la incorporación de la versión Surf a la gama Seagull podría no tener mucho sentido. Sin embargo, con el reposicionamiento de precios que hizo BYD a mediados de este año de toda su oferta, el espacio entre este modelo y el Dolphin (mal llamado New e2 en Uruguay) hacían que apareciera una opción o bien más accesible de este último o una más completa del primero para llenar esa brecha. La solución llegó en forma de este Seagull Surf que cumple con creces en este aspecto, con las mismas características de la versión original del modelo, pero con las esperadas y reclamadas mejoras que le pedí en su momento a la hora de analizarlo. La agilidad de mejora de la industria china es sorprendente.

Sin embargo, llega con una mejora aparejada en términos de equipamientos de seguridad y ajuste general dinámico que lo hacen ser una opción más interesante que los Seagull convencionales e incluso más lógica en estos términos si lo comparamos con su hermano mayor, el Dolphin. Seagull Surf es mucho más que una versión mejorada del Seagull. Es un producto más lógico desde cualquier punto de vista al poner en la balanza lo que uno se lleva a casa por lo que cuesta. De alguna manera que sus rivales todavía estarán tratando de entenderla, BYD logró hacer todavía más competitivo a un producto que ya brillaba con luz propia. Se llame Atto 1, Seagull Surf, Dolphin Mini, o como sea, este es un citycar ejemplar. Pero además, junto a su principal competidor, el Chevrolet Spark EUV (ver prueba), si buscas un eléctrico, el Seagull, Surf es una de las compras más lógicas, razonables y recomendables que hay en este segmento y precio.

A FAVOR
  • Autonomías en ciudad y ruta
  • Calidad de materiales y terminaciones
  • Capacidad de baúl
  • Conjunto motor/transmisión
  • Consumos reducidos
  • Confort de marcha
  • Comportamiento dinámico
  • Diseño exterior e interior
  • Diversión de manejo
  • Garantías
  • Equipamientos de seguridad y confort
  • Habitabilidad para cuatro adultos
  • Insonorización
  • Relación precio/producto/tecnología
  • Tecnologías aplicadas
  • Tiempos de recarga en DC
EN CONTRA
  • Potencia máxima de carga en AC
  • Sin neumático de auxilio
  • Visibilidad ¾ trasera y trasera limitada








COMPETIDORES
FICHA TÉCNICA

MOTORIZACIÓN
Motor eléctrico
Tipo: generador reversible sincrono de imanes de neodimio permanentes con reductor integrado
Potencia máxima (cv-kW/rpm) 88-65/15.500
Torque máximo (Nm/rpm) 175/N/D
Batería
Tipo: litio-ion fosfato de hierro y litio (LiFePO4)
Celdas: N/D
Capacidad máxima (kWh) 43,2
Capacidad nominal (Ah) N/D
Tensión máxima (V) N/D
TRANSMISIÓN - TRACCIÓN
Reductora eléctrica y una relación
Tracción delantera
DIRECCIÓN
De piñón y cremallera con asistencia eléctrica variable
FRENOS
Delanteros: de discos ventilados
Traseros: de discos sólidos
EJES - SUSPENSIÓN
Delantera: tipo McPherson, con barra estabilizadora
Trasera: brazo de torsión semi-independiente
NEUMÁTICOS
Dimensiones: 185/55 R16
Rueda auxiliar: N/D
PRESTACIONES
Velocidad máxima (km/h) 150
Aceleración 0-100 km/h (s) 12,1
Consumo (kWh/100 km) Urbano: N/D - Carretera: N/D - Mixto: 15,6
Autonomía (km) Urbano: N/D - Carretera: N/D - Mixto: 380
DIMENSIONES - PESO
Capacidad del baúl (l) 308/1.037
Peso en vacío (kg) N/D
Peso en orden de marcha (kg) 1.370
Largo total (mm) 3.990
Ancho total (mm) 1.720
Alto total (mm) 1.590
Distancia entre ejes (mm) 2.500

PRECIO Y GARANTÍAS

U$S 23.990. 3 años o 150.000 km (8 años o 150.000 km para la batería).

COMERCIALIZA

Sadar. Paysandú 1083. Tel. 29020843. Web: www.byd.com.uy


Galería: BYD Seagull Surf (43,2 kWh) | Créditos: Autoblog y Diego Olivera.
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