Probamos al Honda WR-V: jugando con las apariencias

martes, 20 de junio de 2017



Evaluamos al Honda WR-V, el nuevo crossover chico de la marca que se produce en Brasil, derivado del conocido Fit.
La próxima prueba será con el Honda WR-V, el crossover para el segmento B derivado del conocido Fit. Durante más de 680 kilómetros lo evaluamos en su versión tope de gama del "Winsome Runabout Vehicle" de la marca japonesa que se produce en Brasil. Pero antes, el adelanto clásico.

En el reino animal es moneda corriente que muchos seres vivos se valgan de disfraces o camuflajes que aparenten ser algo que no son, para poder sobrevivir en la cadena alimenticia. Hay insectos que se asemejan a flores y plantas que se parecen a bichos con seis patas. En el mundo del automóvil también pasa esto, pero con un tipo particular de concepto: el de los crossovers o SUVs.

Aquellos productos que no tiene ese aspecto, así como tampoco apuntan a un tipo de público que busca este tipo de vehículos, se ven obligados a dos cosas: desaparecer, buscar un público fiel o adaptarse. Hace algunos años atrás pasó esto último con el Citroën C3 Picasso, un MPV de segmento B que se caracterizaba por su modularidad y diseño peculiar.


Al tener bajas ventas, esa marca decidió crear al C3 Aircross (ver prueba), una versión "aventurera" del Picasso. Lo que terminó sucediendo es que el Aircross se comió al Picasso y la oferta quedó reducida solo al modelo que se parecía más a una "camionetita 4x4". Lo mismo pasó con los Renault Sandero (ver prueba) y Sandero Stepway (ver prueba) de primera generación. Pero estos dos no son los únicos casos en el Mercosur de "transformismo comercial".

A falta de tener un SUV más accesible que el HR-V (ver prueba), la decisión de Honda para competir contra los sport utilities chicos y más económicos de nuestra región, fue desarrollar una versión para un uso más aventurero de su popular Fit (ver prueba). ¿Por qué hacer esto?, se preguntarán. La respuesta es muy simple: ese modelo tiene una buena cuota de seguidores y es muy polivalente como para realizar sobre su base una versión pseudo off-road.


El resultado de esto lo pudimos ver por primera vez en el Salón de São Paulo (ver nota) y se llamó WR-V, por "Winsome Runabout Vehicle" así como por tratar de seguir la línea de denominación de sus modelos SUVs como son los HR-V y CR-V (ver lanzamiento). Aunque en el fondo esto no sea otra cosa que un Fit "camuflado" de sport utility.

A nuestro mercado llegó en marzo de este año en dos versiones y proveniente desde Brasil (ver lanzamiento) con la intención de Honda de atacar a todos esos modelos que mencioné de otras marcas, así como a aquellos SUVs y crossovers chicos que el price tag de un HR-V no llega a alcanzar hacia abajo. Recordemos que el nivel más accesible de ese modelo parte de U$S 34.900, mientras que un WR-V LX cuesta U$S 8.000 menos.


Hoy en su gama para el Mercosur, a Honda le está pasando que el HR-V le está quitando ventas al Fit y es casi seguro que el WR-V terminará esa tarea, por lo que no sería descabellado pensar que en el corto plazo veamos más de estos dos que del otro en las calles, y que la oferta se terminará inclinando hacia esos que se parecen más un SUV, aunque en realidad, al menos uno de ellos no lo sea.

Tal vez se le podría denominar crossover a este nuevo integrante de la familia Honda, pero al final de cuentas todo el mercado se resume a un juego de apariencias, y por supuesto, de precios. Por eso para conocer si esto es así, es que por cuatro días entró el WR-V a nuestro garage. Y será la próxima prueba que podrán leer en Autoblog.