Prueba: Renault Sandero Expression 1.6 8v

lunes, 26 de enero de 2015



Probamos a la segunda  generación del Renault Sandero, en este caso en la versión Expression, con el motor 1.6 8v de 85 cv.
Tras habernos subido a la versión Stepway, ahora llegó el turno de probar al Renault Sandero "convencional". Durante cinco días y más de 350 kilómetros, manejamos a la variante Expression con el impulsor 1.6 8 válvulas de 85 cv de potencia. La evaluación completa, a continuación.

El Sandero fue presentado a mediados del 2007, y tres años más tarde se presentaba en Uruguay. En el 2011 pudimos evaluarlo en su versión Expression con el archiprobado motor K4M 1.6 16v de 106 cv (ver prueba). Ese mismo año el Sandero recibió su primer restyling de mitad de ciclo de vida, al que Renault denominó "Fase II" (ver lanzamiento), que presentaba algunas mejoras de equipamiento, así como también de diseño y calidad percibida.

Con un bajo nivel de ventas en comparación a su exitoso hermano, el Stepway (ver prueba), el Sandero se dejó de comercializar en nuestro país un año más tarde, y su lugar -en precio- lo fue ocupando un producto completamente distinto, el Symbol (ver prueba), que se produjo en la planta cordobesa de Santa Isabel, en Argentina, hasta mediados del 2013.


Recién a comienzos del 2014 llegó un reemplazo para ese producto, el Logan (ver prueba). Pero el lugar del clásico hatchback chico de cinco puertas en la gama Renault seguía vacío hacía dos años. El Clio Mío (ver lanzamiento) era un producto claramente más compacto, y el año pasado llegó el Clio IV (ver lanzamiento), que significó la entrada de Renault al segmento B+ de origen extra-zona.

Por ese motivo, para escalonar su oferta con un segmento B tradicional y regional, es que el Sandero retornó al mercado uruguayo (ver lanzamiento). Ahora el rombo tiene una propuesta renovada en materia estética, de equipamientos, y mecánica, para aquel cliente racional que simplemente quiere un producto chico, pero a su vez amplio y con un precio contenido. Es decir, ese que no precisa el enorme baúl del Logan, pero igual pueda llevar a cinco adultos en el interior.


Autoblog probó durante cinco días al Sandero, en su versión más equipada denominada Expression con el motor K7M 1.6 8v de 85 cv, compartido con las variantes más accesibles de su hermano tricuerpo, el Logan (ver lanzamiento). Junto a éste, el Sandero se produce en la planta brasileña de São José dos Pinhais, en Paraná.

El precio de la versión evaluada es de U$S 20.990 y con una garantía de dos años o 50.000 km. Por debajo existe la variante Authentique Plus a U$S 19.790, con algo menos de equipamiento de confort que el que nos ocupa hoy. Comencemos con la evaluación de este Sandero de segunda generación.

Exterior

Si bien el Sandero nunca fue el más agraciado en materia estética dentro de la gama Renault, con esta segunda generación el concepto cambiará bastante en la cabeza de varios. Si bien no tiene un diseño jugado como sí pasa con su hermano, el Clio IV, este producto va por el hemisferio izquierdo del usuario del segmento B, apelando a un diseño que busca ser exclusivamente práctico.

Estamos ante un gran avance frente a los anteriores dos Sanderos, en especial el primero, que mantenía los apliques plásticos del Stepway, pero pintados del color de la carrocería, dando un aspecto poco atractivo. Esta segunda generación luce más elegante y refinada, pero sin perder el toque clásico y tradicional que luce su hermano, el Logan.


Visto desde el perfil es donde aparecen menos cambios si lo comparamos con el Sandero original. Muestra nuevas nervaduras en las puertas y los pasarruedas, dándole un aspecto más musculoso, mientras que el despeje sigue siendo una de las características de este modelo, con 150 mm respecto al suelo, que se traducen en un simple "jamás vas a tocar en un lomo de burro con este auto".

Pero el despeje también queda un poco exagerado en el diseño porque este modelo cuenta con unas ruedas que quedan algo "perdidas" en la carrocería. Llevan unos neumáticos Continental ContiPowerContact Eco Plus+ en medida 185/65 R15, que van junto a llantas de acero estampado con tazas plásticas de 15 pulgadas, denominadas "Magiceo".


El sector trasero ahora presenta ópticas de nuevo diseño, bastante más generosas en tamaño que las del modelo anterior y ahora en posición horizontal y no vertical. El portón trasero tiene apertura interna, pero no botón exterior, y lleva el logotipo de Renault al centro, debajo el nombre "Sandero", y en la esquina derecha un simple "1.6" que declara la cilindrada. Nada más.

Mide 4.060 mm de largo, 1.733 mm de ancho y 1.536 mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.590 mm. Si lo comparamos con el Sandero anterior, crece en 37 mm a lo largo, pierde 13 mm a lo ancho, pero gana 1 mm de distancia entre ejes y 8 mm a lo alto.

Interior

Los conceptos vertidos en las pruebas de Sanderos previos, y del Logan se replican en este Sandero de segunda generación. Al igual que sus hermanos sigue marcando la pauta en lo que a espacio interior refiere. Si alguien está buscando un automóvil espacioso y que no supere los cuatro metros de largo, este es uno de los productos a poner en la lista de compra.

La posición de manejo cuenta con regulación en altura de la butaca que permite bajar el asiento, pero incluso sentado en la posición más baja, se viajará muy alto. En este sentido repite la receta ya vista en los otros derivados de la plataforma B0 de Renault, como ser Sandero Stepway, Logan, y Duster.


La columna de dirección cuenta solo con regulación en altura, y al igual que muchos rivales de este segmento, carece de la telescópica. Más allá de esas limitaciones, se consigue una posición cómoda, aunque con unas butacas más bien blandas y que no sujetan mucho lateralmente. En líneas generales se viaja bien, aunque sería ideal que el asiento bajara un poco más en su posición más cercana al piso.

El instrumental ofrece solo dos elementos de aguja, tacómetro y velocímetro, que van enmarcados con unos apliques en negro piano. El medidor de combustible, junto a la computadora de a bordo van en un tercer cuadrante, ambos con un display digital. Como ya es costumbre en muchos modelos actuales, carece de medidor de temperatura de agua, recurriendo a un simple testigo luminoso.


La calidad de materiales, al igual que en el nuevo Stepway y en el Logan, es un salto respecto a los primeros derivados de la plataforma B0 para Renault. Si bien todos los plásticos utilizados son rígidos, no aparecen ruidos a encastres ni piezas sueltas, aunque siguen quedando algunos tornillos a la vista en la consola o los paneles de puertas, por ejemplo, y que no ayudan a la presentación general.

En la consola central aparece el conocido sistema multimedia MediaNav de Renault, en este caso en su generación 1.2. Se trata de una interfaz desarrollada por la marca francesa y la surcoreana LG, contando con conexiones USB y Aux-In, conectividad Bluetooth, audio streaming, y comando satelital. En la unidad que probamos no tenía instalado el GPS, pero desde comienzos de enero Renault ya está ofreciéndolo en todos los productos con esta pantalla, y actualizándolo en aquellos que lo hayan adquirido previamente.


A su vez en el MediaNav está disponible la función ECO, dividida en dos funciones, el Eco Coaching, que nos da consejos de cómo mejorar el manejo para conseguir un consumo de combustible menor, y el Eco Monitoring, que puntúa mediante estrellas, la conducción eficiente. A todo esto hay que sumarle que a igual que sus hermanos, cuenta con el sistema Shift Gear Indicator (GSI) para sugerirle al conductor el cambio más adecuado, mediante un testigo en el tablero.

En la parte más baja de la consola aparecen los mandos del aire acondicionado -con perillas de una calidad mejorable-, y cuatro teclas anuladas que en las versiones más equipadas de la gama Sandero/Logan/Stepway llevan los levantavidrios traseros (que en el Sandero probado son manuales), el bloqueo de los mismos para que no jueguen los niños, y el conmutador del cruise control/regulador de velocidad que los Sandero "a secas" no los ofrecen ni como opción.


Al igual que sus hermanos de gama, goza de unas plazas traseras como para llevar a tres basquetbolistas. Personas de más de un metro ochenta viajarán sobrados a lo alto, ancho y largo, estando mucho más cómodos que en algunos modelos de segmentos C que doblan en precio a este Sandero. Hablando dentro de la propia gama Renault, es más espacioso que un Mégane III.

En materia de seguridad presenta dos apoyacabezas, y tres cinturones de seguridad, aunque solo los dos laterales son de tres puntas y el central de dos, del tipo abdominal. Así como tiene el el debe el tercer cinturón inercial trasero, y el apoyacabezas para el que viaje en la plaza central, también carece de anclajes en caso de tener que llevar niños en sillas.


La capacidad de carga es otra de las ventajas que mantiene este producto, ofreciendo 320 litros, que rebatiendo el respaldo trasero, crecen hasta los 1.196. Eso sí, el respaldo es del tipo enterizo, es decir, no se puede negociar una capacidad mayor de carga y llevar pasajeros traseros al mismo tiempo. Si bien el baúl se puede abrir mediante un comando interno, desde afuera se tendrá que recurrir sí o sí a la llave, ya que carece de un botón o manija de apertura.

Aplausos para Renault que mejoró la ubicación del auxilio respecto al Sandero anterior, pasándolo de la jaula colocada por fuera del habitáculo, a un espacio específico adentro del baúl. A su vez, el auxilio es de la misma marca y medida a las cuatro titulares, es decir, 185/65 R15. Todo un ejemplo a seguir.


Motor y transmisión

A diferencia del Stepway, el Sandero lleva un motor más sencillo, y que probamos por primera vez en Autoblog con este test. Se trata del K7M, un impulsor hermano del clásico K4M tan famoso entre los fanáticos del rombo, y que probáramos recientemente en la variante Stepway del Sandero (ver prueba).

Mientras aquel cuenta con doble árbol de levas a la cabeza y tapa de 16 válvulas, este K7M tiene un solo árbol y la mitad de válvulas, es decir, ocho. Cuenta con una cilindrada de 1.598 cc, y eroga 85 cv a 5.250 rpm, y un par motor de 131 Nm presente a las 2.750 vueltas. 


Renault destaca que el 85% del torque ya está disponible a las 1.500 vueltas con este impulsor monoárbol, y eso se nota en su uso diario. Es ágil para circular en la ciudad, en tanto que en la ruta permite llevar un ritmo bastante correcto, aunque va un poco más justo de ánimo. Es un impulsor algo rumoroso por encima de las 4.000 vueltas, pero también más sereno y suave que su hermano con tapa de 16 válvulas.

A modo de referencia, Renault Brasil declara una aceleración de 0 a 100 km/h en 11,2 segundos, una velocidad final de 177 km/h para esta mecánica, pero con la configuración Flex, es decir, que puede trabajar indistintamente con nafta o alcohol. Los consumos no fueron divulgados por la marca.


Si bien no tenemos los números oficiales, durante la evaluación logramos registrar las siguientes cifras de consumo de combustible, que fueron bastante mejores que las registradas con su hermano, el Stepway: en ciudad conseguimos unos 8,7 l/100 km, mientras que en ruta y en el ciclo mixto, los valores fueron 6,6 y 7,5 litros cada 100 kilómetros respectivamente. El depósito de combustible carga 50 litros, mientras que el peso en orden de marcha está en 1.093 kilogramos.

Comportamiento dinámico

El Sandero está desarrollado y pensado para nuestras calles y caminos, por lo que circular en ciudad o en caminos secundarios es donde más a gusto se sentirá. Las suspensiones son bien blandas, y filtran como pocas las irregularidades como ser pozos o cráteres. Eso, sumado al despeje generoso, permiten incluso pasar "alegre" por lomos de burro bajos o vías de tren, por ejemplo.

Al haber pasado una semana con el Stepway, y a la siguiente haberme subido al Sandero normal, me es imposible no trazar una comparación entre el andar de ambos. Mientras el aventurero, si bien es un producto confortable, el Sandero "civil" lo es todavía más. La respuesta está en los neumáticos. Mientras uno usa 205/55 R16, el probado hoy calza unos más "gorditos" 185/65 R15. Los 7,5 mm extra de perfil realmente hacen la diferencia.


En ciudad es un vehículo extremadamente cómodo, mientras que la mecánica acompaña con un impulsor brioso y de respuestas enérgicas, especialmente a bajas vueltas y asistido por una caja de cambios con las primeras relaciones muy arrimadas entre sí.

Adicionalmente el K7M no tiene casi nada que envidiarle al K4M en el tránsito urbano. Trabaja más relajado, a 100 vueltas menos para ser preciso (1.900 versus 2.000) y a idénticos 70 km/h con la quinta conectada. Se deja escuchar un poco más que el 16v, pero en el uso se lo percibe más refinado y suave en su accionar. Como si el 16v fuera más brusco en sus reacciones y este 8v, más manso.


En la ruta esas suspensiones blandas, se traducen en cierta sensibilidad ante vientos cruzados, aunque solo ante ráfagas muy fuertes y de frente, que incluso se llegan a escuchar con un silbido a la altura de los retrovisores en el habitáculo. De todas formas con el correr de las generaciones del modelo, Renault ha ido puliendo este aspecto y solo se manifiesta en esos casos puntuales y no siempre como antes. A su vez, en comparación con el actual Stepway, los neumáticos de menor medida también traen aparejado menor ruido a rodadura transmitido hacia adentro.

La caja de cambios tiene las tres primeras marchas muy juntas, buscando sacarle el jugo al máximo los 131 Nm de par que tiene este mil seis, mientras que las 4º y 5º marcha son bastante más largas, y repercuten en que este K7M viaje más relajado que el K4M. Por ejemplo, a 110 km/h el 16v se mueve a 3.200 rpm en quinta, mientras que este 8v hace lo mismo, pero a 200 vueltas menos. De todas formas el impulsor se deja escuchar un poco más que el 16 válvulas en la ruta.


La dirección es hidráulica, y no eléctrica como es moda en estos días. Es ideal para maniobras de estacionamiento, por su grado de asistencia, pero no tanto para girar rápido, ya que ni cuenta con tanta precisión ni dureza variable en función de la velocidad.

Al doblar fuerte, como era de esperarse la carrocería se apoya en el tren delantero con decisión, aunque nada que sorprenda a aquellos que alguna vez hayan usado o tenido un producto Mercosur de segmento B. El Sandero es un producto honesto en ese sentido. No es un Lotus Seven en las curvas, ni tampoco está pretendiendo serlo. Es un hatchback chico y regional, con pretenciones familiares.

Equipamiento

La variante Expression probada es la más equipada de las dos que se ofrecen en nuestro mercado. Ofrece de serie: pack eléctrico (levantavidrios delanteros, y bloqueo central), aire acondicionado, apertura interna del depósito de combustible y el baúl, asiento del conductor regulable en altura, computadora de a bordo, respaldo trasero enterizo, dirección asistida, indicador de cambio GSI (Gear Shift Indicator), volante con regulación en altura, faros antiniebla delanteros, alarma periférica, sistema multimedia MediaNav 1.2 con conexiones USB/iPod/Bluetooth/Aux-In, comandos al volante, y sistemas Eco Coaching y Eco Monitoring, y llantas de acero estampado con tazas plásticas de 15" 'Magiceo' sobre neumáticos 185/65 R15.


El Authentique Plus, en tanto, tiene espejos y tiradores de puerta en plástico negro, sistema de audio 3D Sound by Arkamys con CD/MP3/Aux-In/USB/Bluetooth y comando satelital, el asiento trasero fijo, y pierde la computadora de a bordo, los faros antiniebla delanteros, y los apoyacabezas delanteros regulables.

El nivel Expression, por el precio al que se ofrece, debería tener los levantavidrios eléctricos traseros, el asiento trasero rebatible 60:40, así como también los espejos externos con regulación eléctrica, más si es la versión más equipada de las dos que se comercializan del Sandero en nuestro mercado, y todos esos son elementos que sus rivales a igualdad de precio, o menos, ofrecen de serie.

Seguridad

En este aspecto no hubo cambios en el Sandero, simplemente mantuvo lo mismo que venía ofreciendo la versión anterior. Toda la gama lleva de serie: doble airbag frontal  y frenos con sistemas ABS+EBD. Es decir, cumple con el mínimo indispensable por la ley 19.061 al igual que sus competidores.


Los frenos delanteros son de discos ventilados (258 mm) y los traseros de tambor (203 mm). Ante frenadas exigidas para en línea recta, manifestando menos sensibilidad en el eje trasero que su hermano, el Stepway. A su vez, al igual que aquel, cuando la detención es brusca, enciende las balizas para alertar a aquellos que vengan detrás nuestro.

Por el lado de la seguridad pasiva, su dotación se reduce a cuatro cinturones inerciales de tres puntos y dos apoyacabezas traseros. Sólo faltaría el tercer cinturón de tres puntas, el apoyacabezas central para el quinto pasajero, y los anclajes ISOFIX para sillas infantiles.

De momento no se han realizado pruebas por parte de organismos independientes de esta versión producida en Brasil de la segunda generación del Renault Sandero para comprobar la seguridad a nivel estructural y si hubo mejoras respecto a la versión anterior evaluada por Latin NCAP (ver nota).


Precio, garantía y competidores


El Sandero evaluado corresponde a la versión Expression, que en nuestro país se comercializa a un precio de U$S 20.990 y con una garantía de 2 años o 50.000 km. Es un valor más correcto si consideramos a los rivales directos del rombo que están a tono con precios similares.

Por debajo se encuentra el nivel Authentique Plus, que comparte la misma mecánica, pero carece de algunos ítems frente al probado. Su precio, como consecuencia, también es más accesible, pero no tanto tampoco: U$S 19.790. Estando solo U$S 1.200 más abajo, y perdiendo pocos elementos frente al Expression, por lo que vale la pena estirarse hasta el más equipado por la diferencia.


Si hay algo que le sobra, además de espacio interior, son rivales. El Sandero se mete en la parte más peleada del segmento B, esa donde los productos Mercosur marcan la pauta, y donde los de origen chino están buscando hacerse un lugar.

Estos son los competidores del Sandero ExpressionChevrolet Onix 1.4 LTZ (U$S 22.990), Fiat Palio Attractive Full 1.4 (U$S 20.990), Ford Fiesta Kinetic S 1.6 (U$S 20.990), Geely GC 515 GL 1.5 Hatchback (U$S 18.290), Hyundai Grand i10 1.25 GLS Full (U$S 20.490), Hyundai Grand i10 1.25 GLS Full (U$S 20.490), Nissan March MY2014 1.6 16v Extra Full (U$S 19.990), Mitsubishi Mirage 1.2 GLS Extra Full (U$S 19.490), Suzuki Swift 1.2 16v VVT GL (U$S 20.990), Toyota Etios Hatchback 1.5 XLS (U$S 22.900), y Volkswagen Gol Hatch 1.6 Trendline (U$S 22.690).



Conclusión


En esta segunda evolución el Sandero vuelve para recuperar ese lugar que nunca supo ganarse en la gama Renault. Mientras sus clientes más fieles seguían pidiendo al Clio (ahora no pueden quejarse, tienen dos Clio en la gama), el hermano del Logan buscaba conquistar a otro tipo de consumidor al que la marca francesa no había mirado en mucho tiempo.

En la era del gran diseñador Patrick Le Quément, padre del primer Twingo, del Clio II, o de los Mégane I y II, por ejemplo, mientras Renault buscaba llamar la atención con diseños seductores y pasionales, otras marcas lograban un éxito similar con productos más cerebrales y conservadores. Corolla y Gol son dos ejemplos clásicos. Es más, el lema de Le Quément era "diseño = calidad".


Pero si bien al rombo no le iba mal con el estilo rompedor de Le Quément, le faltaba ese condimento conservador en la gama. Por eso, con la llegada de los productos desarrollados junto a Dacia (marca económica del Grupo Renault), la casa francesa ahora podía darse el lujo de hacer convivir a productos emocionales con otros más racionales.

Los Logan/Sandero/Duster fueron esa respuesta. Productos no con un gran diseño, sino con un alto nivel de practicidad y espacio interior por sobre todas las cosas, el estilo viene en un segundo plano. Es cierto, todo se hace a costa de una calidad de materiales inferior a la que Renault venía acostumbrándonos y mecánicas o plataformas con varios años en producción.


Es por ello que acusando recibo de los reclamos de sus clientes más fieles, esta tríada de modelos se fue perfeccionando generación tras generación, con materiales más cuidados, más equipamiento, y un diseño que luce más moderno, buscando darle a sus consumidores, productos que si bien son racionales, también pueden tocarle los recuerdos más memorables al fanático de la marca.

¿Cómo? Dotándolos de impulsores que todos sus seguidores conocen y aman: el K4M de Logan, y Sandero, por ejemplo, o el F4R que llevan los Duster más caros. Renault busca con estos modelos darle a sus compradores confiabilidad y una cuota de durabilidad en lo que van a comprar.


Un cliente que no quiere mecánicas con downsizing, turboalimentación, sistema start/stop, etc. Para satisfacer a ese usuario la marca tiene al Clio IV. El que compra un Sandero busca "mantenerlo simple", como dice ese slogan que puebla los libros de periodismo o las carteleras de corcho de las agencias de publicidad. Ese usuario que te dice: "a mi dame un motor que 'no se arrastre' y que no se rompa, nada más". 

Con esa premisa de conquista en mente, los productos derivados de la plataforma B0 de Renault se han ido ganando su lugar en el Mercosur. Hoy el Logan goza de buenas ventas, ni hablar de Stepway o Duster, líderes en sus respectivos segmentos (que no son el mismo, ojo), y al Sandero con los argumentos que trae esta segunda generación, especialmente en materia de precio y espacio interior, no les soprenda que le esté esperando un futuro similar a largo plazo, aunque siempre el mercado tendrá la última palabra.



A favor
  • Confort en ciudad
  • Habitabilidad en las cinco plazas
  • Motorización
  • Precio competitivo
  • Robustez de las suspensiones

En contra
  • Carece apoyacabezas y de cinturón trasero inercial central y anclajes infantiles
  • Equipamiento de confort algo justo
  • Respaldo trasero enterizo
  • Sensibilidad a los vientos laterales




FICHA TÉCNICA:

MOTORIZACIÓN
Cilindrada (cc) 1.598
Número de cilindros: 4
Número de válvulas: 8
Relación de compresión: 9,5:1
Diámetro x carrera (mm): 79,5 x 80,5
Inyección: indirecta multipunto secuencial
Potencia máxima (cv/rpm) 85/5.250
Torque máximo (Nm/rpm) 131/2.750
TRANSMISIÓN
Caja de velocidades manual de cinco relaciones
Tracción delantera
DIRECCIÓN
De piñón y cremallera con asistencia hidráulica
FRENOS
Delanteros: de discos ventilados
Traseros: de tambores
EJES - SUSPENSIÓN
Delantera: tipo McPherson, con triángulo inferior y efecto antipercusión, y barra antirrolido
Trasera: eje flexible semi-independiente, también con barra antirrolido
NEUMÁTICOS
Dimensiones: 185/65 R15
Rueda auxiliar: 185/65 R15
PRESTACIONES
Velocidad máxima (km/h) N/D
Aceleración 0/100 km/h (s) N/D
Consumo (l/100km) Urbano: N/D - Carretera: N/D - Mixto: N/D
DIMENSIONES / PESO
Capacidad del baúl (l) 320/1.196
Peso en vacío (kg) N/D
Peso en orden de marcha (kg) 1.093
Largo total (mm) 4.060
Ancho total (mm) 1.733
Alto total (mm) 1.536
Distancia entre ejes (mm) 2.590
Capacidad del tanque de combustible (l) 50

Prueba: Renault Sandero Expression 1.6 8v


EQUIPAMIENTO:

EXTERIOR
Llantas de acero estampado con tazas plásticas de 15 pulgadas
Faros antiniebla delanteros
Luces diurnas
SEGURIDAD
Airbags frontales
Apoyacabezas delanteros y traseros (4)
Cinturones traseros de 3 puntos con limitador de esfuerzo (2) y central abdominal (1)
Distribución electrónica del frenado (EBD)
Frenos ABS
CONFORT
Aire acondicionado
Alarma
Apertura interna del depósito de combustible y baúl
Asiento del conductor regulable en altura
Cierre centralizado con mando a distancia
Computadora de a bordo
Dirección asistida hidráulicamente
Espejos retrovisores externos con regulación manual
Indicador de cambio GSI (Gear Shift Indicator)
Levantavidrios eléctricos delanteros
Respaldo trasero rebatible enterizo
Sistema multimedia MediaNav 1.2 con conexiones USB/iPod/Bluetooth/Aux-In/GPS(*), comandos al volante, y sistemas Eco Coaching y Eco Monitoring
Volante en regulable en altura

(*) No presente en la unidad testeada

PRECIO Y GARANTÍA:

U$S 20.990. Garantía dos años o 50.000 km

COMERCIALIZA:


Santa Rosa Automotores S.A. Cerro Largo 888. Tel. 29020519. Web: www.renaulturuguay.com.uy