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| Evaluamos a la renovación de la pick-up mediana de General Motors, la Chevrolet S10. |
Hace algunos años atrás el universo de las pick-ups se embarcó en una verdadera competencia por la potencia. En aquel momento, estoy hablando de mediados de esta década, marcas como Ford o Toyota estaban luchando por tener a la pick-up más potente del mercado. Así como en su momento rusos y estadounidenses se peleaban por quién se quedaba con la victoria en la carrera aeroespacial, en la Tierra de las pick-ups la disputa era por los caballos de potencia.
Tanto la Ranger como la Hilux habían marcado la pista con la huella de 163 cv como nueva referencia a vencer. Usando motorizaciones de 2.8 y 3.0 litros respectivamente, estas verdaderas locomotoras gasoleras tenían la tarea de comenzar a tirar de los vagones del desarrollo de ingeniería de sus marcas rivales.
En el caso de la tercera en disputa desde el comienzo de los tiempos, Chevrolet, todavía seguían por aquel entonces con el conocido y durable motor de origen MWM, un 2.8 turbodiesel con unos (hoy magros) 132 cv de potencia que equipaba a la primera generación de la S10, tras un par de actualizaciones estéticas.
Los años pasaron y el "hipódromo de la potencia" seguía viendo llegar a nuevos corredores. Volkswagen lanzó en 2010 a la Amarok, que siguiendo una receta completamente diferente al resto, terminó en el mismo trayecto, equipando a su versión más potente con motor turbodiesel con los ansiados 163 cv. Y casi al mismo tiempo, entró Nissan, con la poco exitosa Navara, que lucía orgullosos sus 170 cv, subiendo un peldaño más la barrera. Pero Toyota no se iba a dejar vencer, entonces le subió a la Hilux la potencia apenas 1 cv más que la Nissan (ver lanzamiento).
Volkswagen no quiso quedarse atrás tampoco, y a los pocos meses, le ajustó las tuercas a la Amarok para poder exprimirle 180 cv a su 2.0 Bi-TDI (ver lanzamiento). Chevrolet, mientras tanto, lanzó dos años después a la segunda generación de la S10, completamente renovada y con un as bajo la manga, el nuevo número de potencia en motores turbodiesel: 180 cv (ver lanzamiento).
Ford, que venía más relegada que el resto, no podía entrar con su nueva Ranger con un número más magro que su eterna rival de Detroit. Entonces en el mismo año que salía la S10, ellos se despacharon con el motor 3.2 Puma de cinco cilindros que producía nada menos que 200 cv, una nueva meta a vencer para el resto (ver lanzamiento).
Esa carrera por los 200 cv solo se venía disputando en el mundo de los motores turbodiesel. General Motors pasó a quedar en 2014 a la par de Ford con esa potencia, pero obtenida gracias a un 2,8 de cuatro cilindros (ver lanzamiento). Eso sí, Chevrolet decidió dar un doble golpe a sus rivales con este cambio: ahora también tenían el impulsor con más torque del segmento, 500 Nm.
Y como si esto no fuera poco, también decidieron vencerlos a todos en el universo de las nafteras. A finales de 2014, presentaron a la S10 2.5 Flex, que produce 197 cv con gasolina y 206 cv con etanol (ver lanzamiento). Hasta ese momento la más potente de las nafteras era la Amarok, con 170 cv (ver lanzamiento), pero desde hace un tiempo que ya no luce esa corona de laureles.
Entre las turbodiesel, en tanto, hoy el panorama de potencia es el siguiente: Nissan NP300 Frontier, con 190 cv (ver lanzamiento), Ford mantiene los 200 cv de la Ranger (ver lanzamiento), Volkswagen con los 180 cv de la Amarok, Mazda los mismos 200 cv de la Ford, ya que es un producto compartido con la casa del óvalo (ver lanzamiento), Mitsubishi 178 cv con su New L200 (ver lanzamiento), y la líder indiscutida, la Hilux, increíblemente hoy es la menos potente, 163 cv (ver lanzamiento).
Ahora la pick-up de Chevrolet se renovó (ver lanzamiento) y sigue siendo la que lleva la cabeza en los dos carriles de esta carrera de caballos. Con la excusa de la última actualización, es que nos volvimos a subir a una S10 cuatro años después (ver prueba) para ver cómo está antes de la foto y el disco de esta carrera de caballos.
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