Probamos al Mercedes-Benz GLA: mejorando una receta exitosa

lunes, 22 de febrero de 2021



Evaluamos a la segunda generación del Mercedes-Benz GLA en su variante 180, entrada de gama.

Durante cuatro días y por casi 800 kilómetros evaluamos a la segunda generación del Mercedes-Benz GLA. Un producto que llega desde Alemania para reemplazar al que desde hace algo más de dos años, no solo es el líder del segmento, sino también el vehículo premium más vendido de Uruguay.

Al contrario de lo que sucede en el cine con las segundas partes, y en el deporte también, con la frase "equipo que gana, no se toca", la industria automotriz tiene un historial extenso de evoluciones de productos que son mejores que sus antecesores o que presenten cambios tan superiores a lo anterior, que cambien por completo su esencia. Solo en algunos casos se pueden ver algunos retrocesos, pero en líneas generales las secuelas de un automóvil, suelen ser un claro avance de su primera generación.

Sin embargo, ¿por qué se habría de cambiar por completo algo que funciona muy bien? Es decir, si una fórmula de producto está siendo exitosa, no tiene sentido renovarla o modificar en algún aspecto sus características que la llevaron a serlo. Como vivimos en una sociedad de consumo al extremo, es común que este enunciado pierda vigencia, al ser reemplazado por otro más predominante: hay que mantenerse interesante para ser un nuevo objeto de deseo.

Tal es el caso del Mercedes-Benz GLA (ver lanzamiento), un modelo cuya primera generación, nacida en el año 2013 (ver prueba), no para de cosechar ventas y éxitos a su paso. Desde hace ya varios años, al menos en Uruguay, no solo es el responsable del liderazgo de la marca alemana en el segmento de los SUVs compactos premium, sino que además también forma parte de que Mercedes-Benz sea por décimo sexto año consecutivo en la marca líder en el mercado local de automóviles de pasajeros premium.

Es cierto, GLC (ver prueba) y Clase C (ver prueba) también son responsables de este liderazgo. Pero GLA los supera a ambos en ventas, incluso sumándolos entre sí. Según las cifras comunicadas por ACAU a finales de 2020 (ver nota), este SUV comercializó en total 102 unidades. Sus hermanos de gama, entre tanto, colocaron 40 unidades en el caso del GLC y 35 en el de los Clase C. A su vez, el GLA superó a los Audi Q3 (ver prueba), BMW X1 (ver prueba), y Volvo XC40 (ver prueba) con amplio margen, siendo que aquellos comercializaron 71, 52 y 18 unidades, respectivamente.

Por eso es lógico preguntarse, ¿por qué habrían de renovar por completo algo que ya funciona muy bien? La razón es muy simple: la competencia también lo ha hecho en los últimos años. El GLA anterior era un buen producto. Pero estaba quedando bastante por detrás de la competencia en términos de tecnologías aplicadas, calidad de interiores y habitabilidad o espacio interior, todos puntos que no le impidieron ser líder de segmento de todas formas porque cumplía con otro aspecto más relevante para muchos clientes: ser un SUV de Mercedes-Benz a precios tan agresivos, que amenazan al segmento de SUVs generalistas.

Por eso en 2019 llegó la segunda generación del GLA (H 247, reemplazando al X156) utiliza la misma plataforma modular MFA-2 del Clase A de cuarta generación (ver prueba), así como la segunda de los Clase B y CLA, además compartirla con el otro SUV compacto de la marca, pero con tres filas de asientos de la marca, el GLB (ver prueba). Ahora que ya se comercializa en nuestro mercado desde mediados de 2020, Autoblog pudo probar a la renovación del modelo premium más vendido de Uruguay, hace algunas semanas y en unos días más podrán ver el análisis completo, para saber si tiene lo necesario o no, para mantener ese liderazgo.