Probamos al Chevrolet Captiva: buscando nuevos rumbos

martes, 16 de julio de 2019



Luego de haber asistido al lanzamiento regional en Perú, probamos de nuevo al Chevrolet Captiva, pero ahora en Uruguay.
Tras haberlo podido probar en anticipo durante su lanzamiento regional en Perú (ver contacto), ahora llegó el turno de evaluar en nuestro país al nuevo Chevrolet Captiva. Este SUV conserva el nombre de su antecesor, pero con un planteo muy diferente en términos de posicionamiento y origen.

Al ser invitado al lanzamiento regional del nuevo Chevrolet Captiva en Perú (ver apuntes del lanzamiento), muchas preguntas me surgieron antes de ir a conocer a la segunda generación de este producto. El nombre del modelo podía darme un indicio de lo que me iba a encontrar: un SUV compacto que podría estar tomando el lugar del Equinox (ver prueba) en nuestro mercado, dado que no está logrando los resultados de ventas esperados frente a sus rivales.

Pero no podría estar más equivocado. El posicionamiento del Equinox es el del anterior Captiva, mientras que la nueva generación viene a llenar un espacio inexplorado entre ese modelo y el Tracker (ver prueba), es decir, un SUV compacto como su antecesor, pero ahora con un planteamiento más competitivo en términos de precio más que nada. Sin ir más lejos, cuesta U$S 3.000 menos que un Equinox entrada de gama pero apenas U$S 700 más que el Tracker más equipado (ver lanzamiento).


También muchos pensarán que hay una relación directa con el Captiva anterior en términos de piezas compartidas o mecánicas. Bueno, tampoco es tan así. Mientras el producto original fue un desarrollo de General Motors Corea del Sur (ex-Daewoo), la encomienda de la segunda fue un poco más hacia el Oeste de ese país. SAIC-GM, es decir, la fuerte pata que la firma norteamericana tiene en China fue la encargada de desarrollar a la nueva generación de este SUV para ser exportado a los mercados asiáticos y de América Latina.

Cabe destacar que SAIC-GM es propiedad de General Motors (43% de sus acciones) y su filial local en China junto a Wuling Auto, de ahí que en ese mercado, no se venda el Captiva de Chevrolet, sino el SAIC-Wuling Baojun 530. Incluso en otros mercados, como el de India, este SUV se comercializa como MG (Morris Garages) Hector también, usando la plataforma llamada C200 de General Motors, derivada de la C100 que utilizaba la anterior generación del Captiva.


Por eso muchos pueden pensar que si bien este producto se llama Captiva, en el fondo no lo sea. Porque ni es un Chevrolet puro, ni se produce en México como la primera generación, ni tampoco está ocupando el mismo espacio en la gama que el producto al que reemplaza. Sin embargo, el anterior Captiva tampoco era un modelo de la marca puro, porque se llegó a vender en diversos mercados bajo todas estas marcas: Opel, Chevrolet, Holden, Vauxhall, Pontiac, Daewoo, Saab, GMC, Suzuki, y Saturn.

Quizás el nuevo posicionamiento y el cambio de origen los despisten, pero no es la primera vez que un producto que mantiene su denominación, toma un camino muy diferente. Algunos hoy se olvidan que el Captiva anterior nunca ofreció mecánicas modernas (jamás tuvo un impulsor naftero con turboalimentación), capacidad de ofrecer tres filas de asientos, ni tampoco elementos de confort y seguridad que hoy son de serie en esta segunda generación de este SUV. Si bien ya pudieron leer un primer contacto con el modelo, ahora llegó el turno de la evaluación completa para ver si estamos ante el reemplazo de su antecesor o si es un producto que está haciéndole caso al slogan de la marca: buscando nuevos rumbos. La prueba completa, en unos días más.