Contacto: Chevrolet Prisma 1.4 LTZ M/T

viernes, 21 de febrero de 2014



Analizamos al recién llegado de Chevrolet, que se suma a la extensa gama de tricuerpos en el segmento B.
Por cuatro días y más de 500 km, el garaje de Autoblog recibió a un Chevrolet Prisma LTZ, el más reciente lanzamiento de la marca del moño dorado. ¿Cómo queda ubicado en la gama de sedanes de Chevrolet? ¿Qué ofrece frente a la competencia? Todo esto y más, después del salto.

Exterior


Por fuera exhibe trazos desarrollados por el Centro de Diseño de General Motors en Corea, compartidos con su hermano hatchback, el Onix (ver nota). El frontal no tiene diferencias respecto al bicuerpo, con una generosa parrilla y faros con apliques azulados en esta variante LTZ.


El lateral destaca por la cintura elevada, junto con nervios marcados por encima de los tiradores de puerta. Las llantas de aleación de 15 pulgadas, con un diseño similar al del Onix pero con variantes en la tonalidad con exclusivas para la versión LTZ.

En la trasera vemos un tercer volumen bien integrado, con los faros ubicados en los extremos y la tercera luz de freno integrada sobre el moño dorado. Los paragolpes adoptan los sensores de reversa, que se agradecen en un modelo en el que la visibilidad trasera no es un punto a favor.


Mide 4.27 m de largo, 1.70 m de ancho, 1.48 m de alto y cuenta con una batalla de 2.52 m. Las medidas coinciden con las del Onix, salvo el largo que aventaja al modelo probado en 34,5 centímetros. 

Interior

Puertas adentro siguen las semejanzas con el Onix, pero con variantes. Los tapizados tienen costuras grises -y no anaranjadas como en el hatchback-, que se repiten también en el selector de cambios, creando un ambiente más formal.


Las terminaciones son correctas en general, con algunos detalles mejorables como la tapa de la guantera, y el diseño resulta moderno y agradable, con apliques cromados que rompen la monotonía. El tirador interior de la puerta queda en una posición baja y poco ergonómica. Incómodo.

El panel de instrumentos muestra el habitual cuadro mixto de Chevrolet, que ha generado tanto defensores como detractores -soy de los primeros-. Es de fácil lectura, con velocímetro, computadora y medidor de combustible en la pantalla y tacómetro con indicador analógico.


La consola central aloja al sistema multimedia MyLink, uno de los puntos fuertes del Prisma tanto por estética como por funcionamiento. Cuenta con múltiples opciones de conectividad y aplicaciones. ¿Un defecto? No tiene controles en el volante.

Las plazas traseras son correctas a lo ancho como a lo largo, con dos cinturones inerciales y apoyacabezas regulables, dejando un cinturón de dos puntas para el tercer ocupante. El baúl cuenta con una capacidad de 500 litros.

En ciudad


La primero que llama la atención al volante del Prisma es la posición de manejo elevada, que aunque corregible con la regulación de la butaca, está algo por encima de la de sus competidores. El volante permite regularse tanto en altura como profundidad.


El 1.4 SPE/4 (ver datos técnicos) se muestra ágil desde bajos regímenes -con el torque máximo a 2.800 rpm-, ayudado por una transmisión con primeras marchas cortas y con un tacto digno de ser resaltado, crocante pero con pasajes suaves entre cambios.

La dirección es liviana a bajas velocidades, y la suspensión muestra un reglaje típicamente Mercosur, aunque algo más firme que otros modelos del segmento. El consumo se ubicó en valores lógicos, rondando los 12 km/l.

En ruta


Tenía una imagen negativa de mis pocos kilómetros con el Onix en ruta, con recuerdos ruidosos. Revolviendo en la memoria encontré la causa: mientras Rodrigo probaba al hermano hatchback del Prisma (ver prueba) yo acababa de bajarme del Volt (ver contacto). Eso explica todo.


Ahora, con los sentidos de nuevo en el mundo racional, noté que el Prisma se muestra silencioso en ruta, con una quinta relación que permite relajar al mil cuatro, que viaja a 3.000 rpm cuando el velocímetro acaricia los 100 km/h.

Es estable, aunque algo sensible a los vientos laterales. A la hora de adelantar el impulsor hace gala de su elasticidad, siendo prescindible -aunque recomendable- el reducir una marcha. El consumo, con aire acondicionado, rondó los 15 km/l en este ámbito.

Equipamiento

El Prisma se ofrece, al igual que el Onix, en dos variantes: LT y LTZ. La primera incluye doble airbag, frenos ABS+EBD, volante regulable en altura, aire acondicionado, dirección hidráulica, tecnología MyLink (pantalla táctil LCD de 7" en la que se pueden reproducir videos, música, fotos, aplicaciones de smartphones, conectividad Bluetooth, USB y Aux-In) y llantas de acero estampado con tazas, sobre neumáticos 185/65 R15, entre otros ítems.


La variante probada, tope de gama, agrega llantas de aleación de 15 pulgadas, levantavidrios eléctricos delanteros y traseros con one touch, computadora de a bordo, espejos eléctricos, cierre centralizado con mando a distancia, faros antiniebla delanteros, cierre automático en rodaje, asiento trasero rebatible 60/40, y sensores de estacionamiento traseros

Precio y competidores


En la extensa gama de sedanes de Chevrolet en Uruguay, el Prisma llega para ubicarse en el espacio que queda entre el Aveo (ver nota) y el Sonic (ver nota).

La variante LTZ está disponible por U$S 23.990, con una garantía -al igual que en el Onix- de tres años o 100.000 kilómetros. Entre sus competidores encontramos modelos fabricados en el Mercosur, México, Europa y Asia.

Desde España llegan los gemelos Peugeot 301 (ver nota)/Citroën C-Elysee (ver nota), que en sus variantes más accesibles -Active y Seduction respectivamente- se ofrecen por valores cercanos al del Prisma LTZ, aunque con algo menos de equipamiento de confort.


Hyundai tiene en su catálogo al Accent GL (U$S 25.300), con equipamiento insuficiente tanto de confort como -sobre todo- de seguridad (ver nota). El Nissan Versa Sense (U$S 23.950) ofrece un plus de habitabilidad, a cambio de sacrificar equipamiento de confort (ver nota). Con un equipamiento similar y una mecánica apenas más potente encontramos al Volkswagen Gol Sedán (ver nota) en su variante Comfort (U$S 23.790).

Por último, un recién llegado y rival directo del Prisma: el Renault Logan (ver nota). Por U$S 24.990 se ofrece la variante tope de gama, denominada Privilége. El equipamiento es superior al del modelo de Chevrolet -con climatizador, y control de velocidad crucero. El baúl es similar (510 litros) pero pierde en garantía con los 3 años o 100.000 km del moño dorado.

A favor
Diseño
Habitabilidad
Equipamiento de confort 
En contra
Visibilidad trasera
Falta tercer apoyacabezas/cinturón inercial central
Ausencia de volante multifunción
Galería: Chevrolet Prisma LTZ