Probamos al Jeep Commander: herencia entre hermanos

lunes, 3 de octubre de 2022



Probamos al Jeep Commander, su primer SUV con tres filas de asientos y desarrollado en la región.

Durante cinco días y algo más de 1.000 kilómetros evaluamos al nuevo SUV para siete pasajeros de Jeep, el Commander. Llega desde Brasil y parte de su tarea es la de satisfacer a la clientela que dejó su hermano discontinuado de Dodge, el Journey. Pero antes del análisis, tendremos el adelanto de prueba.

Allá por un lejano año 2009, Dodge presentó a un crossover mediano derivado de la plataforma JC que el Grupo Chrysler había desarrollado junto a Mitsubishi. Ese modelo no fue otro que el exitoso Journey (ver lanzamiento). Ese modelo sirvió para poner a la firma de Detroit entre las referencias por defecto de los vehículos para siete pasajeros en todo el continente americano. Incluso en otras regiones se llegó a comercializar como Fiat Freemont, para ser más preciso, en Europa y Brasil (ver nota).

Pero en 2020 llegó la hora de discontinuarlo. En mercados como el mexicano, donde además de fabricaba en la planta de Toluca, se decidió reemplazarlo por un producto proveniente desde China, en colaboración con la firma GAC Motors (ver nota). Pero en otras partes del mundo, como América Latina, para realizar ese reemplazo, se tomó un camino muy distinto. Tanto, que incluso fue una decisión por fuera de la propia Dodge. Fue así que nació el que se denominaría como “Proyecto 598” dentro de la firma norteamericana.


Dentro de ese conglomerado que solía ser FCA (Fiat, Chrysler, Jeep, Dodge, RAM, Mopar, Maserati, Alfa Romeo y Abarth), la idea de no dejar sin oferta a esos clientes de Journey vino de la mano de una de las marcas que hoy es la más rentable del grupo a nivel global: Jeep. Partiendo de la base de la plataforma Small Wide en la variante LWB (de batalla larga) que ya utilizaba el Compass de segunda generación (ver prueba), pero también la Fiat Toro (ver prueba), se desarrolló en Brasil un nuevo producto.

El nombre comercial elegido para aquel “Proyecto 598” fue Commander (ver nota) y el concepto era el mismo que el de Journey, pero ahora en el formato de un SUV de Jeep. Compartiendo las mecánicas y transmisiones con esos mencionados productos, el concepto del nuevo SUV era el de satisfacer las necesidades y usos de esa clientela que FCA (ahora Grupo Stellantis tras la fusión con el Grupo PSA Peugeot-Citroën) había conquistado con tanto éxito con el discontinuado Journey.


Sin embargo, el nombre Commander no es nuevo dentro de la gama Jeep. Entre 2005 y 2010, se utilizó para crear en los Estados Unidos a un SUV de tamaño grande que se ubicaba por encima del Grand Cherokee. Ese modelo tenía una capacidad de hasta ocho pasajeros y su reemplazo es hoy la dupla de modelos denominados Wagoneer y Grand Wagoneer (ver nota). Aunque también lo fue en otras regiones, como en China, con el caso del Grand Commander, que nada tiene que ver con el Commander que tenemos en Sudamérica, pero curiosamente sí con el Journey que llega a México: porque lo fabrica GAC Motors (ver nota).

Es que todos estos SUVs de Jeep y Dodge están interconectados entre sí. Es una especie de herencia, pero entre hermanos de una misma empresa madre. A tal punto que lo que está sucediendo en otros mercados donde el Commander ya se comercializa desde hace más tiempo, es que esos clientes de Journey están pasando al modelo de Jeep para su recambio. Tiene sentido. Hoy no hay otro SUV de tres filas de asientos de una marca norteamericana que tenga el mismo tamaño que ofrecía aquel crossover yankee.


Por ese motivo y tantos otros es que el Commander resulta un producto bastante interesante de conocer. No solo es el primer SUV para siete pasajeros que fabrica en el Mercosur, en la planta brasileña de Goiana, en Pernambuco, sino que también comparte muchos elementos con el renovado Compass de segunda generación que tuvo una serie de bienvenidas mejoras en términos de equipamientos de confort y seguridad, pero por sobre todo a nivel mecánico con la incorporación del nuevo motor T270 1.3 turbo de 180 cv de potencia y 270 Nm de torque.

Con esa misma configuración es que el Commander arriba al mercado uruguayo (ver lanzamiento) asociado a una transmisión automática de seis relaciones. Llega a Uruguay con una sola opción de equipamientos denominada Overland y a un precio de U$S 62.490. Con una unidad, Autoblog recorrió más de 1.000 kilómetros para conocerlo a fondo como ya es una costumbre desde hace algo más de 11 años (está más del cerca el festejo número 12). Pero para eso, tendrán que esperar hasta el viernes.