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| Probamos por primera vez a un Opel y comenzamos con el SUV compacto de la marca, el Grandland X. |
La historia marca que alemanes y franceses nunca se llevaron bien. Alemania abrió fuego el 10 de mayo de 1940 y, al cabo de solo seis semanas, derrotó a las fuerzas aliadas y conquistó Francia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos, terminando con las operaciones terrestres en el Frente Occidental hasta los desembarcos aliados en Normandía, el 6 de junio de 1944. Desde entonces, no volvió a ser lo mismo.
Los alemanes y franceses no podrían ser más distintos como cultura. Mientras unos apelan a la razón, los otros hacen lo propio a la emoción y el amor. Sus productos gastronómicos también son muy distintos. Unos son famosos por el vino y el pan, mientras que los otros son los reyes de la cerveza y los chacinados. Aunque ambos también le han dado al mundo a los pensadores más importantes de la historia, que forjaron la cultura actual: Foucault, Sartre, Voltaire, Marx, Heidegger o Hegel, por citar algunos.
Sin embargo, el capitalismo y la globalización se encargaron de borrar las fronteras y rencillas geopolíticas hace rato. Y las relaciones comerciales entre empresas de ambos países se han ido dando durante años, algunas con resultados más fructíferos que otras. Un ejemplo bastante claro de esto, es cómo los franceses del ex-Grupo PSA (Peugeot, Citroën y DS) decidieron tomar los mandos de Opel, previamente gestionada por General Motors.
Es cierto, hoy están dentro del enorme Grupo Stellantis (ver nota), que comprende firmas de Francia, Alemania, Italia, y Estados Unidos bajo un mismo paraguas. En 2017, General Motors y el Grupo PSA anunciaron un acuerdo por el cual la filial de GM Opel/Vauxhall y las actividades europeas de GM Financial se unieron al Grupo PSA en una operación que valora estas actividades en 1.300 millones de euros y 900 millones de euros respectivamente.
Con la incorporación de Opel/Vauxhall al grupo francés, la presencia de General Motors en el mercado europeo pasó a ser casi nula, ya que Chevrolet solo se limita desde entonces a comercializar a los Camaro y Corvette en algunos países del viejo continente: Bélgica, República Checa, Alemania, Francia, Italia, Luxemburgo, Holanda, Austria, Suiza, España, Suecia y el Reino Unido (ver nota).
Pero por el contrario, Opel comenzó un plan de expansión global ahora que está bajo el ala de Stellantis, aunque esto ya venía planificándose antes de la unión, dado que los franceses estaban buscando ampliar el mercado de acción para la firma germana. Si bien su presencia fuera de Europa, África, Medio Oriente y Asia ya era notoria durante el mando de GM, ahora con el grupo franco-ítalo-germano-yankee, la marca más famosa de Rüsselsheim comenzará a figurar en más países de América Latina también, aunque en Chile hace varios años que tenían existencia durante la gestión de General Motors.
Uruguay es el primer país en recibir a Opel de forma oficial tras el cambio de dueños. En noviembre de 2020, Autoblog fue el primer medio en comunicar de forma oficial a nivel local el regreso de la firma alemana (ver nota), tras el anuncio del CEO de Opel, Michael Lohscheller. Auto Germany, con el respaldo de Sadar (Peugeot y BYD) sería el nombre de la representación de Opel AG para el mercado uruguayo a partir del pasado mes de marzo. Su casa central, se anunció que estaría ubicada en Carrasco está casi terminada y sobre abril comenzaron a llegar las primeras unidades de sus modelos Corsa (ver lanzamiento), Crossland (ver lanzamiento), Grandland X (ver lanzamiento) y Combo Cargo (ver lanzamiento).
Autoblog es el primer medio en probar un Opel a nivel local tras el relanzamiento de la marca, y decidí empezar desde arriba hacia abajo en la gama. Sí, probaré Corsa, Crossland y tal vez Combo en las próximas semanas, pero paciencia. Comenzaremos por el Grandland X, el SUV compacto de la marca. Llega importado desde Eisenach, Alemania con una mecánica 1.6 turboalimentada de 165 cv de potencia, transmisión automática de seis relaciones y tracción delantera. Por ahora es el único modelo de Opel que se produce en su país de origen, aunque tiene componentes compartidos con los Citroën C5 Aircross (ver lanzamiento), DS 7 Crossback (ver nota), así como con los Peugeot 3008 (ver lanzamiento) y 5008 (ver lanzamiento). Tendrán que esperar unos días más para saber si los franceses y alemanes ahora se pueden llevar un poco mejor que antes.
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