Probamos al Toyota C-HR Hybrid: ¿la imagen lo es todo?

lunes, 12 de octubre de 2020



Evaluamos al nuevo crossover híbrido compacto de Toyota, el C-HR.
Toyota Uruguay puso a la venta al crossover C-HR hace algunas semanas atrás y Autoblog pudo probarlo. Se trata de un producto que utiliza la misma base que el exitoso Corolla, pero con un diseño bastante más jugado. ¿Será solo un ejercicio de estilo o tendrá algo más para conquistar clientes?

En los textos de las evaluaciones no suelo hacer comentarios muy extensos de si un producto me parece o no atractivo, porque no considero que sea algo que importe. Sin embargo, hay productos que tienen un estilo tan fuerte, que es casi que imposible hacer mención a este aspecto. Tal es el caso del Toyota C-HR (ver lanzamiento), que no es otra cosa que un nuevo crossover compacto más que se suma a la extensa lista de modelos que cada día engrosan el segmento más candente del mercado.

Pero es y no es "un crossover más". ¿Qué es un crossover? Es un modelo que cruza o atraviesa varios segmentos del mercado. En este caso, la C-HR mezcla la estética de un SUV, con una carrocería del tipo fastback. Y todo va montado sobre la base de la plataforma TNGA, que también utiliza el Corolla (ver prueba) o su hermano mayor, el RAV4 (ver prueba). Eso sí, con un diseño que suele llamar más la atención que cualquier otro modelo de Toyota. Casi al nivel de un Supra, diría. No exagero.


Sin embargo, este producto tan peculiar, comparte más piezas y elementos con el Corolla que con el RAV4 y en esencia vendría a ser eso, un "Corolla disfrazado". Además de la mencionada plataforma, el C-HR utiliza la misma mecánica híbrida 1.8 litros del sedán, que combinada con un motor eléctrico produce 122 cv de potencia. Va en todos los casos asociada a una caja e-CVT con seis marchas pre-fijadas. Sí, igual que en el Corolla también.

Este C-HR en todos los mercados donde se comercializa (Uruguay incluido), es un producto más costoso que aquel clásico sedán en el que se basa, pero es apenas más accesible que un RAV4. Sin embargo, esto no le impidió que durante su primer año, vendiera 120.000 unidades en Europa, lo que suponía una cuota del 10% de su segmento. La historia de éxito ha continuado y actualmente más de 400.000 europeos conducen un C-HR.


Con una gama del C-HR comenzando en U$S 45.990 y terminando en los U$S 48.990 de la versión probada, un Corolla Hybrid tope de gama en U$S 37.990 con un nivel de equipamientos similar y un RAV4 Hybrid entrada de gama a U$S 1.000 que el C-HR más completo, ¿por qué alguien habría de elegir un producto que tiene el mismo motor y plataforma que un modelo que vale U$S 8.000 menos? Y a su vez, ¿por qué pagaría solo U$S 1.000 menos por un modelo que tiene una mecánica 98 cv más potente?

A primer golpe de vista, uno podría decir que es solo por el diseño. Corolla y RAV4, si bien son productos bastante bien logrados en ese aspecto, en el caso del C-HR es un estilo que no se parece en nada. No solo a ningún SUV o crossover del segmento. Tampoco se parece a ningún Toyota. Y sin embargo, en efecto es uno. Es un modelo bastante peculiar desde su concepción y la idea de esta prueba es poder saber si esa diferencia de precio tiene sustento solo en el diseño diferencial o si el C-HR en realidad es mucho más que un estilo jugado disfrazando un clásico y confiable Corolla. O si es ambas cosas. En cualquiera de los casos, las preguntas se intentarán responder en el análisis que podrán leer en los próximos días.