Probamos al BYD Tang: prejuicios en modo avión

martes, 4 de febrero de 2020



BYD Uruguay puso a la venta al Tang, su primer SUV electrificado para el segmento D. Y Autoblog ya pudo probarlo.
Hace algunas semanas atrás BYD Uruguay puso a la venta al Tang, su primer SUV electrificado para el segmento D. Digo electrificado porque ofrece dos motorizaciones, una híbrida enchufable y otra 100% eléctrica. Autoblog pudo probar a la primera. Pero antes, un pequeño adelanto al test.

En abril del año pasado pude ir a China para conocer un poco más de cerca al mercado e industria automotriz de ese país. Tanta apertura mental me generó ese viaje, que escribí un editorial titulado "mientras nos reímos de sus copias, China nos pasó por encima" (ver editorial). Fue una de las notas que más me gustó escribir en 2019 porque no solo representaba abrir una ventana a un universo que en Occidente desconocemos, sino también porque ese viaje rompió varios prejuicios que tenía.

Una de las visitas que más me hizo cambiar la perspectiva de las marcas chinas fue cuando entré al stand de BYD Auto en el Salón de Shanghái, donde también tenía pautada una entrevista con Wolfgang Egger, responsable de diseño de la marca, ex-integrante del equipo de estilo Audi hace algunos años atrás (ver entrevista). Pero no solo eso, la marca además de estar pasando por un giro en términos estéticos, también lo estaba dando a nivel de configuración de gama: estaban abandonando las mecánicas a combustión.


En China todos los BYD vendidos son o híbridos enchufables o vehículos 100% eléctricos. Todos. Desde el e1 (ver contacto), pasando por el Yuan EV (ver lanzamiento) o también el que ahora está llegando por estas costas, el Tang (ver lanzamiento). Sí, ya sé que muchos harán el chiste con el jugo de frutas en polvo, pero su nombre corresponde a una de las dinastías más antiguas de China. Y es un producto para tomar -no pun intended con los jugos solubles- de veras en serio.

Imaginen que hace 10 años atrás, o apenas 5 si quieren, les dijeran que íbamos a tener en el mercado uruguayo un producto de este origen y marca con estas prestaciones: un híbrido enchufable (PHEV) con dos motores eléctricos de 110 Kw (150 cv en eje delantero) y 180 Kw (240 cv en eje trasero), más uno naftero 2.0 turbo de 202 cv. Combinados producen 564 cv de potencia y 950 Nm de torque máximo.


O por qué no, un SUV con dos motores, pero solo eléctricos de 180 Kw (240 cv) en cada eje, logrando una potencia máxima combinada de 482 cv y 660 Nm de par máximo. Eso sí, ambos son los vehículos de origen chino más caros del mercado, costando unos U$S 84.000 cada uno. Es mucho, pero también son los 500 cv más accesibles del mercado. Ese cambio de mentalidad que viví en China, a menos de un año de distancia, ya está acá. No solo es palpable en términos de diseño, sino también de tecnologías aplicadas tanto a nivel de mecánicas como de seguridad.

El Tang también es el primer modelo de origen chino en ofrecer en Uruguay asistencias a la seguridad de serie: incluyendo: sistema de frenado autónomo con detección de vehículos y peatones (AEB), sistema de prevención anti-colisión con medición de distancia delantero y trasero (PCW), advertencia de cambio de carril involuntario (LDWS), sistema de alerta de tráfico cruzado trasero (RCTA), reconocimiento de señales de tránsito (TSR), asistente para cambio de carril (LCA), y control de velocidad crucero adaptativo (ACC). Ah, detalle: utiliza frenos Brembo, se enciende o estaciona a distancia, tiene más cámaras y sensores que una bóveda bancaria, y tantas otras cosas.


Hace unos cuantos años atrás, cuando manejé a la primera generación del BYD Qin (ver contacto), la marca ya estaba dejando ver la solapa de lo que sería esto que vemos plasmado hoy en el Tang. Y solo pasaron 5 años entre ambos. A este ritmo, no puedo imaginar lo que veremos de esta marca en 10 años más adelante. Cuando dije en el editorial que había toda una generación de modelos de BYD que me dejó sorprendido por el salto que pegó en China en comparación a los modelos que vende en Uruguay, jamás imaginé que en menos de un año los iba a estar manejando acá.

El estigma de los "autos chinos" se está borrando les guste o no. Durante mucho tiempo fui un detractor de lo que se estaba importando desde ese país, porque eran productos de muy baja calidad, bien equipados y a precios ridículamente accesibles. Los sigue habiendo en el mercado local, pero cada vez son menos. China hace años que produce vehículos que están a la par de marcas occidentales de primer mundo. Ahora llegó el momento de verlos rodando por nuestras calles. ¿Los prejuicios que sobrevuelan sobre esta industria habrán quedado acorralados por modelos como este Tang? Y en unos días les podré contar si BYD los termina de poner "en modo avión" de una vez y por todas.