Probamos durante cuatro días y algo más de 1.200 kilómetros al Fiat Fastback en su variante Impetus. |
El Fiat Fastback es sin dudas uno de los lanzamientos más esperados del año. Luego de un contacto breve en República Dominicana, ahora llegó el turno de la evaluación completa tras más de 1.200 km. Probamos a la variante Impetus con el impulsor T200: un 1.0 turbo tres cilindros con 120 cv de potencia.
La historia del Fiat Fastback es muy reciente para ser larga, pero no por ello deja de ser interesante. Porque aunque parezca que se viene hablando desde hace tiempo, este modelo tiene solo ocho meses de existencia. Es un modelo desarrollado en la región y es producido en la planta de Betim (Minas Geraís, Brasil). Según Stellantis, fue creado pensando en las necesidades de los clientes latinoamericanos y la geografía local. Utiliza a la plataforma MLA de la que fuera estrenada por el Pulse (ver prueba), pero ahora adaptada al tamaño de este Fastback. Por ese motivo, la base del Fastback se denomina MLA Plus.
Fiat menciona que la carrocería de este crossover está compuesta por un 87% de aceros de alta y ultra alta resistencia. En términos estructurales, este Fastback solo comparte las puertas con el Cronos (ver prueba). El resto es todo propio del nuevo modelo. Por lo que no es ni cerca aquel sedán, solo que con suspensión elevada, y que a su vez, tampoco tiene la misma geometría que en Pulse, dado que precisa soportar más peso. También hay otras dimensiones interiores y exteriores. Digamos, no es un Pulse con silueta fastback.
La presentación regional de este producto para la región se llevó a cabo a finales de marzo en República Dominicana. Stellantis Latam eligió a la ciudad-balneario más conocida del país (Punta Cana) para lanzar en ocho países (Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, República Dominicana, Paraguay, Perú y Uruguay). Autoblog asistió al evento regional invitado por Fiat Uruguay y Stellantis Latam (ver apuntes del lanzamiento) y allí pudo manejarlo por tierras dominicanas en dos versiones, Audace T200 1.0 CVT y Limited T270 AT6 (ver contacto), siendo además el Audace T200 el móvil de Autoblog durante tres días y por más de 800 km entre Punta Cana, San Francisco de Macorís y Santo Domingo.
Dos semanas más tarde se puso a la venta en nuestro mercado en dos versiones: Audace e Impetus, equipadas con el conocido motor ya visto en Pulse, el 1.0 Turbo 200 con 120 cv (con transmisión automática CVT de siete marchas pre-fijadas) y 200 Nm de par (ver lanzamiento) y precios que van entre los U$S 30.990 y 32.690. Más adelante se sumará el motor 1.3 T270 AT6, este último con 175 cv y 270 Nm y transmisión automática con convertidor de par y seis relaciones. Pero antes de que eso suceda, Autoblog evaluó durante cuatro días y algo más de 1.200 km al Fastback Impetus T200 1.0 CVT.
Exterior
El diseño del Fastback es una de sus grandes cartas de presentación, pero también viene cargado de polémica. Es un concepto distinto a lo que Fiat nos tiene acostumbrados. A tal punto que para muchas personas les será un desafío asociar este estilo con otros productos de la marca italiana. “No se parece a un Fiat” es lo primero que uno atina a decir y de lejos, hasta nos lo podríamos confundir con algo de una marca más, “aspiracional”, digamos. Fiat habla de que este crossover es un “gran salto” en términos generales. Y creo lo sabe transmitir de una forma similar a lo hecho con Toro (ver prueba) hace unos años. Durante los días de pruebas las consultas de transeúntes y otros conductores fue constante. Llama la atención. Y siempre con una señal de aprobación en general. Es un producto distinto y llamativo.
En el sector delantero se ven ciertos puntos de conexión con el Pulse porque comparte la trompa que lleva su versión deportiva, la Abarth (ver nota), como ser en la parrilla o las ópticas. Como dije más arriba, hay dos niveles de equipo, y ambos llevan luces delanteras full LED con encendido automático de luces altas en carretera (AHB) de serie, con un gran poder lumínico. Pero el Impetus evaluado es el único con antiniebla delanteros LED con función de luz de curva. También todos los Fastback llevan la simpática banderita italiana en la parrilla, que también se va a repetir en el interior para los tapizados y el selector de cambios. Fiat le llama a ese detalle “Script Flag”, ya un clásico de la marca a estas alturas.
Pasando al lateral, está el único punto de conexión con el Cronos, evidenciado por la forma de las puertas y ventanillas. Pero el resto, es todo propio del Fastback: overfenders y zócalos protectores en color negro, así como otra estampación en los guardabarros y espejos retrovisores. El despeje al suelo varía entre los 192 (Audace) y 217 milímetros (Impetus), más que nada por la elección de neumáticos y llantas de las versiones. Es tal vez el ángulo más controversial del auto, el perfil. Y paso a explicar la lógica de esto.
El voladizo trasero luce grueso, porque lo es. En las escuelas de diseños se mide el largo de una carrocería con la cantidad de ruedas que entran entre los extremos. Y si hacemos el cálculo con el Fastback, a este Fiat le sobra una. dejando a la rueda trasera algo “perdida” entre la chapa. Es un estilo al que se le va adquiriendo el gusto con el correr de los días y varía bastante con el ángulo desde donde nos paremos a mirarlo. Incluso con las primeras imágenes oficiales, diría que nunca le hicieron justicia. Este crossover es de esos modelos que ganan mucho en persona. Hoy hasta podría decirles que me gusta muchísimo.
Yendo a los neumáticos y llantas, el Audace lleva unos neumáticos Pirelli Cinturato P7 en medida 205/50 R17. Mientras que en el Impetus probado cuenta con unos Continental PremiumContact 6 en medida 215/45 R18, con un diseño idéntico al Limited que manejé en Dominicana, un estilo más deportivo que clásico, digamos. Otro detalle es que el Audace tiene una carrocería en un solo tono, mientras que el Impetus se ofrece a dos tonos con cinco combinaciones que cambian la tonalidad de los retrovisores y el techo (Rojo Montecarlo/Negro, Blanco Alaska/Negro -como el evaluado-, Gris Silverstone/Negro, Gris Strato/Negro, y Plata Bari/Negro).
En el sector trasero la única forma de diferenciar a los Fastback entre sí es solo por los emblemas de cada versión. Todas las variantes llevan sensores de estacionamiento (solo traseros en el Audace, suma los delanteros en el Impetus). Son muy necesarios porque la luneta, si bien es amplia, está bastante inclinada e incluso no tiene una limpia-lavaluneta, entonces los días de lluvia se los precisa más aún. Mientras que el el pilar C ancho, complicando también la visibilidad ¾ trasera. Pasando a las cotas, el Fastback mide 4.427 mm de largo (+238 mm frente al Pulse), 1.774 mm de ancho (ídem) y 1.545 mm de alto (-34 mm), con una distancia entre ejes de 2.533 mm, apenas uno más que en su hermano hatchback.
Interior
Puertas adentro la receta se repite a lo visto en el Pulse, con una pequeña salvedad. Los Fastback incorporan de serie un elemento poco visto en este rango de precios, un freno de estacionamiento electromecánico con función “Auto Hold”, que dio paso a un nuevo portaobjetos central de doble fondo, que es muy practico. Luego, por el resto, se repite cada pieza, emblema, tecla o perilla ya vista en su hermano. Son casi calcados en ese sentido. Al menos desde el pilar B en adelante. También en el Impetus, el revestimiento del techo interior va en color negro y los apliques del habitáculo en grises satinados de la variante Audace, acá se cambian por unos en tono piano black. Más sport, podría decirse.
Dos detalles que quiero resaltar son los 18 compartimentos portaobjetos repartidos por el habitáculo, que suman 25 litros de almacenamiento. Y algo que Fiat parece haber tomado de su hermana Jeep son los Easter-eggs del habitáculo, como el mapa de América Latina con senderos todoterreno, algo que también toma prestado del Pulse. También tiene uno propio en el marco del portón trasero que indica con valijas y bolsos pequeñitos, todo lo que se puede guardar en el inmenso baúl del Fastback para irse de vacaciones.
La calidad del interior es un poco mejor a la del Pulse. Es decir, si bien no recurre a los plásticos de inyectado blando ni por asomo como aquel, se nota que Stellantis está escuchando las críticas. Todos son materiales rígidos, pero la presentación en general es correcta y ya no existen tantos ajustes de piezas mejorables. Sin embargo, la tapa de la guantera sigue estando desencuadrada como pasa con los Pulse. Más allá de esto, se percibe un poco más de “cariño puesto” que en las equivalentes de Pulse, por ejemplo, con mejores tapizados o apliques satinados. Se lo siente más refinado que su hermano.
Destacó que también se nota un camino hacia el esmero en comparación con la generación previa de productos de la marca. Hablando de detalles, la “Fiat Flag” vuelve a estar presente en el fuelle del selector de cambios, como una etiqueta de una costura textil. Ya que hablo de esto, los tapizados son de dos tipos de tela y una de ellas texturizada en el Audace, que es muy agradable a la vista y el tacto, en tanto que este tope de gama Impetus, tiene uno mixto de cuero/eco-cuero, de buena calidad, pero más convencional y aburrido en su diseño. Aunque de nuevo, con una calidad de pseudo-cuero más lograda que en Pulse. Otra diferencia con su hermano es que la consola central es propia. Al contar con un freno de estacionamiento eléctrico (con función Hold), permite tener un portaobjetos con posavasos y un doble fondo debajo.
La posición de manejo del Fastback es similar (por no decir calcada) a la de del Pulse, porque la butaca va igual de elevada y es incluso la misma que encontramos en su hermano. En el caso del acompañante también, pero a diferencia del conductor, acá no se permite regular la altura. Los asientos, por su parte, son bastante anchos, mullidos y anatómicos, algo que en todas las veces que manejé un Pulse, destaqué por sobremanera. El volante, en tanto, se regula en altura como profundidad, en el Impetus, mientras que en el Audace, solo en altura. Tiene un buen grip y un aro gordito. En términos generales se consigue una postura de conducción bastante cómoda en todas las versiones.
Pasando a los instrumentales, el Impetus lleva uno digital de siete pulgadas TFT, mientras que el Audace se conforma con uno muy similar al de Argo/Cronos o del Pulse Drive. Es decir, el clásico con dos elementos de aguja y dos digitales. Tiene además un display monocromo de 3,5 pulgadas entre los relojes del tacómetro y velocímetro, con más funciones que una calculadora científica, algo que a lo que Fiat ya nos acostumbró. En el Fastback suma medidor de fuerza G y de presión del turbo. Las funciones se manejan desde las teclas a la izquierda del volante, que es multifunción en todas las versiones. En las todas las versiones suma las levas de cambio por detrás (metálicas, se agradece) y la tecla Sport en rojo.
Yendo a la consola central, todos los Fastback que llegarán a Uruguay tienen la misma central multimedia de serie. Se trata del sistema Uconnect con una pantalla táctil de 10,1 pulgadas, que ofrece funciones como Apple CarPlay y Android Auto con conexión inalámbrica, y permite conectar hasta dos teléfonos inteligentes funcionando al mismo tiempo. Además tiene navegador GPS integrado de serie (muy poco visto en este segmento, bien por Fiat), que funciona perfecto con el mapeo que tiene de los caminos Uruguay, y que como siempre se lo puede complementar usando Waze o Google/Apple Maps para información en tiempo real.
En términos de conectividad, además del ya mencionado espejamiento de smartphones de forma inalámbrica, también son de serie dos puertos USB, uno tipo C y otro A, ubicados justo encima del cargador inductivo para smartphones, también de serie en todos los Fastback, otro acierto de configuración de Fiat. Dicho sea de paso, no es idéntico al de Pulse. Tiene una salida de aire para ir enfriando al dispositivo mientras se carga. Es sabido que los celulares levantan temperatura cuando cargan por inducción. A su vez, hay otro conector USB-A colocado entre los asientos delanteros, que permite a los pasajeros de los asientos traseros cargar sus otros smartphones o lo que deseen enchufar allí (en el Impetus, suma un USB-C atrás también).
Y con esto último, ya me di paso para hablar de plazas posteriores y su habitabilidad, que es uno de los puntos más fuertes que tiene este Fastback frente a Pulse, pero también frente a sus competidores. Como dije más arriba, utilizar parte de la silueta del Cronos y adaptarla a una estética crossover es una ventaja que Stellantis supo aprovechar bien. Aquel sedán siempre tuvo una destacada habitabilidad en las plazas traseras. Y el Fastback saca provecho de esto frente a un rival directo como Nivus, por ejemplo. Si bien la distancia entre ejes es casi la misma que la del Pulse, está entre los mejor aprovechados del segmento por dentro. Frente a su hermano, el respaldo trasero tiene una inclinación mayor y permite viajar más relajado y cómodo a lo alto. No se viaja tan erguido ni recto. Deja una postura más descansada allí atrás.
Dos adultos de hasta 1,80 metros viajarán bien a lo largo y ancho, mientras que a lo alto, el techo -al contrario de lo que podría suponerse con esa caída Fastback- no robará tanto espacio para las cabezas, son solo 2 cm menos que en Pulse por dentro. Eso sí, al igual que pasa con otros productos de este segmento, un tercer ocupante adulto ya no irá tan feliz. Si bien tanto el respaldo como el asiento son blandos en esa plaza, el ancho de la carrocería no es tan generoso y el alto ya es un poco más ajustado que para los que viajen en los laterales. Por suerte el falso túnel de transmisión, no llega a molestar a los pies de quien vaya sentado en el medio. Además suma salidas de aire posteriores, algo que el Pulse, por ejemplo, no tiene.
Yendo al espacio de cargas, Fiat declara unos bestiales 600 litros de capacidad, que son 230 más que el Pulse, por ejemplo. Es casi como adosarle a un Pulse el baúl de un Mobi (ver lanzamiento) más o menos. Si lo enfrentamos con la competencia, tiene 185 litros extra respecto al Volkswagen Nivus, que es un disparate en comparación. Es el más espacioso del segmento y por mucha ventaja está por encima de la totalidad de los rivales. Por esto es que tanto remarco el haber tomado como base al Cronos.
Aquel sedán ya parte de 525 litros (generoso como pocos), que si le sumamos un portón tipo fastback (sin mayúsculas, no es el nombre), se ganan unos 75 litros extra. Ese volumen puede ampliarse rebatiendo el respaldo trasero en proporción 60:40, hasta los 1.087 litros. Es bestial la capacidad que tiene. No hay otro producto, sin importar el segmento, que ofrezca este volumen a los precios que pretende venderlo Fiat. Pasando al neumático de auxilio, en todas las versiones lleva uno del tipo temporario. En todas se utiliza un Continental en medida T125/80 R16, con la limitación de velocidad (80 km/h) y distancia (50 km).
Motor y transmisión
Acá tampoco vas a encontrar nada que ya conozcas del Pulse en sus versiones más completas. Las variantes Audace e Impetus llevan a la conocida mecánica GSE T200 que usa el Pulse en sus versiones más completas, pero que también llegará a varios de los productos pertenecientes a la fusión entre FCA y PSA (Stellantis). Es un 999 cc de cilindrada, tres cilindros, 12 válvulas, distribución variable MultiAir III con turbocompresor e inyección directa multipunto secuencial. Produce 120 cv de potencia a las 5.750 rpm y un par máximo de 200 Nm a las 1.750 vueltas. La transmisión es exclusivamente al igual que en su hermano, una automática CVT de origen Aisin con siete marchas pre-fijadas.
En Uruguay más adelante (sin fecha confirmada aún) se sumará una opción Limited más potente. Se trata de la mecánica GSE T4 270 Turbo que ya usan los productos derivados de la plataforma Small Wide, como Fiat Toro (ver lanzamiento), Jeep Renegade (ver prueba), Compass (ver prueba) y Commander (ver prueba), así como el ya mencionado Pulse Abarth. Es un 1.332 cc de cilindrada, cuatro cilindros, 16 válvulas, e inyección directa multipunto secuencial. Produce 175 cv de potencia a las 5.750 rpm y un par máximo de 270 Nm a las 1.850 vueltas. La transmisión es una automática secuencial de seis relaciones.
Tienen distribución por cadena (que ayuda a reducir vibraciones y también los costos de reparaciones de forma notoria frente a la de correa dentada) y la transmisión CVT, desarrollada entre Aisin y Stellantis, porque no están modificadas las relaciones de las poleas para cada impulsor. Por el resto, son bastante diferentes. Aunque ya hice algunas puntualizaciones en el contacto en suelo dominicano sobre el motor GSE T200, ahora voy a dedicarle el análisis más detallado en específico. Pero no es nada que ya haya comentado en la ocasión de haber probado a esta combinación mecánica en su hermano Pulse en el 2022.
Se trata de un impulsor con un comportamiento muy similar al que utiliza uno de sus rivales, el Nivus 200 TSI (ver prueba). Es más, hasta tienen casi las mismas cifras de par y potencia. En el caso del Fiat, es un ejemplo de insonorización, vibraciones, suavidad, respuesta y diversión de manejo respecto a otros tres cilindros de este segmento. El impulsor va bien aislado del habitáculo y solo llevando al 1.0 por encima de las 5.000 vueltas recién ahí podemos percibir si tenemos tres o cuatro cilindros debajo del capot. Porque recién ahí emite ese clásico ronroneo de los tricilíndricos. Esta combinación mecánica está entre lo mejor del segmento y el matrimonio con la CVT es para destacar.
Una de las características de este impulsor es que lleva un turbocompresor de baja inercia desarrollado por BorgWarner para Stellantis, y un sistema de admisión tiene un volumen reducido, lo que minimiza el turbo lag. Estas características se ven reforzadas por la tecnología de distribución variable MultiAir III. Está equipado con un sistema electrohidráulico para el control flexible de las válvulas de admisión, que permite abrirlas durante el ciclo de compresión del cilindro, lo que reduce la relación y enfría la cámara de combustión. La inyección directa, por su parte, tiene inyectores colocados casi de forma vertical a los pistones, en un ángulo de 23°. Esto favorece la mezcla aire-combustible evitando el compromiso de la película de aceite en la pared del cilindro, proporcionando estabilidad y rapidez en la combustión.
La transmisión por su parte, como ya lo comenté en la prueba del Pulse Impetus así como en el contacto en República Dominicana de este Fastback, es toda una revelación del segmento. Utiliza dos poleas variables conectadas por una correa de metal sumergida en aceite. Esta solución ofrece la máxima suavidad y comodidad, pero también no prevé cambios durante toda la vida útil del vehículo, lo que hace que el costo de mantenimiento sea más bajo. Es bastante progresiva en su accionamiento, y como ya es costumbre en las CVT de desarrollo más moderno, entrega un manejo muy suave y cómodo. Pese a esto, a bajas velocidades pueden manifestarse algunos tirones mínimos, que son un poco molestos a veces.
Cuenta con una función que simula el cambio de marchas, para evitar el efecto conocido de estas transmisiones: al acelerar a fondo, el tacómetro no se clava en el régimen más elevado, sino que va variando hasta que se alcanza la velocidad deseada, igual que en una caja con convertidor de par tradicional. También lleva un modo Sport que actúa sobre la dirección, el control de estabilidad, el mapeo del acelerador y cambia el tiempo de respuesta y el cambio de marchas, aprovechando aún más las cifras de par y potencia, dándole mucha agilidad al conjunto. El modo manual, por su parte, se activa por las levas integradas al volante o bien desde el propio selector, moviéndolo hacia el lado izquierdo.
Pasando a las cifras Fiat declara 190 km/h de velocidad final y una aceleración de 0-100 km/h en 10,2 segundos. No hay cifras de consumo homologadas de forma oficial. Durante los días de prueba logré números más que interesantes y reducidos en cualquier situación de uso. Para los tramos urbanos, entregó 7,0 litros cada 100 km, mientras que en carretera logró unos muy respetables 5,9 l/100 km y en el combinado ciudad-ruta, la mejor cifra obtenida fue de 6,4 l/100 km. Comparado con el Pulse que lleva esta misma mecánica/transmisión, aquel fue un poco menos económico en ciudad (7,5 l/100 km), mientras que en ruta el hatchback tuvo la ventaja (5,6 l/100 km), en tanto que en el combinado ciudad-ruta, podría decirse que es un empate (6,5 l/100 km). Yendo a las cifras del depósito de combustible y peso, este Fastback Impetus T200 1.0 CVT tiene un tanque con 47 litros (lleva 6 litros de reserva), mientras que el peso en orden de marcha es de 1.261 kilogramos (solo 24 kg más que el Pulse con el mismo motor).
Comportamiento dinámico
Si bien en el informe desde República Dominicana resumí bastante bien las impresiones dinámicas del Fastback, ahora sin el estrés del tránsito de aquel país, pude dedicarme a prestarle más atención al auto. Por aquellos días comenté que casi calca el confort de marcha del Pulse, aunque con una cuota de aplomo extra por el peso y tamaño. Sigo sosteniendo que un rodado 215/45 R18 es algo excesivo para un crossover de segmento B con esta cilindrada, potencia y masa para mover.
Esto también se traslada en el confort de marcha del Fastback. Si bien es un producto con un chasis seteado con un nivel de filtrado muy bueno, el perfil 45 en algunas ocasiones extremas llega a marcar algunos paños de la calzada y sentirse apenas más firme que otros modelos de Fiat en este segmento. Incluso un poco más que los Pulse con llantas de 17 pulgadas. Por eso si tu prioridad es el confort de marcha, mi sugerencia es que elijas a la versión Audace, que es bastante más cómoda por llevar unos más lógicos -y también más blandos en caucho- neumáticos 205/50 R17.
La dirección en tanto, con asistencia eléctrica es muy amigable para el uso en el ámbito urbano, presentándose muy dócil en especial en maniobras de estacionamiento, mientras que en la ruta no gana en precisión y rapidez, pero sí en dureza. A su vez, la carrocería tiene algunos puntos ciegos sobre los ¾ posteriores, como suele pasar con estos productos. Y lo que no veamos, nos lo alertarán los sensores acústicos de estacionamiento, presentes tanto adelante como atrás en el Impetus y de serie solo los posteriores en el Audace como dije más arriba. También es de serie la cámara de retroceso en todos, pero los Fastback cuentan con el apoyo extra de las guías móviles solidarias con el volante.
En relación al chasis en ruta, viaja bien en lo recto, sin sufrir tanto ante vientos cruzados o ráfagas que generen camiones o buses que nos crucen de frente, así como una insonorización solo correcta, de 67 db a 100 km/h, aunque los mencionados neumáticos de 18 pulgadas pueden generar algunas asperezas en carreteras abiertas. Más allá de eso, a la hora de encarar curvas también transmite cierta confianza, y las inclinaciones de la carrocería son las esperables en un producto que prioriza el confort de marcha y con una altura extra al suelo, aunque son menos marcadas de las que esperaba a priori. Es un producto fácil de llevar, y solo en algunas ocasiones muy extremas, el eje trasero no irá tan bien apoyado como el de tracción, aunque jamás pierde la trayectoria.
Al igual que su hermano, el Pulse, este Fastback cuenta con un esquema conocido y usado al extremo en este segmento: la delantera es del tipo McPherson con ruedas independientes, brazos oscilantes inferiores a la geometría triangular y barra estabilizadora, en tanto que la trasera es semi-independiente con eje de torsión. Respecto a las capacidades off-road, se ven limitadas por los neumáticos de asfalto elegidos, pero se defiende bien en caminos en mal estado, transmitiendo un buen nivel de robustez en las suspensiones. Declara 192 mm de despeje mínimo (189 y 194 mm en los Pulse, para referencia), un ángulo de entrada de 20,3º, 20,8º el ventral y 24,2º el de salida.
En términos mecánicos, por su parte, el combo del T200 con la CVT hacen un trabajo ejemplar para el tránsito urbano o la carretera mismo, permitiendo que el impulsor viaje muy relajado en todo momento. Por ejemplo, a 70 km/h en D va a 2.000 (2.250 en modo Sport) y 110 km/h a 2.500 en D (2.750 con el modo Sport activado). El 1.0 T200, además, no presenta las vibraciones de los tres cilindros clásicas. Es más suave y silencioso en su funcionamiento, es un impulsor refinado de verdad y sin dudarlo, de los más modernos de su especie en el mercado. Recién a partir de las 4.500 rpm, el motorcito emite un sonido un poco más ronco, que además produce una sonoridad muy agradable de escuchar y bastante adictiva.
La docilidad de uso general que transmite este producto se ve aumentada por una transmisión muy lineal y que se nota muy suave en su accionar, siendo junto al motor, el punto más destacado del producto en general. Y eso que varios acá saben lo mucho que detesto a las CVT en general. Pero esta que eligió Stellantis para este motor, me agrada demasiado. Las marchas apenas si se sienten, y si bien es un placebo, se las pueden pasar las pre-fijadas (siete en este caso) desde las levas detrás del volante o desde el selector.
Gracias a la suavidad y eficiencia del combo mecánico, este Fastback es bastante más vivaz de lo que dicen las fichas técnicas. Usando la caja en D puede pasar con el kick-down de la caja de 80 a 110 km/h en unos más que respetables 6,44 segundos (6,26 con las llantas de 17 pulgadas en el nivel Audace probado en Dominicana, dicho sea de paso), haciendo que los adelantamientos ruteros sean ágiles. Un Pulse T200 1.0 CVT cumple el mismo sprint en 7,06, así que si bien es más compacto y apenas más pesado, al parecer el Fastback es tal vez un poco más aerodinámico. O también que bajé unos kilos desde aquel test.
Equipamiento
El Fastback Audace 200 Turbo CVT ofrece de serie: pack eléctrico (cuatro levantavidrios, espejos y bloqueo), ópticas delanteras LED con luces diurnas (DRL), ópticas traseras LED, dirección asistida eléctricamente, asiento del conductor con ajuste de altura, climatizador automático y digital de una zona con salidas de aire para las plazas traseras, alerta de velocidad programada, computadora de a bordo con pantalla TFT de 3,5 pulgadas, sistema "My Car Fiat", alarma, volante multifunción en cuero con levas de cambio regulable en altura con levas de cambio integradas, control de velocidad crucero y limitador de velocidad, retrovisores exteriores con luz de giro integrada y función tilt down para estacionamiento, respaldo trasero rebatible 60:40, sensores de estacionamiento traseros, cámara de retroceso, sistema multimedia UConnect con pantalla táctil de 10,1 pulgadas con AM/FM/1USB-A/1USB-C/GPS/Bluetooth/Android Auto (inalámbrico)/Apple CarPlay (inalámbrico) y comandos vocales, puerto de carga USB-A para las plazas traseras (1), cargador inalámbrico para smartphones por inducción (Qi), freno de estacionamiento electromecánico con función "Auto Hold", tiradores de puerta y retrovisores exteriores en el color carrocería, tapizados en tela/cuero, espejo retrovisor interior con anti-encandilamiento automático, Keyless Enter 'n Go con encendido/apagado por botón, encendido a distancia, modo Sport con botón de conducción en el volante, y llantas de aleación de 17 pulgadas sobre neumáticos en medida 205/50 R17.
El nivel Impetus 200 Turbo CVT suma o reemplaza sobre el Audace 200 Turbo CVT: volante multifunción en cuero con levas de cambio regulable en altura y profundidad con levas de cambio integradas, tapizados en eco-cuero, faros antiniebla delanteros LED (con función de curva), retrovisores exteriores en color negro con plegado eléctrico y luz de cortesía, sensores de estacionamiento delanteros, carrocería bi-color (techo en color negro), instrumental digital de siete pulgadas, interior con revestimiento del techo en color negro, puertos de carga USB-A (1) y USB-C (1) para las plazas traseras, y llantas de aleación diamantadas de 18 pulgadas sobre neumáticos en medida 215/45 R18. En términos generales, las dos versiones están muy bien configuradas respecto a los equipamientos de confort en relación al precio.
Seguridad
Ambos Fastback cuentan de serie con: cuatro airbags (delanteros frontales y laterales cabeza/tórax), frenos ABS Off-Road, control de tracción (ASR), asistente de arranque en pendientes (Hill Holder Assist), sistema de alerta de frenada de emergencia ESS, controles de estabilidad (ESC) y de tracción plus (TC+), sistema de regulación de torque (MSR), control dinámico vectorial del torque (DTV), control de mitigación de vuelcos (ERM), asistente de frenado de emergencia (PBA), frenado de emergencia autónomo (AEB), alerta de cambio de carril (LDW), encendido automático de luces altas en carretera (AHB), cinco apoyacabezas, cinco cinturones inerciales de tres puntas, anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles, alerta de límite de velocidad programable, y monitoreo de presión de neumáticos (iTPMS).
Es una dotación bastante buena. Sin embargo, al igual que sucede con el Pulse, acá también hace mucho ruido la ausencia de los airbags de cortina, algo que todos sus rivales ya ofrecen de serie. Sería bueno que Stellantis reviera esto a la brevedad y que también podamos conocer la seguridad estructural del Fastback, ya que mencionan una nueva plataforma con un 87% por aceros de alta y ultra alta resistencia. Ojalá Latin NCAP nos pueda evacuar esta duda a la brevedad y que el resultado de dicha evaluación sea positivo, así Fiat puede conseguir un buen puntaje como algunos competidores.
Yendo con las asistencias a la conducción, en el caso del frenado de emergencia (AEB) actúa a velocidades superiores a los 7 km/h con la alerta de pre-colisión (aviso sonoro y visual o solo visual, se lo puede configurar) y solo detectando vehículos, no lo hace con peatones ni ciclistas, a tenerlo en cuenta. En tanto que el alerta de cambio de carril (LDW) funciona a velocidades entre los 60 y 180 km/h.
El sistema emite una alerta si el el vehículo se dirige al límite del carril de manera no intencional. Las alertas pueden ser visuales, en la pantalla del tablero de instrumentos o táctil en el volante, mediante una vibración leve. Cuando las condiciones mencionadas de funcionamiento se cumplen, el sistema irá monitoreando A las manos del conductor y emitirá una alerta sonora si no están colocadas en el volante.
Por último, al igual que Strada, Pulse cuenta con los sistemas TC+ y ABS Off-Road. Al presionar la tecla TC+, el dispositivo transfiere más torque a la rueda con mayor agarre, haciendo que el vehículo supere obstáculos con mayor facilidad. La función se desactiva de forma automática a partir de los 65 km/h.
El mismo TC+ activa el ABS Off-Road, una calibración que mejora el comportamiento de frenado del vehículo cuando es necesario activar el ABS en superficies blandas (arena, tierra, grava, nieve), permitiendo que la rueda se bloquee por breves momentos y se forme una "cuña" de material delante de la rueda. Este material aporta a detener el vehículo y mejora el agarre y la maniobrabilidad de los neumáticos, reduciendo la distancia de frenado en superficies de bajo agarre.
Precio, garantía y competidores
La gama del Fastback se compone por los niveles Audace 1.0 T200 CVT (U$S 30.990) y el Impetus 1.0 T200 CVT probado hoy (U$S 32.690). La garantía es nueva dentro de Fiat: 3 años o 100.000 kilómetros, provista por Stellantis. Bien por esta mejora, ojalá que pronto se extienda a todos los productos de la marca italiana a nivel local. Se trata de precios adecuados al segmento en donde Fiat pretende competir. Durante la presentación en República Dominicana, los directivos de Stellantis Latam, mencionaron a los Volkswagen Nivus/T-Cross y Nissan Kicks, como los rivales a vencer (ver entrevista). Y en términos de precio, Fastback está a la par de ellos. Es más, tienen toda la confianza de superarlos y ser los nuevos líderes del segmento.
Al igual que Volkswagen con la dupla Nivus/T-Cross, Fiat busca tener una oferta duplicada en este segmento, en donde se permite mover en un segmento más de acceso con uno y otro más, digamos, aspiracional con el otro. Aprendiendo ahora del error cometido con Pulse y el posicionamiento de precios, Fastback parece una oferta más atractiva y razonable que su hermano, al menos en las versiones que comparten motorizaciones entre sí. Hoy un Pulse Drive, ya sea manual (ver contacto) o CVT (ver contacto) siguen siendo una compra más que lógica y cargada de raciocinio dentro de este segmento.
Pero en el nivel más alto de Pulse, es decir, el Impetus, a apenas U$S 1.000 de distancia de un Fastback Audace, ya la balanza no se inclinaría tanto sobre el hatchback. Incluso tampoco sobre este Impetus T200 1.0 CVT evaluado. La versión Audace T200 1.0 CVT queda como una opción más redonda en general. Si bien pierde algo de equipo frente al probado hoy, lo compensa con un confort de marcha apenas superior, pero conservando las mismas cualidades del Impetus a un precio más accesible y apenas más arriba que el de un Pulse tope de gama. Pero eso es una apreciación analítica personal. Ustedes elijan lo que quieran.
Conclusión
En el apartado de diseño de este Fastback comenté que no había otro Fiat que siguiera este patrón estético. Y con el correr de los días de la prueba en Uruguay me fui replanteando esta idea. Sí lo hubo. Y era el Brava, nacido en 1995. Si bien aquel era un fastback de segmento C, por dimensiones hoy queda no tan lejos de este Fastback con "F" mayúscula, porque ahora es nombre propio. Los argumentos de ese producto no escapan a los usados hoy por Stellantis para vender este crossover con silueta fastback.
Tiene un diseño distintivo, gran espacio interior, un baúl exageradamente grande y es el complemento de un equivalente hatchback, como el Brava lo era del Bravo. Pero los tiempos cambiaron desde entonces. Hoy los clientes de esta franja de precios no quieren compactos de segmento C, sino SUVs y crossovers de segmento B. Por eso esta oferta actual de Fiat resulta ser tan lógica en términos de posicionamiento. Es repetir aquella receta de mediados de los noventa, pero adaptada a los gustos y preferencias actuales.
¿Estoy diciendo que este Fastback es el heredero directo del Brava? No, en absoluto. Pero sí considero que es un producto que cae demasiado dentro del terreno en donde se mueve el cliente de Pulse. Frente aquel este nuevo integrante de la familia Fiat parece una oferta más lógica, con mayores virtudes (sobre todo de espacio interior y baúl) así como una dinámica apenas más refinada en términos de aplomo y chasis. Además, como dije en el contacto desde el Caribe, es un producto que eleva la percepción general de la marca, asociada al "entry level" y los vehículos de acceso de mercado. Esos días quedaron en el pasado.
Fastback es un claro ejemplo de a dónde está queriendo ir Fiat, al menos en el Mercosur y será, hasta nuevo aviso, el modelo más arriba en su gama regional. Sin dudas llega último a la fiesta de los crossovers y SUVs sub-compactos. Pero lo hace con una receta doble que parece condenada a tener mucho éxito. Vuelvo a reiterarlo “no se parece a un Fiat” es una frase cargada de elogio y crítica en partes iguales. Porque esta “nueva Fiat”, más refinada, mejor equipada, y con una mayor calidad general habla a las claras de lo baja que estaba la vara antes. Pero también del “gran salto” que reza el slogan publicitario de este nuevo modelo. Porque frente a otros Fiat, queda más que claro que este Fastback ya comenzó a darlo.
FICHA TÉCNICA:
MOTORIZACIÓN
Cilindrada (cc) 999
Número de cilindros: 3
Número de válvulas: 12
Relación de compresión: 10,5:1
Diámetro x carrera (mm): 70,0 x 86,5
Inyección: directa multipunto secuencial, distribución variable de válvulas (MultiAir III), turbocompresor e intercooler
Cilindrada (cc) 999
Número de cilindros: 3
Número de válvulas: 12
Relación de compresión: 10,5:1
Diámetro x carrera (mm): 70,0 x 86,5
Inyección: directa multipunto secuencial, distribución variable de válvulas (MultiAir III), turbocompresor e intercooler
Potencia máxima (cv/rpm) 120/5.750
Torque máximo (Nm/rpm) 200/1.750TRANSMISIÓN
Caja de velocidades continuamente variable CVT y siete marchas virtuales pre-fijadas
Tracción delantera
Tracción delantera
DIRECCIÓN
De piñón y cremallera con asistencia eléctrica variable
FRENOS
Delanteros: de discos ventilados
Traseros: de tambores
EJES - SUSPENSIÓN
Delantera: independiente tipo McPherson, con brazos oscilantes inferiores, amortiguadores hidráulicos de doble efecto, resortes helicoidales y barra estabilizadora
Trasera: eje de torsión con ruedas semindependiente. amortiguadores hidráulicos de doble efecto, resortes helicoidales y barra estabilizadora
NEUMÁTICOS
Dimensiones: 205/50 R17
Rueda auxiliar: T125/80 R16
PRESTACIONES
PRESTACIONES
Velocidad máxima (km/h) 187
Aceleración 0-100 km/h (s) 9,7
Consumo (l/100km) Urbano: N/D - Carretera: N/D - Mixto: N/D
DIMENSIONES / PESO
Capacidad del baúl (l) 370/1.238
Peso en vacío (kg) N/D
Peso en vacío (kg) N/D
Peso en orden de marcha (kg) 1.237
Largo total (mm) 4.427
Ancho total (mm) 1.774
Alto total (mm) 1.545
Distancia entre ejes (mm) 2.533
Capacidad del tanque de combustible (l) 47
Despeje al suelo (mm): 192
Capacidades off-road (º): Ángulo de ataque: 20,5 - Ángulo ventral: 21,3 - Ángulo de salida: 31,4
Galería: Fiat Fastback Impetus T200 1.0 CVT | Créditos: Autoblog y Diego Olivera.
EQUIPAMIENTO:
EXTERIOR
Faros delanteros de full LED con luces diurnas
Faros antinieblas delanteros (con función de curva)
Faros traseros con LEDs de freno y posición
Llantas de aleación de 18 pulgadas
Techo y retrovisores exteriores en color negro
Tiradores de puerta en color carrocería
SEGURIDAD
Airbags frontales delanteros y laterales delanteros (cabeza/tórax)
Apoyacabezas delanteros y traseros (5)
Anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles
Asistencia al frenado (BAS)
Asistente de arranque en pendientes (HHA)
Asistente de cambio de carril activo (LDW)
Asistente de frenado automático (AEB) con sistema de pre-colisión (FCW)
Cinturones de seguridad inerciales de tres puntos (5)
Control dinámico vectorial del torque (DTV)
Control de estabilidad (ESC)
Control de tracción (ASR)
Distribución electrónica del frenado (EBD)
Encendido automático de luces altas en carretera (AHB)
Frenos ABS Off-Road
Monitoreo de presión de neumáticos (TPMS)
Sistema de mitigación de vuelcos (ERM)
Sistema de alerta de frenada de emergencia (PBA)
Sistema de regulación de torque (MSR)
CONFORT
Alarma
Asiento del conductor con regulación en altura
Cámara trasera de alta definición con líneas adaptables
Cargador inalámbrico para smartphones por inducción (Qi)
Cierre centralizado con mando a distancia
Climatizador automático de una zona con salidas de aire para las plazas traseras
Control de velocidad crucero y limitador de velocidad
Computadora de a bordo
Consola central con reposabrazos, portavasos, soporte para teléfono celular y compartimento de almacenamiento
Dirección asistida eléctricamente
Encendido a distancia
Encendido automático de luces
Espejo interno con anti-encandilamiento automático
Espejos retrovisores exteriores con plegado eléctrico, luz de cortesía, luz de giro integrada y función tilt down para estacionamiento
Freno de estacionamiento electromecánico con función "Auto Hold"
Instrumental digital con pantalla TFT de siete pulgadas
Interior con revestimiento del techo en color negro
Levantavidrios eléctricos delanteros y traseros con sistema one touch
Modo Sport con botón de conducción en el volante
Parlantes (4)
Puertos de carga USB-A (1) y USB-C (1) para las plazas traseras
Respaldo trasero rebatible 60:40
Sensor de lluvia
Sensores de estacionamiento delanteros y traseros
Sistema Keyless Enter 'n Go con encendido/apagado por botón
Sistema multimedia UConnect con pantalla táctil de 10,1 pulgadas con AM/FM/1USB-A/1USB-C/Bluetooth/GPS/Android Auto (inalámbrico)/Apple CarPlay (inalámbrico) y comandos vocales
Tapizados en cuero
Volante multifunción en cuero regulable en altura y profundidad con levas de cambio integradas
PRECIO Y GARANTÍA:
U$S 32.690. Garantía: 3 años o 100.000 km.