Prueba: Citroën C1 VTi 68 Shine Airscape

viernes, 8 de enero de 2016



Evaluamos al Citroën C1 en su versión más equipada, la Shine Airscape con el motor 1.0 VTi de 68 cv de potencia.
Pudimos probar durante cuatro días y 470 kilómetros al nuevo citycar de Citroën, el C1. Evaluamos a la versión Shine Airscape equipada con la única mecánica disponible para nuestro país, un 1.0 litros tricilíndrico VTi de 68 cv de potencia asociado a una transmisión manual de cinco relaciones.


Citroën es una marca relativamente novata en el segmento A. Más precisamente, hace diez años que participa de esta parte del mercado. Si bien muchos pensarán que los Saxo o AX fueron los encargados de abrir esa historia, se equivocarán, ya que ambos eran productos de segmento B. No fue hasta el año 2005 que la marca francesa tuvo un representante en el universo de los citycars.

El C1 fue el encargado de llevar esa responsabilidad. Desarrollado por PSA Peugeot Citroën en un joint-venture con Toyota, las tres marcas crearon sus respectivos productos, siendo gemelos en lo que respecta a carrocería, mecánicas, plataforma, y transmisiones, pero cambiando ligeramente el estilo entre ellos para darle la impronta de cada marca.


Mientras los Citroën C1 y Peugeot 107 se parecían mucho entre sí, el modelo de Toyota (llamado Aygo) tenía algunos detalles más diferenciadores. A su vez, ellos podían darse ese lujo dado que las mecánicas y transmisiones habían sido desarrolladas por la firma nipona. La producción de los tres modelos se llevaba a cabo en la planta de TPCA (Toyota Peugeot Citroën Automobile), ubicada en Kolín, República Checa, construida específicamente para producir estos modelos.

En el Salón de Ginebra 2005 se presentaron los tres al unísono, y cuatro años más tarde los productos recibieron respectivos facelifts que los aggiornaban para mantener un estilo similar al de otros modelos de cada marca. En 2012 tuvieron una segunda modificación que afectaba principalmente al frontal (ver nota) y dos años más tarde, la primera generación de estos citycars franco-nipones se dejó de producir.


El cambio de generación llegó recién cuando las marcas presentaron a los nuevos C1, 108 (reemplazo del 107) y Aygo en el Salón de Ginebra de 2014 (ver nota). Mantenía la concepción de "gemelo" con los productos de Toyota y Peugeot, pero con una gran cantidad de mejoras en relación al C1 que sustituía, tanto a nivel de equipamientos como de diseño.

A Uruguay llegó en noviembre del año pasado (ver lanzamiento) en tres niveles de equipo (Feel, Shine y Shine Airscape) con el conocido motor 1.0 tricilíndrico de 12 válvulas VTi con 68 cv de potencia y transmisión manual de cinco marchas. Autoblog pudo evaluar al C1 VTi 68 Shine Airscape (U$S 22.490), es decir, el modelo "tope de gama", y la prueba completa se transcribe a continuación. Por razones de igualdad ya expresadas, esta prueba también es válida para su hermano, el Peugeot 108.


Exterior

Si bien el C1 es un modelo nacido para llevar tres identidades muy diferentes, Citroën logró que su producto se distanciara de sus hermanos de Peugeot y Toyota. Personalmente considero que tiene lineas bastante atractivas y en persona gana mucho más que en imágenes. Luce bastante elegante y chic. Parece casi un envase de perfume francés convertido en vehículo.

Adelante encontramos a la imagen de marca del doble chevrón con la parrilla cromada y los grupos ópticos invertidos como en los C4 Cactus (ver lanzamiento) o C4 Picasso (ver lanzamiento), casi como si llevara ojos y cejas. A muchos les chocará la "mirada de sapo" que tiene, pero a otros nos parece simpática y hasta con cierto guiño al 2CV. En los extremos del paragolpes carece de faros antiniebla delanteros, que su hermano el 108 de Peugeot (ver lanzamiento) sí ofrece, pero en su lugar lleva a las luces diurnas LED.


Lateralmente el diseño simula ser el de un tres puertas, cuando en realidad esta carrocería que nos llega a Uruguay es de cinco. ¿Cómo? La ventanilla posterior no tiene marco, dado que es del tipo pivotante y no se puede bajar. Es un recurso usado previamente en el anterior C1 y en los Peugeot 107, y que claramente es una solución más económica y menos práctica. Igual si es aire o luminosidad es lo que se precisa, la versión probada que se denomina Shine Airscape lleva un enorme techo de tela retráctil en tres colores posibles, rojo, gris claro, o negro.

Si bien muchos optarán por la versión Shine (es decir, sin el techo de tela), la Airscape es una opción más recomendable porque además es el targa (nótese que no dije cabrio) más barato del mercado. Y eso siempre será bienvenido en Autoblog. Es completamente eléctrico y se puede accionar en marcha.


Para abrirlo basta una leve pulsación y deslizará solo por completo, mientras que para cerrarlo se mueve con "un toque" hasta la mitad, teniendo que presionar el botón para terminar la operación. Personalmente disfruté mucho de este ítem, especialmente en ciudad y a velocidades moderadas. Ya en ruta, si bien puede usarse, una vez superados los 100 km/h genera bastante ruido a viento en el interior estando abierto y un poco menos, cuando está cerrado. Luego, en la sección "interior" veremos el otro problema que tiene.

En la unidad probada las llantas son de aleación diamantadas de 15 pulgadas, con un bonito diseño y que la marca denomina "Planet". Van montadas sobre neumáticos Continental ContiEcoContact 5 en medida 165/60 R15. La versión Feel, más accesible y básica, lleva tazas plásticas llamadas "Star" con llantas de acero estampado de 14 pulgadas y van sobre neumáticos en medida 165/65 R14.


Otras dos diferencias entre los Feel y los Shine es que el primero trae los retrovisores en color carrocería y la base de las ventanillas en color negro. Los segundos pasan a un aspecto más cool sumando los retrovisores en negro brillante (no se notan tanto en nuestra unidad) y las bases de las ventanillas tienen un aplique cromado.

Visto desde atrás, el C1 ofrece un portón trasero íntegramente de cristal, una idea que ahorra costos, pero no por ello luce barato. Los grupos ópticos están bastante bien logrados y simulan un efecto 3D con las luces de posición durante la noche, que lucen atractivos.


Para tener una idea de las dimensiones, por si estás calculando si entra en tu garage, el C1 mide: 3.466 mm de largo, 1.615 mm de ancho, 1.460 mm de alto y una distancia entre ejes de 2.340 mm.

Dentro del segmento en donde participa es uno de los más pequeños, ya que ni siquiera llega a los 3 metros y medio de largo. Es un citycar con todas las letras y "C" mayúscula, como su nombre indica.


Interior

Si bien no tuvimos a la generación anterior del Citroën, sí nos llegó el Peugeot 107 (ver lanzamiento) que era su gemelo con melena de león. Por eso comparar el habitáculo del modelo actual frente al del que reemplaza es como poner una radio portátil al lado de un iPod. Se nota un salto gigante de modernidad entre ambos productos. El C1 luce fresco, actual, y joven, especialmente por la combinación de colores y líneas en el interior.

Otra gran mejora es la de los materiales y encastres utilizados. Los tapizados ganan en texturas y formas, mientras que si bien los plásticos utilizados son todos rígidos, su calidad está varios escalones por encima del resto del segmento A y a la par de rivales como los Picanto y up!. Este comentario también puede aplicarse al Peugeot 108, dado que lo único que lo separa puertas adentro con el Citroën son los tapizados y logotipos del volante. Eso sí, los más atentos encontrarán detalles usados en modelos de Toyota por todos lados. Es que como ya dije, trabajaron juntos franceses y nipones en el desarrollo de estos modelos.


La posición de manejo es correcta. Las regulaciones de butaca (altura y longitudinal con mucho recorrido) y de la columna de dirección (solo en altura y con poco recorrido) permiten viajar cómodo, aunque en mi caso, me incomodó un poco un volante tan grande en un habitáculo tan pequeño. Esto repercutió en que lo rozara cada tanto con las rodillas.

Si bien sigue transmitiendo esa sensación clásica de todos los citycars, dado que iremos más altos que en otros productos, el C1 tiene permite bajar el asiento que otros rivales. Ojo, si les gusta manejar bien arriba, de todas formas también nos deja hacerlo. La butaca es más bien blanda, pero no cansa a la espalda por estar sentado durante varias horas.


El instrumental va aunado en un solo conjunto que se mueve solidario con la columna de dirección en altura. La lectura es algo complicada por tener tanta información comprimida en tan poco espacio y por los reflejos del sol en el visor. Tiene un solo elemento de aguja, el velocímetro, mientras el cuenta vueltas va en la izquierda y el medidor de combustible en el medio, ambos con un display digital. Este último comparte espacio con la computadora de a bordo, y el indicador de temperatura del motor se reduce a un simple testigo.

La consola central en tanto aloja a una de las mayores novedades del C1 para el segmento A. Presenta una pantalla táctil multimedia de siete pulgadas a color muy fácil de usar, que cuenta además con mandos al volante, radio AM/FM, puertos USB y Aux-In, Bluetooth, audio streaming, y la función Mirror Screen. Este sistema permite duplicar la pantalla de nuestro smartphone en la pantalla del auto, y así poder utilizar, por ejemplo un navegador integrado vía paquete de datos. En nuestro país no funciona ya que no hay aplicaciones del sistema para Latinoamérica.


Más abajo de la pantalla en las versiones Shine y Shine Airscape hay otro diferencial del C1 frente a la competencia, y es que cuenta con un climatizador automático de una vía. Su funcionamiento es correcto, pudiendo enfriar rápidamente un habitáculo pequeño, pero para muchos será algo incómodo el no contar con salidas de aire centrales regulables. 

No es una solución que me guste pero debo reconocer que durante la prueba no ha sido un problema, destacando especialmente la buena capacidad para enfriar el habitáculo durante estos primeros días de calor. Es más, se puede usar el climatizador a una velocidad de forzador moderada y llevar el techo completamente abierto sin freírse al sol.


Si pasamos a las plazas posteriores, admite claramente sus limitaciones como citycar. En primera instancia, está homologado solo para dos pasajeros, y en nuestra unidad contaba con el techo de lona, que roba bastante espacio para la cabeza. A lo ancho dos adultos van bien, pero a lo largo y alto el panorama es complicado. En las versiones sin el techo se gana algo más de espacio hacia arriba, pero el lugar para las piernas sigue siendo limitado.

En materia de seguridad ofrece anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles, dos cinturones inerciales de tres puntas, dos apoyacabezas. Es decir, cumple con lo que se merecen los que tengan que viajar atrás, sean niños o adultos. Con lo que no cumple es con la sensación de encierro que dan las ventanillas pivotantes atrás. Por tal motivo, la versión Airscape con el techo corredizo es un soplo de aire (literal) bienvenido para quienes viajen en las plazas traseras.


Moviéndonos al baúl, ofrece 180 litros (196 l en este Shine Airscape), ampliables hasta los 780 l, si se abaten los respaldos traseros en proporción 50:50. Corresponde a 50 litros más que en el C1 anterior (107 de Peugeot para nosotros) con los asientos ocupados, y 29 más si plegamos los respaldos para tener mayor capacidad. Pese a la mejora en volumen, el C1 sigue teniendo un baúl pequeño si consideramos que un Suzuki Celerio tiene 251 litros y un Volkswagen up!, 285 l.

Por debajo de una alfombra encontraríamos el auxilio (temporario) en medida T125/70 R15 si fuera una versión Feel o Shine. Para el Shine Airscape probado, en tanto, en lugar de una rueda, trae un kit de reparaciones con un pequeño compresor y sellador para pinchazos. Sí, la versión más básica está mejor preparada que la tope de gama a la hora de romper un neumático.


Motor y transmisión

El impulsor es un tres cilindros cadenero con una cilindrada de 998 cc, 12 válvulas, inyección multipunto, y distribución variable de válvulas (VTi). Es capaz de erogar una potencia de 68 cv a 6.000 rpm y un par máximo de 95,5 Nm a las 4.300 vueltas. En nuestro país va exclusivamente asociado a una transmisión manual de cinco relaciones.

Si bien muchos pensarán que los citycars de PSA llevan el motor EB0 del 208 1.0 VTi (ver lanzamiento), se equivocan. El C1 (y el Peugeot 108 igualmente) en realidad lleva al denominado 1KR-FE desarrollado por Toyota, un motor que ganó consecutivamente desde 2007 y hasta 2010 el premio "International Engine of the Year" en la categoría por debajo de un litro de cilindrada.


Pero marketing aparte, ¿qué tan bueno es? Bastante, para ser honesto. Se trata de una mecánica perfecta para el uso urbano, con su punto de agilidad más dulce entre las 2.200 y 3.000 rpm y por debajo de ese régimen, se lo nota algo más perezoso. Se manifiesta algo rumoroso en el régimen medio y alto, así como también en ralentí, mientras que en movimiento esto se ve reducido notoriamente. La respuesta en ruta, en tanto, es satisfactoria y la esperada para un citycar de su naturaleza. Pasando raya, nada que sorprenda ni decepcione para alguien que conozca de citycars.

La transmisión manual elegida de cinco relaciones cuenta con marchas cortas para las primeras tres marchas, y bastante más largas en la cuarta y quinta. Los cambios entran sin esfuerzos y no presenta gomosidades ni ningún tipo de imprecisiones en el paso de velocidades.


Según fábrica, logra una velocidad final de 160 km/h, y una aceleración de 0-100 km/h en 13 segundos. Los consumos declarados, en tanto, son en ciclo mixto de 4,1 litros cada 100 kilómetros, 3,6 l/100 km en ruta, y finalmente en ciudad, dice conseguir unos 5 litros cada 100 km.

Durante nuestra prueba los números de consumo obtenidos fueron 6,5 l/100 km en ciudad, 4,9 en ruta, y finalmente 5,7 en el ciclo combinado. El depósito de combustible es de apenas 35 litros, una capacidad algo escasa que conspira contra la autonomía, aunque en contrapartida el 1.0 es bastante económico y logra mitigar bastante ese problema. El peso en orden de marcha, en tanto, está en los 875 kilogramos.


Comportamiento dinámico

El chasis del C1 es el paraíso de los usuarios de vehículos pequeños. Al igual que muchos competidores, el producto de Citroën apela a un esquema de suspensión blando, que evita el clásico andar duro y "rebotón" de otros habitantes del segmento A, producto de las cortas distancias entre ejes.

Se lo percibe muy cómodo de usar, absorbiendo pozos y cortes de la calzada correctamente y solo manifestando alguna sequedad puntual tanto en el eje delantero como trasero cuando pasamos de la categoría "bache de ciudad" a la de "cráter lunar", muy común en nuestras calles y hasta rutas.


La mecánica, en tanto, presenta un comportamiento pensado exclusivamente para el uso urbano. Allí el trabajo del tricilíndrico en colaboración con la transmisión hacen del C1 una herramienta perfecta para colarse entre el tránsito denso. Es muy ágil en el régimen medio y gracias a su tamaño reducido, se mueve como pez en el agua si lo llevamos entre 2.200 y 3.000 vueltas de motor.

En contrapartida, presenta una respuesta algo aletargada por debajo de las 2.000 vueltas. Al llegar a bocacalles no se podrá avanzar en segunda, teniendo que bajar obligatoriamente la velocidad y la caja a primera para cruzar, por ejemplo.


De todas formas el 1.0 destaca por algo que sus usuarios buscarán más que una respuesta deportiva, y eso son los consumos y suavidad de uso. En ciudad a unos 70 km/h, el tricilíndrico trabaja a unas 2.000 vueltas en quinta, entregando a cambio un consumo que promedia los 6 litros cada 100 kilómetros.

Por otra parte el C1 cuenta de serie con un limitador de velocidad. Si bien en algunas publicaciones se menciona que tiene control de velocidad crucero, no es así. El sistema que tiene permite setear una velocidad y por más que se pise a fondo, no se superará esa cifra. Está pensado especialmente para no acumular multas, sobre todo en ciudad.


Si lo sacamos de su "zona de confort", en tanto, el C1 puede hacer ruta sin mayores inconvenientes. El mayor problema es la aislación eólica y de rodadura. Lo primero es culpa del techo, que cuela algo de ruido a viento en la ruta. En las unidades sin techo de lona la situación seguramente mejora bastante, pero también no podrán ir llevando el pelo al viento (los que tengan) en un citycar.

Ya pasando a lo que es mecánica y chasis para salir a la ruta, no decepciona en lo más mínimo. Es cierto, 68 cv y menos de 100 Nm de par no son la receta ideal para crucerear, pero el C1 hace un buen trabajo de todas formas. Va bien en lo recto y los vientos cruzados no lo molestan circulando a velocidades legales. El motor en tanto, trabaja a unas correctas 3.000 rpm en quinta a 110 km/h de promedio, gastando menos de cinco litros cada 100 km. 


La dirección es muy ligera y rápida a la hora de andar en ciudad buscando huecos para estacionarlo, gracias a un reducido radio de giro de 4,80 metros, pero en la ruta si bien se endurece algo más, de todas formas no se la siente tan directa y requiere algo de atención al volante en velocidades de carretera.

Las suspensiones, en tanto, logran un confort aplomado sin perjudicar la respuesta en curvas rápidas. A la hora de realizar los giros la carrocería no se inclina demasiado, y sorprende por la solvencia para encararlos siendo un citycar sin pretensiones de cortar curvas a lo Ken Block. Esto es todo fruto de la ligereza de la carrocería, un contenido balanceo de la misma, y a contar con ESP de serie, que también permite exigirlo al doblar un poco más allá de la media.


Equipamiento

El C1 goza de ser uno de los citycars más equipados del mercado local. Ofrece de serie en la versión denominada Feel: pack eléctrico (levantavidrios delanteros y bloqueo), ventanillas traseras pivotantes, asiento del conductor con ajuste de altura, aire acondicionado, respaldo trasero rebatible 50:50, luces diurnas LED, volante multifunción regulable en altura, computadora de a bordo, radio AM/FM/CD/MP3/Aux-In/USB/Bluetooth, espejos exteriores con regulación manual, faro antiniebla trasero, faros traseros con efecto 3D, luneta trasera oscurecida, y llantas de acero estampado con tazas plásticas de 14 pulgadas sobre neumáticos en medida 165/65 R14.


La versión que probamos es la Shine Airscape, que suma al listado anterior: pantalla táctil 7" (con mandos al volante, radio AM/FM, puertos USB y Aux-In, Bluetooth, audio streaming, y sistema Mirror Screen ver video demostrativo), ventanillas traseras y luneta oscurecidas, limitador de velocidad, volante multifunción en cuero regulable en altura, climatizador automático, encendido automático de luces, espejos retrovisores eléctricos y calefaccionados, cierre centralizado con mando a distancia, llantas de aleación diamantadas de 15 pulgadas con neumáticos 165/60 R15, techo panorámico de tela corredizo de forma eléctrica en color negro, gris, o rojo, apliques cromados en la carrocería (línea de cintura). Por debajo del evaluado está el nivel Shine que solo pierde el techo de tela corredizo.

Si bien los equipamientos son completísimos en el caso de los niveles Shine, carecen de levantavidrios traseros (manuales o eléctricos, indistintamente), llevando una solución más simple y económica, como son las ventanillas pivotantes. Otro faltante en los C1 son los faros antiniebla delanteros, contando solo con traseros. Su gemelo, el Peugeot 108 cuenta con este ítem en todas sus versiones, además de las luces diurnas LED que tiene el Citroën.


Seguridad

Citroën no escatimó en elementos de seguridad para este modelo, y quizás sea uno de los puntos a tener más en cuenta del producto. Todos, absolutamente toda la gama del C1 ofrece de serie: seis airbags, frenos ABS, asistente al frenado de urgencia (AFU), repartidor electrónico de frenado (REF), control de estabilidad (ESP), control de tracción (ASR), anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles, cuatro cinturones inerciales de tres puntas, y cuatro apoyacabezas.

En un mercado donde todavía vemos productos que pasan los 35 mil dólares y no ofrecen ESP o incluso se escatima entre los equipamientos un mísero cinturón inercial de tres puntas para la plaza central trasera, ver que un citycar que orilla los 22 mil dólares como este ofrece se serie el equipo de seguridad que tiene, debería ponerles los cachetes colorados de la vergüenza.


A su vez, el producto de C1 tuvo un desempeño bastante bueno en las pruebas realizadas por Euro NCAP. El más pequeño de los Citroën consiguió cuatro estrellas gracias a los siguientes puntajes en cada una de las evaluaciones que se le realizaron: protección para adultos (80%), niños (80%), peatones (62%), y asistencias a la conducción (56%) (ver pruebas).

Los frenos son de discos ventilados en el eje delantero, y tambores en el trasero. Su funcionamiento es satisfactorio, deteniendo al vehículo siempre en linea recta, sin vicios, y además, encendiendo las balizas ante una frenada brusca. Tanto el control de estabilidad así como el de tracción se desconectan juntos, mediante la tecla "ESP off" ubicada en el tablero. De todas formas, como asistencia extra a la seguridad, ambos vuelven a activarse automáticamente al superar los 50 km/h o bien si perdemos la adherencia por debajo de esa velocidad.


Precio, garantía y competidores

El Citroën C1 VTi 68 Shine Airscape evaluado tiene un precio de venta de U$S 22.490 y una garantía de 2 años o 50.000 km (extensible a 4 años o 100.000 km). El resto de la gama se compone de las versiones Feel (U$S 19.990) y Shine (U$S 20.990).

Dado el precio de esta variante evaluada, el único rival directo es su propio hermano, el Peugeot 108 1.0 VTi Allure TOP! (U$S 22.490). El resto de la competencia está bastante más lejos de los gemelos de PSA, como ser los Suzuki Celerio 1.0 GLX (U$S 15.990), y Volkswagen high up! 1.0 (U$S 16.600).


Barato no es. Es más, dentro del universo de los citycars junto a su hermano de Peugeot y al Fiat 500 (ver prueba) el C1 probado está entre los más caros. Si bien no deja de ser un producto de segmento A a casi 23 mil dólares, es también cierto que ofrece elementos de seguridad y confort que ningún otro de sus rivales cuenta ni siquiera en opción.

A primer golpe de vista muchos seguramente optarán por una cuestión de espacio y potencia de motor por un C3 (ver prueba), por ejemplo. Pero incluso en la versión más equipada de ese modelo no podrán igualar el equipamiento (en especial el de seguridad) que ofrecen las versiones Shine del C1. Y eso dará para pensarlo un par de veces para algunos compradores.


Conclusión

El Citroën C1 es un automóvil mucho más completo y redondo que algunos rivales. Se presenta con una estética atractiva (o al menos original), acompañada de una dotación de seguridad y confort que se pueden encontrar normalmente en los segmentos superiores. No es barato por lo que es, pero tiene con qué justificar esos valores.

Si bien los citycars suelen ser los primeros escalones de precio de una gama, son los productos más caros de desarrollar para las marcas. Las plataformas y mecánicas se desarrollan solo para ellos y no se comparten con otros modelos. Por eso para bajar al máximo los costos de I+D en la gran mayoría de los casos (por no decir todos), son hijos de la colaboración entre dos o más empresas.


Visto desde un objetivo práctico, el C1 es un citycar económico, atractivo, bien equipado, y seguro. Es decir, una compra racional. Desde el punto de sus valores de comercialización está en la vereda opuesta de lo lógico tornándose casi un capricho para parejas jóvenes y solteros con estilo, o personas mayores que busquen un producto seguro y fácil de usar.

Al igual que en todas las franjas del panorama local, un mercado tan pequeño como el nuestro se da el lujo de tener citycars separados por su nivel de tecnología y equipamientos por grandes distancias de dinero. Es así que existen autos de segmento A de 10 mil dólares y otros que duplican ese valor. Y eso no es poco.


Si bien comparten el tamaño y la clasificación por segmento, hay un abismo entre ellos, al igual que sus clientes. Están los que privilegiarán solo un costo accesible, mientras otros buscan más lujos y seguridad, pero a cambio de precios "para pocos bolsillos".

El C1 no va a vender más unidades que un C3, por ejemplo. Pero estoy seguro que a la larga los clientes que opten por el más pequeño de la gama se llevarán más satisfacciones que aquellos que compraron a su hermano mayor. Porque ya lo dice el dicho, lo bueno también viene en envase chico.



A favor
  • Consumos reducidos
  • Confort de marcha en ciudad
  • Diseño
  • Equipamientos de confort y seguridad
  • Garantía extensible

En contra
  • Capacidad del baúl
  • Habitabilidad trasera limitada
  • Ventanillas traseras pivotantes
  • Precio elevado para el segmento
  • Sin neumático de auxilio




FICHA TÉCNICA:

MOTORIZACIÓN
Cilindrada (cc) 998
Número de cilindros: 3
Número de válvulas: 12
Relación de compresión: 10,5:1
Diámetro x carrera (mm): 71 x 84
Inyección: indirecta multipunto con distribución variable de válvulas (VTi)
Potencia máxima (cv/rpm) 68/6.000
Torque máximo (Nm/rpm) 95,5/4.300
TRANSMISIÓN
Caja de velocidades manual de cinco relaciones
Tracción delantera
DIRECCIÓN
De piñón y cremallera con asistencia eléctrica variable
FRENOS
Delanteros: de discos autoventilados
Traseros: de tambores
EJES - SUSPENSIÓN
Delantera: independientes tipo pseudo McPherson
Trasera: barra de torsión transversal
NEUMÁTICOS
Dimensiones: 165/60 R15
Rueda auxiliar: N/D
PRESTACIONES
Velocidad máxima (km/h) 160
Aceleración 0/100 km/h (s) 13
Consumo (l/100km) Urbano: 5  - Carretera: 3,6 - Mixto: 4,1
DIMENSIONES / PESO
Capacidad del baúl (l) 196/780
Peso en vacío (kg) N/D
Peso en orden de marcha (kg) 875
Largo total (mm) 3.466
Ancho total (mm) 1.615
Alto total (mm) 1.460
Distancia entre ejes (mm) 2.340
Capacidad del tanque de combustible (l) 35

Galería: Citroën C1 VTi 68 Shine Airscape | Créditos:  Autoblog, Diego Olivera (diegomolivera.tk).


EQUIPAMIENTO:

EXTERIOR
Apliques cromados en la carrocería (línea de cintura)
Faro antiniebla trasero
Faros traseros con efecto 3D
Llantas de aleación diamantadas de 15 pulgadas
Luces diurnas LED
Luneta oscurecida
Techo de tela corredizo de forma eléctrica en color Negro, Gris, o Rojo Sunrise
Ventanillas traseras oscurecidas
SEGURIDAD
Anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles
Apoya cabezas delanteros y traseros (4)
Asistente al frenado de urgencia (AFU)
Ayuda al arranque en pendientes (Hill Assist)
Cinturones traseros de tres puntos (2)
Control de estabilidad (ESP)
Control de tracción (ASR)
Frenos ABS
Repartidor electrónico de frenado (REF)
Seis airbags (frontales, laterales, y de cortina)
CONFORT
Asiento del conductor con regulación en altura
Cierre centralizado de puertas con mando a distancia
Climatizador automático
Computadora de a bordo
Encendido automático de luces
Espejos retrovisores externos regulables y calefaccionados
Gear Shift Indicator (GSI)
Levantavidrios eléctricos delanteros
Limitador de velocidad
Pantalla táctil 7" (con mandos al volante, radio AM/FM, puertos USB y Aux-In, Bluetooth, audio streaming, y sistema Mirror Screen)
Respaldos traseros rebatibles 50:50
Ventanillas traseras pivotantes
Volante en cuero regulable en altura y profundidad con comandos de radio y telefonía

PRECIO Y GARANTÍA:

U$S 22.490. Garantía: 2 años o 50.000 km (extensible a 4 años o 100.000 km)

COMERCIALIZA:

Oversil S.A. Justicia 1878. Tel. 24020997. Web: www.citroen.com.uy