Prueba: Citroën C3 1.5i Tendance (Parte 1)

miércoles, 15 de enero de 2014



La luminosidad: el principal punto a favor del interior del C3, gracias a la generosa superficie vidriada.
Por cuatro días convivimos con un Citroën C3 con el impulsor 1.5i de 90 cv y equipamiento Tendance. Tras más de 600 km, la primera parte de la prueba. Lo conocemos por fuera y por dentro, como siempre, después del salto.

EXTERIOR

Cuando se presentó la segunda generación del C3, Citroën admitió haber trabajado para lograr un diseño más agresivo con el que cautivar también al público masculino. Y el restyling recibido recientemente, compartido con la variante comercializada en Europa (ver nota), va un paso más allá.


El frontal se ve más agresivo que en el modelo que probamos hace algunos años (ver prueba), gracias a un paragolpes con trazos más afilados y la parrilla con el doble chevrón integrado en posición central. Los faros de LED, así como los antinieblas, se ofrecen a partir del nivel Tendance.

En el lateral encontramos llantas de aleación de 15 pulgadas, junto con los tiradores y espejos en el mismo color de la carrocería. Los detalles cromados quedan reservados para la variante tope de gama, denominada Exclusive, que suma también una pulgada de diámetro a las llantas.


En la trasera no encontramos diferencias con las unidades que llegaron desde Poissy. Se destacan los faros horizontales que invaden el portón, junto con una luneta redondeada. En la parte baja encontramos los sensores de reversa, de serie en la variante testeada.

Pasando a los frios números, mide 3,944 m de largo, 1,708 m de ancho, 1,521 m de alto y cuenta con una distancia entre ejes de 2,460 metros.


INTERIOR

La butaca del conductor del C3 transmite ciertos aires de monovolumen. El volante regula en altura y profundidad, y el asiento también lo hace en altura. A pesar de esto, las piernas quedan poco estiradas, y la altura podría ser menor. No es incómodo, pero requiere acostumbrarnos.

Habiendo conocido a la variante francesa, la comparación es inevitable. La calidad de terminaciones, aunque buena para tratarse de un modelo Mercosur, queda detrás de sus homólogos europeos. Lo mismo ocurre con el diseño, a gusto personal.


El volante, en plástico pero de tacto agradable, no cuenta con comandos integrados. Los mismos aparecen en la columna de dirección, como ocurre en varios modelos de Peugeot-Citroën. El panel de instrumentos cuenta con dos elementos analógicos -velocímetro y tacómetro-, computadora de a bordo y medidor de combustible digital.

La consola central recibe en la parte superior las salidas de climatización, con un diseño similar al de la Aircross (ver nota), por debajo los mandos del aire acondicionado -el Exclusive cuenta con climatizador- y la radio Pioneer con entradas USB y Aux-In.


El principal diferencial del C3 es la generosa superficie vidriada. La cintura es baja, las ventanas laterales generosas. ¿Y el parabrisas Zenith? Increible. Mide nada menos que 1.350 mm de largo, y permite ampliar en 80º el ángulo de visión de los ocupantes de las plazas delanteras. Una delicia para nosotros, los vidrio-adictos.

A pesar de los más de 30ºC del fin de semana en que me tocó probarlo, nunca cerré el parasol que lo convierte en un auto normal, pero que genera unos minutos de incomodidad. Hasta que recordamos que así es en todos los autos. ¿Por qué nadie habrá imitado la idea?


Las plazas traseras son suficientes para dos adultos de hasta 1.80 m. La caida suave del techo permite una altura generosa, y el ancho permite que un tercer ocupante viaje, aunque no tan cómodo. Hay tres cinturones inerciales, con el mismo número de apoyacabezas. Respecto al francés, perdió los anclajes ISOFIX.

El baúl ofrece una capacidad de 300 litros, ampliable hasta los 1.000 litros si rebatimos los asientos. Aloja a una rueda de auxilio de la misma medida que las cuatro titulares, pero con llanta de acero: punto a favor frente al auxilio temporario del francés.


MECÁNICA

Debajo del capot, la variante Tendance -como la Origine- se vale de un un impulsor inédito de PSA para la región. Se trata del denominado TU4M que comparte con el Peugeot 208 que también sale de la fábrica de Porto Real en Brasil.

Partiendo de la base del anterior 1.4i se aumentó la cilindrada hasta 1.449 cc -aunque la marca lo llame 1.5i-. La potencia aumentó en 15 cv hasta los 90 cv, y llega 300 rpm más arriba, a 5.500 rpm. El par máximo es ahora de 132 Nm, frente a 118 Nm del anterior y se produce a las 3.000 rpm, 300 rpm más abajo.


Sigue siendo un cuatro cilindros con inyección multipunto y ocho válvulas. La marca no informa la aceleración de 0 a 100 km/h o el consumo. Sí la velocidad máxima, de 174 km/h.

La suspensión delantera es pseudo McPherson independiente con muelles helicoidales y barra de torsion con muelles helicoidales atrás. Los frenos son de discos sólidos en el eje delantero, y tambores en el trasero.

Galería: Citroën C3 1.5i Tendance
Prueba: Citroën C3 1.5i Tendance (Parte 2)
Fotos: Autoblog, BR1 | Photography