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| Durante cuatro días y más de 790 kilómetros probamos al nuevo SUV global de Nissan, el Kicks. |
Cuando empecé a escribir sobre autos en Internet, allá por mis 18 años (hoy tengo diez más en el documento), nunca hubiera imaginado que iba a estar probando de forma constante un solo tipo de producto. Todo periodista especializado en potencia imagina que su futuro laboral será evaluando berlinas deportivas y de lujo, coupés que le quitan el sueño a más de uno durante las noches o vehículos exóticos dignos de un sultán del desierto.
Pero no. Los que tenemos este trabajo de probar lo que la gente compra con el fin de servir de guía a la hora de elegir un auto, y por qué no, para entretener a los fanáticos, tenemos que entender nuestro contexto y evaluar lo que se vende en Uruguay. Hoy lo que la gente más pide que se prueben (ustedes, sí, los que están leyendo esto) son SUVs. Sin dudas. Ah, y crossovers, que son como el SUV pero sin muchas pretensiones de vestirse de forma adecuada para ir a hacer off-road.
Todas las marcas tienen, van a tener, o están pensando en tener uno en los próximos años. Algunas más arriesgadas como Mitsubishi incluso piensan en abandonar la producción de berlinas en el corto plazo para pasar todo su negocio hacia ese segmento de vehículos porque es lo más rentable que hay hoy. Decir que es una "moda pasajera" es tomarlo a la ligera y subestimar al mercado. Ya sea en este lado del mapa o cruzando el Atlántico, todos los clientes buscan ese tipo de productos y es una realidad instalada.
Y tiene su lógica: tienen diseños atractivos (a veces), son prácticos, vienen en diferentes tamaños, le calzan a las necesidades de un soltero, una pareja o una familia tipo, dan estatus y cada vez son más accesibles al gran público. Nissan no es ajena a esto y además de ofrecer en Uruguay a los Qashqai (ver lanzamiento) y X-Trail (ver lanzamiento), hacia finales de 2016 decidió completar la gama hacia abajo en la escalera de SUVs con el Kicks (ver lanzamiento) con el fin de empezar a tener mayor presencia en este universo de los sport utilities.
Pese a que muchos dirán que es un "Juke by Mercosur", pero el Kicks en realidad es una apuesta más global de lo que aprenta a los ojos de muchos. Está previsto que más de 80 países, además de los que componen Latinoamérica, lo reciban en sus calles. No es un vehículo de menor calidad, ni nada que se le parezca, sino que entra a competir en la parte más disputada del mundo de los SUVs y es el que se mueve entre los 25 y 35 mil dólares.
Y lo que es más interesante para la marca es que más allá de que aquí se llegó a vender durante un tiempo el Juke (ver lanzamiento), el planteamiento de Kicks es distinto, porque va por un lado más racional y menos elitista. Recordemos que aquel modelo llegaba desde Gran Bretaña casi al precio de un Qashqai 0km en 2017. Un Kicks, en cualquiera de sus tres versiones, está bastante lejos de ese valor.
Esto hace que la pelea por las ventas tenga que ser contra modelos conocidos en el mercado y donde hoy está el sector más caldeado de los vehículos de pasajeros: Ford EcoSport o Renault Duster, pero también con otros más recientes como Honda HR-V, Peugeot 2008, Hyundai Creta, Jeep Renegade, Chevrolet Tracker, o Suzuki Vitara, solo por nombrar algunos bastante populares. Nissan ha probado hacer buenos SUVs en estos últimos años, y ahora con el Kicks quiere llevarse una porción grande de la torta chica.
Para muchos seguirá siendo una moda. Otros piensan que llegaron para quedarse hace años atrás y que también representan el ocaso para los sedanes, hatchbacks y coupés. Esto (ya) no es una moda, y tampoco un editorial, sino el final del adelanto de la prueba del Nissan Kicks que sirve de antesala para el informe completo que podrán leer el próximo viernes en una web que a estas alturas tendría que rebautizar como SUVblog.
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