Probamos al Chevrolet Cruze Sedán: revoluciones internas

lunes, 12 de septiembre de 2016



Estuvimos manejando el nuevo Chevrolet Cruze durante siete días y el próximo viernes podrán leer la prueba completa.
Finalmente la segunda generación del Chevrolet Cruze pasó por nuestras manos. Durante una semana y más de 1.600 kilómetros evaluamos al lanzamiento más importante del 2016 para General Motors a nivel regional. Pero antes de eso, como ya es un clásico de Autoblog, un pequeño adelanto.

El 12 de abril de este año publicaba una de las primeras notas del Cruze de segunda generación (ver nota) producido en Argentina. En aquel entonces la marca anticipaba el lanzamiento regional como "el día más importante en la historia de Chevrolet en Sudamérica". Hasta se animaron a llamar internamente al proyecto como "Fénix". No por el cuadro de Capurro, sino por el ave mítica.

Parecía sonar hasta demasiado exagerado pensar de esa manera a un producto que ya se conocía a nivel global, porque unos meses antes fue lanzado en los Estados Unidos (ver nota) y que honestamente no guardaba muchas sorpresas, ya que al ser un producto global, muchas de sus características se comparten entre mercados.


Pero haciendo un poco de zoom en la foto de la llegada de la segunda generación del Cruze, empezamos a entender un poco por qué tanto alboroto con este producto. Tras una inversión de 750 millones de dólares en la fábrica de General Alvear, provincia de Santa Fe, es el primer producto global que la marca norteamericana produce en el país vecino para toda la región.

También es el primero en estrenar una plataforma completamente nueva (denominada D2XX), que comparte con otros modelos modernos de General Motors como ser el nuevo Opel Astra (ver nota) o la segunda generación del Volt (ver nota), y que a su vez, fue desarrollada en Rüsselsheim, Alemania por Opel. Es decir, volvemos a ver una pizca de Europa nuevamente en un Chevrolet made in Mercosur.


Adicionalmente es el primer producto que vemos de la marca en nuestra región con una motorización realmente moderna como es este Ecotec 1.4 Turbo de 153 cv de potencia. Es cierto, no es un motor "nuevo" per sé porque ya lo usan hace algunos años productos de Opel y Chevrolet en Europa y Estados Unidos, pero sí lo es para esta parte del planeta.

Pero lo que es más importante, al igual que pasara con el primer Cruze (ver lanzamiento), esta segunda generación promete ser un muestrario de lo que la marca está preparando para los próximos años. Y eso ya se puede ver en algunas renovaciones de productos como la familia Onix/Prisma (ver nota), S10 (ver nota), los Cobalt y Spin (ver nota) y tantas otras actualizaciones que iremos viendo en los próximos años.


Lentamente iremos viendo como esta berlina influye en otros productos, y así se irá renovando (y mejorando) toda la gama de Chevrolet para la región. No solo estéticamente, sino también a nivel de tecnologías, motorizaciones, calidad y seguridad. Es así que mirando el bosque y no el árbol, es que se puede entender que el Cruze realmente es tan importante para la marca como se lo anticipaba a comienzos de este año. 

Más que una revolución para el segmento donde participa, este modelo promete ser el primer indicio de un gran cambio puertas adentro de la marca de Detroit. Por eso decidimos dedicarle una semana entera de evaluación y hacerle más de 1.600 kilómetros para conocerlo bien a fondo. Y en unos días más podrán leer eso la prueba completa de este nuevo Cruze.