Probamos al Nissan Versa: mirando hacia el interior

viernes, 6 de marzo de 2015



Más vale tarde que nunca. Autoblog pudo finalmente probar al Nissan Versa, ahora con su primera actualización.
La próxima prueba será para saldar una deuda que Autoblog tenía con ustedes. Con la excusa de la ligera actualización que tuvo el producto en 2014, es que realizamos una evaluación al Nissan Versa. Durante cuatro días y más de 500 kilómetros, manejamos al sedán chico de la marca nipona.


El Nissan Versa es famoso por tener un diseño muy controversial. Si bien con la última repasada de estilo que tuvo el año pasado (ver lanzamiento), mejoró un poco el frontal, visto de costado sufre de tener un voladizo muy corto adelante, largo atrás, un techo alto, puertas gigantes, y un sector trasero con un espacio de chapa tan generoso entre la puertas y el remate del baúl, como para pintar un mural. Aunque personalmente nunca me gustaron sus líneas, también entiendo que tiene una explicación lógica.

Al momento de su presentación, hace ya cuatro años atrás (ver lanzamiento), por problemas logísticos propios (perdonen) no pudimos realizarle en el sitio una prueba como el Versa se lo merecía. Por eso, en el afán de darles algo de análisis, le hicimos una de las -hoy extintas prácticamente en Autoblog- "primera impresión" (ver nota). 


En aquel momento decía que el producto de Nissan gozaba de las mejores plazas traseras del segmento B, y que podría arriesgarme a decir, que le daba cátedra a más de un sedán compacto. El espacio trasero no es grande, es enorme. Ridícula y excesivamente enorme para un tricuerpo chico. Tanto que se pueden cruzar las piernas sin siquiera tocar los respaldos delanteros con ellas.

Lo más sorprendente de todo, es que habiendo pasado tanto tiempo entre aquella presentación y hoy, solo un producto pudo hacerle frente al Versa en este sentido, y es el Renault Logan (ver prueba). El resto de sus competidores o bien tienen plazas traseras "solo" correctas, o en contrapartida, apretadas como sardina en lata.


He ahí el secreto del diseño del Versa. Es uno de esos productos pensados con una cabeza que primero pone el foco en el interior, y luego se busca adaptar a las líneas exteriores al habitáculo. Es como esas casas antiguas con techos altos y puertas eternas que llegaban casi hasta los bordes de la estructura. Para muchos lucen poco atractivas ante una construcción actual, pero una vez adentro, el espacio abunda por doquier.

Y aunque muchos critiquemos, o no comulguemos con el estilo del Versa, existen consumidores buscan expresamente este tipo de productos. Es más, conozco a uno: mi vecino Jorge. Su historial automotriz desde que llegó al barrio es el de tener en su garage sedanes cuyo diseño no es tan atractivo, pero sí tienen correcto espacio interior. Supo tener un 307 Sedán, y antes, un 306. Y por lo que me ha comentado, adora a su Versa por encima de los dos Peugeot.


Mientras en los Estados Unidos este producto de Nissan, fabricado en la planta mexicana de Aguascalientes es el vehículo 0km más accesible que se puede comprar, en nuestro país es el sedán es uno de los productos más exitosos de la marca (por detrás del March, claramente).

Por ese motivo, es importante recordar que lo que decimos muchas veces los periodistas especializados no es el ritmo que marca el mercado. El Versa tiene muy buena recepción, y para conocer un poco más acerca de él, y por qué no, buscar amigarse con sus lineas, es que lo manejé durante cuatro días y más de 500 kilómetros. La prueba completa se podrá ver, la semana que viene.