Prueba: Nissan Note Advance M/T (Parte 1)

miércoles, 2 de octubre de 2013



El Note viene a ocupar el lugar que dejó -en precio- el desaparecido Nissan Tiida.
Probamos al último lanzamiento de Nissan para el mercado latinoamericano. El Note llega desde México a Uruguay en tres versiones, y en Autoblog manejamos al Advance con caja manual de quinta, combinada con el conocido impulsor 1.6 de 109 cv que comparte con los March y Versa. La prueba, tras el salto.


El Note no es un modelo inédito dentro de la marca nipona. Su primera generación, denominada E11, data del 2004 y no es otra cosa que el monovolumen derivado del Micra/March (K12). Fue vendido en Europa, además de compartir muchos elementos, entre ellos la plataforma, con el Renault Modus, MPV del Clio II.

La segunda generación del Note (E12) nació a mediados de 2012 (ver nota) derivada del March que probamos hace unos años (ver prueba), modelo con el que comparte la famosa Plataforma V, de la que también se valen otros productos de Nissan como ser los Versa (ver lanzamiento) o Juke (ver lanzamiento). Sus líneas surgen del concept Invitation mostrado en el Salón de Ginebra 2012 (ver nota).


Sin embargo, para el continente americano, este modelo cumple un papel distinto. Nissan se empeña en decir que es el encargado de llenar el hueco que dejó el desaparecido Tiida Hatchback (ver nota), aunque estamos ante un vehículo de menores dimensiones. Para los mercados del Norte (Estados Unidos y Canadá) el nuevo integrante se denomina Versa Note (ver nota), mientras que de México -país en donde se fabrica- hacia abajo, se lo llama Note a secas. Y el modelo americano no es exactamente el mismo que se vende en Europa, como veremos en la nota.

En Uruguay se lanzó a finales de julio (ver lanzamiento) en tres versiones, dos con caja manual (Sense y Advance) y una con la caja automática continuamente variable XTronic CVT, solo en nivel Advance.

Autoblog probó al Note en su variante Advance, pero con caja manual, y que se comercializa a un precio de 26.950 dólares, equipando el ya conocido motor HR16DE de 1.6 litros y 109 cv ahora, es decir tres más que en el March, además de sumar doble distribución variable de válvulas, denominada CVTCS. La garantía es de 3 años o 100.000 km. Para dejar de dar vueltas con la introducción, comencemos con la prueba.

EXTERIOR

La marca dice inaugurar con esta segunda evolución de Note un nuevo lenguaje de diseño denominado "Squash Line" que parte de las líneas vistas en el concept Invitation, y que intenta, mediante una nervadura en el lateral, evocar al efecto que realiza una pelota de squash cuando rebota contra una pared. Más allá de esa línea prácticamente nacida de una habitación llena de encargados de marketing, a lo que realmente recuerda el Note en su perfil, es a uno de sus rivales, el Honda Fit.

Pero más allá de ese parecido plagio, el producto de Nissan tiene un diseño muy atractivo. Al frente muestra dos nervios en el capot, que caen sobre las ópticas con un formato tipo boomerang. En la variante Advance evaluada el paragolpes delantero lleva en las esquinas los faros antiniebla, junto a las luces diurnas.


En la trasera los faros también cuentan con una estética similar a los delanteros, copiando la línea marcada por la ventanilla trasera. La marca dice haber buscado inspiración en los que llevan los Juke y 370Z para diseñarlos. Si alguien encuentra el parecido, que me avise.

En el lateral el nivel Advance lleva llantas de aleación de 16 pulgadas, sobre neumáticos marca Continental ContiProContact en medida 195/55 R16. La variante Sense, entrada de gama, lleva llantas de aleación de 15 pulgadas con cauchos 185/65 R15.


Este modelo nacido en Aguascalientes, México, compite dentro del mercado de los monovolúmenes de segmento B, pese a que muchos tratan de emparejarlo con hatchbacks de segmento B, como ser los Chevrolet Sonic o Peugeot 208, cuando sus rivales reales son los Honda Fit o Fiat Idea.

Mide 4.157 mm de largo, 1.694 mm de ancho, 1.536 mm de alto y una distancia entre ejes de 2.600 mm. La carrocería goza de un gran coeficiente aerodinámico para un MPV, con un Cx de 0.29.

INTERIOR

Entrar al Note es encontrarse con un mix de varios interiores de Nissan. Se ven muchos elementos ya conocidos de los Versa y March, obviamente, pero lo que resalta más es el volante, que toma prestado de uno de sus hermanos mayores, el Sentra B17.

Como buen monovolumen, la posición de manejo es alta incluso en la posición más baja, y esto se puede regular desde una rueda en el asiento, que solo empuja desde atrás, no te levanta bien. El volante tiene bastante recorrido en altura, pero no permite variar la profundidad, aunque por el precio, debería tenerlo. Las butacas son firmes, y descansan bien el cuerpo, con buena sujeción para el torso, y solo justa para las piernas.


El instrumental es el mismo del Versa, y tiene dos relojes para velocímetro -en millas y km/h, porque este modelo se vende en Estados Unidos también- y tacómetro. En el medio hay un display para las funciones de la computadora, así como los medidores de combustible y temperatura. Su lectura es algo imprecisa, pero por lo menos ofrece el tan reclamado medidor de temperatura de agua. Uno que escucha los pedidos, al fin.

Como decía más arriba, volante es el mismo del B17, y está forrado en cuero para la versión Advance, llevando uno de los dos airbags que hay de serie. A su derecha el botón de encendido/apagado del motor, ya que el auto trabaja con la llave iKey, algo que ya ofrecen varios Nissan.


En la consola central, también compartida con el sedán de diseño controversial, encontramos una nueva radio para Nissan, con pantalla QVGA a color de 4,3" en donde se pueden ver las funciones de la radio, que ofrece conexiones USB y Aux-In, además de la cámara de retroceso o la telefonía Bluetooth, con mandos vocales, algo que la marca no destaca en sus fichas de equipamiento, pese a que el auto lo ofrece y que funciona de maravillas. Por ejemplo, si lo estás operando con el auto en movimiento, se cancela por seguridad.

La calidad de materiales es la ya conocida de los modelos que vienen desde México. Buenos plásticos, aunque todos duros, y todo bien ajustado para no hacer ruidos. De todas formas encontré el mismo detalle que le critiqué al interior del March, la tapa del segundo airbag no estaba tan bien ajustada. Algo bueno para destacar del interior, la cantidad y variedad de portaobjetos que tiene.


Cuando nos mudamos a las plazas traseras, es donde el Note saca a relucir sus mejores credenciales. Las puertas pueden abrirse casi perpendicularmente, 85° según los datos de la marca, y el espacio abunda en casi todas direcciones. Personas de más de 1,80 m irán muy cómodos, ya que sobra lugar para las piernas y cabeza, pero el ancho ya delata su naturaleza de segmento B.

Para poner un ejemplo de lo amplio que es, corriendo totalmente hacia atrás las butacas delanteras, aquellos que viajen atrás, podrán ir de piernas cruzadas. Destaco que el Note ofrece en todas sus versiones cinco cinturones de tres puntas y anclajes LATCH y TopTether para sillas infantiles. Lo malo es que no hay apoyacabezas central atrás.


Un punto negativo del Note es que no ofrece la modularidad interior que sí tiene en otros mercados. En Europa existe la posibilidad de tener un asiento trasero corredizo y mesitas en los respaldos de las butacas delanteras. Es decir, elementos típicos de un monovolumen que se buscan cuando un hatchback o un sedán no alcanza. También hay que decirlo, el desaparecido Tiida tenía el asiento corredizo y casi la misma habitabilidad del Note, pero siendo un hatchback compacto y convencional.

El baúl ofrece unos escasos 272 litros de capacidad, ampliables hasta los 1.084, abatiendo los respaldos traseros en proporción 60:40. El espacio de carga ofrece (solo en los Advance) un sistema denominado por Nissan como Divide-N-Hide, que no es otra cosa que un piso ajustable a dos alturas, permitiendo guardar pequeños objetos debajo del mismo, con 86 litros disponibles, además de dejar una superficie plana al ras con la boca de carga. Esa es toda la modularidad que ofrece el Note.
Si hablamos del auxilio está no solo mal ubicado, porque va en una jaula por fuera del habitáculo, sino que además es del tipo temporario, en medida 125/70 R15 y de la marca Maxxis, es decir, la ya siempre criticada galletita.

MOTOR

Pero no todo es negativo en el Note, porque mecánicamente lleva el conocido y ágil impulsor HR16DE. Tiene 1.6 litros, doble árbol de levas a la cabeza, ahora con doble distribución variable CVTCS, 16 válvulas y una potencia de 109 cv a las 6.000 rpm, con un torque máximo de 145 Nm a las 4.400 vueltas. Va asociado a una caja manual de cinco relaciones, como en la versión evaluada, aunque opcionalmente, solo en este equipamiento Advance, también está la chance de elegirlo con una automática continuamente variable Xtronic CVT.


Este 1.6 ya probado en el March, debo decir que sigue siendo igual de bueno montado en el Note. Responde en todo el rango del tacómetro siempre con brío, siendo muy silencioso por debajo de las 3.000 vueltas y solo un tanto más ruidoso recién por encima de las 5.000. Cabe destacar que es un motor cadenero (y no con polea de distribución), algo que evita las vibraciones y también reduce los costos de mantenimiento a casi cero en este aspecto.

En ciudad el Note se mueve como pez en el agua, saliendo casi siempre primero en las luces verdes, y cuando pasamos a la ruta, también es ágil y sube en revoluciones como una licuadora. La caja, como veremos más adelante, trabaja en armonía con el mil seis, mediante cambios cortos y precisos.


Fábrica declara 183 km/h de velocidad final, y una aceleración de 0-100 km/h en 10,7 segundos, en tanto que declara los siguientes consumos: 5,9 l/100 km en ciudad, 4,6 l/100 km en ruta, y 5,2 litros cada 100 km en ciclo mixto. El depósito de combustible cuenta con 41 litros.

Galería: Nissan Note Advance M/T
Prueba: Nissan Note Advance M/T (Parte 2)