Probamos al BYD New F3: a la velocidad del cambio

viernes, 6 de septiembre de 2013



Nos subimos al New BYD F3 y la semana que viene tendrán la prueba completa.
DCT. Tres letras que dicen "tecnología en transmisiones". De un tiempo a esta parte, las cajas automáticas de doble embrague son la referencia marcada. Sin embargo, también son sinónimo de productos de marcas premium y precios para pocos. Para beneficio de la mayoría, por suerte, este panorama está cambiando.

S tronic, Powershift, DSG, DCT, DDCT, o (a ver si lo pronuncian sin trancarse) Doppelkupplungsgetriebe, etc. son algunas de las diferentes formas de decir lo mismo: caja de doble embrague. Prácticamente todo el mundo habla de ellas, pero todos esos anglicismos marketineros, o las siglas complicadas se resumen en dos cosas bien sencillas: un embrague para cambios pares, y otra para los impares, con un funcionamiento basado en un sistema robotizado combinado con esos dos selectores de marchas.

Estas cajas se caracterizan por su velocidad ansiosa de acoplar un cambio mientras está trabajando en el anterior. Adelanta tareas como un empleado eficiente. Su funcionamiento es la quintaesencia de las transmisiones actuales, y cada automática apunta a igualar la velocidad y linealidad en la entrega de potencia que pueden lograr solo las doble embrague. Pero de momento es imposible hacerlo con un embrague solo.


Toda esta maravilla de la ingeniería, que en Autoblog ya probamos en dos marcas, Audi y Mercedes-Benz, con la primera en los A1 (ver prueba) y A3 Sportback (ver prueba), mientras que en la casa de la estrella nos tocó a la hora de manejar el Clase B (ver prueba). En ambos casos fueron brillantes, y se transformaron en la referencia para medir al resto de los automáticos del mercado.

Sin embargo, para poder llegar a conocer este tipo de cajas tan buenas, hay dos caminos: el que hacemos nosotros, que vamos probando autos como muestras gratis de queso en un supermercado, o sencillamente tener el capital para poder comprar un auto que la equipe. Y es acá donde está el mayor problema de esta tecnología, es cara. Para que se hagan una idea, el auto con caja de doble embrague más "accesible" que tenemos en Uruguay es el Audi A1 a U$S 45.400. Hasta ahora.


BYD presentó en julio al New F3 (ver lanzamiento), un sedán que deriva de la versión anterior, que databa de 2006, pero ahora con una estética y calidad mejoradas. Hasta ahí nada del otro mundo. La real novedad de este automóvil es que es el primero de origen chino en ofrecer una transmisión automática secuencial de doble embrague y seis relaciones.

Ustedes dirán, tiene lo último en ingeniería de transmisiones pero seguro a un precio ridículamente alto. Pues se equivocarán. Lo más destacado es al valor al que están ofreciéndolo: U$S 20.490. Es decir, casi la mitad de lo que había que pagar hasta ahora por una caja de doble embrague. También vale la pena recordar que estamos hablando de un sedán compacto a precio de uno del segmento B, con todo lo que eso significa.

En resumen, esta tecnología es cada vez más accesible y panorama del mercado de las transmisiones automáticas en consecuencia también va cambiando muy rápido. Casi tanto como lo hace una caja DSG. La prueba completa del New F3 DCT, la semana que viene.