Probamos al Peugeot 208: menos es más

lunes, 3 de diciembre de 2012




Finalmente, uno de los lanzamientos más esperados del año pasó por las manos de Autoblog. El Peugeot 208 será la próxima prueba que tendremos, aunque antes de meterse de lleno en eso, una pequeña clase de historia de la arquitectura para conocer mejor la esencia de este pequeño león.


Para aquellos que hayamos estudiado algo de historia del arte, o de arquitectura, el nombre Ludwig Mies van der Rohe les sonará muchísimo, -más si les tocó como a mí en sexto de liceo, perder un fin de semana haciendo una maqueta de esta obra-. Pero a aquellos que no lo conozcan, quizás sí les suene más la frase less is more (menos es más) sobre la cual este arquitecto y diseñador industrial alemán sostuvo toda su obra.

Pero este no es un sitio de arquitectura, sino de automóviles. Tampoco es mi intención poner al Peugeot 208 al nivel del mítico arquitecto alemán, pero sí me parece interesante el puente que se construye entre ambas partes mediante la frase menos es más, así como el aprovechamiento al máximo del espacio.

Los franceses decidieron hacer con este 208, un modelo revolucionario, apostando a ganador como nunca, ya que la empresa en Europa, producto de la crisis económica, no está pasando su mejor momento y busca que este pequeño hatchback sea uno de sus salvadores. Dejaron atrás lo que habían pensado para crear el 207, y se enfocaron en mirar dos éxitos de la marca dentro del segmento, como ser el 206, pero por sobre todas las cosas, el 205.


El 208 apostó a reducir algunos conceptos, pero también a agrandar otros. Por fuera no siguió a la tendencia global de aumentar el tamaño al pasar de una generación a la otra, sino que todas sus cotas se vieron reducidas respecto al 207, volviendo a los dominios históricos del segmento B, es decir, por debajo de los cuatro metros de largo. Es 83 mm más corto, 9 más angosto, 12 más bajo y mantuvo la misma distancia entre ejes. Curiosamente, por dentro creció en varios sentidos, aumentando el baúl en 15 litros, y la distancia para las piernas en las plazas traseras en cinco centímetros. Un gran homenaje a van der Rohe y su aprovechamientio de los espacios reducidos.

Siguiendo con la aplicación del lema vanderoheano, bajo el capot, en el caso del modelo probado, hay un motor más pequeño y ligero, pero también más potente y económico. Al veterano TU3A 1.4 cuatro cilindros, ocho válvulas de 75 cv y 118 Nm de par, le toma la posta este EB2/MA 1.2, tres cilindros, 12 válvulas, con tecnología VTi y, 82 cv de potencia, que si bien mantiene el mismo torque de 118 Nm, lo entrega a 550 vueltas menos. Este nuevo propulsor pesa 21 kg menos que el 1.4, y su consumo se vio reducido en casi dos litros cada 100 kilómetros en promedio. Nuevamente, menos es más.


En el único punto que el 208 no respeta a rajatablas la frase del arquitecto germano, es en el equipamiento, ya que acá es más por más. Cuenta con un equipo de seguridad destacado para el segmento, siendo el primer auto del segmento B en el mercado nacional en haber obtenido las cinco estrellas de EuroNCAP bajo el nuevo regalmento más exigente (ver prueba), además de contar con apoyacabezas y cinturones inerciales en todas sus plazas, anclajes ISOFIX, cuatro airbags y frenos ABS como mínimo, pudiendo sumarle airbags de cortina o un elemento vital poco visto en este segmento, como ser el control de estabilidad ESP, o el control de tracción, ambos presentes en el modelo probado.

Todo parece demasiado bueno para ser cierto desde lo que podemos ver desde la frialdad de los números y las fichas de equipamiento. Mañana podré contarles con lujo de detalle si menos es más tambíen puede ser sinónimo de mejor que antes, ya que el equipo de Autoblog hizo la prueba más extensa hasta el momento, recorriendo más de 400 km con el nuevo producto de la casa francesa.