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| Evaluamos a la cuarta generación del Mitsubishi Outlander, un SUV japonés con tres filas de asientos. |
Probamos a la cuarta generación del Mitsubishi Outlander. Un producto que ha ido transformándose con cada generación. Pasó de ser un crossover compacto a un SUV para siete pasajeros de una evolución a la otra. Pero para esta última, hizo algo aún más osado: unirse a una de sus marcas rivales para sobrevivir.
En épocas de guerra, los países se suelen abroquelar internamente para combatir al extranjero invasor. Atrás quedan las ideologías políticas y los intereses comerciales. Lo que predomina es defender el territorio propio a toda costa. Incluso si eso implica compartir la trinchera con el tipo que hace dos semanas, estaba en tu vereda opuesta defendiendo sus propios ideales, muy distintos a los tuyos.
El universo de los automóviles no es tan distinto al mundo bélico y suele tener este tipo de alianzas, solo que sin trincheras ni balas de por medio. Pero en ambos casos, se trata de quién sobrevive por encima de los contrincantes. Japón como país ha pasado por esos dos campos de batalla. El del uniforme y el de las corbatas. Las dos empresas de este país que hoy salen a la luz con más notoriedad son Toyota y Nissan.
Más atrás en volumen tenemos a Mazda, Subaru y Mitsubishi, que son empresas más "chicas" que esos dos gigantes que con el correr de los años han establecido alianzas con estos fabricantes para el desarrollo de algunos productos. El más resonado es el caso de Subaru con Toyota para la creación de las coupés 86 (o GT 86 si estás leyendo desde otra parte del mundo) y BRZ del lado de Subaru.
Pero menos conocido es que Mitsubishi no solo hace material armamentístico (sí, producen hasta misiles y tanques) sino que también, en su división de automóviles, estableció lazos con el Grupo Renault-Nissan en el año 2017. La "Alianza RNM" como se le suele llamar, pasó a ser una mesa con tres participantes después de que Nissan adquiriera una participación mayoritaria en Mitsubishi y luego hiciera de la firma de los tres diamantes un socio en igualdad de condiciones, mediante un acuerdo de intercambio.
Esto dio como fruto varios productos, más específicamente tres en el último tiempo. El primero es la nueva generación del Mitsubishi ASX para el mercado europeo así como el nuevo Colt PHEV, ambos versiones con estética y logotipos de la firma nipona, puestos en los sendos Renault Captur II y Clio V. Sin embargo, por fuera del continente europeo, hay otro modelo que parece menos un "rebadge" de modelos de Nissan o Renault. Porque es diferente.
Se trata de la cuarta generación del Mitsubishi Outlander (ver lanzamiento). Se la conoce por el código interno (GM/GN) y fue revelada en marzo del 2021 (ver nota). Ahora utiliza la plataforma de Renault–Nissan denominada CMF-CD, compartida con el Nissan X-Trail de cuarta generación que llegará a nuestro mercado este año (ver nota). Pero nada tiene que ver con aquel modelo en términos de estética.
Sin embargo, las alianzas no son nuevas para este SUV con tres filas de asientos. 10 años antes de la fusión con Renault-Nissan el Mitsubishi Outlander, estrenó su segunda generación pero haciendo el camino inverso de esta cuarta generación. Porque en aquel entonces, fabricó versiones "rebadged" del Outlander para el ex-grupo PSA que lo comercializaba bajo sus marcas Peugeot 4007 y Citroën C-Crosser. Pero eso ya es harina de otro costal, con fusiones entre japoneses y franceses. Nada que ver a esto.
Ahora llegó el turno de conocer al nuevo Outlander y más allá de alianzas, promete ser un producto que sube su nivel en términos de equipamientos, tecnología y calidad frente a su antecesor. Hace una semana pude manejar al nuevo Nissan X-Trail e-Power en las calles y rutas de Colombia (ver prueba) así que tengo el recuerdo fresco de aquel producto. ¿Será similar al Mitsubishi o la alianza nipona habrá dado como resultado algo diferente? Lo sabremos en unos días más con la prueba completa del Outlander.
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