Probamos al Geely Coolray: con ascendencia escandinava

Probamos al nuevo SUV de Geely para el segmento de los sub-compactos, el Coolray.

Hace algunas semanas Autoblog pudo evaluar al nuevo SUV sub-compacto de Geely, el Coolray. Llega importado desde China, pero compartiendo muchos elementos en común con una empresa que forma parte del Grupo Geely desde hace años: Volvo. Pero antes de su análisis, veamos qué nos dio Suecia.

Indagando un poco en esta maravilla llamada Internet, uno se puede llegar a sorprender de la cantidad de influencia sueca que tenemos en la cultura del infoentretenimiento. Es que ese país nórdico ha dado grandes actrices nacidas en sus tierras, como Ingrid Bergman o Greta Garbo, o actores como Alexander Skärsgard (y todo su clan familiar de actores, tanto de hermanos como hijos de este señor). Sin embargo, muchos más actrices y actores famosos de los que pensamos, son hijos, nietos o tataranietos de suecos.

Por ejemplo: Matt Damon, Kirsten Dunst, los hermanos Franco (Dave y James), Melanie Griffith, Mark Hamill, los Gyllenhaal (Jake y Maggie), Scarlett Johansson, Val Kilmer, Michelle Pfeiffer, Julia Roberts, Kevin Spacey, Uma Thurman, Mark Wahlberg o Emma Stone, todos tienen algún grado de parentesco con esa tierra, ya sea de forma directa o indirecta. Ahora ya tenés un dato más para tirar en tu próxima charla cinéfila. Y gracias a los suecos, también tenemos inventos tales como el GPS, el casco de bicicleta o el TetraPak. Qué gran país, ¿no? Vivan los suecos y Escandinavia.

Sin embargo, pocos saben el aporte que Suecia también le hizo a la industria automotriz, en especial de la mano de dos firmas: Saab y Volvo. La primera está enterrada en los libros de historia tras el fracaso que fue la adquisición por parte de General Motors en los años 90. Pero la otra, vive bajo el paraguas del grupo chino Zhejiang Geely Holding Group adquiriendo la empresa a Ford en 2010 por nada menos que 1.384,6 millones de euros. Ambas marcas nos dieron todo esto: el cinturón de seguridad, los airbags laterales, de cortinas y la protección estructural contra impactos laterales, las sillas infantiles, la sonda Lambda, el turbocompresor, los tableros "black panel", los sistemas de ángulo muerto y anti-vuelcos, la detección de peatones con frenado automático, las barras de refuerzo y anti-intrusión integradas en las puertas, las columnas de dirección y pedales colapsables, entre otros.

En su momento recuerdo que la de Volvo fue una adquisición muy polémica. Una firma china comprando a la única marca sueca "grande" que venía quedando en pie. Mucho se habló de que los productos suecos perderían calidad, que los chinos solo tomarían su tecnología e ingeniería para sus marcas y que básicamente, secarían los recursos de la firma sueca. Algo que ya se había visto con General Motors y Saab antes, por ejemplo. O incluso con Volvo durante los años que estuvo bajo el mando de Ford (también lo hicieron con Aston Martin, Jaguar y Land Rover, para qué dejarlas afuera de esa carnicería).

Pero la historia probó lo contrario. Hoy Volvo es una marca más deseable que nunca y todo gracias a la inyección de capital y R&D financiado por Geely. Toda la firma sufrió desde 2010 un planteo más premium y exclusivo que nunca, con una gama enfocada en SUVs electrificados que está marcando tendencia desde hace años, tanto a nivel tecnológico como de ingenierías. Aunque hasta el momento, no habíamos visto un modelo de Geely que pudiera aprovechar todo esto para su beneficio.

El momento llegó en el año 2018, con la aparición del primer SUV sub-compacto de Geely, denominado Coolray, aunque en otros mercados es conocido como Geely SX11 o Binyue. Fue presentado en el Salón de Shanghái 2018 y está desarrollado sobre una nueva arquitectura modular llamada BMA, sobre la cual se producirán también otros modelos futuros de Geely, Lynk & Co y Volvo.

Su llegada a nuestro mercado había sido anunciada a mediados de 2019 (ver nota), pero se demoró como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Su arribo a Uruguay se pospuso hasta 2021 (ver lanzamiento), llegando importado desde la planta de Ningbo, China en dos niveles de equipamiento (GC y GF+, como el evaluado esta semana por Autoblog). Se comercializa a valores que van entre los U$S 30.990 y U$S 33.990, respectivamente, quedando por encima del GX3 (ver prueba) dentro de la gama de la marca, y reemplazando en parte el lugar dejado por los discontinuados Emgrand GS (ver prueba) o Emgrand X7 Sport (ver lanzamiento), que pertenecían al segmento compacto de los crossovers y SUVs.

La mecánica utilizada por el Coolray es un 1.5 turboalimentado de tres cilindros, con inyección directa y distribución variable. Tiene una potencia de 174 cv y 255 Nm de par máximo. Va acoplada a una transmisión automática DCT de siete relaciones, siendo esta una combinación mecánica de origen Volvo usada en varios modelos de la casa sueca y de la firma Lynk & Co, también propiedad de Geely. Ahora llegó el turno de analizar qué tanto de toda esta ascendencia escandinava llegó a Geely. La prueba completa, en unos días más.

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