Probamos al BMW Serie 1: no escuchen a los fanáticos

lunes, 18 de noviembre de 2019



Evaluamos a la tercera generación del BMW Serie 1, la primera de su historia con tracción delantera.
La próxima prueba será una de las más pedidas de este 2019 por parte de los lectores de Autoblog. Se trata de la tercera generación del BMW Serie 1, un producto que por primera vez en sus más de 15 años de existencia, abandonó la tracción trasera para pasar a tener delantera al igual que sus rivales.

Internet es el mejor invento de la humanidad moderna, no caben dudas. Pero también es el canal por el que los fanáticos y los fundamentalistas disfrutan administrar sus cuotas de irracionalidad y vehemencia en público. En estos algo más de 9 años de oficio administrando este blogcito, he tenido que cruzarme con unos cuantos de ellos. También chocar más de una vez y haciéndome saber su descontento con mails eternos repletos de insultos o descalificaciones que ni siquiera me gasto en leer, porque vuelan sin escalas a la papelera digital.

Es que con argumentos irracionales, es imposible luchar. Pero más que nada, porque es un ejercicio fútil. Ellos seguirán con sus fanatismos y el mundo tendrá sentido para ellos solo en esos parámetros. El mundo del automóvil no es ajeno a esta pandemia y cada vez que un producto nuevo aparece con algún cambio radical entre generaciones, estos "ogros de la argumentación" llenan sus buches de todo el odio y lo salen a escupir digitalmente. De ahí que haya películas a las que se le cambiaron los finales por reclamos de fanáticos en redes sociales, o series que extiendan sus temporadas hasta la agonía argumental, sólo para satisfacer al fan service. Tiempos demenciales en los que vivimos, ¿no?


Cuando BMW anunció que la próxima generación del Serie 1 (ver prueba) iba a pasar a tener tracción delantera en lugar de la tradicional (y única para el segmento C) trasera, fue como tirarle margaritas a los cerdos. Los fan boys empezaron a criticar esto, y más de un periodista especializado también se subió al tren de los palos para hablar pestes de un auto que ni siquiera habían conducido aún. Es lo que tiene Internet, te permite adjudicar títulos y juicios argumentativos de forma automática e instantánea sobre todos los temas del universo.

En lo personal, si bien extraño que ese modelo haya tomado ese rumbo -y le dediqué un test entero a esto (ver prueba)-, no puedo hacer a un lado la vista del mercado e ignorar qué es lo que un cliente del segmento C está buscando en un producto de esta categoría, y más dentro del universo premium. La realidad es que a una pequeña parte le interesa tener un auto con tracción trasera, un reparto de masas perfecto 50:50 y un chasis seteado para aquellos que les gusta conducir posta. Basta con preguntarle al azar a un usuario de un 114i o 116i si saben lo que todo esto significa o si más que nada compraron su auto por tener el logo de la Bayerische Motoren Werke estampado por todos lados.


Lo que buscan en líneas generales es un vehículo con tecnología, espacio interior, practicidad y calidad. Y el anterior Serie 1 (F20) solo podía cumplir bien con uno de esos cuatro puntos, mientras que en los otros tres, estaba por debajo de la competencia, los Audi A3 Sportback (ver prueba) y Mercedes-Benz Clase A (ver prueba). Los rivales de BMW entendieron esto hace más tiempo atrás y los resultados en ventas se reflejaron de forma clara: muy pocos querían un auto con tracción trasera en este segmento. Por eso para la última evolución del Serie 1 (ver lanzamiento), se cambió todo.

Por eso BMW aprovechó su expertise cultivado durante años con los productos de MINI (pionero de todos los vehículos de tracción delantera actuales, vengan de a uno) y desarrolló para la tercera generación de ese modelo una plataforma modular llamada UKL, que se divide en dos niveles: la UKL1, usada por los MINI Hatch y Cabrio, y la UKL2, que tiene una mayor distancia entre ejes y que es utilizada por todos estos productos: BMW X1/X2, Serie 2 Active Tourer/Gran Tourer, MINI Clubman/Countryman y más acá en el tiempo, por el Serie 1 (F40) y el último lanzamiento de la marca, el Serie 2 Gran Coupé (ver nota).


Sin dudas la generación actual del Serie 1 se creó para a llenar todos esos casilleros que su antecesor no pudo. Pero aquellos que amamos el chasis del F20 lo vamos a tener que recordar en nuestra memoria o yendo al mercado de los usados, donde cada vez cotizarán más alto, acuérdense. BMW quiere entregar un producto más pulido y maduro, que pueda pararse a la par de sus rivales de todas las horas en lo que el público masivo quiere que se destaque. Las grandes ventas se impulsan en base a eso, no a lo que pidan los fanáticos.

Como todo en el universo del consumo, los productos que le hablan a públicos específicos prevalecen ante aquellos que escuchan aquello que gritan las masas. En BMW seguro aprendieron de algunos de los "compromisos" del pasado para este nuevo Serie 1. Autoblog ya pudo probar esta plataforma en todas sus iteraciones, ya sea de SUVs, crossovers o incluso MPVs, aunque BMW los denomine SAVs (Sports Activity Vehicle), SACs (Sports Activity Coupé) y SATs (Sports Activity Tourer). Ahora habrá que ver si el Sport Hatchback (?) de la marca, mejoró -o no- por dejar de escuchar a los fanáticos. Lo sabrán en unos días más cuando puedan leer la prueba completa del nuevo Serie 1.