Probamos al Citroën C5 Aircross: soluciones para el confort

miércoles, 15 de mayo de 2019



Probamos al primer SUV compacto 100% desarrollado por Citroën, el C5 Aircross.
Probamos a una de las últimas novedades de Citroën a nivel mundial, el C5 Aircross. Se trata del primer SUV compacto 100% desarrollado por la marca, que llega importado desde Francia para ser el nuevo tope de gama de la firma. Pero antes de su evaluación, repasemos un poco de historia.

Siempre defendí la "locura" de la que hizo una bandera Citroën desde que comenzó su historia hace 100 años atrás. Es una de esas marcas que quiebra paradigmas o traza el camino de otras en base a una serie de ideas rupturistas o innovadoras. Pero por sobre todas las cosas que han introducido en la industria automotriz, el concepto que más veces ha remarcado esta firma es el confort.

Aunque una publicidad de UTE dijera hace años que "el confort es eléctrico", los franceses probaron hace años atrás que en realidad es hidráulico y neumático. No de eso en lo que van envueltas las llantas, hablo de la tecnología que emplea el aire comprimido y fluidos como modo de transmisión de la energía necesaria para mover y hacer funcionar mecanismos.


En el caso de Citroën, desde sus inicios, este tipo de tecnología fue aplicada en especial a la hora de desarrollar suspensiones. Primero con la famosa "hidroneumática" y más acá en el tiempo con la "hydractive" o "hidroactiva" que equipaban modelos como los Xantia o C5. Ambas acumularon a lo largo de las décadas cientos de elogios a la hora de definir el nivel de comodidad que otorgaban. Pero también los dolores de cabeza que acarreaban una vez que esos sistemas comenzaban a deteriorarse.

Por eso y aprendiendo de los errores del pasado, es que Citroën desarrolló una nueva tecnología que se estrenó, primero en el actualizado C4 Cactus europeo (no es el mismo que se vende acá) y más tarde, en el C5 Aircross que se acaba de presentar en el mercado uruguayo (ver lanzamiento). Se trata de una solución que se engloba en el concepto "Citroën Advanced Comfort" que la marca está incorporando en varios de sus últimos productos presentados.


Para el C5 Aircross, Citroën está introduciendo en el mercado uruguayo al primer vehículo con "Amortiguadores Progresivos Hidráulicos" o PHC si lo reducimos a su sigla. A diferencia de otros amortiguadores convencionales, en los últimos centímetros de recorrido de suspensión, sea en extensión o en compresión, siguen ajustando con fina precisión el flujo de aceite mediante unas válvulas calibradas.

Su principio de funcionamiento es sencillo. Mientras una suspensión clásica está compuesta por un amortiguador, un muelle o resorte y un tope mecánico, el sistema de Citroën añade dos topes hidráulicos (uno de extensión y uno de compresión) de una parte y de otra. La suspensión trabaja así en dos tiempos en función de cada solicitación.


En las compresiones y extensiones suaves, muelle y amortiguador controlan juntos los movimientos verticales sin necesitar el apoyo de los topes hidráulicos. En las compresiones y extensiones grandes, en tanto, muelle y amortiguador trabajan unidos junto al tope hidráulico de compresión o de extensión, pues ambos ralentizan el movimiento de forma progresiva y evitan las detenciones o reacciones bruscas. Al contrario que un tope mecánico clásico, que absorbe la energía pero restituye una parte, el tope hidráulico absorbe y disipa esa energía. No hay, por tanto, un fenómeno de rebote ante los pozos, por ejemplo.

El C5 Aircross es el primer SUV compacto de la marca (aunque antes existió el C4 Aircross, ese no era otra cosa que un rebadge del Mitsubishi ASX) y también el primer modelo en tener esta tecnología no solo en la marca a nivel local, sino también en el mercado uruguayo. Pero para conocer más a fondo como funciona esta tecnología, así como analizar a fondo a este producto, tendrán que esperar a leer la prueba completa en unos días más.