Con la excusa de que se puso a la venta en Uruguay, volvimos a probar (ahora en tierras charrúas) al Toyota Prius c. |
Durante los días de prueba con el Toyota Prius c (ver lanzamiento) tuve la desdicha de tener que sufrir un desabastecimiento de combustible en la ciudad de Montevideo (y todo el Sur del país) por un conflicto gremial. Parecía algo digitado a propósito para esta evaluación. Un producto que se jacta de dar consumos irrisorios por usar un motor eléctrico, pero que de todas formas precisa de nafta para moverse, porque es una de las formas de alimentación que tiene el eléctrico. ¿Acaso no es irónico?
Como consecuencia de esto, sin temor a dudarlo, unas siete veces (puede que hayan sido el doble) en cuatro días, familiares, amigos y hasta pisteros de estaciones de servicio me consultaron lo siguiente: ¿este es el Toyota eléctrico barato que hay ahora?. En esa pregunta hay dos falacias, pero solo una a medias. La primera: no es barato. Cuesta U$S 25.990, que si bien es lógico para el segmento donde participa, no dejan de ser casi $ 800.000. La segunda: es un híbrido por tener un motor a combustión y otro eléctrico, pero no es un eléctrico per sé. Y como anécdota, a más de un pistero le respondí: "si fuera eléctrico, no estaría acá rogándote por unos litros de nafta".
Y ese es el escollo más grande que estoy viendo que tiene el Prius c: el desconocimiento. Si bien el producto utiliza una tecnología que camina sobre la Tierra desde hace más de 20 años, es la primera vez en la historia del mercado uruguayo que se puede acceder a un híbrido por menos de 30 mil dólares. Y eso es un verdadero game changer. No solo para el segmento B, donde no existía una oferta así hasta ahora. Sino también para el consumidor promedio que tiene que empezar a aprender algunos conceptos que hasta ahora le parecían lejanos más que nada por ser inalcanzables.
Es cierto, si a un consumidor uruguayo promedio le decimos: auto japonés que logra 30 km/l en ciudad reales, tiene ESC, siete airbags y cuesta menos de 30 mil dólares, de manera instantánea se le podrán ver los brillos en los ojos como si hubiera salido de una animación de Hayao Miyazaki. Será amor a primer bolsillo. Pero el Prius c es más que eso. Es también la puerta de entrada a un mundo que nos estaba esperando a los de este lado del mapa hace más de dos décadas.
La popularidad del híbrido está haciéndose carne recién en 2018 por estas pampas, como ya lo expliqué en un informe que les invito a leer (ver nota). Pero hay un par de cuestiones a resolver en términos de educación del consumidor. Por eso en esta nota de adelanto de prueba decidí aprovechar a explicar algunos conceptos para entender mejor a estos productos ahora que se van a volver más populares. Una especie de clase de eficiencia, digamos. Saquen su cuaderno de apuntes, alumnos.
¿Cuántos tipos de vehículos híbridos existen?: Cuatro (si no contamos a los impulsados por pila de combustible de hidrógeno).
Híbridos en paralelo (HEV): El motor eléctrico y el de combustión interna se instalan de manera que puedan impulsar el vehículo ya sea individualmente o en conjunto. Hay variantes configuradas para proporcionar energía adicional durante la aceleración, y para generarla en la fase de desaceleración. Su batería se recarga mediante el motor de combustión interna o la regenreación de la energía cinética del rodamiento convertida a eléctrica. No se conectan a una red eléctrica.
Híbridos en serie (HEV): La fuente de energía primaria es el motor eléctrico, pero hay un motor a combustión para el funcionamiento de un generador cuando el suministro de energía de la batería no es suficiente para las necesidad de movimiento. Su batería se recarga solo mediante el motor de combustión interna o la regenreación de la energía cinética del rodamiento convertida a eléctrica. No se conectan a una red eléctrica.
Híbridos serie-paralelo (HEV): La fuente de energía primaria es el motor de combustión interna, aunque a bajas velocidades trabaja de forma prioritaria el eléctrico y solo cuando tenga carga suficiente en la batería. A su vez, cuando se requiere la máxima potencia, por ejemplo para adelantamientos, el eléctrico asiste al naftero. Su batería se recarga solo mediante el motor de combustión interna o la regenreación de la energía cinética del rodamiento convertida a eléctrica. No se conectan a una red eléctrica.
Híbridos enchufables (PHEV): Conocido por su sigla que significa en inglés plug-in hybrid electric vehicle, es un híbrido combustible-eléctrico (puede ser paralelo o en serie) pero que a diferencia de los otros, cuenta con un aumento de la capacidad de almacenamiento de energía y autonomía eléctrica, a través de una batería recargable mediante el suministro eléctrico de la red doméstica, el motor de combustión interna o la regenreación de la energía cinética del rodamiento convertida a eléctrica.
En Uruguay tenemos (por ahora) solo a los híbridos paralelos (Hyundai Ioniq y Sonata Hybrid) y serie-paralelo (Toyota Prius c, Prius y RAV4 Hybrid) ambos no enchufables, mientras que los PHEV se manifiestan en el mercado local en variantes ofrecidas por BMW (gama iPerformance), Mercedes-Benz (gama EQ Power) y MINI (Cooper S E Countryman ALL4), con precios que van entre los U$S 25.990 y U$S 146.900. En nuestro mercado no tenemos híbridos en serie (llamados también "eléctricos de rango extendido") de momento (ej. BMW i3/i8 o Chevrolet Volt).
El Prius c es, hasta el momento, a nivel local el más accesible de todos estos productos con este tipo de tecnología. Y pese a que hay muchos mitos, estos productos tampoco implican un costo extra ni un cuidado especial respecto a un vehículo convencional, dado que los servicios y mantenimientos siguen un programa similar a otros modelos a combustión, pero con una eficiencia energética incomparable. Por todos estos motivos es que resulta tan interesante conocer a fondo a este modelo. Y lo haremos dentro de unos días más acá en Autoblog.