Probamos la Brilliance V5: la domesticación del todoterreno

viernes, 31 de mayo de 2013



Los SUV surgieron de la necesidad de combinar los todoterreno con la practicidad y refinamiento de un familiar.
Los SUV están en su apogeo, y ninguna automotriz quiere quedarse fuera. Brilliance no es la excepción, y presentó en el mercado uruguayo a su primer deportivo utilitario, el V5. Autoblog fue parte de la moda SUV por algunos días. ¿Como surgió? ¿Y los todoterreno? Después del salto te lo cuento.


El orígen de los SUV, o deportivos utilitarios, se remonta mas atrás de lo que parece. Chevrolet ubica el orígen de este nuevo segmento en el año 1935, con el lanzamiento de la Suburban Carryall (ver), aunque se toma como uno de los pioneros al Jeep Wagoneer (ver) que llegó varias décadas más tarde, en 1963. 

Sus comienzos, como se puede ver en los dos modelos norteamericanos, no estuvieron muy separados de los todoterreno, a los que solo agregaban detalles más refinados y equipamiento más cercano al de un auto de pasajeros. Lejos del concepto actual.


Paseando un poco en el DeLorean, llegamos a la década de los 90'. Los todoterreno invadían todos los segmentos, hasta en el mercado uruguayo. Como entrada de gama podíamos encontrar modelos como la Daihatsu Feroza (ver), mientras que más arriba llegaban otros como la antigua Kia Sportage (ver) o en los segmentos más altos la Mitsubishi Montero (ver) por citar algunos ejemplos.

Todos ellos modelos con chasis de largueros y travesaños, de mayor rigidez -pero también peso-, y tracción integral con reductora entre otros distintivos que las convertían en compañeras ideales para una travesía off-road, pero no para la ciudad ni la ruta.


Aunque con equipamientos no muy lejanos a los de un auto de pasajeros de la época, los todoterreno no podían disimular su base rústica. La Ciudad Vieja nunca fue el hábitat natural de un vehículo creado para salir de excursión, ni tampoco la salida de un colegio por la tarde.

Muchos, sin dudas, apreciaban las ventajas de un todoterreno, pero había otros que los compraban solo por el mayor espacio interior, estética y la famosa posición de manejo elevada. Eso le prendió la lamparita a varios departamentos de marketing, que pensaron en juntar las virtudes de un todoterreno, con la comodidad de un auto. ¿Resultado? Un SUV.


Así comenzaron a nacer modelos como la Toyota RAV4, Honda CR-V, u otros tantos. Con chasis monocasco -en muchos casos derivados de autos-, equipamiento y comportamiento en ruta que nada envidiaba a sus hermanos civilizados.

Pero manteniendo aquella posición de manejo elevada cuyo efecto un psicólogo podría analizar por horas, estética agresiva, espacio interior y mínimas aptitudes fuera de ruta. Esta moda se expandió, al punto de que los SUV compactos son uno de los segmentos más exitosos. 


Por estos lares, también hay competencia. Renault debutó hace relativamente poco tiempo con la Duster (ver nota), Ford fue pionera en la región con la Ecosport (ver nota), y se espera la llegada de la Chevrolet Tracker para el segundo semestre (ver nota), y la Peugeot 2008 más cerca de fin de año (ver nota).

Probamos durante algunos días al primer SUV de Brilliance (ver nota lanzamiento), en la variante más equipada, la denominada Deluxe asociada al impulsor 1.5T de 136 cv, y transmisión automática secuencial de cinco velocidades. El próximo martes, la primera parte de la prueba.