Prueba: Ford Fiesta Kinetic S Plus 1.6 Hatch

viernes, 22 de abril de 2016



Durante cuatro días y más de 400 kilómetros nos subimos al Ford Fiesta Kinetic S Plus.
Tras haber probado al Fiesta de producción mexicana hace tres años, ahora con la excusa de que llega importado desde Brasil nos volvimos a subir a este hatchback chico durante cuatro días y más de 400 kilómetros en su versión S Plus equipada con la mecánica 1.6 litros de 120 cv de potencia.

La sexta evolución del modelo chico del óvalo nació en 2008 en Europa, inspirado en el Verve Concept, y se fabrica en Reino Unido, España, Alemania, China, Vietnam, Venezuela, India, Taiwan, Tailandia, Brasil, y México.

Nacido de la plataforma global de Ford para el segmento B, llamada B3, un año más tarde se comenzó a comercializar en varios mercados americanos, incluidos los de los Estados Unidos y Canadá, países en donde el Fiesta aparecía por primera vez, como parte de una estrategia de vehículos globales de la marca denominada "One Ford".


A nuestro país llegó en octubre de 2013 procedente desde la planta de Cautitlán, en México (ver lanzamiento) con una sola opción mecánica, un 1.6 16v de 120 cv, asociado a dos carrocerías (Hatch y Sedán) con transmisiones una manual y otra automática.

Dos meses después de su lanzamiento pudimos probarlo en la variante Hatch con el equipamiento SE Plus (ver prueba), un producto tan convincente desde su comportamiento dinámico, precio, diseño, y seguridad que apenas unas semanas después de realizar la evaluación del Fiesta, Autoblog le dio el premio a "Auto del año regional 2013" (ver nota).


Un año más tarde el modelo fue nuevamente noticia. El origen de las versiones Hatch cambió. Ya no sería importado desde México, si no desde la planta de São Bernardo do Campo, en Brasil (ver lanzamiento). Las variantes Sedán, en tanto, mantendrían la procedencia norteamericana. Mantuvo la mecánica, pero agregó versiones de equipamientos más accesibles con precios más tentadores.

Es así que la gama del Fiesta Kinetic Hatch ahora quedó compuesta por las siguientes variantes: S (U$S 18.990), S Plus (U$S 19.990), SE (U$S 21.990), y SE PowerShift (U$S 23.990). La garantía, en tanto, es de 2 años o 50.000 kilómetros. Con un Fiesta S Plus recorrimos más de 400 kilómetros durante cuatro días y ahora lo conoceremos a fondo.


Exterior

Si bien ya hace cuatro años que convivimos con el estilo del Fiesta Kinetic, su diseño sigue siendo tan vigente como el primer día. A criterio personal es uno de los hatchbacks más atractivos del segmento por amplia ventaja y por suerte con el cambio de origen desde México al Mercosur prácticamente que no hubo cambios en el exterior.

Básicamente la forma de diferenciar al mexicano del brasileño se da por algunos pequeños detalle. Las ópticas delanteras no cuentan con las luces de giro en color naranja en el caso de las delanteras o rojas en la parte trasera. Esto pasa porque el Fiesta que venía del Norte era también exportado a los Estados Unidos, donde este tipo de iluminación es reglamentario. Lo otro es el portapatentes delantero, que ya no tiene un plástico para llevar la matrícula. Ahora va directo sobre el paragolpes, que queda mucho mejor.


Y el último detalle es la antena de radio. En el made in México estaba ubicada atrás, mientras que el Mercosur la tiene sobre el parabrisas. El lateral, en tanto, no tiene ninguna novedad. Es más, esta versión S Plus producida en el Mercosur mantiene las llantas de aleación de 15 pulgadas que tenían los modelos importados desde México. La versión S tiene llantas de acero con tazas plásticas y las SE ahora lucen llantas de aleación de 16 pulgadas con un diseño muy atractivo.

La unidad probada calza neumáticos Pirelli Cinturato P7 en medida 185/60 R15. Por el resto del estilo, conserva la línea de cintura elevada que otorga dinamismo y que va subiendo a medida que se va llegando al remate trasero, mientras el techo va bajando hasta encontrarse con las ópticas traseras. Ese detalle de diseño, como veremos más adelante, complicará la habitabilidad posterior para adultos.


El remate trasero, sigue siendo el mejor ángulo del Fiesta Kinetic a criterio personal. Las ópticas siguen siendo bastante generosas en tamaño y carecen de antinieblas trasero. La luneta es algo pequeña comprometiendo en parte la visión hacia posterior, en especial en los 3/4 traseros cuando queramos estacionar, por ejemplo.

Mide 3.969 mm de largo, 1.722 mm de ancho y 1.464 mm de alto, mientras que la distancia entre ejes es de 2.489 milímetros. Frente al mexicano es 87 mm más corto y 12 mm más bajo. A lo ancho se mantiene sin cambios, al igual que la batalla. Más allá de las diferencias mínimas de tamaño, puestos uno al lado del otro, son idénticos y nadie notará los milímetros que los separan.


Interior

Antes de arrancar a hablar del interior, saquemos el elefante rosado de la habitación y digámoslo sin vueltas: este Fiesta Mercosur no tiene la calidad de materiales del producido en México. Aunque el diseño es (casi) exactamente el mismo, los plásticos de inyectado blando desaparecieron y pese a que los rígidos que los reemplazan son de buen tacto, tienen algunos encastres muy mejorables, como la pequeña gaveta portaobjetos al lado de la columna de dirección o la visera del instrumental. De una calidad ejemplar ahora pasa a una similar a la de sus rivales, aunque sin llegar a ser mala tampoco.

Lo que por suerte no cambió fue la posición de manejo. La posición de manejo es muy cómoda y cualquiera podrá sentarse a gusto, porque las regulaciones de volante (altura y profundidad) y butaca (altura y longitudinal) que ofrece el Fiesta son generosas en todas las direcciones. Los asientos delanteros sujetan bien al cuerpo y son bastante firmes -sobre todo el respaldo- no cansando tanto el cuerpo a la hora de encarar viajes largos.


El instrumental lleva tres relojes con aguja, tacómetro, velocímetro y cantidad de combustible en el tanque, mientras que en un display digital van la computadora de a bordo y un medidor para la temperatura de agua del motor. Su lectura es bastante clara tanto de día como de noche gracias a la buena iluminación que tiene.

La consola central está dominada por un mega-teclado con teclas grandes y claras, que nos permiten manejar la pantalla de 3,5" monocromo que va en la parte superior. Allí podemos comandar las funciones del sistema de conectividad Sync para dispositivos externos, la conectividad Bluetooth, y además dar comandos de voz para audio y telefonía, presionando un botón en el volante. Lleva un rato acostumbrarse, pero luego se hace todo muy intuitivo. A su vez, el sistema Sync tiene la práctica función AppLink que reconoce algunas aplicaciones que podemos tener en nuestro smartphone como Spotify (para streaming de música) e incluso permite abrirlas desde los comandos vocales (ver video).


Otras funciones que nos da esta pantalla son la del sistema MyKey, que permite gestionar funciones del vehículo desde una llave secundaria para cuando se la demos a un valet, al retoño propio que esté dando sus primeros pasos en esto de manejar, o a ese amigo que tanto querés, pero que sufre de esa epidemia entre los fierreros: el pie de plomo. ¿Cómo funciona? Este video lo explica claramente.

Si nos pasamos a las plazas traseras, siguen siendo el punto a mejorar del Fiesta. Dos adultos de hasta 1,70 m estarán bien a lo ancho, pero irán con lo justo a lo largo y alto, mientras que si pasan esa talla, directamente se sentirán algo apretados. Un tercer pasajero trasero solo podrá considerarse para viajes muy (muy) cortos. Lo que sí cambió (para peor) frente al Hatch mexicano es la seguridad para los pasajeros traseros: ya no hay cinturón central de tres puntas ni tercer apoyacabezas. Por suerte los anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles se mantuvieron. Una de cal y otra de arena.


Pasando al baúl tenemos 281 litros de capacidad, es decir, una medida promedio en el segmento. Ofrece la posibilidad de ampliar ese volumen hasta los 719 litros, rebatiendo el respaldo trasero en forma enteriza. Recordemos que los Fiesta mexicanos tenían la posibilidad de hacerlo 60:40, algo que el modelo Mercosur perdió en toda la gama y que por el precio debería seguir ofreciéndolo.

Debajo del piso ahora ya no está la rueda de auxilio en medida 125/80 D15, es decir, del tipo temporario. Los Fiesta Mercosur tienen una solución un poco mejor que la infame galletita. En su lugar se le coloca un neumático convencional, aunque sigue siendo un temporario porque si bien es una Pirelli Cinturato P7 como las titulares, la medida es diferente con 175/65 R14 versus las 185/60 R15 de las otras cuatro.


Motor y transmisión

Acá no haré ningún paralelismo con el producto proveniente de la tierra del Chavo del Ocho. Aquel Fiesta y este de origen Mercosur son (casi) exactamente iguales debajo del capot. Y eso es una excelente noticia. Tres años después volvemos a reencontrarnos con el impulsor perteneciente a la familia Sigma. Tiene una cilindrada de 1.596 cc, doble árbol de levas a la cabeza, sistema de apertura variable de válvulas hidráulico, denominado Ti-VCT (Twin independent-Variable Camshaft Timing) y 16 válvulas.

Produce 120 cv a las 6.000 rpm, y un torque máximo de 152 Nm se entrega a las 4.200 rpm. Es un impulsor que se manifiesta muy ágil y brioso, pese a tener el par motor tan arriba en los papeles. Ya no se lo percibe perezoso como el mexicano, en especial a bajas vueltas.


Este Fiesta Mercosur es más ágil que pese a tener la misma mecánica y relaciones de transmisión. La diferencia está en los pesos de ambos (63 kilogramos menos ahora) y por la recalibración de la electrónica del motor como veremos en el apartado dinámico.

En tanto, en el régimen medio y alto, por arriba de las 2.000 rpm, el 1.6 muestra todo su potencial, siendo un motor más progresivo y enérgico. Es una mecánica muy silenciosa por debajo de las 3.700 vueltas, y cuanto más nos acerquemos a la zona media del tacómetro, se hace algo más presente en el interior del auto. Otra de las virtudes del Fiesta, es que el habitáculo está muy bien insonorizado, no solo del motor, sino también del viento, pese a que ya no cuenta con el parabrisas con aislamiento acústico ScreenSound que tenía el mexicano.


Si bien existe la opción de la automática con doble embrague robotizado PowerShift en el nivel SE, la transmisión del Fiesta S Plus probado es una manual de cinco relaciones, y también una aliada para las bajas cifras de consumo que arroja el producto como veremos después. Sus relaciones están pensadas más para ahorrar combustible que para imprimirle un manejo intensivo o deportivo.

Las primeras tres marchas van bien juntas entre sí, mientras que la cuarta y quinta están algo más alejadas del grupo, y están pensadas para hacer ruta con un manejo relajado. El tacto de la transmisión es perfecto, ya que los cambios entran sin esfuerzos y ni gomosidades. Es uno de los elementos mecánicos que siempre me gustó de este producto y por suerte acá tampoco hubo cambios.


Ford do Brasil no declara prestaciones como aceleración de 0 a 100 km/h, velocidad final, ni los consumos. A modo de referencia cuando evaluamos al Fiesta mexicano habíamos logrado en ciudad 7,4 litros cada 100 km, en ruta bajó a unos correctos 6,8 l/100 km, mientras que en ciclo mixto conseguimos unos 7,1 l/100 kilómetros. 

Ahora con el Fiesta Hatch producido en el Mercosur, mejoran las cifras frente al norteamericano. En nuestras mediciones pudimos obtener 7,0 litros cada 100 km en ciudad, 5,7 l/100 km en ruta, y 6,2 litros cada 100 kilómetros en ciclo mixto, lo cual es bastante destacado para un vehículo con 120 cv. El depósito de combustible tiene ahora 51 litros, lo que representa una mejora de 4 litros frente al modelo norteamericano.


Comportamiento dinámico

Al igual que la mecánica, el chasis del Fiesta parece no haber sufrido grandes cambios y eso es otra buena noticia que va al boletín. De todas formas, hilando muy fino podremos notar algunas diferencias. El auto es apenas menos blando que antes y ahora se manifiesta algo más firme en su andar, ya que los pozos o cortes de la calzada no se filtran con la suavidad del modelo mexicano.

De todas formas el Ford Fiesta (a criterio personal) sigue siendo la referencia a nivel dinámico dentro del segmento B. Más allá de tener un esquema más "rústico" por decirlo de alguna forma, el comportamiento que presenta se mantiene de forma ejemplar. Su andar en ciudad está entre sus puntos destacados, y si bien se lo percibe muy firme, logra ser cómodo a la vez. Ese equilibrio de las suspensiones es lo que más hay que aplaudirle a Ford respecto a este modelo.


Con las mejoras en la electrónica que le permiten un comportamiento más enérgico, la mecánica 1.6 ahora es perfecta para el uso urbano. Siempre responde con brío a las demandas del pie derecho y además lo hace con un bajo nivel de sonoridad. La transmisión es un placer por su tacto cuasi ideal, mientras que la asistencia a la dirección sigue siendo la mejor del segmento B por lo rápida y directa que es.

Si uno sabe apreciar todos estos elementos encontrará en el Fiesta uno de los pocos productos de esta franja del mercado que es divertido de manejar pese a no llevar los adhesivos de "Monster" o "DC Shoes" pegados en la carrocería. Es algo inherente del producto y es que en todas sus versiones, sin importar qué tan potente sea, transmite una satisfacción de manejo que pocos hatchbacks chicos pueden dar. Es algo intangible, lo sé, pero te hace sentir muy a gusto manejarlo sea cual sea el ambiente.


Pero más allá de la diversión, es un producto bastante eficiente si consideramos que además está entre los más potentes de esta franja de precios. A unos 70 km/h constantes el motor trabaja en quinta marcha a apenas 2.000 vueltas y entregando a cambio un consumo en ciudad más que correcto para un impulsor de 120 cv: ronda en el entorno de los 7 litros cada 100 km.

Si lo sacamos a la ruta el Fiesta sigue dando cátedra. Va bien plantado, la dirección transmite todo lo que el tren delantero va pisando, y las suspensiones nos dan una sensación de aplomo tan buena, que nos hacen sentir que estamos en un auto de mayor tamaño, como un segmento C. En las curvas rápidas se lo siente noble y fácil de llevar, además de ser como ya dije, muy divertido y sin vicios direccionales en el eje trasero.


Los adelantamientos se pueden hacer sin problemas en cuarta marcha, y en esta versión producida en Brasil se mitiga mucho la pereza del impulsor presentada en la versión que venía desde México, con una tercera y cuarta marcha relacionadas algo más cortas, aunque más largas que las primeras dos. La quinta sigue siendo eterna, y a cambio de lo lunga que es, tendremos unos consumos bastante bajos.

A unos 110 km/h el Sigma trabaja a 3.000 vueltas con la quinta conectada y promediando un consumo de apenas 5,7 litros cada 100 km. En el caso de tener el pie derecho un poco más pesado, los números no suben tanto y promedia los 6,7 litros cada 100 km si nos vamos más arriba de las velocidades legales (115-120 km/h aproximadamente).


En resumen el Fiesta Kinetic Mercosur no perdió ninguna de las cualidades dinámicas que tanto le aplaudimos y elogiamos al mismo producto, pero de origen mexicano. Mejora bastante en cuanto a la respuesta del impulsor, y conserva la brillante dirección asistida y transmisión, así como también un chasis que da clases de diversión.

Si a esto le sumamos que ahora se puede llegar a este combo por un valor bastante más accesible, y que sus rivales de segmento no pueden siquiera llegarle a los talones en lo que respecta a la dinámica, diría que si te gusta manejar y no tenés un presupuesto muy abultado, un Fiesta Kinetic "base" tiene que ser a lo próximo que apuntes como tu nuevo auto.


Equipamiento

El S Plus es lo que en la jerga se le conoce por el "corazón de gama". ¿Por qué? Por estar en el medio de los S y SE y ser la que mejor ritmo de ventas tiene. Ofrece de serie: pack eléctrico (cuatro levantavidrios, espejos y bloqueo), alarma volumétrica, aire acondicionado, butaca de conductor con ajuste en altura, volante regulable en altura y profundidad, asiento trasero rebatible enterizo, dirección asistida eléctricamente (EPAS), computadora de a bordo, radio AM/FM/CD/MP3/iPod/USB/Aux-In/Bluetooth con display multifunción LCD de 3,5", sistema de conectividad Sync con control por voz para dispositivos multimedia y AppLink, seis parlantes, sistema MyKey, comandos de audio y telefonía en el volante, apertura/cierre de cristales a distancia, y llantas de aleación de 15 pulgadas con neumáticos 185/60 R15.

Si bien la dotación es más que correcta por el precio (recordemos que vale U$S 19.990) podría ofrecer el asiento trasero 60:40 como lo tenía el mexicano, así como también faros antinieblas delanteros. Por el resto en materia de confort está bien lo que ofrece por el valor que piden.


Seguridad

Los Fiesta producidos en Brasil tienen de serie: doble airbag delantero, frenos ABS+EBD, cuatro cinturones inerciales de tres puntas (lamentablemente el trasero central es abdominal) cuatro apoyacabezas (carece del central trasero), y anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles. Las versiones SE y SE PowerShift agregan a este listado: control de estabilidad AdvanceTrac, control de tracción (TCS), asistencia al arranque en pendiente (HLA).

Si bien el S Plus probado cumple bien, ya que tiene casi lo mismo que ofrecen muchos de sus rivales directos, es imposible dejar pasar por alto que los Fiesta Hatch que antes venían de México ofrecían en todas sus versiones una dotación de seguridad intachable: siete airbags, controles de tracción y estabilidad, además de cinco apoyacabezas y cinco cinturones de tres puntas en toda la gama. Hoy ese equipamiento se mantiene en los SE Plus Sedán mexicanos, pero ya no en los Hatch.


En relación a los frenos de este S Plus, cuenta con discos ventilados en el eje delantero y tambores en el trasero. Tienen un desempeño correcto, y lo detienen siempre en linea recta, aunque manifestando cierta fatiga del conjunto ante detenciones bruscas reiteradas y estirando un poco la frenada, aunque nada como para alarmarse tampoco.

En materia estructural, si bien el Latin NCAP probó en 2012 al Fiesta Kinetic con un resultado de cuatro estrellas en la protección para adultos y niños respectivamente, lo había hecho con una unidad producida en México (ver pruebas). Sería interesante ver que este modelo con origen Mercosur repita o tal vez mejore aquel resultado.


Precio, garantía y competidores

La unidad probada es la S Plus que en nuestro mercado se comercializa por U$S 19.990 y con una garantía de 2 años o 50.000 km. Por debajo la gama Fiesta tiene al nivel S (U$S 18.990), y por encima están los SE (U$S 21.990) y SE PowerShift (U$S 23.990), cuya única diferencia es la transmisión.

A su vez esos dos niveles se destacan por ofrecer de serie control de estabilidad AdvanceTrac, control de tracción (TCS) y asistencia al arranque en pendientes (HLA). Es cierto que no todo el mundo tiene en la mano los U$S 2.000 que lo separan del S Plus, pero si tienen la posibilidad de estirarse hasta cualquiera de estas dos versiones, sería lo más recomendable porque son las opciones más razonables y lógicas de la gama del Fiesta Hatch actual.


Pasando ya a los rivales que tiene el S Plus probado, considerando precio y equipamiento dentro del segmento B tenemos a los siguientes competidores: Chevrolet Onix 1.4 LTZ (U$S 21.990), Citroën C3 1.5 Origine Pack Attraction (U$S 19.990), Fiat Punto Attractive 1.4 (U$S 20.690), Nissan March 1.6 Extra Full M/T (U$S 18.990), Renault Sandero Privilège 1.6 16v (U$S 19.490), Suzuki Swift 1.4 GL M/T (U$S 19.990), Toyota Etios Hatchback 1.5 XLS (U$S 18.990) y Volkswagen Fox 1.6 Highline (U$S 20.790).

Si comparamos al Ford con el resto de los modelos mencionados encontramos que es el más potente de todos y que también por sus valores coquetea entre los modelos de segmento B tradicional y algunas versiones accesibles de productos que ya pertenecen al segmento B+, es decir, los que utilizan plataformas más modernas que rondan los cuatro metros de largo. Por tal motivo, y si le sumamos el comportamiento dinámico y mecánico que tiene, así como el equipo de confort, su relación precio/producto será bastante positiva para muchos bolsillos.


Conclusión

Desde su lanzamiento en 2013 el Fiesta Kinetic siempre estuvo marcando la cancha para el segmento B. Primero lo hizo en el nivel más alto (B+) desde su equipamiento de seguridad, calidad, y comportamiento dinámico. Pero pese a ser la referencia, en materia de precio y ventas esos argumentos parecían mucho menos pesados para el cliente promedio, que en este segmento se mueve a fuerza de una sola cosa: precios accesibles.

Tal fue así que el producto que nos llegaba desde México nunca tuvo el lugar que se merecía entre los hatchbacks de segmento B. Pero esto se está revirtiendo con la llegada de esta versión Mercosur que si bien no cuenta con la calidad ni los equipamientos de seguridad del norteamericano, ahora lo hace a un precio imbatible. Esto habla de dos cosas: el mercado que tenemos, donde muchas marcas consiguen mejores precios con la fábrica a costa de importar productos que ofrecen menos equipo de seguridad y el tipo de consumidor que es el uruguayo promedio, que no los prioriza ni le interesan aunque se los sirvan en bandeja de plata.


Es por eso que a criterio personal el peor enemigo de este Fiesta Mercosur es su propio hermano que venía de México. ¿Por qué? Porque dejó una barrera tan alta frente a los rivales, que por más bueno que sea (y lo es) el importado desde Brasil, siempre será imposible evitar la comparación entre ambos. Y esto es injusto con el modelo de nuevo origen, porque el Fiesta Mercosur es tan referente para esta franja de precios más accesible, como lo fue en su momento el mexicano para la más alta.

Personalmente considero que este Fiesta S Plus es una de las mejores opciones por menos de U$S 20.000 que hay en el mercado local. Y si nos movemos a la SE (U$S 21.990) que suma los controles de tracción y estabilidad de serie, vale el mismo criterio pero por debajo de 25 mil. Más allá de las dietas de equipamiento que recibió con el cambio de origen, el producto del óvalo sigue siendo un producto más que recomendable y una compra que nunca será la equivocada sin importar la versión elegida.


Si nos ponemos a mirarlo en comparación a sus rivales en todos los casos el producto de Ford los supera en mecánica, comportamiento dinámico, y pese a tener lo básico en este nivel probado, a la gran mayoría también en materia de seguridad por tener de serie anclajes para sillas infantiles y en opción al ESP. Y lo que es mejor: todo esto no lo hace con precios más altos, si no todo lo contrario: a la par o menos valor todavía.

¿Extraño que ya no se vendan los Fiesta Hatch mexicanos? Desde ya que sí. Aquel producto con sus puntos positivos y negativos de todas formas era el Norte a seguir en la franja alta del segmento B cinco puertas. Hoy esa posta la tomó Peugeot con el New 208 PureTech 110 (ver prueba). Pero en la parte baja de esta porción del mercado no teníamos (hasta ahora) un referente claro desde hace mucho tiempo. Todo era gris, promedio y uniforme. Igual que un plástico de tablero made in Mercosur.


En base a un diseño que soporta el paso del tiempo sin dramas, un comportamiento dinámico intachable, y una mecánica que si bien antes era buena, ahora mejoró un poco más en su eficiencia, el producto de Ford se mete en una parte del mercado más peleado que antes y ante una oferta que hace mucho que no tenía entre sus filas un producto fresco, bueno y deseable para los consumidores.

Es cierto, el Fiesta Hatch ya no tiene la calidad de antes. Ni los equipamiento de seguridad disponibles. El que quiera eso ahora tendrá que ir por el Sedán, que sigue viniendo desde México. Pero también hay que entender que para el Hatch cambió el terreno a donde participa y la competencia a la que se enfrenta. Pasó de la Copa Libertadores a la Sudamericana. Pero mantiene a la delantera que tuvo siempre y créanme que tiene todo para seguir siendo el campeón.



A favor
  • Confort de marcha
  • Conjunto motor/transmisión
  • Consumos
  • Comportamiento dinámico
  • Diseño
  • Equipamiento de confort
  • Relación precio/producto

    En contra
    • Auxilio de diferente medida
    • Asiento trasero rebatible enterizo
    • Cinturón central trasero de dos puntas
    • Falta de tercer apoyacabezas trasero
    • Plazas traseras justas



    FICHA TÉCNICA:

    MOTORIZACIÓN
    Cilindrada (cc) 1.596
    Número de cilindros: 4
    Número de válvulas: 16
    Relación de compresión: 11:1
    Diámetro x carrera (mm): 79  x 81.4
    Inyección: electrónica multipunto secuencial
    Potencia máxima (cv/rpm) 120/6.000
    Torque máximo (Nm/rpm) 152/4.200
    TRANSMISIÓN
    Caja de velocidades manual de cinco relaciones
    Tracción delantera
    DIRECCIÓN
    De piñón y cremallera con asistencia eléctrica variable (EPAS)
    FRENOS
    Delanteros: de discos ventilados
    Traseros: de tambores
    EJES - SUSPENSIÓN
    Delantera: independiente tipo McPherson con barra estabilizadora
    Trasera: semi-independiente con eje transversal de torsión
    NEUMÁTICOS

    Dimensiones: 185/60 R15
    Rueda auxiliar: 175/65 R14
    PRESTACIONES
    Velocidad máxima (km/h) N/D
    Aceleración 0/100 km/h (s) N/D
    Consumo (l/100km) Urbano: N/D - Carretera: N/D - Mixto: N/D
    DIMENSIONES / PESO
    Capacidad del baúl (l) 281/719
    Peso en vacío (kg) 1.087
    Peso en orden de marcha (kg) N/D
    Largo total (mm) 3.969
    Ancho total (mm) 1.722
    Alto total (mm) 1.464
    Distancia entre ejes (mm) 2.489
    Capacidad del tanque de combustible (l) 51

    Galería: Ford Fiesta Kinetic S Plus 1.6 Hatch | Créditos: Autoblog y Diego Olivera (oliverafotografo.com.uy).

    EQUIPAMIENTO:

    EXTERIOR
    Llantas de aleación de 15 pulgadas
    Spoiler trasero
    SEGURIDAD
    Airbags frontales
    Alarma
    Anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles
    Cinturones de seguridad traseros de tres puntos (2) y central trasero de dos puntos (1)
    Frenos ABS
    Repartidor electrónico de frenado (EBD)
    CONFORT
    Aire acondicionado
    Asiento del conductor regulable en altura
    Cierre centralizado de puertas con mando a distancia e interfase para vidrios
    Computadora de a bordo
    Dirección asistida eléctricamente (EPAS)
    Equipo de audio AM/FM/CD/MP3/iPod/USB/Aux-In/Bluetooth con sistema de conectividad Sync con con pantalla multifunción de 3.5", función audio-streaming control por voz para dispositivos multimedia y AppLink
    Espejos retrovisores eléctricos
    Levantavidrios eléctricos delanteros y traseros con sistema one touch
    Llave programable con sistema MyKey
    Respaldo trasero rebatible enterizo
    Seis parlantes
    Volante multifunción regulable en altura y profundidad

    PRECIO Y GARANTÍA:

    U$S 19.990. Garantía: 2 años o 50.000 km

    COMERCIALIZA:

    Multimotors. Río Negro 1020. Tel. 29010034. Web: www.ford.com.uy