Probamos al Audi A3 Sportback: evolución, no revolución

viernes, 9 de agosto de 2013



Probamos al A3 Sportback, uno de los lanzamientos más esperados del año para la marca alemana.
Después de habernos subido hace más de un año al A1 (ver prueba), regresamos a probar un producto de Audi. En este caso, el A3 Sportback, el lanzamiento más importante para la marca alemana en este 2013. Tras el salto, el adelanto de la prueba que tendremos la semana que viene en Autoblog.

A la hora de mirar adentro del segmento C premium hay que hacer dos puntualizaciones: Audi fue el pionero en tirarse al agua allá en 1996 con el primer A3. Muchos los tildaron de locos, de querer rozarse con el mundo generalista, y hasta le auguraban un gran fracaso. La segunda es muy clara: nada de eso pasó, y se creó una nueva porción de consumidores que buscaban un hatchback premium de algo más de cuatro metros de largo. Pero no solo eso, a la larga, todos los rivales siguieron este camino trazado por los muchachos de Ingolstadt. 

El A3 se fue perfeccionando con el correr de los años, en 2003 se presentó su segunda generación, al año siguiente el primer Sportback, y hace algo menos de un año, la tercera generación, que es la que nos convoca para la prueba que veremos en los próximos días. 

Desde aquel 1996 a la fecha mucho ha cambiado el panorama. Audi ya no está sola, es más, tiene más compañía que nunca. BMW con el Serie 1 más refinado que antes, Mercedes-Benz con un Clase A que dejó sus ropas de monovolumen pequeño para ser un hatchback de segmento C, y más lejos en el horizonte de las ventas, Alfa Romeo con la bella Giulietta, Volvo con el inteligente V40, o hasta Lexus, con el eco-friendly CT200h.


Sin embargo, mientras todos están ordenando de apuro la casa, Audi se mantiene calmada, casi en una actitud de budista zen, siguiendo con lo que creó hace 17 años atrás. Mantiene casi inalterado su A3 en diseño, y hasta se lo puede criticar como poco original, lugar común si los hay para referirse a un modelo que no parece cambiar a lo largo de los años. Pero esto es solo una ilusión óptica, no se dejen engañar.

Dentro de esa filosofía de diseño continuista que lleva la familia Audi en la última década, se esconde una estrategia mucho más elaborada que solo cambiar un par de pinceladas en la carrocería. Bajo ese diseño conservador no está el mismo A3 de hace diez años, sino un producto completamente nuevo.

Este nuevo Sportback se vale por primera vez de una plataforma modular, denominada MQB dentro del Grupo Volkswagen, y que veremos el año que viene por acá en el nuevo Golf 7 de origen mexicano. Tiene una carrocería completamente fabricada en acero de alta resistencia y aluminio, reduciendo en 35,7 kg el peso de la anterior, y consiguiendo bajar en 90 kg el peso total del automóvil, respecto a la segunda generación. También dio el tan reclamado salto de calidad de interiores que se le pedía al A3 previo, y ahora se sitúa en lo más alto del segmento C premium, además de tener un habitáculo a la altura del resto de la familia Audi.

En resumen, el A3 Sportback ahora está más fuerte que nunca, y sus rivales no le dan respiro tampoco. Las estrategias de las tres alemanas a la hora de quedarse con el liderazgo del segmento C premium son variadas. Mientras unos apuntan a la revolución total y dan el salto de fe, otros siguen simplemente evolucionando por terrenos ya conocidos, y la historia cuenta que tan mal no les ha ido. La prueba completa del A3 Sportback se publicará en los próximos días.