Todos los datos del MINI John Cooper Works GP salen a la luz

viernes, 14 de septiembre de 2012



Con 242 km/h de velocidad final, el John Cooper Works GP es el MINI más veloz de la historia de la casa de Oxford.
Allá, por mayo conocíamos las primeras fotos de la versión más radical del pequeño inglés. Ahora que se acerca el Salón de París en algo más de una semana, la casa de Oxford reveló todos los datos e imágenes del John Cooper Works GP, un verdadero misil en envase pequeño. Los detalles, tras el salto.

Más deportividad y detalles exclusivos para los 2.000 MINI más veloces de la historia

Este John Cooper Works GP es la variante más picante por antonomasia de la gama del pequeño inglés. Para poder mostrar eso desde lejos, es que los diseñadores de MINI lo dotaron de elementos exclusivos. El primero, es que solo se fabricarán 2.000 unidades para todo el mundo -¿no quieren mandar uno para Uruguay? y que cada JCW GP estará numerado, como buena edición especial.

Más allá de ese detalle, las llantas, paragolpes, difusores, spoilers y adhesivos exteriores son específicos, así como también su combinación cromática, solo disponible en este combo rojo-gris que ilustra estas líneas. Por dentro, ahora podemos ver que hay butacas Recaro, una decoración específica que combina gris titanio y rojo, así como detalles exclusivos, como la numeración de cada unidad en el interior, así el acompañante se entera que no está en un MINI normal.


Algo que decía allá por mayo, es que el JCW GP históricamente fue un biplaza, y esta nueva generación, denominada R56, no es la excepción. En la parte trasera, además de prescindir de los asientos traseros, se vale de una barra para aumentar la rigidez de la carrocería que al perder peso, ha quedado en apenas 1.160 kg en vacío, cifra que si la combinamos con los 218 cv del 1.6, nos da un guarismo de 5,67 kg/cv, que en especial a los que amamos a los MINI nos pone la piel de gallina de solo intentar traducir eso en "sensación de manejo".


Los otros cambios, ya no visibles, sino palpables del MINI JCW GP son, una carrocería 20 mm más baja que en el JCW normal, con amortiguadores más duros -¿más todavía?- estando los delanteros en posición invertida con el fin de aumentar la rigidez del conjunto, neumáticos específicos con llantas de 17 pulgadas acompañados de unos generosos frenos ventilados ayudados por pinzas fijas de seis pistones en el eje delantero con 330 milímetros de diámetro, ventilados. Los discos traseros son más "pequeños" con unos 280 milímetros. De seguro parar con esto será como darse de bruces contra un muro.


Para mantener aún más la fibra deportiva, los muchachos de Oxford le agregaron difusor inspirado en los MINI Challenge, siendo 100% funcional, además de tener los bajos del chasis cubiertos para reducir la resistencia aerodinámica. Otro alerón va en el baúl, que otorga mayor downforce para mantener mordiendo el asfalto al pequeño demonio, especialmente en las curvas, en donde históricamente los MINI son imbatibles, doblando cual plancha sobre una camisa.

La clave viene debajo del capot: 218 cv que lo llevan hasta los 242 km/h

Quizas el punto más importante de este MINI JCW GP es el impulsor. Para aquellos que viven despotricando acerca de lo exprimido que va el famoso motor 1.6 turbo de PSA/BMW, en esta ocasión ni siquiera dejaron la pulpa. En esta variante más prestacional, MINI llevó al pequeño motor hasta los 218 cv de potencia a 6.000 vueltas y un par motor de 260 Nm en condición normal a las 1.750 rpm, pero hundiendo el pie en el acelerador y llamando a la función overboost entrega 10 Nm de torque extra a las 2.000 rpm.


Con este propulsor, amado por algunos -yo- y odiado por otros, es que el GP se corona como el MINI más veloz de la historia, alcanzando una velocidad final de 242 km/h y consiguiendo un cero a cien en 6,3 segundos. Su consumo, según fábrica, está en ciclo mixto con unos respetables 7,1 l/100 km. Nada mal para un auto que recorre el Nordschleife de Nürburgring en 8:23 minutos.

Para asegurar mayor diversión pero con orden, el control de estabilidad cuenta con un modo especial denominado GP que permite realizar una conducción deportiva, pero con los sistemas "en alerta", es decir, si bien prescinde del control de estabilidad, el sistema al detectar una pérdida de adherencia solo actúa sobre los frenos y no sobre la potencia del motor, dejando que el diferencial autoblocante reduzca el subviraje, tan predecible cuando se pone tanta potencia sobre el eje delantero.


Para aquellos que quieran uno, dos cosas a tener en cuenta: es caro y exclusivo. Solo se fabricarán 2.000 en la planta de Oxford y su valor para el mercado europeo será de nada menos que 41.700 €. Si me disculpan, cierro la nota por acá y me voy a llorar a un rincón mirando el video a continuación como consuelo.

Video: MINI John Cooper Works GP