Probamos al Honda Civic Type R: spoiler alert

lunes, 13 de septiembre de 2021



Autoblog fue el primer medio uruguayo en evaluar de forma local al Honda Civic Type R FK8.

Durante cuatro días y algo más de 1.100 kilómetros, Autoblog fue el primer medio en evaluar al Honda Civic Type R de quinta generación en suelo uruguayo. Se trata de uno de los hot-hatchbacks más radicales y analógicos que se pueden comprar aún. Spoiler alert: está cerca de dejarse de producir.

En tiempos de contenidos on demand vía streaming, la definición de "spoiler" fue cambiando de forma drástica. Para los petrolheads siempre significó una pieza que va montada en alguna parte de la carrocería de un vehículo para generar un mejor coeficiente aerodinámico. Y también un indicador de que estamos ante un auto deportivo. Como en la madre naturaleza lo son los colores rojo, negro y amarillo combinados: suele ser un sinónimo de un animal venenoso.

Según la RAE, la voz "spoiler" es un anglicismo que se usa con el sentido de "revelación de detalles de la trama de una obra de ficción". La academia española de letras, recomienda usar en su lugar "destripe" (de destripar ‘anticipar el desenlace de una historia a quienes no lo conocen’), un término espantoso y cruento, dicho sea de paso. Pero hay automóviles deportivos que justamente hacen eso: casi que destriparte con sus aceleraciones bruscas. Y seguro tienen uno o más alerones o spoilers colgados de su carrocería.

El ejemplo más claro y explícito de exageración por portación de alerones en la industria automotriz actual, sin dudas puede que sea el Honda Civic Type R FK8, o de quinta generación (ver lanzamiento). Si contamos cada uno de los que lleva, entre alerones y aditamentos aerodinámicos agregados son 12 en total: uno adelante, dos en cada esquina delantera, dos en cada una de las traseras, dos laterales y cinco en el sector trasero. Y no estoy contando el difusor en la base del paragolpes junto a tres (sí, tres) salidas de escape enormes. A su vez, al igual que un animal venenoso, los tonos rojo y negro acá están por doquier.

A diferencia de lo que muchos podrían pensar, esto no es solo para llamar la atención o lucir agresivo in extremis. Hay una explicación científica o al menos Honda dice esto en sus comunicados de prensa sobre el modelo: "la estructura aerodinámica más completa incluye bajos lisos, una cortina de aire delantera, un alerón trasero delgado y generadores de vórtices en el borde posterior de la línea del techo". Sí, esos cuatro "cositos" que están en el alerón superior, a la altura del techo, son funcionales.

Un labio (o "babero", si naciste en los ochenta o antes) saliente delantero se combina con una parte inferior casi completamente plana y nuevas cubiertas debajo del motor y el suelo para ayudar a la circulación de aire por debajo del vehículo. Complementado con un difusor trasero que aumenta la estabilidad y optimiza la carga aerodinámica, el perfil aerodinámico ayuda a "succionar" el automóvil a la carretera para ofrecer una experiencia de conducción más gratificante. El coeficiente de resistencia total se reduce un 3% en comparación con el anterior Type R (FK2).

El paragolpes frontal se ha diseñado para inhibir las turbulencias alrededor de las ruedas delanteras y cuenta con una nueva cortina de aire frontal, un bifurcador delantero ancho y faldones laterales profundos que gestionan el flujo de aire y generan carga aerodinámica en el eje delantero. Unas rejillas de aire ubicadas en la carrocería tras las ruedas reducen la presión estática en los pasos de rueda y mejoran el coeficiente de sustentación en 1%. Sí, es todo funcional. No es pura estética como muchos piensan.

Y luego hay que hablar del gran alerón trasero. Sí, ese. En la parte trasera, opera conjuntamente con los mencionados generadores de vórtices en la línea del techo desviando el flujo de aire por la parte trasera y generando una fuerza aerodinámica adicional en el eje trasero. El alerón, también representa una reducción de 0,7 kg en el peso en comparación con el spoiler posterior de modelo estándar de cinco puertas, que ahora lo lleva la versión GT del Type R, en una configuración más "discreta", digamos (ver lanzamiento). 

Ese alerón contribuye a la elevación general negativa y mejora la estabilidad en carretera, en especial a la hora de encarar curvas a alta velocidad, para ofrecer una experiencia dinámica de conducción más segura. Si a esto le tenemos que sumar que es uno de los productos de tracción delantera en producción más potentes del planeta, de los pocos hot-hatchbacks compactos que van quedando con caja manual, y que además supo ostentar el récord de ser el automóvil de tracción delantera más veloz en el Nürburgring Nordschleife con un tiempo de 7:43,8 minutos siendo solo 5 décimas más lento que un Porsche Cayman GT4 o 1 segundo más veloz que un Pagani Zonda S 7.3 en el mismo trazado, por ejemplo. Por eso, spoiler alert: el Civic Type R es una bestia endemoniada. La prueba, en unos días más.