Probamos al Volkswagen Nivus: el nuevo hermano del medio

miércoles, 16 de diciembre de 2020



Durante cinco días, probamos al nuevo integrante de la familia Volkswagen, el Nivus.


Es uno de los últimos lanzamientos importantes de este peculiar 2020, el Volkswagen Nivus. Evaluamos en su versión Highline, tope de gama, durante cinco días y algo casi 1.200 kilómetros a este crossover sub-compacto que llega desde Brasil para llenar el espacio entre los Polo y T-Cross. Más, tras el salto.

Hace ya dos años, me tocó probar al Volkswagen Polo (ver prueba), un auto muy esperado por todos, pero que en cierta medida, me dejó con un sabor agridulce. No me malinterpreten, es un gran producto en varios aspectos, como la dinámica de manejo, la ergonomía interior y algunos elementos de equipamiento y seguridad que presentaba por aquellos días. Y hasta el día de hoy, sigo recomendándolo como una compra más que válida en este segmento.

Sin embargo, la elección de una mecánica algo desfasada con la modernidad del modelo, llevó a que para muchos clientes esas virtudes se vieran opacadas. Es una sensación similar a la que sentí en 2019 con la prueba del T-Cross (ver prueba). Durante muchos años esto ha venido siendo un mal endémico de las adaptaciones al Mercosur de modelos europeos: se pierden cosas en medio del cruce del Atlántico, entre ellas, las mecánicas modernas, que son reemplazadas por impulsores amortizados, pero bastante antiguos.

En la conclusión de las evaluaciones de los T-Cross y Polo, decía que "si alguna vez recibimos el motor 200 TSI para los Polo/Virtus, muchos lo colocarán como la referencia total." Pasaron dos (y va para tres) años y esto todavía sigue sin suceder. La dupla de modelos sigue utilizando al 1.6 MSI de 110 cv de potencia. Atmosférico y confiable. Pero también algo falto de respuesta y anticuado para los tiempos de downsizing y turboalimentación. En otros mercados, como el de Brasil, llevan mecánicas TSI turboalimentadas en todos los casos, pero no para regiones por fuera del país norteño.

Tal vez Volkswagen tomó nota de esto durante este tiempo. Porque con la llegada de su nuevo integrante del segmento B, es como que si hubiera solucionado todas las críticas que se le hicieron al Polo en su momento. El Nivus, que no es otra cosa que el derivado crossover del Polo (ver lanzamiento), es un producto que se desarrolló de forma íntegra en la región. No es una adaptación para el Mercosur de un modelo de extra-zona. Es más, será la primera vez que se recorrerá el camino inverso: recién en la segunda mitad del 2021, el Nivus se va a fabricar en España y será vendido en Europa.

El Nivus, a diferencia de los Polo/Virtus y T-Cross, tiene ese motor que todos le pedíamos a aquel hatchback en 2018. El famoso 200 TSI, que no es otra cosa que un 1.0 de tres cilindros con turbo y 116 cv. Hasta ahí, incluso parecería más "flaco" que el 1.6 MSI. Sin embargo, no hay nada más alejado de la realidad. Su clave está en la entrega y cifra de torque. Mientras en sus hermanos de plataforma (MQB-A0) ofrece 155 Nm de par máximo a las 4.000 rpm, el Nivus otorga 200 Nm de par máximo entre 1.500 y 4.250 rpm.

Otro de los aspectos que el Polo deja un sabor agridulce es en sus equipamientos de seguridad. Aunque consiguió un puntaje casi perfecto en las pruebas de choque de Latin NCAP, su dotación es algo escasa para los tiempos que corren, donde cada vez más se están popularizando elementos como el control de estabilidad, el frenado autónomo de emergencia y los seis airbags como equipamiento ejemplar para el segmento. Con cuatro airbags y ESC de serie, queda a medio camino, pero cumple con el promedio. El T-Cross, por su parte, ya viene con seis airbags de serie y ESC. Pero no hay frenado autónomo, por ejemplo.

Por su parte, el Nivus en su versión más equipada, que además cuesta apenas U$S 2.300 más que un Polo Highline Automatic y U$S 5.000 menos que el T-Cross Highline Automatic, ofrece: sistema de asistencia de freno anti multi-colisión (MKB), control de velocidad crucero adaptativo (ACC), asistente de mantenimiento de distancia mínima (Front Assist), sistema autónomo de frenado de emergencia anti-colisión para velocidades de hasta 50 km/h (AEB – City Emergency Brake), y detector de fatiga. Todos elementos que el Polo Mercosur no ofrece en ningún país, ni tampoco su hermano mayor, el T-Cross.

Es por estas cosas, decir que el Nivus es un Polo "crossover" o una versión jibarizada del T-Cross es reducir el argumento. Este nuevo integrante de la familia Volkswagen es un producto muy distinto en varios aspectos, casi que de otra generación de productos que veremos de ahora en más. Pero también parece haber sido la forma que la firma encontró de redimirse con aquellos consumidores que en este tiempo, no la quisieron considerar en este segmento como una opción por esos faltantes de equipo o esas decisiones tomadas a medias en su desarrollo, comenzando por la del impulsor. En unos días más podré contarles qué pienso del nuevo hermano del medio de esta "nueva Volkswagen".