Probamos al Volkswagen Vento: no toquen nada

martes, 28 de agosto de 2018



La séptima generación del Volkswagen Vento pasó por nuestro garage y en unos días más podrán leer la evaluación.
Apenas una semana después de su lanzamiento local, ingresó a nuestro garage la séptima generación del Volkswagen Vento. Probamos a este sedán de origen mexicano en su variante más equipada de la gama. Pero antes de conocerlo a fondo, hoy tendremos un pequeño adelanto de la evaluación.

Uno de mis programas de radio preferidos es "No toquen nada", que va por FM Del Sol cada mañana de lunes a viernes. Sí, muchos lo escucharán por el personaje de humor de actualidad que sale al aire. Pero a mi lo que me atrajo hace unos años atrás es el concepto del nombre. Nada describe mejor al uruguayo que esas tres palabras juntas.

Nos aterra saber que algo que funciona desde hace años, pueda ser mejorado, cambiado, e incluso apenas retocado. En relación a los automóviles, nos pasa lo mismo. Si algo estaba bien o nos gustaba así como es, ¿para qué hacer algo por cambiarlo? Se han escrito ríos de tinta líquida y digital frente a actualizaciones, facelifts, restylings o cambios generacionales de muchos modelos. Y pocas veces son enfoques positivos.


A su vez, si a esto le sumamos "meter mano" en una de las "vacas sagradas" de un segmento, el escándalo está en puerta. Hace un par de semanas atrás se lanzó a nivel local la séptima generación del Volkswagen Vento (ver lanzamiento). Un producto considerado por muchos como el benchmark entre los sedanes compactos (me incluyo en esa lista) desde hace unos 10 años, pero que con el correr de los lanzamientos de sus rivales, cada vez se le ha ido acortando más esa ventaja.

El Vento de hace dos generaciones atrás sigue siendo recordado como uno de los mejores productos que Volkswagen comercializó en la región. Era un producto que exudaba status, y hasta algunos apurados llegaban a llamarlo un "baby Audi". Otros más atrevidos decían que tenía medio motor de Lamborghini Gallardo debajo del capot. Es decir, se lo endiosó demasiado. Un buen auto, sí. Pero también no era otra cosa que un sedán derivado de un simple Golf.


En la sexta generación empezaron a vislumbrarse una serie de cambios que muchos catalogaron de retroceso de un Vento al otro. Ya no había interiores con madera y cuero, el diseño era más simplón, el motor de cinco cilindros en línea y 170 cv había sido reemplazado por un 1.4 TSI con menos potencia, un cilindro menos aunque con turbo, algunas versiones llegaron a venir con frenos de tambores atrás, eje rígido, etc.

Ese Vento de sexta generación fue bastante vapuleado. Sobre todo en los foros de Internet, que son al infierno de las opiniones radicales, lo que es el home banking para transacciones bancarias. Sin embargo, bastaba probar ese producto (ver prueba) para darse cuenta que ese sedán seguía siendo un producto muy recomendable, con un chasis equilibrado, buenos niveles de confort, eficiencia mecánica y espacio interior. Sí, un diseño que nació viejo y como para dormir a un Blandengue de Artigas de lo convencional que era. Pero buen modelo al fin y al cabo.


Ahora que nos convoca la séptima generación, se vuelve a repetir la historia una vez más. Para algunos, el Vento involucionó al abandonar (al menos por ahora, esperen al GLI...), la suspensión independiente posterior y la tan alabada transmisión DSG automática de doble embrague, en pos de incorporar un eje trasero semi-independiente y una caja automática con función Tiptronic de seis marchas con convertidor de par. Un garrón para muchos. Basta leer cualquier comentario de ustedes o mismo de clientes del Vento actual, que en su mayoría son más fundamentalistas que un mecenas del Estado Islámico.

Pero de nuevo se da la discusión de "¿por qué lo tocaron si así estaba bien?". Esos que le pegan al Vento VII por perder eso, se están olvidando que ahora lleva una plataforma modular (la prolífica MQB-A), más seguridad que antes (recuerden que el Vento anterior no tenía ESC en todas las versiones, ahora sí), conectividad (Apple CarPlay y Android Auto de serie), tecnología (faros full LED de serie, climatizador de dos zonas, etc), y precios no tan elevados en comparación con su reemplazo. Eso sí, con fierros más baratos de producir. Entonces vale la pena preguntarse, ¿que cambie todo o que no cambie nada? Les contestaré en la evaluación del nuevo Vento dentro de unos días más.