Probamos al Jeep Compass: recuperando el Norte

miércoles, 25 de abril de 2018



Probamos al Jeep Compass en su variante más equipada, la Limited 2.4 AT9 AWD.
Jeep puso a la venta en 2017 a la segunda generación del Compass. Autoblog lo pudo probar en Jalapão, Brasil a finales del año pasado en una exigente travesía (ver nota). Y ahora manejó en suelo charrúa su variante Limited 2.4 AT9 AWD. Pero antes de la evaluación, el clásico adelanto de test.

En 2006 nacía la primera generación del Jeep Compass, un SUV compacto que se ubicaba por debajo del Cherokee con un diseño que en su momento fue bastante controversial, en especial para los clásicos seguidores de la marca de Detroit. Por eso ante la respuesta negativa de la gran parte del público más tradicional, se decidió darle una vuelta de tuerca con otro modelo similar, pero con un estilo conservador, el Patriot.

En ese momento Jeep era una de las pocas marcas del segmento en tener dos productos demasiado parecidos, por no decir idénticos en sus huesos, pero con dos estéticas muy distintas. Y para colmo, eran dos modelos desarrollados sobre una plataforma que ni siquiera era norteamericana, sino japonesa. Mitsubishi había creado junto a Daimler-Chrysler una base llamada "GS" sobre la que se crearon los Lancer y Outlander actuales, pero también los Peugeot 4007 y 4008, así como los Citroën C-Crosser y C4 Aircross.


Pero también era usada por otros modelos de la difunta Daimler-Chrysler: Dodge Caliber, Avenger, y Journey, así como los Chrysler Sebring y 200. Es decir, si bien en ese entonces el concepto de plataforma modular era costoso para una una sociedad que no paraba de darle fracasos financieros, en especial para la parte norteamericana. Los alemanes estaban aprovechando el know-how de los americanos para crear productos de bajo costo, pero no les daban nada a cambio más que dolores de cabeza y productos de baja calidad.

Pero todo cambió de rumbo el 16 de diciembre del 2014, cuando el Grupo Fiat tomó el control de Chrysler Group y la fusión pasó a ser Fiat Chrysler Automobiles, con el CEO de las corporaciones automotrices más voraz y ambicioso de los últimos 30 años a la cabeza: Don Sergio Marchionne. Las estrategias del señor del sweater tejido y los anteojos redondos siempre fueron efectivas y con intenciones de conquistar mercados al costo que sea.


Pero desde esa fecha, también pudo atribuirse a su CV personal, la recuperación de una de las tres históricas marcas de Detroit. Y uno de los modelos que mejor representa ese renacer de Chrysler Group es el Compass (ver lanzamiento), incluso más que el pequeño Renegade (ver prueba). Este producto dejó de ser un cúmulo de malas decisiones corporativas hecho SUV para pasar a ser el corazón de la gama Jeep, algo que siempre debería haberlo sido.

Este segundo Compass comparte la plataforma con los Renegade y Fiat Toro, y en materia de diseño se distingue por un avance frente a la primera generación (ver lanzamiento), tan criticada por su estilo "cuadrado". Ahora el Compass luce como una "mini-Grand Cherokee", pero también tomando algunos rasgos de diseño del Renegade sin recurrir a tantas líneas rectas. El anterior Compass no se parecía a nada. Y eso a los puristas, les molestó. Mucho.


Por eso a diferencia de la primera generación, el nuevo es un producto que hace honor a sus raíces desde cosas como los "easter eggs", que son pequeños guiños de diseño simpáticos, como ser una salamandra (símbolo de los escaladores) hasta el monstruo del Lago Ness, pasando por las huellas de neumáticos del Willys MB. También con la llegada del Renegade, el Compass dejó de ser el "budget Jeep" para pasar a representar un producto más maduro y serio.

Por eso es el ejemplo más claro de que Jeep vuelve a recuperar el Norte si miramos lo que era esta empresa hace 12 años atrás, cuando estaba experimentando en este segmento con dos modelos que nunca lograron calar en el público por tener una oferta que confundía a más de uno. Ahora el objetivo es muy claro. Y para saber qué tanto mejoró frente a su antecesor, tendrán que esperar unos días más a la evaluación completa de este nuevo Compass.