Probamos al Peugeot 3008: metamorfosis tecnológica

martes, 27 de junio de 2017



Probamos al Peugeot 3008, el nuevo SUV compacto de la casa francesa.
Durante cuatro días y más de 750 kilómetros evaluamos al nuevo SUV de Peugeot, el 3008. Un producto que pasó de ser un crossover a un sport utility compacto con todas las letras, pero además con una de las dotaciones tecnológicas más grandes del mercado local. Pero antes, el adelanto de test.

Muchas veces en el mundo de los automóviles pasar de una generación a la otra implica solo un cambio radical de estilos, más equipamientos de confort o tecnología además de mejoras (no siempre) en materia de habitabilidad o calidades. 

Peugeot ha aplicado esta fórmula al igual que otras marcas a lo largo de su historia en un incontable número de veces. Han habido aciertos, como el 208 y pasos en falso como el 207 Compact, aquel remedo de 206 que quería ser un 207 y le faltaba bastante sopa para llegar al piné de su hermano europeo.


Pero también la casa del león ha tenido goles de mitad de cancha, como es el caso del 308 de segunda generación, que estrenó en su momento la plataforma modular EMP2 y que cuando pude probarlo dije que era “el mejor Peugeot de la última década” (ver contacto). Tan errado no estuve, porque un par de días luego de devolvérselo a la filial suiza de la marca tras haberlo manejado en Ginebra, en esa misma ciudad le dieron el premio “Car of the Year” 2014. 

Sin embargo, ese 308 fue un salto generacional dentro de un mismo concepto, es decir, se seguía tratando de un hatchback compacto manteniendo una concepción similar a la de su antecesor, solo que muy mejorado. Ahí Peugeot intentó (y logró) superar a lo que había mostrado con la primera generación. 


Pero saliendo del mundo de esos modelos, la marca francesa nunca había pegado un salto entre segmentos tan grande como lo hizo el año pasado con los 3008 y 5008 de segunda generación. Mencioné más arriba al 308 adrede, porque estos dos (ahora) SUVs utilizan la misma arquitectura que aquel modelo tan premiado. 

Y en el caso del 3008 le volvió a valer un premio de “Car of the Year” pero el de este año corriente. ¿Por qué? No tengo conexión directa con los periodistas que votaron a este producto como lo mejor de lo mejor, pero tras ver cuáles son las bases que Peugeot tomó para darle forma a este nuevo modelo, uno empieza a entender un poco sus argumentos, aunque no los sepamos nunca. 


Por ejemplo lleva el concepto del i-Cockpit a un paso superior, con un habitáculo envolvente y de materiales más cuidados que su antecesor. Fue llenado de tecnologías como: frenado automático en ciudad, alerta de cambio de carril involuntario, alerta de atención del conductor, estacionamiento asistido, control de crucero adaptativo, alerta de ángulo ciego, instrumental digital de 12,3 pulgadas personalizable, pantalla táctil con Android Auto, Apple CarPlay y MirrorLink, cargador inalámbrico para smartphones, etc. (ver lanzamiento).

Ningún dueño de un 3008 anterior se podría haber imaginado que su crossover familiar podía tomar la forma de un SUV que por primera vez en mucho tiempo, luce y es un lanzamiento propio de un momento de la evolución tecnológica que estamos viviendo. Por eso más que un cambio generacional, estamos ante una metamorfosis. Y conoceremos más de qué se trata, cuando puedan leer la evaluación completa del renovado 3008 dentro de unos días más.