Probamos al Mercedes-Benz GLC: el Clase C de los SUVs

lunes, 28 de marzo de 2016



Evaluamos al reemplazante del GLK, el Mercedes-Benz GLC.
La próxima prueba que tendremos será para el nuevo SUV de Mercedes-Benz, el GLC. Llega importado desde Alemania en tres versiones, y durante cuatro días y más de 690 km pudimos conocerlo a fondo en su versión entrada de gama, denominada Exclusive.


Cuando se lanzó hace algunos años atrás el GLK (ver lanzamiento), Mercedes-Benz estaba atravesando un cambio de imagen bastante radical. El modelo tuvo un buen ritmo de ventas, pero bastante alejado de lo que se avizoraba. Su diseño rectilíneo no fue del agrado de todos los consumidores de SUVs medianos, aunque el producto en sí era bastante bueno y al día de hoy, muchos propietarios lo siguen teniendo sin mayores quejas.

Sabiendo que partía del Clase C, la idea de ver una carrocería estilizada como la del W204 (la berlina del anterior C) no se condecía con las líneas duras del GLK. Fue así que otros productos rivales, como el Audi Q5, por ejemplo, generaron mayores volúmenes en base a trazos más elegantes y suavizados.


Tomando ese apunte, la gente de Mercedes-Benz repensó al SUV mediano de su gama a la hora de darle la jubilación al GLK. Tomando nuevamente como punto de partida a la Clase C (ahora la W205), llegó en el Salón de Frankfurt del año pasado el reemplazante natural de aquel producto, el GLC (ver nota).

El planteo ahora lucía mucho más lógico. Si mirábamos al GLC (ver lanzamiento) y a la Clase C (ver lanzamiento) se veía un claro parentesco. Las curvaturas de su carrocería eran como las de la berlina, pero llevadas al universo de los sport utilities. Casi que se podría decir que es la Clase C Touring (ver lanzamiento), pero hecha SUV. Y el resultado es más que positivo en estilo.


Por dentro incluso lograron casi que calcar el habitáculo de la berlina y si sentáramos a alguien allí, y luego en el Clase C no notaría las diferencias. Eso es algo que pocas marcas pueden lograr, y es hacer que el SUV y el producto del que derivan sean casi el mismo por dentro.

Todo este combo llevó a que el GLC sea un verdadero éxito de ventas en todos los mercados donde participa. En Uruguay, por ejemplo, hoy las partidas están todas vendidas hasta mitad de año, y es tal el volumen que se mueve que hoy de este producto, que Mercedes-Benz Uruguay tiene en su local solo a este GLC que ven en imágenes para mostrarle a los clientes, ya que cada unidad que llega al salón, es acondicionada para la entrega, y se va con dueño en el día.


Este tipo de hits recuerdan a cuando Mercedes-Benz arrancó con el primer Clase C, que fue un verdadero golazo de ventas. Las generaciones siguientes también, especialmente la W203, que durante varios años fue la berlina más vendida de la marca en nuestro país por delante de la Clase E.

El GLC por su estilo y características, así como también por su ritmo de demanda comercial que tiene hoy parece que va a trazar el mismo camino que el producto del que deriva, y por tal motivo no sería equivocado definirlo como el "el Clase C de los SUVs". En unos días más podrán leer la evaluación completa y saber si esa denominación se queda en los papeles o si en la práctica también lo es.