Aston Martin Rapide S: porque los 477 cv del anterior no alcanzaban

jueves, 24 de enero de 2013



Una parrilla de mayores dimensiones y más potencia que antes. Así es el Aston Martin Rapide S.
La marca de Gaydon que por estos días está cumpliendo su primer centenario, presentó al reemplazo del Rapide, su berlina de cuatro puertas, que hora no solo suma la letra "S" a su nombre, sino también más potencia, pasando de los 477 a los 558 cv. ¿Quieren más detalles? Los tienen después del salto.


Abre grande la boca, Aston

Lo primero que nos llama a todos la atención, y más ahora que es con lo que comenzaré la nota, es la exageradísima bocota parrilla. ¿Acaso el síndrome Aston de los últimos Ford los llevó a los ingleses a darle anabólicos a sus parrillas hasta dejarlas como la boca de un escualo? Nunca lo sabremos, pero a este ritmo los vehículos dejarán de tener faros y habrá solo una gran parrilla que ocupe todo el frontal.

Pasan a un segundo plano, por culpa de esto, algunos retoques también en el sector trasero, con nuevos trazos y formas en la tapa del maletero, muy parecidas a las del Vantage, DBS, DB9 o casi cualquier otro Aston visto desde atrás, menos los One-77, Vanquish y Zagato.


Entre las cosas que se esconden de la vista por fuera, los ingenieros de Aston Martin mejoraron el chasis para mejorar el comportamiento de esta berlina deportiva con aspecto de coupé. El impulsor, del cual hablaré más adelante en detalle, está situado 19 milímetros más abajo que en el Rapide anterior, bajando así el centro de gravedad del vehículo, con todas las ventajas que esto conlleva a nivel de la dinámica. Estéticamente se puede elegir, opcionalmente, un nuevo paquete exterior de fibra de carbono, compuesto por un splitter frontal, difusor trasero, carcasas de los retrovisores y apliques en este material, en las ópticas traseras.

El ambiente del habitáculo es casi el mismo que antes, solo que mejorado. Se puede elegir un interior con tapicería en cuero perforado a dos colores, negro y rojo, o si queremos ir con algo más discreto y elegante, existe la posibilidad de dotar al interior de apliques en negro piano -de esos que dejan los deditos marcados- en los tiradores de las puertas, túnel central y consola central, así como tonos oscuros en instrumental y volante. Entre las varias opciones de tecnología y entretenimiento están disponibles la cámara de marcha atrás o un sistema multimedia para las dos plazas traseras con pantallas incrustadas en los apoyacabezas delanteros. Van acompañados de dos pares de auriculares inalámbricos, control remoto y un cargador de seis DVD, así los largos viajes se hacen más llevaderos.


Para los que busquen un poco más de exclusividad, y su billetera sea solo para guardar cambio chico en euros, Aston Martin ofrece el paquete de personalización Q by Aston Martin, que es básicamente un sastre al servicio del automóvil, utilizando materiales a medida, sean los botones selectores de la transmisión en cristal, cueros y apliques de madera o aluminio "exóticos" así como una mejora en la insonorización del habitáculo.

Más potencia y torque, pero menos emisiones

A nivel mecánico es donde el Rapide S más diferencias presenta frente a su antecesor. Si bien conserva el mismo impulsor 6.0 V12 atmosférico, ve aumentado su poderío en 81 cv, pasando de 477 a 558 cv disponibles a las 6.750 vueltas. El torque máximo tambien recibió un ligero aumento de 20 Nm, pasando de 600 a 620 Nm a las 5.000 vueltas. Aston Martin agrega en la nota de prensa que el motor también gana una mejor respuesta en la zona baja del tacómetro, pero eso solo se podrá comprobar en la pista, probándolo. ¿Nos dejarán algún día?


Era también de suponer que con las mejoras a nivel mecánica, habría un avance en las prestaciones, y es así. El Rapide S acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos, lo que significa tres décimas menos que antes, en tanto que la velocidad punta está situada en los 306 km/h. Para los que se preocupen por la escasez de petróleo, el consumo promedio del Rapide S está en 14 litros cada 100 km en promedio, además que las emisiones de Co2 bajaron un 7% frente al viejo Rapide "a secas", con 332 gramos por kilómetro, cuando antes hacía 355 g/km.

Video: Aston Martin Rapide S