Mercedes-Benz SLS AMG Black Series: otro enemigo para Greenpeace

domingo, 11 de noviembre de 2012



Es malvado y no lo oculta. El SLS AMG Black Series lleva 631 cv de potencia bajo su capot.
Mercedes-Benz presentó esta semana a la variante más radical de su deportivo insignia, el SLS AMG. El Black Series lleva al extremo lo ya conocido en el famoso "alas de gaviota". 631 cv de potencia y nada menos que 635 Nm de par máximo. ¿Te quedaste con ganas de más? Seguí leyendo tras el salto.


I´m black and I´m proud

El estilo de este SLS AMG Black Series con su aspecto intimidante me recuerda a la frase del padrino del soul, James Brown, que en su canción "Say it loud",  dice la siguiente frase: I´m black, and I´m proud, que pasado al castellano sería "soy negro y estoy orgulloso". Este modelo no tiene ningún reparo en mostrar que no es un SLS cualquiera, sino que estamos ante el más potente y extremo de su raza.


Estéticamente el Mercedes SLS AMG Black Series deja de lado la suavidad de líneas que podemos ver en el modelo convencional, hoy llamado GT, e incorpora elementos aerodinámicos que parecen salidos de los modelos de la categoría FIA GT3, otorgándole un aspecto más agresivo y aún más llamativo que el "alas de gaviota" lanzado en 2009.


La carrocería se ha visto ensanchada en 13 milímetros adelante y 26 atrás, además que la suspensión bajó unos milímetros también, 10 para ser exacto. Hay difusores de fibra de carbono por todos lados, en el faldón delantero, atrás, en la parte baja del paragolpes y en las tomas laterales, ese material se vuelve a repetir. También está realizado en ese compuesto el enorme alerón trasero fijo, que haría babear a más de uno, que además reemplaza al alerón discreto y retráctil del SLS GT.

Después, los otros detalles externos vienen dados por las salidas de escape cuádruples, las tomas de aire traseras que le dan un respiro a los masivos discos traseros carbo-cerámicos asistidos por pizas amarillas, las ópticas traseras fumé, y las llantas de aleación de 10 radios que van en un bellísimo negro mate, que van sobre neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 en medida 275/35 R 19 adelante y  325/30 R 20 atrás.


Al desplegar sus alas y dejarnos invadir el cockpit, este SLS Black nos deja apreciar dos baquets en cuero y Alcántara que según el gusto -y bolsillo- del cliente pueden contar con arneses de cinco puntos o cinturones de seguridad convencionales en rojo, haciendo juego con las costuras del volante, tablero y butacas. Para cerrar el capítulo del habitáculo, la fibra de carbono dice presente en la consola central, completando así un ambiente racing de primer nivel.

Ganando caballos y perdiendo kilos, la dieta del deportivo promedio


Mercedes-Benz decidió poner a régimen al SLS previo a darle más potencia. En comparación con el SLS GT, este Black Series perdió nada menos que 70 kg en su carrocería, quedando en unos 1.550 kg ante la balanza. El impulsor, como decía, ganó en potencia, pero mantiene sus 6.208 litros de cilindrada además de seguir siendo un rabioso V8 atmosférico, obviamente. La relación peso potencia es ahora de 2,45 kg/cv.


Ahora arroja unos escalofriantes 631 cv de potencia hasta las 7.400 rpm, y un par motor de 635 Nm a 5.500 revoluciones por minuto. Este impulsor trabaja a la par con una caja automática secuencial AMG SPEEDSHIFT DCT de siete relaciones, que va 10 mm más abajo que en el SLS "a secas" con el fin de reducir más el centro de gravedad.

Esta bestia de Affalterbach acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y alcanza una velocidad punta de 315 km/h. El consumo de 13,7 l/100 km y las emisiones de 321 g de CO2 por kilómetro harían infartar a más de un activista de Greenpeace, o temblar cual hoja al viento, al dueño de un híbrido.


Las ventas en Europa arrancan en junio del año que viene, y su presentación oficial será durante el Salón de Los Ángeles a fines del corriente mes. Si es un jeque árabe o el mismísimo sultán de Brunei, este SLS no puede, no debe faltar en su garage imperial.

Video: Mercedes-Benz SLS AMG Black Series