Peugeot presentó al 208 GTi, el heredero de las siglas míticas

martes, 4 de septiembre de 2012



Con varios guiños al legendario 205 GTi en el diseño, esperemos que se parezca también en comportamiento
Casi sin modificaciones respecto al concept car presentado en Ginebra, la marca del león presentó al 208 GTi. Con sus 200 cv, buscará convertirse en uno de los hot-hatches más divertido de conducir, como lo fue en su momento el 205. Más después del salto.

¿No te gusta el GTi? Dos platos entonces. Más temprano, Rodrigo les presentaba un video de los ingleses de Autocar probando al ya veterano 205 GTi. Ahora, es mi turno de mostrarles la variante definitiva del sucesor, 208 GTi, que se podrá ver en el Salón de París a fines de este mes.

Como dije, hereda la mayoría de las líneas del concept car que la marca del león presentó en el pasado Salón de Ginebra, y buscará recuperar el carácter y sensaciones al volante que se fueron cuando se dejó de fabricar el 205, y que ninguno de los RC pudo revivir.

¿Potente? ¿Divertido? Sí, pero nada de radicalidades

Y se me dió por arrancar por la mecánica. ¿No me gusta el exterior? Me encanta, pero lo que está debajo del capot y la carrocería serán los que -supuestamente- le darán el toque especial al 208 GTi y ese gustito a 205.


El impulsor es conocido por todos. El famoso 1.6 THP de desarrollo conjunto BMW-PSA se exprime esta vez hasta los 200 cv y 275 Nm de torque entre las 1.750 y 4.500 rpm. ¿El mismo que en el Peugeot 308 GTi? Sí, solo que esta vez le toca mover una carrocería 300 kg más liviana, de apenas 1.160 kg en vacío.

Es por esto que las prestaciones son mejores que en su hermano mayor. Logra el 0-100 km/h en menos de 7 segundos, y en este mismo tiempo recupera de 80 a 120 km/h en 5ª, gracias a una caja manual de seis velocidades y relaciones más cortas. El kilómetro desde parado le toma solo 27 segundos.


Se modificaron los frenos, que ahora son discos ventilados de 302 mm y 249 mm de diámetro en el tren delantero y trasero respectivamente. El ESP es totalmente desconectable y se reconfiguró la dirección para ser más informativa.

El ancho de vías delantero creció 10 mm delante, mientras que el aumento fue de 20 mm para el tren trasero. La suspensión fue modificada para encontrar ese famoso y casi utópico "balance entre confort y prestaciones". No se optará por un chasis duro para ganar prestaciones.

Por fuera algunos detalles nos remiten a aquel 205 GTi


Por fuera se diferencia de un 208 tradicional por la parrilla, que combina el negro con el cromo para acentuar el carácter deportivo y el paragolpes frontal de diseño más musculoso. Dos detalles, por si me leen desde el centro de diseño de Peugeot: le falta el logo de Peugeot Talbot Sport y faros con máscara negra.


En el lateral vemos pasarruedas marcados, junto a llantas Carbone de 17 pulgadas y la insignia GTi detrás de la ventana trasera, igual que en el 205. Visto desde detrás llama la atención el spoiler en el techo, junto a las salidas de escape que muestran que ahí no hay un 1.2 VTi.

Por dentro varios detalles lo separan de las variantes tradicionales: volante con línea roja -estilo rally-, iluminación ambiente de el mismo color, tapizado específico, cinturones de seguridad y apliques en el interior también en rojo y un panel de instrumentos más deportivo. Los pedales son de aluminio perforado.