Probamos al Suzuki Swift: dieta japonesa

martes, 8 de agosto de 2017



Estuvimos probando al nuevo Suzuki Swift en su variante GLX CVT. En unos días más, la evaluación completa.
Unos días antes de su presentación a la prensa, tomamos contacto por más de 600 kilómetros con la última generación del Suzuki Swift. Un producto 100% nuevo que estrena plataforma, diseño, mecánicas e incluso se animó a hacer una gran dieta. Pero antes del test, una pequeña introducción.

Nadie gusta de hacer dietas. No es algo que se haga por placer, sino por necesidad. Precisamos sentirnos más saludables o buscamos eliminar los excesos. En el mundo de los autos, en tanto, no están tan mal vistas. Sin ir más lejos, empresas como Lotus construyeron un imperio deportivo en base a quitarle peso a sus autos.

Pero esto no solo es patrimonio de Colin Chapman. Otras empresas han aplicado esta fórmula para desarrollar sus productos reduciendo peso y optimizando la potencia de los motores. Históricamente el Suzuki Swift ha sabido dar cátedra en este sentido, con un exponente inolvidable como el GTi 1.3, que tenía un bajo peso junto a una mecánica que si bien tenía 101 cv, el corte de la inyección lo tenía a las 7.500 rpm.


Los años pasaron y Suzuki siguió perfeccionando la dieta con productos que si bien eran cada vez más grandes, siempre mantenían la filosofía de un producto pequeño, con bajo peso, las ruedas ubicadas en las esquinas de la carrocería y con un comportamiento dinámico ideal para los que gustaran de manejar jugando con las transferencias de peso.

Sin embargo recién en la sexta generación (o cuarta dependiendo del mercado) del Swift, el modelo dejó de crecer e hizo lo contrario. Respecto a su antecesor se acortó la carrocería en 10 mm y la altura en 15 milímetros. También se redujo el peso unos 120 kg en promedio, que es mucho para un vehículo que siempre orilló los 1.000 kg en general.


También "adelgazó" en el apartado mecánico. Del 1.4 de 94 cv anterior, ahora se pasó a un 1.2 de 83 cv, pero con la ya mencionada combinación de menor peso para que el impulsor trabaje con menos esfuerzo y mayor eficiencia. Aunque no todo fue reducción. El Swift "engordó" en equipamientos: ahora tiene luces full LED, una pantalla multimedia, opciones de carrocería a dos tonos, ISOFIX de serie, etc.

Todo esto se puede dar gracias a la nueva plataforma modular "Heartect" de Suzuki, usada actualmente también en los Baleno e Ignis. Fue desarrollada a través de una revisión de la estructura básica del chasis del vehículo, en la búsqueda de lograr un peso más ligero, mayor rigidez y una mejor performance del vehículo en todos los aspectos dinámicos.


Suzuki dice haber trabajado en hacer sus productos más eficiente aligerando el peso a través de la reducción en refuerzos complejos con soldaduras y sustituyéndolos por unos más simples de acero de alta resistencia y de una sola pieza, en comparación con las plataformas de sus autos anteriores y en especial, con la que solía usar el Swift anterior.

Por eso esta generación del modelo se puede dar el lujo de tener más equipamiento y espacio interior, pero en un envase más pequeño y ligero. Al igual que en los seres humanos, las dietas hacen que nos sintamos más saludables y capaces de hacer más cosas. Y en el caso del Swift, semejante adelgazamiento también nos llevaría a pensar que tiene los músculos más tonificados. Pero para saber eso a ciencia cierta, tendremos que esperar a la evaluación completa dentro de unos días más.