Prueba: Maserati Ghibli 350 3.0 V6 A/T

viernes, 8 de abril de 2016



Evaluamos durante más de 480 kilómetros a la berlina deportiva de Maserati, la Ghibli.
Durante más de 480 kilómetros manejamos a la última novedad de Maserati para el mercado nacional, la Ghibli. Esta berlina del segmento E llega con dos motorizaciones y Autoblog probó a la que inaugura la gama dotada de un 3.0 V6 bi-turbo fabricado por Ferrari con 350 cv de potencia.

Ghibli es el nombre comercial de la berlina mediana de Maserati. Pero internamente tiene un nombre que no refiere a cómo le llaman en Libia al viento del Sudeste propio del Mar Mediterráneo y que en Italia, país de origen de este producto, le llaman con el nombre de otro automóvil, pero de Volkswagen: Scirocco.

La "baby-Maserati" nació primero como Proyecto M157, y su diseño surgió del Centro Stile Maserati bajo el mando de Marco Tencone, padre de entre otros productos estos: Alfa Romeo 4C Concept, la Giulia actual, y los Maserati Quattroporte y Alfieri Concept. El nombre "Ghibli" tiene además algo de historia dentro de la marca, ya que en 1967 se utilizó para una coupé gran turismo y posteriormente en el año 1992 se retomó para una evolución del poco exitoso Biturbo.


El modelo que hoy nos convoca (la M157) se presentó oficialmente en el Salón de Shanghai de 2013 (ver nota), y como ya dije, es producida en la planta histórica Officine Maserati Grugliasco, en Turín, Italia. El objetivo de este producto era que la firma de Módena pudiera participar en segmentos más masivos y no solo de berlinas grandes y GTs.

La plataforma de la Ghibli es compartida con la sexta generación de la berlina más grande de la marca, la Quattroporte (ver nota) y a partir de este año también es la que se utiliza para darle vida al primer SUV de Maserati, el Levante (ver nota) que fuera presentado en Ginebra de este año y que llegará a Uruguay antes de fin de año.


Para no irme más por las ramas, la Ghibli llegó a Uruguay en octubre del año pasado con tres versiones Ghibli 350 (U$S 177.500), Ghibli 350 Ermenegildo Zegna Edition (U$S 184.990) y Ghibli S Q4 (U$S 197.490), a las que hace algunas semanas atrás se les sumó otra versión 350 (ver lanzamiento) más accesible (U$S 154.990). La garantía en todos los casos es de 3 años sin límite de kilometraje.

Hace algunas semanas atrás, Autoblog se convirtió en el único medio nacional que probó a la Ghibli en suelo uruguayo y pudimos realizarle más de 480 km (486 para ser exacto) en unas 12 horas de prueba non-stop. Sin dar más vueltas, empecemos a conocer a fondo a esta berlina italiana de lujo.


Exterior


Si tuviera que describir al diseño de la Ghibli en una sola palabra no podría y empezaría a decir sinónimos de belleza. Creo que desde la prueba de otra tana como la Alfa Giulietta (ver prueba) que no sentía el mismo placer visual al usar un auto. Mucha gente señalaba al auto mientras pasaba e incluso tuve dos episodios que no pasan con otros autos. Primero un pistero de una estación de servicio me recibió con una reverencia, y mientras cargaba combustible, dos miembros de la Policía Caminera pararon a sacar fotos. A ver si con otra marca premium les pasa eso.

Si empezamos a analizar sus líneas, encontramos una trompa muy baja, una generosa parrilla con el tridente al centro que busca homenajear al A6 GCS de los años cincuenta y en la parte inferior del paragolpes una enorme entrada de aire que parece que te fuera a tragar. La Ghibli intimida pero al mismo tiempo seduce mucho. Casi como una femme fatale. Las ópticas cuentan con faros bi-Xenón adaptativos con luces de marcha diurna en LED y lavafaros de gran poder lumínico y detalles exquisitos como el nombre "Maserati" bien pequeño y grabado en los marcos.


Visto de perfil es lisa y llanamente pornográfico. No le cabe otro calificativo. Hay muchos trazos y todos tienen la tarea de marcarle los músculos a la carrocería. Desde los hombros traseros hasta el guardabarros delantero que lleva las tres branquias características de la marca. Mi detalle preferido del auto, el voladizo trasero coronado por el tridente en el pilar C. Lo enmarcaría para decorar mi oficina.

Justamente un elemento que ayuda a este estilo seductor son las hermosas llantas de aleación. En esta unidad tenía unas denominadas "Poseidone Elegance" de 19 pulgadas sobre neumáticos en medida 245/45 R19 adelante y 275/40 R19 atrás, marca Pirelli P Zero Nero desarrollados específicamente para este modelo. Sí, leíste bien. Pirelli hizo un neumático solo para la Ghibli. El otro recurso del lateral que le da tanto estilo son las puertas sin marco, tipo coupé.


Si vamos a la retaguardia de la Ghibli encontramos una luneta bastante inclinada con un pilar C relativamente generoso que resta algo de visibilidad posterior hacia el 3/4 trasero que tampoco compensan los retrovisores que son algo pequeños para semejante carrocería. El baúl tiene una línea bastante alta y los nervios tensos de los guardabarros traseros le dan forma junto a las ópticas que cuentan con tecnología LED.

Más abajo están la práctica cámara de retroceso y los sensores de estacionamiento (también tiene adelante) y para rematar la zaga están las cuatro gloriosas salidas de escape (verdaderas) que producen ese sonido delicioso y a la vez brutal que emite este 3.0 V6 bi-turbo. Es un vicio escucharlo una y otra vez, esa es la definición perfecta.


Haré trampa antes de seguir porque lateralmente hablaré del motor antes de llegar al apartado que le corresponde, no me juzguen. El sonido que emite, o mejor dicho, la música que genera la mecánica de este auto debería estar en la audioteca de cualquier petrolhead. Y no solo en la Ghibli, si no en cada uno de los productos de la marca. Ellos le llaman "sound signature", o "firma sonora".

En la Ghibli es una música ronca y estridente a la vez, mientras que a la hora de hacer rebajes hace unos borboteos que sacan lo peor de uno. No les miento si les confieso que durante una semana y media luego de haberlo manejado, todavía me retumbaba en la cabeza este cantar. Mi reverencia al equipo de ingenieros detrás de esto, porque se consagraron como maestros de orquesta.


Al ser una berlina de segmento E veremos que sus dimensiones son bastante generosas, aunque vista en persona sorprende lo baja que es la carrocería y lo cerca del piso que está. Esto repercute en que uno tenga que estar constantemente "sufriendo" al pasar por lomos de burro o entradas de garage, ya que toca abajo en prácticamente todos esos casos. Me pasó dos veces durante la prueba, y por cada raspadita se me caía unas lágrimas.

Mide 4.971 mm de largo, 1.945 mm de ancho, 1.461 mm de alto, y cuenta con una distancia entre ejes de 2.998 milímetros. Si la comparamos con su hermana mayor con la que comparte plataforma, la Ghibli es 291 mm más corta y 20 mm más baja que la Quattroporte. Cuando vean una, se darán cuenta que la Ghibli es casi un juguete en tamaño al lado de la otra que califica casi como limousine.

Interior

El interior puede describirse con el título de la nota de adelanto de esta prueba. Es una celebración para los sentidos. Es de esos habitáculos que te invita a tocar, mirar, oler, y sentir todos y cada uno de los materiales con los que está compuesto. Lo que huele a cuero, es cuero italiano Nero Poltrona Frau. Lo que se siente como aluminio o madera de poro aperto, é vero también. Los plásticos de inyectado blando abundan en casi todo el habitáculo y en su gran parte están recubiertos por cuero natural, especialmente en la consola. Es como estar en la oficina de un sastre italiano. Pero hay tantas piezas compartidas con otros productos de FCA que a veces se nos cae un poco la ilusión al piso. Lo mismo va para algunos plásticos mejorables.

La posición de manejo como no podía ser de otra manera es perfecta. Todas las regulaciones son eléctricas y hablo de volante (en altura y profundidad), butacas (altura, longitudinal y lumbar) así como de la pedalera (en aluminio) en distancia. En todos los casos además asistidas por dos memorias. Se puede viajar muy abajo o muy arriba y los asientos permiten que pasemos decenas de horas a bordo sin cansancio. Lo digo porque en las 12 horas de prueba me bajé solo cuatro veces. Si bien no es para usarlo en esta época, ambas butacas también están calefaccionadas.


El instrumental (fondo azul con letras blancas) tiene dos elementos de agujas y dos digitales. Los primeros son el velocímetro (escala hasta 310 km/h) y el tacómetro (escala roja a las 6.500 rpm). Entre medio de ambos va el display de siete pulgadas de la completa computadora de a bordo (de origen FCA) que tiene indicadores de temperatura y presión del aceite o del líquido de la transmisión, por ejemplo.

En la consola y por debajo del clásico reloj analógico Maserati Design ovalado con el dial azul está la central multimedia Maserati Touch Control. Se trata de una pantalla táctil de 8,4" con AM/FM/USB/Aux-In/CD/DVD/SD/iPod/Bluetooth/GPS, mandos de climatizador, smartphones, y seteos del vehículo. Hay que destacar la facilidad de uso, la infinidad de funciones que tiene, y por último la precisión del navegador que trabaja con mapeo de Garmin.


Más abajo están los mandos físicos del climatizador bi-zona que además tiene salidas de aire posteriores. El túnel central podría ser una mesa de una mansión. La madera opaca de poro abierto es una delicia al tacto, igual que la llave del auto que es una pieza de aluminio (pesada) con un diseño que luego se replica en la base del volante. Esos detalles que solo los italianos pueden conseguir.

Ya que menciono el volante está revestido en cuero natural y tiene los comandos de la computadora de a bordo y el cruise control adelante, y atrás lleva dos teclas más para el audio. Pero lo mejor de todo son las enormes levas de aluminio para el pasaje de las marchas. Además al estar cerca de dos salidas de ventilación, si ponemos el climatizador en "low" se sienten frías y personalmente eso me enloquece.


Pero en la Ghibli no todas son flores. Si vamos a las plazas traseras veremos que si bien es una berlina de segmento E, la habitabilidad está más cerca de un D chico. Si viajan adultos el espacio libre para las piernas es correcto, mientras que el espacio que queda entre las cabezas y el techo es el justo. No le sobra tanto, pero no llega a incomodar. Pero ya pasarse a la plaza central encontraremos que la comodidad desaparece por completo.

El túnel de la transmisión es bastante voluminoso mientras que las salidas de aire roban bastante espacio. El respaldo es duro (producto de tener un apoyabrazos) y el asiento está más alto que los dos laterales, obligando a personas de más de 1,80 m a ir con la cabeza ladeada. Es decir, si bien está homologada para cinco, es más apta para que cuatro personas viajen cómodas. Si van niños, además no solo tienen anclajes para sus sillas, si no que en estas plazas el arrullo del V6 se escucha más claramente.


El baúl cuenta con 500 litros de capacidad, que es un volumen correcto y suficiente. Si bien hay berlinas de segmento B que cuentan con este espacio, para cualquier familia o persona que viaje sola, esos litros dan más que bien. De no alcanzar, puede ampliarse abatiendo los respaldos traseros en proporción 60:40. Maserati no declara la capacidad máxima del baúl.

Por debajo de una alfombra de impecable calidad está el auxilio que es del tipo temporario plegable. Mientras afuera tiene las de 19 pulgadas al ser de diferentes medidas era casi que obvio que había dos caminos para recorrer: runflats o la galleta. En el caso de la Ghibli tiene una Vredestein Space Master en medida 175/55 R18 que se infla gracias al compresor que ven en imágenes y que viene adentro de un bolso con el tridente bordado. Sí, la caja de herramientas también es una belleza.


Motor y transmisión

F160 es el nombre de la mecánica de la Ghibli probada. Se trata de un V6 a 60º central-delantero con 2.979 cc de cilindrada, Twin-Turbo (uno por bancada), e inyección directa (GDI) e intercooler. El motor fue íntegramente diseñado por Maserati, el block de aluminio lo produce Chrysler en Detroit, y luego es enviado a Módena, en Italia, donde lo termina de fabricar Ferrari en sus instalaciones. Se lo puede encender desde un botón en la consola a la izquierda del volante, o también desde la llave, un elemento que deja entrever las raíces más yankees de FCA.

Es capaz de erogar 350 cv de potencia a las 5.000 rpm y un torque máximo de 500 Nm a 4.500 rpm, y con función overboost, entre las 1.750 y 4.500 vueltas. Va acoplado a una transmisión automática secuencial de origen ZF con ocho marchas (denominada ZF AT8 - HP70) y levas de cambio al volante, mientras que la tracción es trasera.


Si bien con las credenciales que tiene no habría que aclarar cómo se comporta esta bestia de motor, porque hay que llenar con texto las notas, lo haré. Se trata de esas mecánicas llenas, que tanto en el régimen bajo como alto siempre tienen par y potencia disponible, entregan una patada violenta cuando le hundimos el pie en el acelerador y lo hace junto a un sonido tan embriagador como adictivo. Más allá de que tiene una insonorización brillante, es más que disfrutable que algo de esa música que los dioses de la ingeniería italiana crearon entre al habitáculo sin pedirnos permiso.

La transmisión en tanto, tiene dos caras. La buena es la suavidad de sus marchas, así como la rapidez del conjunto más allá de ser una con convertidor de par y no una doble embrague. Es una caja que funciona muy bien y aprovecha cada caballo del V6. Tiene un modo manual (M), así como también trabaja junto a los modos de conducción denominados MSP OFF, I.C.E. y SPORT, que ampliaré más adelante ya que afectan a otros componentes de la Ghibli.


La cara complicada es el selector. Presenta un funcionamiento que no es ni el más intuitivo, ni el más práctico y posiblemente el punto más conflictivo del manejo de la Ghibli. Cuando queremos ir de "D" a "P" se va sola a "R" o "N". Y en el momento que queremos ir de "R" a "D", se traba antes en "N", a menos que le demos un impulso largo y poco elegante. Lleva un rato agarrarle la mano y hay que calmarse para no insultarla, pero merece una revisión urgente.

Para esta versión Maserati declara una velocidad máxima de 267 km/h y una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en 5,6 segundos. Si esto no fuera suficiente, existe la Ghibli S Q4 que con el mismo motor, pero llevado a 410 cv logra una velocidad máxima de 284 km/h, una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en 4,8 segundos.


Si bien a la mitad de sus dueños no le importará, hablemos de consumos. La marca declara 12,6 litros cada 100 km en ciudad, 6,8 l/100 km en ruta y 8,9 litros cada 100 km en ciclo mixto. Son cifras correctas si consideramos los 1.810 kg de peso en orden de marcha y que debajo del pie derecho tenemos 350 cv para usar a piacere.

En nuestras mediciones, y apelando a mi mayor control de no hundirle el pie derecho en cada momento para hacer cantar al V6, logré sacarle 12,7 litros cada 100 km en ciudad, 7,9 l/100 km en ruta, y unos 9,3 litros cada 100 km en promedio. El depósito de combustible en tanto, cuenta con una capacidad de 80 litros.


Comportamiento dinámico

Contrariamente a lo que muchos podrían pensar, la Ghibli no tiene una suspensión dura y deportiva, si no que apela a un andar muy confortable. Sí, incluso con los rodillos de caucho 245 y 275 que lleva adelante y atrás respectivamente. Es una berlina ejecutiva con todas las letras, pero si uno quiere también puede usarse con la corbata suelta.

Esa versatilidad de uso no la pueden dar todos sus rivales, que en su mayoría son alemanes. Bueno, al menos que vayas por las versiones con todos los condimentos, y me refiero a las M, S (RS), o AMG. En la Ghibli se prioriza un chasis firme sin llegar a ser duro como una roca. Uno puede circular en la ciudad haciendo ronronear al V6 y apenas sintiendo los pozos o cortes de la calzada. El despeje será el mayor de los problemas y habrá que armarse de paciencia para pasar los lomos de burro con la mayor delicadeza posible.


La dirección en tanto tiene asistencia electro-hidráulica y presenta un tacto bastante directo. A su vez, con 11,7 m de radio de giro permite que podamos acomodar su carrocería en huecos de estacionamiento, aunque tendrán que ser amplios para los casi cinco metros de largo.

Si vamos a la mecánica en ciudad, permite un uso sosegado y sin llevar el volumen al máximo. A su vez, la transmisión relaja bastante al cuore llevándolo a 70 km/h en D7 a apenas 1.000 rpm. Si activamos el software de incremento de control y eficiencia (I.C.E. o Increased Control & Efficiency), el motor trabaja a 1.200 vueltas a esa velocidad, mientras que en el modo SPORT que endurece la dirección y aumenta el sonido del impulsor, pasa a 1.800 rpm.


Ese modo a su vez, cambia el régimen de trabajo de la transmisión. Mientras en el I.C.E. pasa las marchas priorizando el ahorro de combustible y activa el Start & Stop (que no es tan molesto de usar), haciendo todos los cambios a 1.900 vueltas, mientras que el SPORT sube ese número hasta las 2.100 rpm.

Pero más allá de que en gran parte del tiempo la Ghibli vivirá entre edificios y embotellamientos, como buena berlina de lujo, donde se siente más cómoda es estirando sus músculos en las amplias superficies asfaltadas. Sacar un producto así a la ruta es como soltar a un caballo en el campo. Uno simplemente lo ve correr libre. En lo recto va muy bien, plantado al piso y sin inmutarse por vientos o nada. Es como si tuviera velcro en los neumáticos y la carretera fuera de felpa.


Pero no solo viaja bien el lo recto. Si lo tiramos en una curva, también dobla como los dioses. La carrocería parce aplastarse en imágenes contra un costado pero desde la posición de manejo parece como si estuviéramos doblando con una locomotora sobre rieles.

En esto gran responsabilidad recae sobre el esquema de paralelogramo deformable adelante, mientras que atrás es un independiente tipo multilink. Ante curvas muy exigidas, y pese a tener el ESP conectado en todo momento (no vaya a ser cosa que reviente algo que vale lo mismo que una casa) el eje trasero permite ciertos deslizamientos recompensando al conductor con una sonrisa satisfactoria de diversión.


Y a esta receta es imposible no sumarle la pimienta que tiene el impulsor. Sacarlo a la ruta a este V6 es un verdadero disfrute para los sentidos. Uno puede llevarlo manso a 110 km/h en D8 a 1.500 vueltas con el modo I.C.E. o hacerlo subir a 1.900 en SPORT y perder las intenciones de un manejo eficiente, ya que el ronquido casi que te obliga a poner la caja en M (manual) y usar las levas de aluminio al volante.

Los adelantamientos, en tanto, son casi que un chiste y si pisamos a fondo bajará de octava a cuarta en un pestañeo. En el modo manual de conducción la caja retiene el cambio llevándolo al corte de la inyección y haciendo que quienes viajen abordo sientan el rigor del torque la espalda. El sonido de ese motor trabajando al máximo régimen (y perdonen que insista tanto sobre este punto) es un vicio difícil de dejar. Ni Tony Kamo te lo saca de la cabeza.


Si bien no es un producto pura sangre, la Ghibli es la berlina mediana más divertida que manejé en mucho tiempo. Por lejos. Más allá del sonido del motor, que es uno de los argumentos por los que pagaría sin dudarlo lo que cuesta este modelo, el chasis y la dirección que tiene son una maravilla porque hacen de una mole de casi dos toneladas un pequeño juguete caro para entrelazar curvas.

Pocos vehículos permiten un comportamiento que priorice el confort conjugado con otro que gracias a un reparto de masas perfecto de 50% en el eje delantero y 50% en el trasero, entregue a cambio un dinamismo tan equilibrado y preciso al mismo tiempo. Con un chasis preparado por Maserati con tracción trasera y una mecánica gloriosa con el "ok" de operarios de Ferrari, dudo que el resto de las berlinas ejecutivas alemanas puedan empatar este partido.

Equipamiento

La Ghibli probada es la 350 y al igual que el resto de la gama la dotación de equipamiento de confort es muy generosa y digna de un producto de 177 mil dólares. Ofrece de serie: dirección hidráulicamente asistida sensible a la velocidad, alarma, pack eléctrico (cuatro levantavidrios, espejos, y bloqueo), SPORT Control (mapeo del acelerador, motor, sistema MSP, sistema de escape y transmisión), faros bi-Xenón adaptativos con luces de marcha diurna en LED y lavafaros, faros traseros LED, sensor de lluvia y luces, espejo interior antideslumbrante automático, sensor de presión de los neumáticos, control de velocidad crucero, respaldo trasero rebatible 60:40, selector de cambios en cuero con botones de ajuste dinámico (MSP OFF, modo manual, I.C.E. y SPORT), sistema Start&Stop, asientos delanteros con regulación eléctrica de ocho vías con dos memorias para el asiento del conductor y calefaccionados ambos, encendido/apagado por botón (Keyless GO start), encendido a distancia, sistema Keyless Entry, reloj analógico Maserati Design (dial azul y marco cromado), cámara trasera de estacionamiento, pantalla de 7" en el panel de instrumentos, Maserati Touch Control (pantalla táctil de 8,4" para radio AM/FM/USB/Aux-In/CD/DVD/SD/iPod/Bluetooth/GPS, mandos de climatizador, smartphones, y seteos del vehículo), climatizador automático bi-zona con salidas de aire traseras, Maserati Premium Sound System, 600 watts de potencia, 10 altavoces incluyendo wooferssub-woofersmidrange tweeters, volante multifunción en cuero Nero de tres radios con regulación en altura y profundidad eléctrica, levas de cambio al volante en aluminio, pedalera en aluminio regulable eléctricamente, espejos exteriores antideslumbrantes, paquete de cuero extendido (tablero y puertas), techo solar eléctrico, cortina parasol trasera eléctrica, tapizados en cuero natural Nero/Cuoio/Sabbia, inserciones interiores en madera Radica Poro Aperto, salidas de escape dobles en acero inoxidable cromado, y llantas de aleación "Poseidone Elegance" de 19 pulgadas sobre neumáticos en medida 245/45 R19 adelante y 275/40 R19 atrás, entre otros elementos.


Por debajo de la unidad probada está otra 350 pero sin los sensores de estacionamiento, las inserciones en madera, el techo solar, y la regulación eléctrica de la pedalera y el volante. Si bien son pocos ítems (algunos poco necesarios), lo más importante es que hay una distancia de U$S 20.000 entre la unidad evaluada y esa versión.

Y arriba de la Ghibli evaluada están la S Q4 con más potencia, pero antes está la la versión 350 Ermenegildo Zegna Edition que suma un interior Zegna Edition incluyendo: tapizados Zegna Edition (Nero o Cuoio), inserciones interiores Black Piano, volante en cuero Nero, y tapizados de techo Zegna Edition Mulberry Grey Silk. Es un paquete que vale U$S 10.000, pero cuando lo vean, vale la pena cada centavo.


Seguridad

El equipamiento de seguridad también es extenso. Ofrece de serie: airbags frontales, laterales, de cortinas, y de rodillas para el conductor (siete en total), frenos ABS, sistema de asistencia en el frenado (BAS), diferencial autoblocante, Maserati Stability Program (MSP+ASR+EBD), freno de estacionamiento electrónico (EPB) con Hold Hill Assist, anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles, cinco cinturones inerciales y apoyacabezas para todos los ocupantes.

Los frenos, en tanto, son de discos ventilados en ambos ejes con un monoblock de aluminio con pinzas fijas, cuatro pistones, y discos ventilados de 345x28 mm adelante, llevando atrás pinzas flotantes y discos ventilados de 320x22 mm. A su vez, el equipo de frenado va firmado por Brembo, aunque en las pinzas se lea "Maserati".


El sistema de frenos es igual de impresionante que el que catapulta a la Ghibli hasta 267 km/h. La marca incluso declara la cifra de frenado de 0 a 100 km/h, con unos excelentes 36 metros y siempre lo hace en línea recta y sin fatiga.

El ESP, o como le dice la casa del tridente, Maserati Stability Program, permite la desconexión total. De todas formas, incluso cuando lo usamos conectado, el eje trasero hace saltar el control de tracción cuando nos pasamos con el pie derecho. Más allá de eso, otorga una buena sensación de seguridad al volante, pese a que sea algo permisivo en su accionar.


A nivel estructural una Ghibli fue sometida en 2013 a las pruebas de choque de EuroNCAP (ver pruebas). Allí obtuvo la calificación máxima de cinco estrellas, con 95% de protección para adultos, 79% para niños, 74% para peatones y 81% para asistencias a la seguridad.

Pero también fue probada en el 2014 por el IIHS de los Estados Unidos, en donde también cosechó buenos resultados. Consiguió la calificación de "Bueno" en todas las pruebas realizadas, incluyendo el exigente small overlap test, que se simula un impacto contra un árbol, otro vehículo, o un poste del tendido eléctrico, a una velocidad de 64 km/h (ver pruebas). Esto le dio el premio Top Safety Pick de ese año.

Precio, garantía y competidores

U$S 177.500 es lo que vale la unidad probada por Autoblog denominada Ghibli 350 3.0 V6 A/T. Por debajo Maserati ofrece a la misma combinación de motor y transmisión, con algo menos de equipamiento por U$S 154.990, y por encima de ambas están las Ghibli 350 Ermenegildo Zegna Edition 3.0 V6 A/T a U$S 184.990 y Ghibli S Q4 3.0 V6 A/T con 410 cv de potencia y tracción integral por U$S 197.490. En todos los casos la garantía es de 3 años sin límite de kilometraje.

Buscarle rivales a un producto como la Ghibli es una tarea compleja. Por un lado podríamos enfrentarla a berlinas alemanas tradicionales, mientras que por la configuración algo más deportiva se acerca bastante al planteo de las mal llamadas "coupés de cuatro puertas" que derivan de esos sedanes, en su mayoría de origen alemán.


Entre los sedanes más tradicionales encontramos a estos competidores: Audi A6 3.0 TFSI V6 quattro Luxury S tronic (U$S 142.000), BMW 550i 4.4 V8 Steptronic (U$S 175.900), y Mercedes-Benz E 500 4.7 V8 Avantgarde 7G-TRONIC PLUS (U$S 189.990).

Del lado de las berlinas con silueta de coupé (ese es el nombre más técnico) están las derivadas de los modelos anteriores: Audi A7 Sportback 3.0 TFSI V6 quattro Luxury S tronic (U$S 155.000), BMW 640i Gran Coupé 3.0 Steptronic (U$S 189.900), y por último el Mercedes-Benz CLS 400 3.5 V6 7G-TRONIC PLUS (U$S 159.990).


Conclusión

Como lo dije en el adelanto de la prueba, no era una evaluación más. Más allá de ser la número cien en la historia de Autoblog, la Ghibli se transformó en esa anécdota que le contaré a mis hijos y nietos cuando envejezca. Ese auto que usaste y no podés creer que fue tuyo. Aunque sea por unas horas. Y por trabajo, aunque cueste decirlo sin sonar envidiable.

Cuando uno maneja productos de esa triada alemana que todos conocemos y vanagloriamos por su herencia y calidad, muchas veces nos olvidamos que el mundo de los autos casi perfectos no siempre desemboca en el Río Rhin. También hay un país con forma de bota que crea vehículos que nos pueden sacar las mayores satisfacciones y alegrías al volante de un automóvil.


La Ghibli nació con la misión de convertirse en la Maserati más vendida y popular de todos los tiempos y lo está logrando. Gracias a ella, las ventas mundiales de la casa del tridente en 2014 aumentaron 136% frente a 2013. Y como empresa fueron seis veces más grandes desde entonces. Eso es lo serio de este producto. Lo único frío que tiene. Ah, me olvidaba de las levas de aluminio, perdón.

Bromas aparte, con este producto también ellos crearon una experiencia de manejo. No venden automóviles, venden un conjunto de experiencias. Sí, hay autos que pueden ir a 267 km/h o más. También pueden tener interiores todavía más refinados que los de la Ghibli. Pero posiblemente cuando te bajes, no sientas nada especial. Como si entraras en el lobby de un hotel corporativo de lujo. Son todos iguales. Luces de colores, una fuente, pisos de mármol de Carrara. Maserati, en tanto, es como si fuera el Burj Al Arab: más exclusivo que aquellos, y a la vez muy diferente a todos.


A diferencia de otras pruebas no voy a hacer una conclusión muy extensa. Voy a ir a lo concreto. Tras haber probado a la Ghibli confirmo que ese lema que distingue a Maserati es cierto. Son lo absolutamente opuesto a lo convencional. Podrían haber hecho una berlina como cualquier otra, que tenga un diseño que le guste a todos y se comporte como el resto. Mas no. Lo hicieron como quisieron y lo que es más importante, siendo fieles a la historia de la marca, no solo a los parámetros del mercado.

Es cierto, Maserati no venderá más unidades por año que las tradicionales marcas alemanas. No es una firma más masiva ni popular que ellas. Pero por cada Ghibli que le entreguen a su afortunado dueño, habrá un dueño de Mercedes-Benz, BMW o Audi que en los estacionamientos de los edificios corporativos o centros comerciales se bajará de su berlina made in Germany, y mirará durante varios minutos enamorado a aquella made in Italy. Y en el fondo todos sabremos por qué lo hará: porque el corazón entiende razones que la razón no entiende.



A favor
  • Calidad de materiales y fabricación
  • Confort de marcha
  • Conjunto motor/transmisión
  • Comportamiento dinámico
  • Diseño
  • Equipamiento de confort y seguridad
  • Garantía
  • Posición de manejo
  • Prestaciones
  • Sonido del impulsor

    En contra
    • Consumo en ciudad
    • Despeje al suelo escaso
    • Neumático de auxilio temporario
    • Plaza central trasera ajustada
    • Selector de cambios poco intuitivo



    FICHA TÉCNICA:

    MOTORIZACIÓN
    Cilindrada (cc) 2.979
    Número de cilindros: V6 a 60º
    Número de válvulas: 24
    Relación de compresión: 9,7:1
    Diámetro x carrera (mm): 86,5 x 84,5
    Inyección: directa con distribución variable, doble turbocompresor e intercooler
    Potencia máxima (cv/rpm) 350/5.000
    Torque máximo (Nm/rpm) 500/4.500 (con función overboost: 500/1.750-4.500)
    TRANSMISIÓN
    Caja de velocidades automática secuencial de ocho relaciones
    Tracción trasera con diferencial autoblocante
    DIRECCIÓN
    De piñón y cremallera con asistencia electro-hidráulica variable
    FRENOS
    Delanteros: de discos autoventilados (345x28 mm)
    Traseros: de discos autoventilados (320x22 mm)
    EJES - SUSPENSIÓN
    Delantera: independiente con paralelogramo deformable
    Trasera: independiente, tipo multilink
    NEUMÁTICOS
    Dimensiones: 245/45 R19 (adelante) y 275/40 R19 (atrás)
    Rueda auxiliar: 175/55 R18
    PRESTACIONES
    Velocidad máxima (km/h) 267
    Aceleración 0/100 km/h (s) 5,6
    Consumo (l/100km) Urbano: 12,6 - Carretera: 6,8 - Mixto: 8,9
    DIMENSIONES / PESO
    Capacidad del baúl (l) 500
    Peso en vacío (kg) N/D
    Peso en orden de marcha (kg) 1.810
    Largo total (mm) 4.971
    Ancho total (mm) 1.945
    Alto total (mm) 1.461
    Distancia entre ejes (mm) 2.998
    Capacidad del tanque de combustible (l) 80

    Galería: Maserati Ghibli 350 3.0 V6 A/T | Créditos: Autoblog y Diego Olivera (oliverafotografo.com.uy).


    EQUIPAMIENTO:

    EXTERIOR
    Llantas de aleación de "Poseidone Elegance" de 19 pulgadas
    Faro antiniebla trasero
    Faros bi-Xenón adaptativos con luces de marcha diurna en LED y lavafaros
    Grupos ópticos traseros LED
    Luces diurnas LED
    Salidas de escape dobles en acero inoxidable cromado
    Techo solar eléctrico
    SEGURIDAD
    Airbags frontales, laterales delanteros, de cortinas, y de rodillas para conductor
    Apoya cabezas delanteros y traseros (5)
    Cinturones traseros de 3 puntos con limitador de esfuerzo (3)
    Diferencial autoblocante
    Fijaciones ISOFIX y Top Tether para sillas infantiles
    Frenos ABS
    Indicador de presión de los neumáticos
    Maserati Stability Program (MSP+ASR+EBD)
    Sistema de asistencia en el frenado (BAS)
    Software de incremento de control y eficiencia (I.C.E. o Increased Control & Efficiency)
    CONFORT
    Asientos delanteros con regulación eléctrica de ocho vías con dos memorias para el asiento del conductor y calefaccionados ambos
    Climatización automática de dos zonas con salidas para plazas traseras
    Cámara de retroceso
    Computadora de a bordo
    Conexión automática de las luces de cruce
    Dirección con servoasistencia variable en función de la velocidad
    Encendido/apagado por botón (Keyless GO start)
    Encendido a distancia
    Espejos retrovisores externos eléctricos con función de plegado y antideslumbrantes
    Espejo interior antideslumbrante automático
    Función de parada y arranque Start&Stop
    Freno de estacionamiento electrónico (EPB) con Hold Hill Assist
    Levantavidrios eléctricos delanteros y traseros con sistema de un toque
    Limpiaparabrisas con sensor de lluvia
    Maserati Premium Sound System, 600 watts de potencia, 10 altavoces incluyendo wooferssub-woofersmidrange tweeters
    Maserati Touch Control (pantalla táctil de 8,4" para radio AM/FM/USB/Aux-In/CD/DVD/SD/iPod/Bluetooth/GPS, mandos de climatizador, smartphones, y seteos del vehículo)
    Molduras de madera Radica Poro Aperto
    Paquete de cuero extendido (tablero y puertas)
    Pantalla de 7" en el panel de instrumentos
    Pedalera en aluminio regulable eléctricamente
    Reloj analógico Maserati Design (dial azul y marco cromado)
    Respaldos traseros rebatibles 60:40
    Selector de cambios en cuero con botones de ajuste dinámico (MSP OFF, modo manual, I.C.E. y SPORT)
    Sistema Keyless Entry
    Tapizados en cuero natural Nero (Poltrona Frau)
    Volante multifunción en cuero Nero de tres radios con regulación en altura y profundidad eléctrica, levas de cambio al volante en aluminio

    PRECIO Y GARANTÍA:

    U$S 177.500. Garantía: 3 años sin límite de kilometraje

    COMERCIALIZA:

    Autolider S.A. Pascual Gattas y San Francisco, Punta del Este. Tel. 4249 2732. Web: www.maserati.com.uy