Probamos al Renault Sandero: apuesta por lo racional

viernes, 23 de enero de 2015



Probamos al Renault Sandero, la oferta del rombo en el segmento B tradicional.
Después de haber probado a la versión Stepway, y a su hermano el Logan, Autoblog se subió a la segunda generación del Renault Sandero. Un producto que regresó tras un impasse en el mercado nacional y que ahora se presenta como la opción racional del rombo para el segmento B.


Hace algún tiempo atrás un gerente de ventas me decía que no existen las compras racionales en el mundo automotriz. Ni una. Según él, todas las ventas se hacen por un motivo emocional, y pueden tener -o no- una carga racional por detrás, especialmente a la hora de evaluar precios y equipamientos.

Sin embargo habemos otros que creemos en la existencia de ese consumidor que compra un vehículo por necesidad y pensando exclusivamente en dos cosas: practicidad y precio. En nuestro mercado hay unos cuantos ejemplos de modelos que no exhiben un diseño digno de estar en los pasillos del MoMA, pero que de todas formas cumplen con el cometido con el que fueron creados, simplificarle la vida a sus usuarios.


Ese potencial consumidor llega al concesionario con dos cosas en mente, precio y lo que se va a llevar a cambio. Uno de esos productos que calza perfecto en ese criterio es el Renault Sandero. Desde el año pasado la oferta del rombo en el segmento B se dividió en un abanico de tres opciones, todas completamente diferentes entre sí.

Por un lado existe el Clio Mío (ver lanzamiento), que representa el escalón de entrada a la gama, para aquel que solo busca precio, el nuevo Sandero, que ahora se presenta como una oferta netamente racional, para los que precisen espacio interior (ver lanzamiento), y en el extremo más alto está el Clio IV (ver lanzamiento), un modelo cuyas armas de conquista son su diseño moderno y jugado, además de un equipamiento de seguridad de serie bastante completo.


Si bien no es un producto netamente familiar, Renault está basando su campaña publicitaria con Sandero con frases como "Ondero" y "Familiero", pero en el fondo lo que están buscando explotar es el argumento más sólido de este modelo, su amplio espacio interior. Y eso el cliente racional lo sabrá apreciar mucho.

Más allá de eso, el Sandero históricamente nunca fue un producto exitoso en el mercado local. Propuestas más atractivas en diseño le hicieron mucha sombra, como ser los Palio, Gol, o March y Onix más acá en el tiempo. Pero ninguno llega a dar un nivel de espacio interior como el Renault. Por eso a mi me gusta decir que es un producto incomprendido. Es más, hasta James May lo defiende (ver).


Este hatchback tiene una concepción invertida a la de muchos modelos, es decir, se creó de adentro hacia afuera. Esos diseños que se llaman "around the passenger", es decir que se piensan primero en el que lo va a manejar, y mucho después en quiénes lo vayan a mirar en la calle. Así surgieron nombres como Fox, Agile, Etios, por ejemplo, y obviamente dos integrantes de la familia Renault, los hermanos Logan/Sandero.

Con ese concepto popular de "mirá 'la valija' que tiene el auto que me compré, meto de todo acá", el Sandero debería ser un éxito en ventas desde el día uno en que fue lanzado en Uruguay. 320 litros de capacidad es una cifra que incluso productos de segmento C no logran superar. Ni hablar de poder llevar a cinco adultos en su interior con sus petates en el baúl.


Y es acá cuando tengo que darle el brazo a torcer al gerente con el que arranqué esta nota. El primer Sandero no lograba cautivar a nadie por su diseño. Era tosco, simple, y hasta se podría decir, que se pasaba de espartano. El restyling o "Fase II" buscó un diseño algo más depurado y elegante, pero tampoco conseguía hacer pie en ventas.

Es por eso que con la segunda generación aparece un producto que tiene que renegar un poco sus raíces racionales y apelar a un estilo, si bien clásico, bastante más moderno y atractivo que sus antecesores. Ya aparecen líneas que le pueden hacer un guiño a más de un consumidor de Palio o Gol, y es la "carnada" para que ese cliente no-racional, comience a mirarlo con un poco más de atención, hasta que ingrese a su interior y descubra lo que realmente tiene para ofrecer el Sandero, hectáreas de espacio.


En octubre de 2014 se relanzó proveniente desde la planta de São José dos Pinhais, en Paraná, Brasil con dos niveles de equipamiento, Authentique Plus, y Expression asociados al impulsor 1.6 8 válvulas K7M de 85 cv, que comparte con las versiones más accesibles de su hermano sedán, el Logan.

La semana que viene tendremos la prueba completa del renovado Sandero en su variante 1.6 8v Expression, un producto que está haciendo lentamente su retorno al mercado uruguayo, si bien con un diseño más atractivo, pero con la premisa que le dio origen al modelo, ser una apuesta por lo racional.