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| Familiar y con 300 cv abajo del pie derecho. Así es la Volkswagen Golf R Variant. |
El Salón de Los Ángeles fue el lugar elegido por Volkswagen para presentar en sociedad a la versión más radical del Golf, pero vestida de carrocería familiar, o como ellos le dicen, Variant. El Golf Variant R mantiene el mismo impulsor 2.0 TSI de 300 cv del popular cinco puertas alemán.
Si hay una cosa que el hombre va aprendiendo a medida que madura es que tarde o temprano va a tener una familia con hijos, cochecitos, sillas, juguetes, tapizados del auto manchados por helado, etc. También es sabido que cuando llega ese momento, la pasión por los automóviles deportivos tiene que verse dejada a un lado para hacerle espacio a vehículos más prácticos que pasionales.
De todas formas, y gracias a los alemanes, desde hace años las marcas con ese origen nos han dado rurales que combinan la practicidad de un familiar, con las prestaciones de un verdadero deportivo. Volkswagen no quiso quedarse afuera de esa raza aparte -y que particularmente aprecio- que son las SW deportivas. Y es así, que le da vida al Golf R Variant.
Este producto es una perfecta mezcla entre una rural convencional como la Golf Variant (ver nota), con la rabia que esconde el Golf R, la versión más picante del modelo. Y honestamente, es de esos autos que uno debería quedarse el resto de su vida. ¿Precisan espacio? Lo tiene. El baúl se jacta de unos generosos 605 litros de capacidad, que pueden crecer hasta los 1.620 litros, rebatiendo los respaldos traseros en proporción 60:40.
¿Precisan potencia? También la tiene. Bajo su capot se esconde el mismo impulsor del Golf R, o mismo del Audi S3 (ver lanzamiento). Un 2.0 litros TSI capaz de producir 300 cv de potencia con 380 Nm de par máximo. La transmisión es una automática secuencial de seis relacioens y dos embragues (DSG), acoplada a la tracción integral permanente 4MOTION.
El esquema de suspensiones cuenta con un ajuste más firme, mientras que la carrocería fue rebajada en 20 mm. Volkswagen además dotó a la R Variant con un sistema de control de estabilidad más permisivo, denominado "ESC Sport", y el control adaptativo del chasis, denominado DCC, de forma opcional.
Con este planteamiento, la Golf R Variant alcanza los 100 km/h en apenas 5,1 segundos, mientras que su velocidad final está limitada electrónicamente a los 250 km/h. El consumo, pese a que a estas alturas no le importe a nadie, es de 7 litros cada 100 km en ciclo combinado.
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