Sumar doble airbag y ABS de serie aumentaría un 15% el precio de venta

miércoles, 6 de febrero de 2013



El doble airbag y los frenos ABS de serie incrementarían un 15% el precio de venta si no se exoneran impuestos.
Según una nota publicada este martes, los importadores locales aventuran un aumento de un 15% aproximadamente sobre el precio de venta de los vehículos de pasajeros que sumen obligatoriamente el doble airbag y los frenos ABS. Según ellos el aumento se da por los altos impuestos. Más, tras el salto.

De acuerdo a una nota publicada en El Observador ayer, los importadores locales piden exoneraciones tributarias al gobierno para no tener que aumentar los precios de venta un 15% en promedio, ante la reglamentación de doble airbag y frenos ABS de serie.

Recordemos que la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) está trabajando para que a partir de este año se prohíba la importación de autos sin estas condiciones de seguridad a través de la reglamentación de la ley 19.061 que obliga además a la utilización del sistema de retención infantil (SRI), apoyacabezas en todos los asientos, cinturones de seguridad y como dije más arriba, airbags frontales y frenos ABS como mínimo en todos los vehículos cero kilómetro (ver nota)


Según cifras proporcionadas por la empresa consultora Autodata al matutino, cuatro de cada diez autos cero kilómetro vendidos en 2012 no tenían airbags ni frenos ABS. Sin estos elementos de seguridad se incorporaron al mercado 15.933 nuevas unidades. El porcentaje alcanza al 75% del segmento de los autos chicos (segmentos A y B cuyos precios oscilan entre US$ 10.000 y US$ 15.000)

La incidencia del airbags y del sistema ABS en el precio final del vehículo oscila entre US$ 1.000 y US$ 2.500, aunque Jorge West, presidente de la Asociación de Concesionarios y Marcas Automotores (Ascoma), apuntó al diario que puede ser más, dependiendo del modelo y del resto de los elementos de “lujo” (aire acondicionado, llantas de aleación, alzacristales eléctricos, entre otros).

Si el gobierno no otorga alguna exoneración impositiva a los importadores de automotores, ese monto se sumará al precio final de los vehículos que hoy no traen de fábrica los elementos de seguridad. De este modo, los modelos más baratos −los más vendidos− acercarían su precio al segmento siguiente y, por lo tanto, desestimularían su venta. Para Miguel del Castillo, presidente de la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay (ACAU), esto afectará el poder de compra del sector que en los últimos años pudo acceder a la compra de un cero kilómetro. “Va a aumentar el valor de los vehículos”, declaró del Castillo.

(Fuente: El Observador)
Un auto cero kilómetro está gravado con el 22 % del IVA y un Imesi escalonado desde el 23% para los automóviles de hasta 1.000 centímetros cúbicos y el 46% para los de 3.000 centímetros cúbicos en adelante. Si el modelo proviene de afuera de la región, se suma otro 23%. Hay otros porcentajes por el flete y el despacho en el puerto. (ver infografía)

Es así que en nuestro mercado, el importador puede llegar a pagar “el 90% del valor CIF del auto” en impuestos. Venderlo al mismo precio no le parece una opción. El presidente de Ascoma, además, ve una complejidad en la iniciativa: la importación en sí misma. El tamaño reducido del mercado uruguayo no es, a su juicio, lo “suficientemente grande y poderoso” para exigirle al fabricante que construya modelos con airbags y ABS pero sin otros accesorios caros como forma de reducir el precio. No obstante, Brasil adoptará las normas técnicas que quiere implementar la Unasev a partir de 2014 y Argentina lo seguirá, según pronósticos, en 2015. De estos países proviene más del 50% de los autos que ingresan al país, por lo tanto, un gran porcentaje incluirá la tecnología de origen.

Por otra parte, del Castillo afirmó que el gobierno podría exigir que los vehículos importados de Brasil cuenten con los airbags fabricados por Takata, empresa japonesa instalada en Uruguay, en San José, cuya producción se destina mayoritariamente a ese país, como forma de beneficiar también a la industria nacional.

Fuente: El Observador