Probamos al Fiat Pulse: el heredero de los pioneros

lunes, 16 de mayo de 2022



Probamos al Fiat Pulse en su variante tope de gama, denominada Impetus 1.0 T200 CVT.

Durante cuatro días y algo más de 1.150 kilómetros, evaluamos a uno de los lanzamientos más esperados del 2022, el Fiat Pulse. Pero antes de su análisis detallado, vamos a repasar un poco a las raíces del árbol genealógico de este primer crossover desarrollado y fabricado por la firma italiana en el Mercosur.
No sé si es una percepción personal, pero se suele reconocer poco el papel importante que jugó Fiat en los últimos 25 años para el desarrollo de un tipo de producto que hoy consideramos algo establecido. Me refiero a los crossovers derivados de autos del segmento B de origen Mercosur. Mucho se habla de lo relevante que fue el Ford EcoSport en 2003 para el surgimiento de los SUVs sub-compactos. Pero poco se recuerda a la gama Adventure de Fiat, que fue una pionera en los productos con estética "off-road".

La marca italiana fue una de las pioneras en ofrecer a los clientes modelos convencionales de calle con un aspecto aventurero ya en el año 1999, con la primera evolución de la Palio Adventure. Era una variante derivada de la Palio Weekend (ver lanzamiento) con paragolpes que tenían superficies en tono oscuro, llantas de aleación específicas, los neumáticos de uso mixto, fenders en plástico negro, estribos laterales y las barras de techo de tamaño más generoso que en la variante no "off-road". Este producto tuvo tres cambios, siendo el segundo el que llegó a Uruguay, en 2005. A lo mencionado de la primera evolución, acá se sumaba un nuevo diseño exterior e interior, además de adoptar una brújula y un inclinómetro longitudinal y transversal en la parte superior del tablero. Y sí, opino que le quedaba muy cool ese detalle.


A finales de 2008, Fiat incorporaba en el mercado local una nueva actualización de la Palio Adventure, en donde además de otra renovación estética, la novedad más importante pasaba por la llegada –en forma opcional- del sistema Locker, un bloqueo electrónico de diferencial (trabajaba mediante los frenos delanteros) que permite que la rueda con mayor adherencia tenga la mayor cantidad de torque, mejorando así la tracción en caminos en mal estado. Ya para 2012, Fiat volvió a renovar al Adventure, y fue su última evolución (ver lanzamiento), dejándose de producir hace poco, a comienzos del 2020 (ver nota) y terminando así con la historia de las rurales en el Mercosur también.

Pero además del Palio, Fiat también ofreció variantes Adventure y Adventure Locker de la Strada (ver prueba), del monovolumen sub-compacto Idea y del MPV Dobló (ver nota). Sin embargo, lo más parecido a un SUV regional que llegó a fabricar la marca hasta ese momento, había sido la (muy exitosa, dicho sea de paso) Palio Adventure. Es más, en aquellos días, a ese modelo se lo consideraba un rival de EcoSport y todos esos primeros SUVs sub-compactos que empezaban a aflorar para competir con el modelo de Ford.


Mucha agua pasó debajo del puente y hoy ese segmento cambió de forma radical. Ya no hay EcoSport, pero tampoco sobrevive ningún producto de la gama Adventure de Fiat. Es más, la Strada fue la última en llevar esa denominación, porque los otros modelos de la familia fueron desapareciendo antes. Aunque el camino allanado por esos productos fue el terreno fértil que le dejó la marca a su primer crossover desarrollado desde cero, fabricado por y para el Mercosur, así como para el resto de América Latina.

En marzo de 2021 el grupo Stellantis comenzó a adelantar al primer modelo regional que nacería tras la fusión entre FCA (Fiat, Chrysler, Jeep, Dodge, RAM, Alfa RomeoAbarth, Maserati y Mopar) y PSA (Peugeot, Citroën, DS, Opel y Vauxhall). En ese momento solo se lo conocía como "Proggeto 363", y que sería un SUV de segmento B para Fiat, según anunciaron. En mayo de ese año, se convocó al mundo de Internet para elegir el nombre entre tres opciones: Tuo, Domo o Pulse, además de presentar a las dos primeras imágenes del modelo (ver nota), en donde comprobamos que era un crossover derivado del Argo.


Como ya sabrán el resto de la historia, Pulse fue el elegido. Se reveló en octubre pasado (ver nota) y en abril de este año se lanzó regionalmente en Punta del Este, Uruguay, casi en simultáneo para 10 países (Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay) con un evento de una escala como pocas veces se vio en el país para un producto de Fiat acá. En nuestro mercado se puso a la venta el mismo día del lanzamiento regional, el pasado 6 de abril (ver lanzamiento), siendo el primer país por fuera de Brasil (que lo produce) en recibirlo en todo el continente. 

Lo hizo en cuatro versiones (Drive 1.3 M/T y CVT, y Audace e Impetus 1.0 T200), con dos mecánicas: un 1.3 Firefly de 99 cv (transmisión manual o automática CVT) o 1.0 Turbo 200 con 120 cv (transmisión automática CVT). Si bien ya pude probarlo en todas sus versiones durante el lanzamiento (ver contacto), ahora llegó el momento de analizar a fondo al heredero de los Adventure. Este viernes, prueba completa del Pulse en Autoblog, en este caso en su variante más equipada de todas, la Impetus 1.0 T200 CVT, tras cuatro días y algo más de 1.150 km recorridos.