Probamos al Mercedes-Benz Clase C: quedate en tu zona de confort

lunes, 20 de septiembre de 2021



Evaluamos a la quinta generación de uno de los best sellers de Mercedes-Benz, el Clase C.

Durante cuatro días y algo más de 1.000 kilómetros, probamos a la quinta generación del Mercedes-Benz Clase C en su variante de acceso a la gama, la C 180 Avantgarde. Según la marca, este sedán es "una zona de confort". ¿Será puro marketing alemán o estamos en efecto ante el más cómodo del segmento?

En un mundo donde todo tiene que tener algún tipo de impronta deportiva, decir que algo está pensado para ser simplemente cómodo, suena algo anticuado y pasado de moda. Sin embargo, para la quinta generación del Mercedes-Benz Clase C (ver lanzamiento), la firma alemana ha hecho de esto una declaración de principios. Incluso su claim para publicitarlo es "quedate en tu zona de confort". Sí, el mismo que ven en el título de este adelanto.

No suelo prestarle mucha atención a los publicistas ni a los responsables de marketing. Ellos y nosotros, los periodistas, somos como perros y gatos. Convivimos con las mismas reglas, ser mascotas de un sistema más grande que nosotros que nos da de comer. Nos dejamos entrenar y somos una buena compañía. Pero nos odiamos en el fondo unos a los otros. Sin embargo, hay ocasiones en las que nos llevamos bien y convivimos sin arañarnos o ladrarnos a lo lejos.

Es que en el caso de este nuevo Clase C, creo que dieron en el clavo con la perspectiva para publicitar y comunicar al modelo. Por eso decidí agarrarme de eso para hablar en este adelanto. Porque me parece una estrategia brillante. Durante años, las berlinas ejecutivas premium han tirado de la cuerda del dinamismo y la performance. Pero muy pocas han puesto el foco en donde la gran mayoría de los clientes basan la elección de estos productos: el confort.

De las cuatro marcas alemanas premium, casi que podría definírselas por una sola frase: BMW es la de intenciones deportivas que le gritaba a tu "yo" adolescente, Audi es la más conservadora y equilibrada que valorás más en tu mediana edad, Porsche es la que fabrica los autos que colgabas en la pared de tu habitación cuando eras niño y que de grande (si sos afortunado) te terminarías comprando, y Mercedes-Benz es la más clásica y elegante, pero también la que le gustaba más a tu padre o a tu abuelo.


Sin embargo, un Mercedes-Benz moderno espantaría a más de una persona mayor por la cantidad de tecnología que tiene o por el diseño moderno que ostentan por estos días. Más a la par de los estándares de atención de un centennial que de un ser humano que tiene más de diez mundiales de fútbol vividos. Entonces, ¿a dónde apuntar la atención de ese público más actual si tenemos ahora al Clase C más avanzado tecnológicamente de la historia? Fácil, volver a las raíces de la marca: lujo y confort, pero interpretados bajo los códigos de la vida moderna, esa misma que todo el tiempo nos dice que "huyamos de las zonas de confort".

En su comunicado de prensa a la hora de revelar a este W206, Mercedes-Benz menciona que "La nueva Clase C cumple ambos objetivos, y crea de ese modo una zona de confort con garantía de futuro en todas sus dimensiones en una época marcada por profundos cambios en todo el mundo." Tanto se han empeñado en remarcar lo de la comodidad, que hacen alarde de que su nuevo sedán, es en definitiva una "zona de confort". Esa frase que se acuña cuando algo está tan bien que no debería cambiarse, pero que también no permite ningún tipo de avance. Sin embargo, este Clase C es todo nuevo y una mejora respecto a su antecesor en varios aspectos. Entonces, ¿es un claim contradictorio? En unos días más, veremos si Mercedes-Benz tiene a un equipo de marketing excelente, si este editor se rebusca demasiado en lo que  escribe, o si en efecto el nuevo Clase C es una zona de confort sobre ruedas. El test completo, este viernes.